domingo, 30 de abril de 2017

Publicación.

Ignorancia mexicana…
Hoy quiero aprovechar este espacio para hacen énfasis en conductas, frases, palabras y acciones que cometemos los mexicanos todos los días, pero que si los corriges, en su mayoría reaccionan con violencia, enojo y frustración. Reza la filosofía popular, corrige al ignorante y lo harás tu enemigo, corrige al sabio y lo harás tu amigo.
Desde niños, nuestros padres, por no haber tenido la oportunidad de estudiar, pero sobretodo por no tener la mínima intención de mejorar individualmente, nos criaron con innumerables fallas lingüísticas, sicológicas y morales, recuerda que hay gente en la historia mundial que fueron autodidactas, que aprendieron a leer y a escribir por si solos, en una edad mayor, sin embargo triunfaron en el arte u oficio que les apasionó desde pequeños, así que como siempre y en todo, eso no es pretexto u obstáculo para hacer lo mismo.
Asimismo, todos, absolutamente todos, tenemos la capacidad de razonar, analizar, reflexionar y sobretodo, de madurar, esto en términos coloquiales, consiste en saber descubrir por uno mismo, si lo que aprendimos y nos enseñaron es correcto, está bien, es lo contrario, o de plano, no tiene nada que ver con lo aprendido, pero, desafortunadamente, pocos, muy pocos logramos ese grado que todos deberíamos alcanzar en alguna etapa de nuestra vida. La mayoría se ha vuelto floja, conformista, y las nuevas generaciones, con la tecnología (computadora, tableta, Smartphone, internet, etc.) que en lugar de beneficiarlos, los ha enajenado aún más, la madurez está aún más lejos de sus vidas.
Cuántos de ustedes, amables lectores, ¿han cometido estos errores al escribir o al hablar? Estoy seguro que muchos, pero aún están a tiempo de corregirlos, si de verdad les interesa alcanzar la madurez, de lo contrario hagan caso omiso a mis palabras y solo léanlo como cualquier escrito en un momento de libertad y esparcimiento.
Comienzo con la mala costumbre de anteponer la A en muchas palabras: acompleto, alistonado, o de terminar las palabras con la S: vinistes, oistes, supistes, fuistes. Asimismo, con la pésima maña de hablar en copretérito (es el tiempo verbal que expresa una acción pasada mientras esta se desarrolla), compras algo y preguntas quería... lo correcto es busco... o quiero..., y el cajero te dice: serían... lo correcto es decir: es... o son..., llegas a un lugar y dices: venía... lo correcto es vengo...
También, anteponer el sí o el no en cualquier pregunta: si está fulano... no está fulano..., si le avisas que lo busco... no le avisas que lo busco..., repetir lo que acabas de escuchar o la respuesta que te acaban de dar: preguntas ¿si (o no) vende X cosa? Si te responden si, vuelves a decir: si la vende, si te responden no; repites: no la vende y así cualquier expresión.
Por otro lado, se desconocen las pesas, medidas y colores: confunden lo ancho con lo grueso, lo angosto, con lo delgado, los kilogramos con los litros, los gramos con centímetros, los colores que tienen variaciones, señalan: café claro, café oscuro, cuando en realidad son: café, beige, arena, hueso, kaki, etc.; azul fuerte, claro, oscuro, eléctrico, metálico; siendo en realidad: cielo, turquesa, plumbago, rey, marino, celeste, etc.; verde claro, tierno, fuerte, oscuro, siendo bandera, militar, limón, etc.
A los alfileres, los llaman seguros y a los seguros alfileres, es común juntar las monedas en montoncitos de 10 piezas, pegadas con diurex o masking tape, pero no son capaces de separarlas cuando van a pagar menos del total: por ejemplo si pagan $11.00, entregan dos montoncitos de monedas de $1.00, no tienen la madurez de entregar un montoncito y separar ellos el otro y entregar solo el $1.00 que falta, su escasa materia gris los hace entregar ambos y que sea el prestador del servicio el que los separe y les entregue lo que sobra.
Utilizan el pleonasmo para hablar: súbete para arriba, bájate para abajo, métete para adentro, salte para afuera, oríllese a la orilla.
Lo mismo sucede en las elecciones políticas escolares, de la iglesia o culto profesado, sindicales, de la colonia, del municipio, del distrito, del estado, presidenciales, antes de la misma, hablan y atacan sin ton ni son, pero cuando es el día D, eligen al que más atacaron, después ya en el poder, cargo o comisión, se la pasan quejando todo el tiempo. Sin embargo, ya afectaron al resto de la población con sus acciones negativas y mal pensadas.
Atacan y opinan sin revisar, sin verificar, ya no digamos analizar las cosas, se vuelven jueces de las causas perdidas, siempre atacan al poderoso, al triunfador, al fuerte sin tener, la mayor de las veces, la razón. Son arrastrados por las masas, fácilmente influenciables, vulnerables, manipulables con facilidad, pero muchas veces, en situaciones nada provechosas, nada para mejorar la comunidad y el medio ambiente.
Es frecuente encontrar tiradas en la calle las pequeñas monedad de 10, 20 y 50 centavos, porque no les agradan por pequeñas, sin embargo en las tiendas departamentales se indignan porque acepten o no el redondeo, se lo aplican. Esto, además de todo, es incongruencia.
Esto es solo un pequeño resumen de lo que nos distingue como mexicanos, se presume de ser un país de gente solidaria, pero cuando se comete el mínimo error, sea o no de consecuencias, todos los conocidos atacan inmisericorde, dejando solo al interesado, somos un país nada confiable como seres humanos, y nuevamente reitero lo señalado en otras entregas, la riqueza de un país es la educación de sus habitantes, y en eso seguimos muy pobres.

sábado, 29 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 35

Más allá de la responsabilidad social: la responsabilidad fundamental, el olvidado y ancestral respeto y compromiso con la naturaleza y todo lo vivo.

Nuestra madre tierra es el cuerpo femenino de Dios.

Un panorama desolador.

Nuestros ancestros creían que la gente pertenece a la tierra, a diferencia de lo que piensan los modernos depredadores que creen que la tierra pertenece a la gente.

La palabra ecología procede del griego oikos que significa casa. Así, todos los esfuerzos ecológicos se orientan a cuidar nuestra única casa: el planeta Tierra que nos cobija. Los hombres de poder o líderes de todo el mundo deben entender que es deber de todos, pero de ellos en primera instancia, buscar la salud de nuestra casa interna y de la externa; de la que se encuentra en los límites de nuestro cuerpo y de nuestra alma y la que habitamos día a día. Es tarea urgente de los actuales hombres de poder o líderes, unirse para sanar y restaurar la madre tierra.  

Se tiene que buscar un nuevo orden mundial: las antiguas sociedades reconocen la estructura y la función propias de la naturaleza, y están comprometidas con el mantenimiento y recuperación del equilibrio natural. El sendero del hombre de poder o líder es respetar y proteger la estructura y la función de la madre naturaleza. Cuando nos convertimos en ciudadanos de la tierra, asumimos la responsabilidad por el uso que hacemos de nuestro poder.

Pero veamos el tamaño del reto que le espera al hombre de poder o líder:

Una amenaza latente y por momentos olvidada.

Durante la segunda guerra mundial, las bombas llamadas convencionales, se llenaban con veinte toneladas de TNT y tenían el poder de destruir una manzana de casas en una ciudad. Todas las bombas lanzadas sobre las ciudades en la segunda guerra mundial sumaron unos dos millones de toneladas, dos megatones de TNT. A finales del siglo veinte, dos megatones era la energía que se liberaba en la explosión de una sola bomba termonuclear del montón.

A principios del siglo XXI los misiles estratégicos apuntaban a más de quince mil objetivos designados, con armas que contenían una mortífera energía superior a los diez mil meganones, lo que implica según Carl Sagan, que no a lo largo de 6 años (como en la segunda guerra mundial), sino en unas pocas horas, una revientamanzanas (así eran llamadas las modestas bombas empleadas en la segunda guerra mundial), correspondería a cada una de las familias del planetas... Los resultados de una conflagración mundial serían devastadores, no sólo para la especie humana, sino para todo rastro de vida sobre la tierra, ya que la radiación y la precipitación radioactiva, durarían hasta cien años después de las múltiples explosiones. Los resultados son aterradores y desconocidos.

viernes, 28 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 34

Fortalecerá también el sentido de gratitud, que llega inclusive a ser una práctica espiritual. Sabe dar las gracias por estar vivo en el momento presente y porque sabe que ocupa un lugar en el Universo, y éste siempre lo cobija. Sabe que la gratitud es una forma de comunicación. Aprenderá a hablar con los ángeles, para decirlo como León Felipe: poco a poco, la vida interior y el contacto con lo superior se tornan vitales.

El hombre, estará para entonces, al fin de su travesía por el camino del conocimiento, y casi sin advertencia tropezará con su último enemigo: ¡la vejez! Este enemigo es el más cruel de todos, el único al que no se puede vencer por completo; el enemigo al que solamente podrá ahuyentar por un instante.

Este es el tiempo en que un hombre ya no tiene miedos, ya no tiene claridad impaciente, un tiempo en que todo su poder está bajo control, pero también el tiempo en el que siente un deseo constante de descansar. Si se rinde por entero a su deseo de acostarse y olvidar, si se arrulla en la fatiga, habrá perdido el último asalto, y su enemigo lo reducirá a una débil criatura vieja. Su deseo de retirarse vencerá toda su claridad, su poder y su conocimiento.

Pero si el hombre se sacude el cansancio y vive su destino hasta el final, puede entonces ser llamado hombre de conocimiento (o tlamatini), aunque sea tan sólo por esos momentitos en que logra ahuyentar al último enemigo, el enemigo invencible. Esos momentos de claridad, poder y conocimiento son suficientes.

En algunas islas de los mares del sur, un buen día cada hombre de conocimiento, reconoce que ha llegado el momento de partir: elige a un joven para transmitirle toda su herencia. Comienza a construir una pequeña barca, se da tiempo para estrechar la mano de todos sus amigos y decirles adiós, y cuando está listo, inicia el viaje a una isla relativamente cercana, travesía que realiza con su joven aprendiz. Al llegar a la isla, él bajará a esperar su muerte en el Monte Sagrado, mientras que el joven inicia su solitaria travesía de regreso.

El brillante teólogo brasileño -Leonardo Boff- señala que la muerte es el término del hombre-cuerpo, pero no necesariamente del hombre-alma-espíritu. Este último tiene otro recorrido. Así, cuando la muerte se da, ocurre el verdadero nacimiento del ser humano. Este im-plota hacia el interior de su identidad. El cristianismo llama resurrección a ese momento de realización absoluta, que es la plena concretización de las virtualidades presentes en el ser humano... En esta perspectiva no vivimos para morir. Morimos para resucitar... La muerte significa la metamorfosis hacia ese nuevo modo de ser en plenitud. Al morir,. el ser humano deja tras de sí un cadáver. Es como un capullo que contenía la crisálida. Cae el capullo e irrumpe radiante la mariposa: la vida en su identidad completa. Es la resurrección ya en la muerte. (Continúa Boff) el sentido que demos a la vida depende del sentido que demos a la muerte. Si la muerte es un fin postrero, entonces de poco valen tantas luchas, empeños y sacrificios. Pero si las muerte es fin-metas-alcanzada, entonces significa un peregrinar hacia la fuente. 

Cuidar nuestra gran travesías es llegar a albergar en nuestro interior una comprensión esperanzada de la muerte. Es cultivar nuestro deseo de Infinito, impidiendo que se identifique con objetos finitos.

El ya hombre de conocimiento, habrá preparado detenida y conscientemente el momento de dejar su crisálida, para saciar su sed de infinito.

jueves, 27 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 33

Ha endurecido su amor: en muchos grupos indígenas se habla de las mamás oso, las abuelas cuya preocupación y principal ocupación se dirige a todos los niños de la tribu y a las generaciones venideras. Una mamá oso protege con fiereza a sus cachorros, pero llegado el momento, persigue a los pequeños hasta que los obliga a encaramarse en un árbol. Al final, cuando el pequeño decide bajar, se encontrará solo y si quiere alimentarse y sobrevivir, tendrá que emplear las técnicas aprendidas a la mamá oso. No habrá consideraciones especiales: el pequeño o sobrevive o morirá. Esa es la tarea del hombre de poder o líder: enseñar con claridad, con consciencia de que existen caminos con amor, pero que ninguno es gratuito ni sencillo. Será un tirano consciente, que sin desear ser reconocido por sus alumnos será respetado y en ocasiones amado por ellos, gracias a su amorosa severidad. Ora como lo hace May Sarton: ayúdanos a ser siempre esperanzados jardineros del espíritu que saben que sin oscuridad nada nace, de la misma manera que sin luz nada florece.

Su mensaje fundamental no es de destrucción o muerte. Es de confianza: la tierra es un lugar bueno para vivir a pesar de todos los problemas que implica el existir.

Cuarto paso: Seguir la verdad.

Como arriba ase indicó uno de los vitales compromisos del hombre de poder o líder será con la verdad, con su verdad. La habrás seguido y continuará siendo fiel a ella. Su fe será profunda dada su amplia experiencia vital, ya que ha vivido por la fe.

No esconderá sus errores pero reconocerá los esfuerzos para corregirlos y para repararlos. Entenderá la impetuosidad de la juventud y las limitaciones de la madurez: lo sabrá porque vivió cada etapa a toda vela y no dejó asignaturas pendientes. No teme confrontar y con ello buscar lo sagrado: Black Elk -líder sioux oglala- afirma: Me han hecho andar por el buen camino y por el camino difícil: el lugar en donde ambos se cruzan en sagrado.

Llegar a este momento no es olvidar su voz: el ahora hombre de conocimiento, sabe que el silencio es consentimiento. Su voz es la voz de la realidad (de la verdad), porque ya conoce las decepciones y sus consecuencias. Reconoce que su vida es su mensaje. 

Quinto paso: humaniza sin querer.

Tal vez una de las grandes atribuciones y responsabilidades del hombre de poder o líder, sea enseñar con su ejemplo de vida la manera de amar: amar a su prójimo, amar su ideal y su verdad; amar a su comunidad y su entorno. Será el ejemplo vivo de su compromiso.

Habrá probado que la esencia de su poder reside precisamente en el amor. No teme a la soledad por que ya habrás recorrido sus laberintos y la habrás hecho su hermana. Conoce el odio y los desencuentros, la traición, la mentira y la sinrazón; pero ya tuvo bastante. Ha aprendido a cada día, ser un mejor y  humilde instrumento de un amor mayor y vive de la fe. Sabe que su espada, su arco y flecha, han estado al servicio de aquel que le ha permitido la buena batalla, y que le ha dado la vida necesaria, para enfrentarla.

Pensará cada días más en su muerte y vencerá el miedo a la misma, dado que reconoce que sólo es un tránsito más, que nada muere, que todo se transformas. Walt Witman lo decía:... que la muerte no existe, que el mundo no es un caos, que es forma, unidad, plan, vida eterna ¡alegría!

miércoles, 26 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 32

Otro elemento de unidad y equilibrio es el humor. El hombre de poder o líder sabe que la risa es la expresión del triunfo del espíritu y del alma, sobre aquello que podría habernos destruido o convertido en unos amargados. Trasmitirá la felicidad del deber cumplido y el orgullo de las batallas libradas. Mostrará sus benditas cicatrices y mantendrá a raya su importancia personal riéndose de sí mismo y de sus circunstancias: más que nunca, no se tomará en serio.

Habrá trabajado mucho para estar sano, recordando que el hombre de poder o líder es el hombre medicina: es testigo fehaciente de que la sanación es un viaje hacia nuestra totalidad que dura toda la vida, es recordar lo que hemos olvidado sobre la conexión, unidad e interdependencia entre todas las cosas, vivientes y no vivientes; sanación es abrir lo que está cerrado, ablandar lo que se ha endurecido y obstruye, es entrar en el momento trascendente ve intemporal en el que se experimenta lo divino, es creatividad, es, aprender a confiar en la vida.

Los aztecas lo decían de forma muy bella: el hombre de conocimiento/corazón firme como una piedra/corazón tan fuerte como el tronco de un árbol/rostro noble, rostro sabio;/dueño de su rostro/dueño de su corazón.

Segundo paso: conforta y corrige.

El hombre de poder o líder ha sumado mucha experiencia, por lo que es buscado para escuchar su palabra de consejo, de ánimo y ven no pocos momentos sus correcciones. Ha desarrollado su empatía y su compasión. Sabe cómo decir las cosas sin rodeos, pero con claridad y afecto, pero antes sabe escuchar. Conoce cuándo hablar y qué hay que decir: no enjuicia, describe y refleja. A diferencia de algunas sociedades actuales, las sociedades indígenas o aborígenes animaban a sus miembros llenos de experiencia a buscar y expresar la verdad, que es hablar la lengua del espíritu.

El ahora hombre de conocimiento aprendió que las palabras nunca regresan vacías, sabe del poder que ellas tienen pero emplea otros métodos de enseñanza: la praxis, la experiencia y su posterior reflexión. No presiona para ser escuchado. Sabe el valor del silencio y respeta el tiempo de los demás.

Su mayor compromiso es consigo mismo y como lo veremos más adelante, con la verdad, la verdad que tiene un poder curativo y liberador, tanto para quien la dice como para quien la escucha y la acepta.

El hombre de poder o líder está listo para alimentar el crecimiento... quita muy bien las malas hierbas, poda (si es necesario). Sabe que las diferentes plantas y personas necesitan condiciones distintas para fructificar. Protege todo aquello que ces vulnerable hasta asegurar su supervivencia. Ha aprendido a tener paciencia y pueden esperar el paso de las estaciones. Sabe que lo pequeño deviene grande, que hay cosas que pueden florecer o dar fruto antes de morir.

Tercer paso: es tirano, consciente y con corazón.

Ahora el hombre de poder o líder elige a sus herederos, a quienes entregará sus conocimientos. Con enorme cuidado escoge a sus discípulos y lo hace de forma profundamente responsable. Conoce que los procesos de aprendizaje son procesos afectivos, por lo que ama a sus alumnos y aprende las diferencias de cada uno de ellos, sabe que los aprendizajes trascendentes han de ser producto de vivencias personales y entonces, elige actuar con severidad o con misericordia cuando es necesario. Lo hace con amorosa dureza, la necesaria para que sus alumnos entiendan la importancia de la impecabilidad.

martes, 25 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 31

Veamos cuales son las etapas para llegar a ser un Tlamatini:

Primer paso: la unidad y el equilibrio: soltar.

Su salud y su cuerpo, serán el resultado de las batallas que haya emprendido y la forma en que las haya enfrentado. Transmitirá su desarrollo personal con su sola presencia, la cual hablará igual o más que sus palabras. Es la etapa en que se muestra la totalidad de lo que hemos construido.

El hombre de poder o líder se habrá liberado de los hubieras, silenciará las quejas y le dará paso al presente. Sabe que los quejidos dan por sentado que merecía, y todavía merece una vida diferente de la que posee. El ha vivido su vida siguiendo su propósito, invirtiendo su corazón en las batallas necesarias y ha sido impecable. No le otorga lugar a perder el tiempo en lamentos inútiles, porque desde años atrás se comenzó a preparar para esta etapa.

Es el momento de la integración inteligente de la vida, de la unidad y el equilibrio. El hombre de poder o líder ya ha actuado como tutor de gente más joven, ha cuidado de los demás y ha formado relaciones profundas y duraderas. Ha crecido en el terreno sicológico y espiritual gracias a una combinación de sufrimiento y de aquello que le sirvió para aprender a partir de la experiencia; posee una vida interior, junto con la sensación de percibirse conectado con buna fuente superior de significado. El amor es lo que motiva y lo alimenta: lo que en verdad lo revitaliza es el amor incondicional.

Sigue profundamente implicado en la vida, no se da de baja se mantiene vigente. Tiene ahora más tiempo para detenerse en el otro para ponerlo en palabras de Leonardo Boff, y por supuesto en sí mismo. Puede también detenerse en la maravilla de la naturaleza, y se entenderá y vivirá como parte sintónica de un todo que lo rebasa.

Aprenderá a soltar: algunos amigos se irán primero, algunas comodidades desaparecerán, las habilidades motoras se verán disminuidas... El hombre de poder o líder sabe que al final de los tiempos, nada le pertenece y busca entregar al Universo lo que recibió. No acumula, no retiene. Recuerdo el caso de una hermosa viejita, que ante la certeza de que vivía sus últimos días sobre la faz de la tierra, comenzó a llamar poco a poco a cada uno de sus seres queridos. Les obsequiaba el pañuelito tejido, el angelito de cerámica, la vasija de barro, el cuadro de la familia, etc. Se detenía con cada uno, agradeciéndoles y otorgándoles su bendición. El día que murió sólo le pertenecía la bata y la cama en que yacías y por supuesto, el cariño de todos a quienes amó y la amaron. Doña Raquel, era una mujer de conocimiento, soltó a tiempo y nada retuvo.

Además, el hombre de poder o líder se esforzará por aprender a perdonar. Recordará que toda enfermedad proviene de3 un estado de no perdonar. El perdonar es un proceso que implica el perdonarnos a nosotros mismos por lo que hicimos o dejamos de hacer. No es extraño pues, que el último verso escrito por León Felipe en su entrañable Oh este viejo y roto violín, diga: voy olvidando... olvidando, pero quiero que la última palabra, pegadiza y terca que recuerde al morir sea ésta: perdón.

lunes, 24 de abril de 2017

Publicación.

La historia de Yulissa…
Quiero aprovechar el espacio para hablar de una mujer, joven aún, pero sin un futuro promisorio. Descendiente de un matriarcado, su abuela, su madre, mujeres solteras, jamás tuvo en su vida una figura masculina. Su madre, por esta y otras causas, siempre la maltrató física y mentalmente, por lo que desde pequeña fue una niña solitaria, los niños de su edad o más pequeños le tenían miedo, por su carácter agresivo, por cualquier detalle o tontería, les pegaba, buscaba desquitar lo que le hacían en su casa, con cualquiera en la calle. Así fue creciendo.
Antes de cumplir los trece años, su madre la deja al cuidado de su abuela, porque se va a buscar el sueño americano.
Yulissa al sentirse libre, cumplidos los trece años, conoce a un muchacho (joven pero mayor de edad) de esos que van de otros estados o poblados, vendiendo productos y artesanía casa por casa, le habla bonito, la convence y se la lleva a vivir con él, siendo su primer destino un pueblecito cercano a la capital del Estado de Oaxaca, ahí vivió con sus suegros y cuñados, posteriormente, hizo una parada en Chalco, Estado de México. La edad de ella y el espíritu trabajador de su pareja y familia hicieron que aprendiera a agarrarle amor al trabajo y a la calle, lo que la marcó. Sin embargo, a los aproximadamente cuatro años de relación fuera de su estado natal, ésta terminó y regresó con su abuela, la cual, por la edad, enfermedad y preocupación de no saber su paradero, había fallecido años atrás, sin ella haberse enterado, su madre ya había regresado de los Estados Unidos, trayendo consigo una niña de 3 años, nacida allá, su madre ya tenía pareja, porque el presunto padre de su hermanita, resultó ser vecino del mismo lugar, aunque como es natural, estaba casado y tenía más hijos, pero esto no era impedimento para seguirle sacando dinero para su manutención.
Después de la típica escena de gritos, reclamos y hasta una que otra cachetada, fue aceptada con la condición de que se iba a portar bien y no se volvería a ir de su casa. Simples palabras que no se cumplen. La mamá la mandó a buscar trabajo, porque necesitaba llevar dinero a la casa, pese a ser menor de edad, sí encontró un empleo, en éste, las primeras semanas se mostró con ganas de aprender el giro del negocio, pero debido a que, durante los cuatro años anteriores, estaba acostumbrada a trabajar en las calles, hizo que el encierro la aburriera y un día dejó de presentarse a trabajar, lo que coincidió con una pareja que ya había encontrado (mayor que ella), y que la convenció de que se fuera con él a vivir a la casa de su madre (se repitió la historia rara en el ambiente popular mexicano, de un hijo sin padre), una casa rentada dentro de un patio de vecindad.
Así lo hizo, a los pocos días resultó embarazada, por fin, nació un niño en su familia; por la alimentación, por la edad, ella embarneció, se puso más ancha de caderas, las piernas le engordaron, además de que a su pareja le gustaba lucirla, comprándole ropa ajustada que resaltara sus curvas. Lo que provocó que le llovieran ofertas para cambiar de domicilio, resultando el afortunado (¿?) un primo consanguíneo del papa de su hijo, que vivía en la misma vecindad. Éste, al enterarse, con toda razón, para su escaso raciocinio, la golpeó, originando que se llegara a las instancias jurídicas, es decir hasta lo que antiguamente se denominada Agencia del Ministerio Público, ahí se perdonaron, firmaron un convenio en el que ninguno se metería con el otro. Y él le pasaría en efectivo o en especie ayuda para su hijo.
Una vez pasado este evento, ella cambió de domicilio a escasos metros del antiguo (con otra suegra y otros cuñados), pero a menos de tres meses de estar ahí, una madrugada fue sacada con su hijo y sus pertenencias a empujones de la casa, ella buscó refugio con una amiga, de similares características de vida, al día siguiente con arrepentimiento fue a buscar a su mamá, nuevamente, se repitió la misma escena vivida años atrás, pero la volvió a recibir, bajo la misma promesa y todo lo demás. En una ocasión, ya estando sola, golpeó salvajemente a su pequeño hijo, no pudiendo ocultar las marcas visibles en su rostro, provocando que el papá del niño la denunciara ante el DIF municipal, con esto, buscaba quitarle la patria potestad, sin embargo, ahí le pidieron un examen negativo toxicológico (es decir, que no consumía drogas periódicamente), terminando ahí su idea, porque no pudo acreditarlo. Dejando a su hijo en manos de la agresiva madre.
Yulissa siguió su vida, coleccionando parejas ocasionales, porque no había un valiente que le ofreciera casa y sustento, a cambio de amor, palabras y caricias falsas, seguía trabajando en muchos lugares, en los que no duraba, hasta que por fin, estuvo laborando en una casa, donde sustrajo joyas y dinero de la patrona, porque se fue con otro hombre fuera del lugar, sin embargo, poco le duró el gusto, sigue sola, viviendo con su mamá, hermanas e hijo (y es que la realidad es que a muy pocos, hombres y mujeres, les gusta mantener y vivir con un hijo que no es suyo), prostituyéndose ocasionalmente, igual que su madre, para poder tener dinero. Así transcurre la vida de esta joven, actualmente de 21 años, pero con una larga vida sexual, donde ha hecho de todo, legal e ilegal, pero nada de provecho, pensando en darse una mejor vida, pero sobretodo, en darle un mejor futuro a su pequeño hijo, al que dice amar, pero sus actos y acciones demuestran lo contrario.

sábado, 22 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 30

El tlamatini: guiar, confortar, corregir y soltar.

Es el tiempo de crear un efecto de ola a lo largo de las generaciones venideras, en las instituciones y comunidades.

El hombre de poder o líder no está exento de que las hojas del calendario se sumen y sus años se acumulen. Parte de su pr3eparación vital, precisamente se hará notar al llegar val momento en que tal vez tenga que dejar a un lado puestos o posiciones de liderazgo, en ocasiones, solamente por el paso del tiempo. Habrá llegado al último estadío de desarrollo y pensará cada vez más en su muerte: envejecer no se improvisa.

Muchos hombres y mujeres que llegan a esta edad, piensan -y en consecuencia así actúan-, que ya no existen retos, ni aprendizajes y se sientan a esperar lo inevitable. Otros más, entienden que sólo son etapas y que cada una de ellas tiene sus bellezas y sus inconvenientes. Ahora se vendrá una gran experiencia, pero el cuerpo ya no contará con todos los recursos de la juventud y de la madurez. Antes se tenía un futuro y ahora, poco a poco el tiempo se va haciendo corto. Es una etapa de múltiples y repetidas pérdidas y sólo algunos aprenden a entenderla y a disfrutarla.

Si la vida ha sido bien vivida, el hombre de poder o líder hará de esta etapa una especialmente fecunda, de culminación para la belleza interior y la sabiduría. Es una época en que la sabiduría nos insta a que empleemos bien nuestro tiempo y nuestra energía vital: se cuenta con la suficiente capacidad para alterar las cosas teniendo una influencia curativa. También es el tiempo en que la creatividad alcanza sus máximos niveles. El Quijote fue escrito por Cervantes de Saavedra a sus 60 años, a los 89 Miguel Ángel trabajaba afanosamente en sus famosas frescos; Tiziano (entre sus 86 y 88 años) terminó su célebre Descendimiento de la cruz. A los 80, Goethe escribió la segunda parte del Fausto, Leonardo da Vinci pintaba su mona lisa a los 67 años. Hendel compuso sus famosos oratorios en las décadas sexta y séptima de su vida. En el ámbito del liderazgo social y político: Winston Churchill (a sus 70 años), surgió del retiro para guiar a Inglaterra en años tremendamente difíciles, sacarla a flote y luego dedicarse a escribir varias obras con las que ganó el Premio Nobel de Literatura y De Gaulle a sus 70 años, dirigió al gobierno francés.

Algunas sociedades occidentales, han cometido el error de no aprovechar a quienes acceden a éste periodo vital. Otras saben que en sus adultos mayores tienen la acumulación de las experiencias del pasado, la serenidad necesaria para entender desde una perspectiva más amplia la vida y sus vicisitudes, y cuentan con las reservas de ternura y de amor necesarias para sostener los lazos de los grupos humanos; pero sobretodo la capacidad de visualizar -como lo hacen muchos grupos indígenas, aún en la actualidad-, el tipo de mundo que quieren que sus nietos hereden.

Desde la perspectiva de los Toltecas, los hombres de poder o líderes al llegar a esta etapa vital, se tornaban  en los principales consejeros de los grupos sociales y su liderazgo era fundamental. Tal vez no contaban con línea de mando directa como en los años anteriores, sino su dirección estaba centrada en el asesoramiento, en el aprovechar sus conocimientos y experiencias. Es parecido a lo que sucede con los abuelos; ya no pueden decidir ni directamente dirigir a sus nietos, pero sí pueden ser elementos fundamentales para su desarrollo, desde la respetable y maravillosa posición que la vida les otorga. Es momento de mirar la vida con una mayor perspectiva de conjunto y desde el ámbito del alma, y entender que el proceso vital no acaba, continúa. Ahora ya no sólo será un hombre de poder, ahora será un hombre de conocimiento.

jueves, 20 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 29

Partamos del enemigo anterior: la claridad. Esa claridad de mente, tan difícil de obtener, dispersa el miedo, pero también lo ciega. Como ya vimos, le da la seguridad (al hombre de poder o líder), de que puede hacer cuanto se le antoje, porque todo lo que lo ve con claridad. Y tiene valor porque tiene claridad, y no se detiene ante nada porque tiene claridad... pero todo eso es un error: es como si viera algo claro pero incompleto. Si el hombre34 se rinde a esa ilusión de poder, ha sucumbido y será torpe para aprender. Se apurará cuando debiera ser paciente, o será paciente cuando deba apurarse. Y tontearás con el aprendizaje, hasta que termine incapaz de aprender nada más, un hombre así puede volverse un guerrero impetuoso, o un payaso. La claridad que tan caro ha pagado no volverá a transformarse en oscuridad y miedo. Será claro mientras vivas, pero ya no aprenderá nada ni ansiará nada.

¿Qué hacer para evitar la derrota ante la claridad? Debe desafiarse y usarla sólo para ver, y esperar con paciencia y medir con tiento antes de dar otros pasos; debe pensar sobre todo que su claridad es casi un error. Y vendrá un momento en que comprenda que su claridad, vera sólo un punto delante de sus ojos.

La claridad nos permite tocar el poder, pero el poder a su vez se convierte en un nuevo enemigo, el más fuerte de todos. De nueva cuenta el camino es desafiarlo, con toda intención. (El hombre de poder o líder) tiene que llegar a darse cuenta de que el poder que aparentemente ha conquistado nov es nunca suyo de verdad. Debe tenerse a raya a todas horas, manejando con tiento y con fe todo lo que ha aprendido. Si puede ver que, sin control sobre sí mismo, la claridad y el poder son peores que los errores, llegará a un punto en el que todo se domina. Entonces sabrá cómo y cuando usar su poder.

Aprenderá del agua: en ciertos momentos, resistir significa ser destruido, entonces, él se adapta a las circunstancias. Acepta sin protestar que las piedras del camino tracen su rumbo a través de las montañas. En esto reside la fuerza del agua; jamás puede ser quebrada por un martillo ni herida por un cuchillo. La más poderosa espada del mundo es incapaz de dejar una huella sobre su superficie. El agua de un río se adapta al camino más factible, sin olvidad su objetivo: el mar. Frágil en su nacimiento, lentament5e va adquiriendo la fuerza de los otros ríos que encuentra. Y a partir de determinado momento, su poder es total. 

Así, el principal poder nace de su adaptabilidad y del control sobre sí mismo. Esta definición de poder desagradará a muchos líderes actuales. Ignoran el siguiente principio: no se puede ejercer una verdadera autoridad sobre los otros sin ejercerla sobre uno mismo. El poder así entendido, parte de encontrarnos a nosotros mismos, de encontrar nuestra alma, de habernos sumergido en ella. Para dirigir a otros, tenemos que aprender a dirigirnos a nosotros mismos.

Afirma Lao Tse: fama o integridad: ¿Cuál es más importante? Dinero o felicidad ¿Cuál es más valioso? Éxito o fracaso ¿Cuál es más destructivo? ¿Cuál es el verdadero poder?

Desde ésta óptica, el poder no tiene nada que ver con dominar, poseer o controlar a los demás. El hombre de poder o líder no aspira a ocupar posiciones que no le corr4esponden, al olvidar su propósito de servir y su compromiso con el crecimiento personal y de quienes han confiado en él.

Establece una opción fundamental por el bien, la justicia, la paz, la armonías, la creatividad y el crecimiento. Aprende a amarse así mismo, como única manera de amar a los demás, de servirlos. Sabe que el mal, es el olvido de Dios.

martes, 18 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 28

El punto anterior esa vital, así lo ilustra el ejemplo de un arquero con el arco tenso y listo para disparar la flecha. dice un maestro zen: mientras intentes provocar el momento de disparar la flecha no aprenderás el arte de los arqueros. Lo que a veces altera la precisión del tiro es la voluntad demasiado activa del arquero... se debe actuar con oportunidad, pero también se debe dejar que el universo actúe en el debido momento.  

En esta batalla se entrelazarán: nuestra intención -el propósito tendrá que ser inquebrantable-, se pondrá a prueba nuestra disciplina para enfrentar el miedo, se hará manifiesto lo que hayamos desatorado, desandado y reparado en la recapitulación.

Sin embargo, no siempre se logra la victoria ante el tirano (interno o externo). En ocasiones nuestra importancia personal nos hace sucumbir y no refrenar correctamente. En otros casos no será suficiente ni el control ni la disciplina empleadas y nuestra fe flaqueará. Algunos guerreros tendrán la oportunidad de retroceder, reponerse y volver a la batalla. La importancia personal hace que las derrotas a manos de los tiranos y en nuestra época no sean mortales, sino devastadoras... porque el guerrero es arrastrado por su propio sentido del fracaso, lo cual equivale a una muerte figurada. El enojarse y actuar sin control y disciplina, el no tener refrenamiento es estar derrotado. Algunos guerreros (los que tienen el corazón bien puesto), se reagrupan y vuelven a la pelea con más tino. Otros dejan el camino hasta ahora recorrido y se alinean de por vida a las filas de los pinches tiranos sin corazón. Estos últimos son temibles: son el lumpen espiritual de la humanidad.

Un hombre de poder o líder (ahora guerrero), disfruta la batalla pero no ama la guerra. Desarrolla su espíritu al enfrentar a sus tiranos, pero aprende que su objetivo no es iniciar conflictos sino resolverlos para beneficio de su comunidad y con ello, de sí mismo.

Y, ¿Cómo sabe que triunfó? Habrá cambiado la hiel por miel, el plomo en oro. El guerrero transformó, se transformó.

Cuarto paso: Lucha contra el poder.

El largo y sinuoso camino que hasta ahora ha seguido el hombre de poder o líder, lo ha acercado finalmente al poder. Sabrá entonces que el poder, tanto tiempo perseguido es suyo por fin. Puede hacer con el lo que se le antoje. su deseo es la regla. Ve claro y parejo todo cuanto hay alrededor, el hombre de poder es de verdad invencible. Él manda; empieza tomando riesgos calculados y termina haciendo reglas, porque es el amo. Ha enfrentado a su parte sombra y a su tirano, ha ganado autoridad entre sus seguidores y tiene claridad. Sin embargo, ha tropezado con un gran enemigo: el poder mismo. De pronto sin saber, habrá sin duda perdido la batalla. Su enemigo lo habrá transformado en un hombre cruel y caprichoso ya que nunca sabrá realmente cómo manejar el poder: no tiene dominio sobre sí mismo, ni puede decidir cómo ni cuando usar su poder, el poder es sólo una carga sobre su destino.

Pero, ¿Cómo aprender a manejarlo correctamente?

lunes, 17 de abril de 2017

Publicación.

Distancia y amistad…
Quiero aprovechar el espacio para comentar un tema, poco valorado por la mayoría, pero demasiado importante, para quien sí lo hace: la amistad. Un amigo puede surgir de la forma más inesperada, donde menos creas encontrarlo, ahí aparecerá. Lo más común para la gente es encontrarlo en su círculo cercano, por vecindad, por estudios similares, por ambiente laboral, por ser parte de un equipo deportivo, un club social, una asociación o sociedad política, sindical, cultural, etcétera; pero aunque si es posible encontrar en el trato frecuente una verdadera amistad, es muy raro, la gente normalmente se engaña considerando amigo a quien conoce de mucho tiempo, que han vivido innumerables aventuras juntos y tarde o temprano aparece el desencanto, la traición, la puñalada en la espalda.
En cambio, en algún asiento del autobús, camión, metro, en una parada, en algún evento de cualquier índole, cruzando una calle, comprando o vendiendo algún producto, o siendo candidato de algún puesto de elección popular, en el lugar menos esperado, puedes encontrar a ese gran y verdadero amigo. Ese ser, que a pesar de la distancia, a pesar del tiempo, a pesar de comunicarse poco, está ahí, donde lo necesitas y cuando lo necesites. Que te ofrece lo que pocos, muy pocos en realidad dan.
Hay una frase de un tema musical que la mayoría separa y no la toma como debe ser: ...dicen que la distancia es el olvido, pero yo no concibo esa razón... así es una verdadera amistad. Nada la puede romper, nada la puede eliminar y si eso sucede, es que no lo era.
Un verdadero amigo es aquel que si lo necesitas, te escucha, si le pides un consejo, una opinión, te la da, si nota que estás mal, te habla con la verdad aunque sea muy diferente a lo que esperas escuchar, sin embargo, al final siempre respeta lo que digas, lo que hagas y lo que sientas. Un verdadero amigo jamás buscará sacar ventaja de algo que tengas y que el carezca, no anda repitiéndote que estás mal en algo que haces y has hecho, mucho menos comenta con alguien algún error que hayas tenido, sea este con o sin consecuencias, si lo ocupas como escudo para esconder alguna travesura (sobre todo si eres casado o con pareja fija), siempre saca el pecho para recibir las balas, no le importa hacer el ridículo, si es con la finalidad de protegerte, un verdadero amigo, siempre puedes contar con él.
Desafortunadamente, pocos son los que saben valorar a otra persona, la mayoría, en cualquier momento rompen con esa amistad, esto, porque ese lazo es muy endeble, porque su vida así es en todo, un constante ir y venir, sin rumbo fijo, sin una meta u objetivo claro y no les importa traicionar y herir a quienes se encuentran a su paso por la vida. Como siempre cuando están mal, creen hacer lo correcto, sin saber que en realidad cada vez que lo hacen, pierden valor como persona, como ser humano, como amigo.
Un verdadero amigo, aunque esté enojado contigo, no se pone a decirle al primero que se encuentre todo lo que has hecho, todo lo que le has dicho (bueno y malo), incluso hay momentos álgidos, fuertes, en los que dos grandes amigos pueden llegar a los golpes, pero esto no es motivo para terminar esa amistad a prueba de todo, al contrario, se fortalece más.
Por el contrario, existen tantos que solo brindan su amistad (falsa como ellos), porque la otra persona tiene dinero, ocupa un cargo público importante, les conviene por determinado momento, es mejor estudiante o profesional que él, obtienen beneficios periódicos, son la novedad, etcétera, pero una vez que pasa la etapa de deslumbramiento o que se encuentran a otra amistad mejor en el mismo sentido, se van, para estas personas, la amistad tiene fecha de caducidad, pero una verdadera amistad; por el tiempo y la distancia, jamás va a terminar.
Un abrazo fuerte para aquellos que saben ser amigos, que tienen verdaderos amigos, pero sobre todo para mis grandes amigos.

miércoles, 12 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 27

La otra vertiente es igual de trascendente: la formación de la ética personal por parte del hombre de poder o líder. Gracias a la recapitulación habrá elegido de la moralidad prestada heredada de su entorno social y familiar, qué es bueno o qué es malo para él y habrá asumido las consecuencias de ello. Entenderá que su ética no tiene por qué ser compartida, ni pensará que es la única ni la mejor. Se abstendrá de pontificarla y reconocerá que es aplicable para él. Aceptará cuándo debe de flexibilizarse o ajustarla y cuándo es trascendente seguirla al pie de la letra.

El guerrero sabrá entonces que es su turno, que es su tiempo y que respetando su ética personal puede cumplir la misión que ha elegido como propósito vital, como sentido de vida. En ocasiones, su lucha se centrará en la búsqueda de cambios en las reglas sociales injustas y sabrá que no podrá ingresar a la lucha sin estrategia. Pero antes de ello, habrá construido su personal forma de conducirse en su comunidad y consigo mismo. Usemos, las poéticas palabras de Paulo Coelho: (el guerrero) aprendió con las estrellas, que sólo la explosión interior permite su brillo.

Ahora el hombre de poder o líder es un guerrero y ama la batalla. Está en posibilidad de cambiar las reglas y transformar la realidad; sabe la nobleza de su esfuerzo y la importancia de ceñirse con disciplina y control a las luchas que su corazón ha elegido.

Tercer paso: enfrenta a sus tiranos.

La paciente y confrontante espera, invertida en la identificación de su pinche tirano y en la preparación para hacerle frente ha llegado a su término. Aprendió a desarrollar su control, fortaleció su disciplina; su corazón se preparó para enfrentar esta batalla y asiste a ella con enorme alegría y entusiasmo. Asume que el resultado de la batalla partirá de lo que él haga o deje de hacer, Sabe que no puede fallar, que acumuló muchas cicatrices que le han permitido llegar a donde hoy se encuentra. Respeta a su pinche tirano y acepta que es su maestro. A partir de este momento le llamará solamente, su tirano. Bendice sus cicatrices y las reconoce con agradecimiento. Como afirma Paulo Coelho: llevo conmigo las marcas y las cicatrices de los combates: ellas son testimonio de lo que viví, y recompensas de lo que conquisté.

no a todos les otorgará el honor de la batalla. No aceptará provocaciones u ofensas de contrincantes que no merezcan la lucha. No gastará su energía ni se cansará inútilmente. Reconocerá que existe la fuerza bruta y la agresividad irracional y sabrá cuándo dar combate frontal o cuándo retirarse estratégicamente, lo cual no es huir. Se retira para aprender de sí, para fortalecerse, para replantear la estrategia y para una vez listo regresar en mejor forma a la batalla. El creador del aikido (arte marcial) Morihei Ueshiba (1883-1969), señalaba: la fuerza de un hombre no reside en el coraje para atacar, sino en la capacidad de resistir los ataques, la derrota ocurre antes que la victoria. La clave para ganar es saber perder, pero no desistir. 

El hombre de poder o líder deberá demostrar y demostrarse a sí mismo, que en la lucha contra el tirano aprendió correctamente el arte del refrenamiento, para esperar y actuar en consecuencia. Carlos Castañeda lo define así: Es la habilidad de escoger el momento oportuno para realizar el ataque es esperar con paciencia, sin prisas, sin angustias, ya que sabe lo que se está esperando y para qué. Es una cualidad que pone en libertad todo lo que está retenido. Control, disciplina y refrenamiento son como un dique detrás del cual todo está estancado. La habilidad de escoger el momento oportuno es la compuerta del dique. Recordemos que el ahora guerrero, ha elegido a su tirano, sabe que es el gran espejo de sus partes sombras y se ha preparado pacientemente para enfrentarlo habiéndose previamente enfrentado así mismo. Vive el proceso soportando lo necesario, sin odiar a nadie, y hace del camino de refrenamiento una sencilla y gozosa retención, suspender con el espíritu algo que el guerrero sabe que justamente debe cumplirse. No significa que el guerrero ande por ahí  pensando  hacerle mal a alguien o planeando cómo vengarse y saldar cuentas.

martes, 11 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 26

Hace años, tuve la oportunidad de asesorar a un organismo que prestaba servicios médicos a comunidades de escasos recursos. su líder estaba molesto porque sus médicos (egresados de prestigiadas universidades), no podían impedir las tareas realizadas por los sanadores tradicionales y las parteras de las comunidades. Al participar en la investigación para definir las causas raíces, encontramos que el problema era terriblemente sencillo: los médicos llegaban en sus relucientes camionetas, estaban uno o dos días en la comunidad, no respetaban las costumbres y tradiciones, enfrentaban a los pacientes que acudían a consulta y después se iban prometiendo  regresar en determinadas fechas. Sin embargo, eso en muchos casos no sucedía. Inclusive, en ocasiones eran privilegiadas las actividades de orden político a las visitas prometidas a la comunidad. El compromiso del líder de éstos médicos, no era con la comunidad, sino con sus aspiraciones políticas. En sentido contrario, los sanadores tradicionales y las parteras, estaban en la comunidad y tenían un claro compromiso y además eran perfectamente predecibles. Basta señalar un ejemplo: cuando una mujer de la comunidad iba a dar a luz, las parteras llegaban a la casa de aquella desde uno o dos días antes del parto y se iban varios días después del mismo, cuidando tanto de la madre como del recién nacido. Es fácil inferir, quien tenía la autoridad en esa comunidad y por qué razón.

Segundo paso: Define las reglas y busca cambiar su realidad.

Una parte fundamental de la formación y desarrollo del hombre de poder o líder es el conocimiento y el apego a las reglas, independientemente de su justicia, aplicabilidad y sentido. El hombre de poder o líder se entrenará al respecto, de forma simi8lar a como lo hizo aprendiendo a curarse a sí mismo: desde dentro del proceso, viviendo la enfermedad y enfrentándola. No se puede aspirar a cambiar y/o establecer las normas, las reglas, los límites, las leyes, si no se ha sido sujeto de ellas, y se ha vivido en carne propia sus virtudes y debilidades. No introyectar esta profunda experiencia, explica porque algunos líderes actuales quieren hacer justicia en los bueyes de su compadre, sin ejercer primero la justicia en sus propias bestias de carga.

El hombre de poder o líder sabrá diferenciar dos aspectos en este tema: lo que corresponde a su ética personal y lo que tiene que ver con las reglas de su entorno. En cuanto a éstas últimas, entiende que están más allá de él y que en el mejor de los casos son establecidas para facilitar la convivencia social. Desgraciadamente esto último no es siempre verdadero. Ya lo señalaban los marxistas: las leyes forman parte del aparato del Estado para mantener las cosas como están, las cuales son en muchos casos las que benefician a los grupos con poder económico, político y social. Sin embargo, el hombre de poder o líder no se empeña en dar batallas ingenuas para transformar las leyes: Octavio Paz, señala en referencia a las aspiraciones de cambio: el bien, quisimos el bien, venderezar el mundo. No nos faltó entereza, nos faltó humildad. Cambiar las normas externas, las leyes sociales, no es una cuestión cándida ni sencilla. Quien así decida hacerlo sabe que existen cuan do menos dos caminos: el participar directamente con quienes tienen encomendada esa tarea o el generar mecanismos para que las presiones sociales, incidan en los cambios.

Muchos hombres de poder o líderes han ofrecido su vida paras impulsar estos cambios: las páginas de los libros de historias están llenos de ejemplos al respecto. Sus luchas inclusive, han sido más largas que sus propias vidas y en muchos casos, no llegaron a ver los cambios que fueron parte de sus propósitos vitales. Pensemos en Martin Luther King y su sueño de ver una Nación sin discriminaciones raciales. A pesar de que las leyes norteamericanas así lo contemplan, aún existen muchos elementos contradictorios en la sociedad estadounidense: basta sólo observar la discriminación real que sufren nuestros compatriotas. Luther King como muchos otros han estado dispuestos a tomar posturas en áreas que tienen corazón y sentido. Comunican dónde están y qué defienden, y expresan que actúan por su propia voluntad. Se hacen presentes y visibles a través del ejemplo y de la intención de inspirar y fortalecer a los demás. Poseen una gran medicina que aplican en el momento y lugar oportunos. Ese sueño se ha concretado con la llegada al poder de Barack Obama, primer presidente de color en Estados Unidos de América.

lunes, 10 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 25

Su espíritu deberá estar recargado con la suficiente confianza para alcanzar sus propósitos y objetivos. Esta es una de las tareas fundamentales de los dirigentes: tener un objetivo, estar convencido de sus bondades, contar con la capacidad de comunicarlo a sus seguidores y tener y transmitir la fe de lograrlo. Esta fe que aunque sea del tamaño de una semilla de mostaza puede mover montañas, como afirma el evangelio.

Otro ángulo de la fe es la certeza que el hombre de poder o líder, tiene en el talento, formación y actitudes de los miembros de su equipo. El hombre de poder o líder deberá de asegurarse de integrar al equipo requerido para realizar la tarea encomendada seleccionándolo, capacitándolo y asegurándose de que todos conocen y comparten claramente la visión, la misión, los objetivos y reglas.

Deberá también de haber expresado cara a cara, para ponerlo en términos del afamado coach de futbol americano Bill Parcells, lo que espera específicamente de cada uno de sus colaboradores, quienes sabrán sin duda alguna qué sucederá si no se alcanza el objetivo.

En este momento serán importantes las palabras que el hombre de poder o líder emplee con su equipo, pero serán más importantes sus actos. Éstos últimos son los únicos que en verdad pueden generar la confianza necesaria, parea alcanzar metas aparentemente imposibles.

El hombre de poder o líder será respetuoso con sus colaboradores, lo cual no es sinónimo a ser débil y de ser necesario, será claro y fuerte con ellos, afirma Parcells:

Aprendí una fundamental lección acerca del liderazgo: tienes que ser honesto con la gente, brutalmente honesto. Tienes que decirles la verdad acerca de su desempeño, tienes que decírselos una y otra vez. Algunas veces la verdad será dolorosa, y en otras al hablarlo te llevará a una desagradable confrontación.- La única manera de cambiar a la gente es decirles en los términos más claros posibles lo que están haciendo mal. Y si no quieren escuchar, no pertenecerán al equipo. Como se observa no lastimará, respetará, pero sí impulsará a que cada miembro del equipo dé lo mejor de sí. El término respeto procede de la palabra latina respicere, que significa la voluntad o disposición de volver a mirar.

En muchos casos, el hombre de poder o líder, identificas a sus colaboradores aun cuando no están listos para enfrentar los retos que ha visualizado para ellos. Aquél, sabe que tienen madera, recursos que en ocasiones no son identificados por los miembros del equipo y por lo tanto, no tienen consciencia de lo que pueden llegar a ser. La tarea del hombre de poder o líder, es que esos recursos afloren y sean correctamente manejados por sus colaboradores.   

El hombre de poder o líder modelará la lealtad que desea recibir de los miembros de su equipo, con la lealtad que él tenga para con ellos. Los grupos perciben la forma en que son apoyados, impulsados y en ocasiones defendidos por sus líderes, y por supuesto las actitudes opuestas. La lealtad y la confianza, requieren de un enorme trabajo cotidiano para ser construidas y sabemos que un solo acto, las puede destruir de forma definitiva. 

La autoridad se basa en la actitud de servicio y sacrificio del hombre de poder o líder. Decía la madre Teresa de Calcuta: que se tenga que servir, hasta el dolor. No existe otra forma de ganar verdadero liderazgo en los grupos humanos.

domingo, 9 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 24

El guerrero: disfrutar la batalla y el cambio.

Largo tiempo has chapoteado a la orilla, agarrado a un madero. Ahora tienes que ser un nadador intrépido. Aventúrate en alta mar, flota, mírame confiado y arremete contra la ola.

En éste momento, el hombre de poder o líder ha sumado horas y horas de trabajo consigo mismo y sirviendo a los demás. Ha aprendido de sus errores, de sus limitaciones y de sus llagas. Ha perdido importancia personal y poco a poco su propósito se va concretando en hechos. Ha guardado energía y está listo para enfrentar a su pinche tirano. En esta etapa es altamente productivo: domina conocimientos, cuenta con habilidades y ha desarrollado actitudes: su dirección y liderazgo es cotidiano. Está al frente de grupos que lo siguen y que buscan propósitos comunes. Ahora es maestro del cambio, ya que favorece las transiciones existenciales en lugar de ignorar y negar los procesos vitales, empleando la sabiduría de la naturaleza.

El hombre de poder o líder habrá ganado claridad: una claridad de mente que borra el miedo. Para entonces un hombre conoce sus deseos y sabe cómo satisfacerlos. Puede prever los nuevos pasos del aprendizaje, y una claridad nítida lo rodea todo: siente que nada está oculto. Esa claridad de mente tan difícil de obtener, dispersa el miedo, fuerza al hombre a no dudar nunca de sí. Le da la seguridad de que puede hacer cuanto se le antoje, porque todo lo que ve lo ve con claridad. Y tiene valor porque tiene claridad, y no se detiene en nada porque tiene claridad.

Es el tiempo del guerrero, de la lucha, del amoroso batallar como señalarías León Felipe. Ya está listo para dar los siguientes pasos:

Primer paso: Actúa con autoridad.

El verdadero hombre de poder o líder ha ganado la confianza de quienes lo siguen tanto por la claridad de sus ideas como por la realidad de sus actos. Sus colaboradores o coequiperos le reconocen autoridad, dado que el hombre de poder o líder, influye sobre cada uno de ellos. En algunos casos esta influencias será tersa, en otros requerirá de una enorme claridad por parte del líder hacia sus compañeros de viaje y de propósito.

Ha construido su autoridad en base a una férrea voluntad, en la que está implícita su intención o propósito. Este propósito es impecable y es transmitido a los demás con pasión. Se afirma que la pasión es el Dios interior, que mueve desde adentro a quien la posee y es indispensable para convencer a los demás de los objetivos y propósitos de la lucha. Sus compañeros de aventura lo seguirán solamente si están convencidos de la visión y la fe que el hombre de poder o líder tenga.

sábado, 8 de abril de 2017

Publicación.

La honestidad mexicana…
Hoy quiero aprovechar el espacio para hablar del valor más violentado por la mayoría de seres humanos: la honestidad. Independientemente de existir en cualquier parte del mundo, me referiré exclusivamente a los mexicanos. Porque todos, políticos o no políticos, famosos o no famosos, preparados o no preparados, cultos o incultos, más de alguna ocasión, han usado esta palabra, para defenderse, escondiendo sus malas acciones con un simple término.
Atendiendo a la definición general, la honestidad es un valor o cualidad propia de los seres humanos que tiene una estrecha relación con los principios de verdad y justicia y con la integridad moral. Una persona honesta es aquella que procura siempre anteponer la verdad en sus pensamientos, expresiones y acciones.
Todos, absolutamente todos carecemos de este valor, porque más de una ocasión hemos mentido, hemos engañado a alguien y sobretodo, nos hemos mentido y engañado a nosotros mismos, que es peor que engañar a los demás, porque el que se engaña solo, sin duda e inequívocamente, lo hará con los demás. Además, los valores, no son negociables, se cumplen o no, en ellos no hay términos medios y con una vez que se violentan, en público o privado, ya no puedes abanderarte con ese valor.
En México es frecuente, es común, escuchar y leer que determinado político, funcionario, profesional o profesionista, farandulero, deportista, jefe, amigo o vecino utiliza este valor para defender lo indefendible, tal pareciera que en nuestro país, los contravalores se defienden con los valores.
Como señala la definición, las acciones de justicia tienen que ver con la honestidad, por lo tanto hay innumerables omisiones que vulneran esta, que van desde: aceptar un empleo, cargo o comisión, sin tener la capacidad, profesión ni calidad moral y humana para poder desempeñarlo de manera correcta, eficaz y eficiente; hasta endeudarse sin tener la solvencia económica necesaria para poder cubrirla, tener hijos y no educarlos correctamente, mentir a cada momento, buscar que el de enfrente se equivoque para aprovechar y obtener alguna ganancia o beneficio de cualquier índole, etc.
Así es, aunque parezca fuera de lugar, aunque lo dudes, amable lector, es correcto, si atendemos literalmente a las definiciones de las palabras, estamos equivocados en lo que pensamos que significan y eso tiene que ver con la mala calidad educativa, porque los profesores están igual o peor que uno, entonces no pueden aportar calidad, si no la tienen ellos mismos, hacen como que trabajan cubriendo solo el horario asignado en su jornada laboral, lo que repercute en la pobreza mexicana que poseemos. Porque la riqueza o pobreza de un país se determina por su educación.
Todavía la generación anterior fue mejor, la actual está mucho peor, porque con las tecnologías que se utilizan: celulares, tabletas, computadoras, etc., la niñez y juventud actuales se han vuelto más dependientes (por no llamarlos flojos), no les gusta leer, estudiar, estar sin usar el smartphone, no les gusta el encierro por varias horas, como nosotros cuando estuvimos en la primaria, secundaria, preparatoria y demás niveles educativos.

viernes, 7 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 23

Además el aspirante a ser hombre de poder o líder, sabe que las reglas, las leyes, los límites, le ayudan a cuidar lo que más ama, porque le otorgan un marco de referencia, un encuadre en donde puede ejercer su libertad sin destruirse y destruir a los demás.

Por último, busca pasar desapercibido, no ser demasiado visible, porque está trabajando en sí mismo y sabe que en este momento la discreción es una regla fundamental. 

Sexto paso: Dialoga con su corazón y controlas el impulso.

En el Museo de Antropología e Historia de la ciudad de México, en la sala dedicada a los Olmecas se afirma que eran hombres sabios, por que sabían dialogar con su corazón. Gracias a la Recapitulación el Ticitl, continúa con la eterna exploración de su ser interior. En este momento ya no es enemigo de sí mismo, ya se cae bien y puede observar las circunstancias, y actuar con paciencia; logra controlar el deseo de novillero, para ponerlo en términos taurinos. No quiere comerse el mundo a puños, sino que refrena su impulso. Sabe que forma parte de su temperamento, pero ya lo conoce y sabe cómo y cuándo decirle quédate quieto o no es el momento correcto.

Mantiene la charla con su corazón. No lo juzga, no le reprocha. Le entiende, y busca ser sintónico con él. Demos un ejemplo de este diálogo: el hombre de poder o líder se sienta en un lugar tranquilo y se entrega a la luz divinas. Al hacer esto, procura no pensar en nada; se desconecta de la búsqueda de placeres, de los desafíos y de las revelaciones, y deja que sus dones y poderes se manifiesten. Aunque no lo perciba en el mismo momento, estos dones y poderes están cuidando de su vida, y van a influir en su quehacer cotidiano. Son estos momentos los que le permiten entender su responsabilidad y actuar de acuerdo a ella. (Un hombre de poder, de líder), sabe que, en el silencio de su corazón, existe un orden que lo orienta.

En francés, la palabra coeur (coraje), significa la habilidad de defender el propio corazón. Cuando exhibimos coraje demostr4amos el poder curativo de prestar atención a lo que tiene corazón y sentido para nosotros. La demostración última de coraje es la búsqueda de la paz. 

Séptimo paso: Sirve con amor.

En este momento comenzará a servir, dado que ya habrá recorrido algunos pasos básicos en el proceso de ser4 hombre de poder y estará en condiciones de ejercer el liderazgo. Ya está listo para ofrecer lo mejor de sí y lo hará con humildad y alegría. Como ya vimos, sabe que sus versos no son para todos, pero ha identificado a quienes los necesitan, disfrutan y le son sanadores.

Servir implicará hacerlo con amor, lo que requiere según Mary Carroll Nelson:

a) Respetar los sueños de los demás, lo cual obliga a aceptarlos como son sin dejar a un lado la invitación para que, si lo desean, recapitulen y pierdan su importancia personal y aprendan a vivir de forma diferente, alejándose de las mentiras. Una persona puede elegir siempre un sueño nuevo, una nueva forma de vivir.
b) Es evitar la tentación del control sobre el otro. El amor no es control, el servicio no es control.
c) No sentir lástima por el otro. El sentir lástima es una falta de respeto: significa que no lo considero lo bastante fuerte o inteligente para superar sus problemas.
d) Ayudar a los otros ayudándome a mi mismo para hacernos responsables, no sólo de nosotros mismos sino de nuestro entorno: de los seres que amamos de nuestra ciudad, de nuestro país. Este concepto se entrelaza con el de responsabilidad social,
e) Servir en amor, es luchar contra el miedo, que es el fuego que quema todo lo que toca.
f) El amor, es no destruir al otro y no destruirnos a nosotros mismos.

Quien aspira a ser hombre de poder o líder, dará sus primeros y necesarios pasos en el servicio. Lo hará buscando hacerlo con amor y abierto a continuar aprendiendo.

Para este momento el Ticitl, estará sirviendo a su comunidad as partir del autoconocimiento y de la fortaleza que ha ganado poco a poco, al no malgastar su energía siguiendo caminos que no tienen corazón. Está en pleno proceso de preparación para enfrentar a su tirano, pero ya estás ejerciendo su liderazgo. Pero ¿Qué significa pasar a ocupar unas posición de liderazgo? Significa que ahora se posee la autoridad para servir a la gente de manera especial. (El hombre de poder o líder) permanece preparado para acudir ante cualquier llamada de servicio y, por dentro lucha por continuar en su camino.

Está listo para dar el gran paso y ser guerrero. Aprenderá a disfrutar la batalla diaria. Es más, no podrá entender la vida sin ella, como lo veremos.

miércoles, 5 de abril de 2017

El líder: hombre de poder. 22

3.- Lo anterior implica desarrollar un enorme control y disciplina personal, por ejemplo, cuando el pinche tirano despedaza tu orgullo y te hace sentir sistemáticamente inútil y estúpido.

4.- Escoger el momento oportuno para actuar (el refrenamiento).

Los tiranos son un gran espejo de nuestras partes oscuras, nuestras partes sombra. Al tirano externo (el cual no es sencillo controlar), tenemos que añadir el fuego amigo, el enemigo que está en casa. Recordemos que un pinche tirano, se toma mortalmente en serio, de la misma manera que muchos de nosotros lo hacemos.

En esta etapa el aspirante a ser hombre de poder o líder, trabaja pacientemente en sí mismo para perder la importancia personal y de forma sistemática en la eterna tarea de Recapitular para estar listo y enfre3ntar en el momento apropiado a su pinche tirano. Aprende a esperar sin prisas, sin angustias, aceptando el aprendizaje y ahorrando energía para estar listo para su personal y privilegiada batalla con el pinche tirano.

Quinto paso: Conoce las reglas y sabe cómo emplearlas. 

Un hombre que aspira al verdadero poder, a ser líder, aprende que existen paredes que se pandean. Esto esa, acepta que existen reglas, límites, normas que ´+el no ha diseñado pero, por el solo hecho de vivir en el contexto donde se desarrolla y trabaja, tiene que respetarlas y hacerlas respetar, más allá de si le parecen justas, apropiadas o correctas.

Aprende de las reglas, asimila los usos, costumbres y la cultura de los lugares en donde interactúa. Mo violenta el cambio, no hace (para ponerlo en palabras del famoso Erick el rojo de la comuna de París del 68), revoluciones ingenuas, queriendo cambiar lo que no puede cambiar. En este estadio desarrolla su capacidad de adaptación y partiendo del conocimiento de las reglas, de las leyes o normas, las emplea para cumplir su objetivo.

Sin embargo, lo anterior no es sencillo. En este paso, nos enfrentamos a otra parte sombra: la rebeldía. Cualquiera que tenga dentro de sí la apabullante necesidad de dejar su marca y de hacer las cosas de manera diferente a la norma, es un rebelde. Los rebeldes no pueden tolerar ser ordinarios; suelen ser incapaces de trabajar dentro de las estructuras y formas establecidas. Los rebeldes responden a sus propias necesidades personales y profesionales sin importarles las de los demás, ni si es el lugar, el momento o la situación.adecuados para hacerlo. Los rebeldes tienen que aprender a honrar y respetar los límites y fronteras de los demás, asumir la responsabilidad de las acciones que emprenden o dejan de emprender y afirmar su liderazgo de una forma que ayude a los demás en lugar de despreciarlos. Cuando el rebelde utiliza sus dotes de mando para beneficio personal pierde facultades para ser un buen jugador de equipo y acaba perdiendo también el respeto de los demás.

Paulo Coelho, señala que existen reglas o leyes de la naturaleza. Hace una bella metáfora con un juego de ajedrez: el tablero es el mundo. Las piezas son las reglas, las llamadas leyes de la naturaleza. No podemos ver al jugador que ce3stá al otro lado del tablero, pero sabemos que Él es justo, honesto y paciente. Cabe al hombre de poder, al líder, aceptar el desafío de jugar. Él sabe que Dios no deja pasar un solo error de aquellos a quienes ama y no permite que sus preferidos finjan desconocer las reglas del juego.

Concluye: las consecuencias de nuestras acciones son espantajos para los cobardes, y rayos de luz para los sabios.