Ana Romero
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La Envidia es el Homenaje que la Mediocridad le rinde al talento.
Pretender no tener envidia o decir “¿envidia yo?, jamás he sentido eso” o “¿qué es eso, no puedo decir porque nunca la he experimentado”, entre otras frases de auto-engaño para no sentirnos mal con nosotros mismos o simplemente sentir que somos en un auto-juicio dentro de la categoría de “malas personas”, entonces lo que hacemos en automático es negar el sentimiento, así evitamos el juicio externo/interno y nos aferramos a nuestra tranquilidad de que nosotros “somos los buenos”, los demás no sabemos pero nosotros si y eso basta para tranquilizar nuestra consciencia.
Entonces, queda claro que envidia es un sentimiento que existe y estará siempre en nuestra vida, así no sea buena. Es inevitable sentirla y pensarla porque ¿adivina que?, ¡somos seres humanos! y no sé si te habrás dado cuenta pero constantemente nos equivocamos por lo imperfectos que somos, así que es muy normal tenerla en nuestro ser de manera natural. Ahora pues, sabiendo y reconociendo ésta información de antemano, podemos sentirnos más tranquilos de no sentirnos juzgados entre la gente y mucho menos con nosotros mismos, logrando ser más conscientes de nuestros sentimientos y aprendiendo a identificarla para lejos de negarla, reconocerla y ser lo suficientemente inteligente emocionalmente para manejarla de la mejor manera y transformarla en admiración. * Sobre ésta transformación, tengo un artículo <Del Poder de la envidia, al poder de la admiración> en éste link: https://gestion.pe/blog/tacosfuertes/2017/12/del-poder-de-la-envidia-al-poder-de-la-admiracion.html
¿Qué causa la envidia?
La envidia aparece cuando queremos tener algo que no tenemos aún y en vez de sentirnos motivados a lograr eso que no tenemos a través de energía buena, sana, positiva, la embarramos con sentimientos limitados de carencia y mediocridad pensando ¿Por qué el otro tiene eso y yo no? y la especulación cobra vida con preguntas espantosamente atrevidas y dolorosas para el envidiado(a) como; ¿Qué habrá hecho pues para tener todo lo que tiene ahora?, colocando en duda su talento para conseguir lo que tanto trabajo le ha costado tener.
En efecto, la envidia entonces es la sensación de injusticia que sentimos cuando vemos que alguien disfruta de la gloria, el éxito, la victoria que la vida nos está quitando a nosotros(as) para dárselo al envidiado(a). Es un sentimiento parecido casi a la indignación de como si nos hubieran robado algo que claramente nos pertenece y que demandamos sin haber trabajado por ello, pero que sentimos de alguna manera que es nuestro. ¡ Completamente loco ¿no? !
A partir de éste sentimiento, si es que decides quedarte ahí, puedes llegar a convertirte en ése tipo de personas que lo único que saben es criticar de manera destructiva, fijándose y enfocándose única y exclusivamente en el error y en todo lo que salió mal del otro. Éste perfil es percibido como la mediocridad en persona porque se ha acostumbrado a no HACER absolutamente nada en su vida por su propio miedo al fracaso, debido a eso el miedo en vez de impulsarle, lo estanca, paraliza y rodea hasta tal punto de noquearlo, dejándole frustrado y con un sentimiento de vacío e incertidumbre en el <what if> de un mundo imaginario que nunca pasó realmente y solo sucedió en su mente. El mediocre es un soñador en potencia, solo que se quedó dormido porque se olvidó de despertar y cuando al fin lo hace, utiliza su energía para malograr los sueños ajenos, es como una especie de revancha justiciera en donde su filosofía es <Si yo no lo conseguí, tu tampoco lo harás> y es ahí donde empieza la persecución de los envidiosos intentando apagar la luz de los demás.
La mediocridad + la envidia + la cobardía: coktail tóxico
La envidia es un poder terriblemente poderoso que no sólo se escucha a través de rumores y habladurías mal intencionadas, si no también se siente. Por favor ¡cuídate! en serio, no es broma. Cuida tu energía tanto como cuidas tu dinero, el dinero siempre viene por añadidura o default, nunca antes. Cuida tu círculo de contactos siempre y no permitas que el sentimiento de envidia se apodere de tu energía (vampiros energéticos). Escucha atentamente de quién vienen los mensajes y confía siempre en tu intuición para saber la intención de dichos mensajes. Por lo general el(la) envidioso(a) está acostumbrado(a) a mirar desde lejos tu éxito y lejos de aplaudirte, habla mal de ti, como escupiendo lava venenosa a todo el que lo rodea, sin embargo existen otra clase de envidiosos más sofisticados y peligrosos porque aparecen como los camaleones (se saben camuflar muy bien, son muy buenos actores) y llegan a ti para usarte para sus beneficios personales y profesionales, a pesar de que no compartan tu visión, no tengan respeto por ti ni por tu trabajo y te tengan mucha pero mucha envidia. Hace poco me ocurrió algo así, no entraré en detalles ni mucho menos diré nombres, no es mi estilo y sería como regalarles luz en atención y paso, sin embargo algo me quedó de ésta agridulce experiencia y es que no se trata de caerle bien a todo el mundo, como siempre lo digo, no somos Nutella para gustarle a todos, sin embargo eso no justifica la mala onda, la falta de respeto, la hipocresía, la doble cara y la crítica destructiva en exceso. Antes de avanzar con el artículo, quisiera dejar en claro que la crítica en sí misma, SIEMPRE ES BUENA porque nos ayuda a mejorar y aprender de nuestros defectos y/o errores para ser MEJORES, esto es lo que yo llamo un <feedback sano y asertivo> en donde la crítica constructiva está implícita ya que al momento de criticar al otro, lo hacemos de manera holística usando el FODA (fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades), logrando un desenlace de mejora continua y oportunidad de mejora para ser la mejor versión de nosotros mismos de manera positiva siempre. La crítica destructiva a la que me refiero es claramente la que solo se enfoca en el error, generando desmotivación, depresión, malestar y tortura en la persona, lejos de un verdadero cambio en potencia, lo anula.
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