El estupro es un delito sexual que se produce cuando una persona, generalmente mayor de edad, mantiene relaciones sexuales con una persona adolescente, que consiente la relación, mediante el engaño o el abuso de superioridad sobre aquella pepersona La edad mínima y máxima varía según las legislaciones, así como las características del acto sexual. En muchos casos el delito exige que se haya aprovechado la inmadurez de la víctima. Se diferencia de la violación por el hecho de que no hay violencia contra la víctima, que manifiesta su consentimiento para el acto.
El delito de estupro integra la categoría más amplia de abuso sexual infantil —pederastia y otros actos—, pero no constituye pedofilia, debido a que esta última se refiere solamente a la atracción por niños impúberes.
El estupro, como cualquier delito penal, exige que exista una ley que lo tipifique, es decir que detalle precisamente los requisitos para que se constituya. Estos requisitos varían según cada país. El elemento común en todas las legislaciones es la edad de la víctima —que debe ser adolescente menor de edad— y el consentimiento de la víctima. Si no hubiera consentimiento de la víctima, se trata del delito de violación.
Los países difieren considerablemente en los requisitos, variando en cada caso la edad, el tipo de acto sexual (con o sin coito o penetración) y las circunstancias que afectan el consentimiento de la víctima, en especial su inmadurez o su situación de dependencia, así la existencia de engaño o seducción, tenida en cuenta en muchas legislaciones.
Evolución jurídica
La evolución jurídica del delito de estupro varía ampliamente de cultura en cultura. En el derecho precolombino de México, el delito de estupro se limitaba a penar las relaciones sexuales con sacerdotisas o jóvenes de familias prominentes.
Las legislaciones europeas y americanas actuales, están fuertemente influenciadas por el cristianismo, que adoptó una postura extremadamente represiva de la sexualidad, especialmente de la mujer. Inicialmente el estupro abarcaba también al adulterio, así como las relaciones sexuales con mujeres viudas y solteras, recibiendo condena tanto el hombre como la mujer que cometían estupro.
Con el paso del tiempo el estupro se orientó a penar las relaciones sexuales mantenidas sin violencia con doncellas, con el fin de custodiar la virginidad y luego la «honestidad» de las mujeres jóvenes. El elemento central del delito fue la «seducción» (real o presunta), entendida como maniobras o promesas engañosas del hombre con el fin de que la «inocente doncella» ceda y admita mantener relaciones sexuales.
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