domingo, 12 de febrero de 2023

Religión judía.

Aunque no existe un cuerpo único que sistematice y fije el contenido dogmático del judaísmo, su práctica se basa en las enseñanzas de la Torá, también llamada Pentateuco, compuesto por cinco libros. A su vez, la Torá o el Pentateuco es uno de los tres libros que conforman el Tanaj (o Antiguo Testamento), a los que se atribuye inspiración divina.

En la práctica religiosa ortodoxa, la tradición oral también desempeña un papel importante. Según las creencias, fue entregada a Moisés junto con la Torá y conservada desde su época y la de los profetas. La tradición oral rige la interpretación del texto bíblico, la codificación y el comentario. Esta tradición oral fue transcrita, dando nacimiento a la Mishná, que posteriormente sería la base del Talmud y de un enorme cuerpo exegético, desarrollado hasta el día de hoy por los estudiosos. El compendio de las leyes extraídas de estos textos forma la ley judía o Halajá.

El rasgo principal de la fe judía es la creencia en un Dios omniscienteomnipotentepersonal y providente, que habría creado el universo y elegido al pueblo judío para revelarle la ley contenida en los Diez Mandamientos y las prescripciones rituales de los libros tercero y cuarto de la Torá. Consecuentemente, las normas derivadas de tales textos y de la tradición oral constituyen la guía de vida de los judíos, aunque su observancia varía mucho de unos grupos a otros.

Otra de las características del judaísmo que lo diferencia de las otras religiones monoteístas radica en que se considera no solo como una religión, sino también como una tradición, una cultura y una nación Las otras religiones trascienden varias naciones y culturas, mientras que el judaísmo considera la religión y la cultura concebidas para un pueblo específico. El judaísmo no exige de los no judíos unirse al pueblo judío ni adoptar su religión, aunque los conversos son reconocidos como judíos en todo el sentido de la palabra.

Terminología: hebreos, judíos, israelitas

Según la Tanaj, la tradición se remonta a Abraham, llamado el primer hebreo (del hebreo עִבְרִי, ivrí: «el que viene del otro lado»), por haber venido a la tierra de Canaán desde Mesopotamia siguiendo el llamado de Dios (Génesis), hace unos 4000 años. Abraham es considerado patriarca por los tres principales credos monoteístas, por lo que a estos se los conoce también con el nombre de religiones abrahámicas.

En la Biblia, los judíos son denominados «hijos de Israel» (Éxodo; nótese la extensión en el significado entre el versículo 1 y el 7); y, más adelante, fueron llamados «el pueblo de Israel» o «israelitas». El nombre de Israel le fue otorgado al patriarca Jacob, nieto de Abraham, por el ángel con el que se trabó en lucha, quien al bendecirlo lo llamó Israel (יִשְׂרָאֵל, del hebreo: «uno que ha luchado con Dios», Génesis). El término «judío» aparece solo con posterioridad y proviene del reino de Judá (del hebreo יְהוּדָה, Yehudá, hijo de Jacob); reino que estaba formado por dos de las doce tribus del pueblo de Israel, las únicas remanentes luego de la escisión entre este reino y el de Israel y de la destrucción del último tras el exilio de las diez tribus que lo formaban a manos de Asiria, en el año 722 a. C.: «Yahveh, por tanto, se airó en gran manera contra Israel, y los quitó de delante de su rostro; y no quedó sino solo la tribu de Judá».

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