La historia de Rafael…
Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
3 DIC. 2021.-El protagonista de esta historia, actualmente, es un hombre maduro, jubilado y económicamente, bien remunerado.
Como una gran cantidad de mexicanos, nuestro amigo es un hijo criado por una madre soltera, su padre estaba casado y no le dio ni su apellido, mucho menos compañía y amor. Por lo que fue creciendo con la ausencia paterna y con bastante desinterés de su madre, pues se ocultaba en la necesidad de tener que trabajar para ambos.
Ella trabajaba en una institución federal de salud, donde contaba con una plaza de base, por lo que cuando él termina la secundaria, lo introdujo en la dependencia, como empleado eventual, de esos que cubren las ausencias justificadas o no de los empleados debidamente integrados. Lo que le sirvió para que unos meses después, aun siendo menor de edad, lo consideraran como empleado, ya de forma oficial, con prestaciones, derechos, además de obligaciones, y sobre todo, a contabilizar antigüedad. Él, deseoso de destacar, ya laborando, se puso a realizar cursos en el área contable, porque es lo que le llamaba la atención y deseaba estudiar, lo que le sirvió para escalar peldaños que pocos logran.
Como cualquier dependencia federal, es muy frecuente que sean movidos los empleados, principalmente los solteros, a otras entidades federativas. Lo que le ocurrió a nuestro protagonista: fue enviado a la hoy Ciudad de México, donde conoció a una mujer que le robó la respiración, terminando casados, procreando a una pareja de niños, así transcurrieron aproximadamente diez años de convivencia familiar, pero, nuestro amigo, mantenía demasiado apego materno, lo que dio como resultado el rompimiento de su esposa, así se dio el divorcio, por razones obvias, los hijos se quedaron con su ex, pero el les pasaba dinero cada semana, para su manutención, eso hasta el día de hoy, no lo ha dejado de hacer, siempre ha sido un padre responsable, aunque un poco a distancia.
Pasaron unos años, y conoció a otra mujer, varios años más joven que él, se entendieron, por lo que se volvió a casar, de esta nueva relación nació una niña que en la actualidad cuenta con catorce años, sin embargo, no ha logrado adaptarse a su nueva vida, pasando mucho tiempo en la casa de su ex y sus anteriores hijos, lo que ha provocado innumerables discusiones con su pareja actual, por razones obvias. Aunado a eso, y sus problemas causados por sus limitantes de la ausencia del padre, Rafael, desde joven subió de peso, lo que le provocó múltiples afecciones en su salud, tales como diabetes, hipertensión, glaucoma, inflamación de la ciática, etcétera. Lo que también propiciaba sus problemas familiares, con la primera y la reciente esposa.
Pasó el tiempo y por fin un médico le recomendó hacer ejercicio periódicamente, tener una dieta, con la finalidad de bajar de peso, pues superaba los 130 kilogramos y su estatura es baja. Así lo comenzó a hacer, se aplicó y en menos de un año bajó cuarenta kilogramos de peso, pero sus problemas de salud, no tuvieron una reversión, teniendo que lidiar con ellos, algunos incluso se han incrementado, pues no hay forma de que disminuyan, simplemente se controlan.
Antes de cumplir, los cincuenta años, cumplió el tiempo efectivo para jubilarse y ahora ya tiene varios años viviendo de su dinero ganado desde antes de ser mayor de edad, sin embargo, de que le sirve, si sus problemas de salud empeoran, se ha sometido a varias cirugías oculares para impedir que el glaucoma siga avanzando, pero lo único que logran es hacerlo sufrir porque las operaciones, aunque sean láser y avanzadas, son sin anestesia, o eso es lo que él me comenta. Su vida familiar y personal, es un constante cúmulo de achaques que le impiden disfrutar su jubilación y gozar de su dinero.
Ésta es la triste realidad de la mayoría de los mexicanos, primero sufren por su condición personal, después por la escasez de dinero, de oportunidades de estudio, de trabajo, y cuando por fin, algunos, porque no todos lo logran, alcanzan una posición laboral importante y bien remunerada, ya están llenos de achaques y enfermedades físicas y mentales, y por consiguiente, no disfrutan totalmente de su fortuna económica. Ya no disfrutan los pequeños, medianos o grandes lujos que pudieran darse, porque la edad los alcanzó y las enfermedades más. Es el enorme daño que se hace a los hijos no deseados, que no conocen, muchas veces, quién fue su padre, mucho menos llegan a convivir con él. Pero en eso, las mujeres no se fijan y traen al mundo muchas vidas inocentes que, desafortunadamente, desaparecen de la faz de la tierra a edades tempranas, no logran alcanzar una vejez bonita, una vida cercana a la verdadera felicidad. Ponte atento.
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