miércoles, 30 de octubre de 2019

Pobreza...


LA CAUSA DE LA POBREZA.

La pobreza consiste simple y sencillamente en tener más problemas que soluciones. Si una persona está abrumada por problemas que no puede resolver, entonces eso es pobreza. Sin embargo, las dificultades financieras no siempre son causa de la pobreza. La adicción hacia alguna sustancia tóxica, casarse con la persona equivocada, vivir en un lugar con alto índice de inseguridad (robos a casa-habitación, asaltos), no poseer habilidades para ningún empleo, no tener transporte para llevar al trabajo o no poder pagar por servicios médicos, también pueden ser causas de la pobreza.

Algunos de los problemas financieros en la actualidad, como una deuda excesiva y los salarios bajos, son provocados por circunstancias fuera del control de muchos individuos. Este tipo de problemas es producto del gobierno y de un tipo de economía que oculta la realidad tras una cortina de humo.

Aunque hay una abundancia de empleos, principalmente en las grandes compañías transnacionales, todos sabemos que no se caracterizan por ofrecer buenos salarios o por otorgar prestaciones generosas.

Hace, digamos treinta años, aunque una persona no contara con un alto nivel educativo, podía tener una situación económica satisfactoria. Si un joven sólo había cursado hasta la secundaria aun así podía obtener un empleo relativamente bien pagado. En la actualidad ese joven sólo podría aspirar a preparar hamburguesas, poner su taquería o trabajar de chofer en el transporte público local.

Hace treinta años las compañías transnacionales y nacionales (ingenios azucareros, compañías refresqueras, galeras, etcétera) proveían de mejores prestaciones para el cuidado de la salud y para el retiro. Ahora existen millones de trabajadores que ganan menos y necesitan más recursos para cubrir sus gastos médicos, así como para ahorrar lo suficiente para el retiro. Estas dificultades financieras siguen sin resolverse y se hacen cada vez más grandes. Provienen de un problema nacional mayor que ningún individuo puede cambiar o resolver, originado por políticas económicas deficientes que desatan la corrupción.

Sin embargo, esto es más de actitud personal, que de culpar al gobierno, porque cuantas personas hay que ven los problemas económicos tan solo como dificultades. Muchos sienten que son víctimas del dinero. Creen que son los únicos que tienen o pueden tener problemas económicos. Consideran que si tuvieran más dinero estos problemas se solucionarían. Pero no se dan cuenta de que su actitud respecto al dinero es justamente lo que ocasiona los problemas; su intento de evitarlos y su incapacidad para resolverlos los prolongan y magnifican. En vez de hacerse ricos, o por lo menos no estar ubicados en la estadística de la pobreza, empobrecen; en lugar de buscar soluciones razonadas acertadas, solo incrementan sus problemas económicos.

La mayoría de la gente trabaja para resolver los problemas económicos de otros. Pero, ¿Quién resuelve los problemas del trabajador o el empleado? Cuando la gente llega a su casa enfrenta muchos problemas, entre ellos el del dinero. Si esas personas no pueden solucionar sus propios problemas de dinero, éstos, al igual que el dolor de muelas, ocasionarán dificultades mayores.

Muchas de las personas de la clase media y pobre trabajan para los ricos e influyentes pero no pueden resolver sus propios problemas en casa. En vez de ver sus problemas como una oportunidad para hacerse más inteligentes, sólo llegan a su hogar, se sientan en el patio, toman una cerveza, asan carne y ven la televisión. A la mañana siguiente regresan a trabajar de nuevo para resolver los problemas de otros y, muchas veces, llenándose de rencor, quejas y envidia, por el éxito de los demás, pero no logran salir adelante aplicando en ellos mismos, lo que realizan en sus respectivos empleos.

martes, 29 de octubre de 2019

La 4a. o de 4a.


La cuarta ¿Transformación?

Estamos a escaso un mes del cambio de estafeta de la administración pública federal, el primero de julio anterior, la mayoría de ciudadanos que votaron, decidieron darle un voto de confianza a un partido de reciente creación, pero con un candidato que llevaba dieciocho años en campaña.

Nada, y menos en política, sucede por error, por decisión voluntaria, mucho menos porque así lo decidió el pueblo, y, el resultado de esa elección, no fue la excepción de la regla.

El partido en el poder (PRI), tenía todo previsto, pues desde el inicio del mandato presidencial de Enrique Peña Nieto, comenzó a dar señales de que no buscaba conservar el poder para el partido político al que pertenece. Dicen los que analizan, que el PRI perdió la presidencia desde hace cuatro años, cuando se dio el caso Ayotzinapa (nos faltan cuarenta y tres), para algunos una acción inventada por el gobierno, pero que se salió de control, para otros verdad, pero esa es otra historia. Lo que es real, es que fue tanta la difusión mediática que se le dio al asunto, aunado a que el mexicano, en su mayoría, se deja llevar por las mentiras o verdades a medias, por los comentarios sin fundamento, por lo que cualquiera publica, que cierto o no, pegó fuerte al gobierno en el poder.

Otras acciones que fueron incrementando el iceberg en su contra, fue el llamado gasolinazo, que los mexicanos de corta memoria, no recuerdan que comenzó en el sexenio anterior, del panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, y que tampoco es culpa del gobierno en turno, tiene que ver con las políticas mundiales, en cuanto al precio del combustible, pero, la ignorancia o desconocimiento generalizado cree cosas distintas.
 
Posteriormente, siguió con la persecución de los gobernadores en turno y salientes de su partido, siendo el más afectado, Javier Duarte de Ochoa, ex gobernador de Veracruz y aun en prisión; para muchos analistas y conocedores de los hilos políticos locales y federales, no fue un secreto que estos movimientos llevaban como finalidad, la pérdida de muchas gubernaturas, en favor de la coalición PAN-PRD, lo cual, efectivamente sucedió.

Como dijera Raúl Velasco, aún hay más, al colocar en el PRI nacional a un individuo que muchos dudan fuera miembro de ese partido, sin experiencia ni capacidad, además, señalado por la pensión recibida por haber estado como titular de la Comisión Federal de Electricidad y otros pecadillos, como las varias concesiones de taxi que posee en la CDMX, después, elegir como abanderado a un excelente técnico, pero no político, ni miembro del otrora, partidazo, lo que provocara que muchos priistas de cepa, no lo apoyaran en su camino rumbo a Los Pinos, entre ellos el que durante más de cinco años condujera y moviera los hilos de la política interna nacional, como secretario de Gobernación, el hoy senador Miguel Ángel Osorio Chong, quien suspiraba por ser el elegido por el dedo elector del presidente.

La designación del Coordinador de Campaña, otro cuestionado servidor público, porque no sabe ler, Aurelio Nuño Mayer, no identificado con los priistas, con nula experiencia electoral y familiar del actualmente, presidente de la Comisión de Cultura del Congreso de la Unión, el seudo cantante, bailarín y actor, Sergio Mayer, diputado federal bajo la nomenclatura del Partido Encuentro Social, pero cobijado por Morena. Que por cierto, el que mueve los hilos de este partido, que perdió el registro a nivel nacional, es Miguel Ángel Osorio Chong, ¿tienes aun dudas? Amable lector.  

Esto es a grandes rasgos, pero en cada estado, se puede uno dar cuenta de cómo estuvo la cargada a favor de Morena, por parte de los miembros distinguidos del PRI, para que esa elección terminara siendo un PRIMOR.

El villano favorito del presidente electo, Carlos Salinas de Gortari, recuperó el control del PRI, al tener a su sobrina, Claudia Ruiz Massieu Salinas, al frente como dirigente nacional, pues para algunos no es un secreto que es quien desde el siglo pasado es el que mueve los hilos políticos del país. Y para las elecciones intermedias del 2021, lo veremos retomar con fuerza el control político del congreso nacional.

El propio Andrés Manuel López Obrador, no se esperaba alcanzar la presidencia, pues para él, es muy cómodo estar recibiendo su salario como Patiño o Arlequín del sistema, jugando al opositor recalcitrante, que tomar las decisiones del país. Y eso se puede observar, en la encomienda que tiene su alfil, René Juvenal Bejarano Martínez, de crear un nuevo partido político, al estar al frente del recién creado Movimiento Nacional por la Esperanza, con el que está recorriendo todo el país, pero con miras a seguir obteniendo jugosos recursos públicos, para cuando Morena pierda fuerza, por las decisiones erradas que toma, y seguirá tomando cuando ocupe el gobierno federal. Claro que todo está perfectamente planeado, en política no hay coincidencias, no hay decisiones buenas o malas; es probable que la principal causa por la que obtuvo la rifa del tigre, es para que el pueblo termine con su esperanza de que hay un paladín que los hará llegar a la riqueza individual, lo que ya está dando resultado, porque aún no toma el poder y ya, la mal llamada consulta sobre el aeropuerto, fue un rotundo fracaso, al apenas superar el millón de participantes, y con múltiples cuestionamientos sobre su realización.

En fin, así está la incertidumbre de los mexicanos normales y empresarios, de los extranjeros con inversiones o ganas de invertir en el país, porque todo el ambiente está raro, hay zozobra de muchos, hay poco dinero circulante, la gente prefiere guardarlo y la economía nacional está estancada. Ojalá muchos nos equivoquemos y aunque no cambien las cosas, por lo menos que no seamos afectados peor, que con los anteriores sexenios, con esta llamada cuarta transformación. No queremos una devaluación como la de finales del siglo pasado (1994).   

Cultura...


La cultura mexicana.

Aprovecho el espacio para hacer señalamientos que muestran y demuestran lo que hace falta a nuestra raza azteca para tener un mejor estilo y calidad de vida: cultura mexicana.

Está más que claro, que cualquier talento por maravilloso que sea o se posea, siempre perderá frente a un equipo, por muy insignificante que éste sea, como se acostumbra denostar en nuestro país.

El éxito, es el cumulo de pequeños aciertos buenos y positivos, el fracaso es la cantidad de errores, por supuesto, malos y negativos.

Siempre se ha dicho y se dice bien, que México es único, y por ende, sus habitantes. Es cierto, pero esa unicidad, no es digna de festejo, porque no tiene nada de interesante, importante y mucho menos sirve de ejemplo positivo en ningún país o región del orbe. Sino todo lo contrario.

La idiosincrasia nacional, es la de estarse quejando de todo y por todo, en cualquier circunstancia, la queja es primero, siempre va delante de cualquier otro sentimiento o emoción. Siempre se ve la paja en el ojo ajeno, el error, la equivocación, lo malo, y aunque también haya aciertos, no los ven o no los quieren ver. La población se cierra a pequeñas, equivocadas e inexactas ideas. Es la educación que se recibe desde que se ingresa al nivel educativo básico, pero principalmente en el núcleo familiar. Aunque no sea tomado en cuenta, sicológicamente influye, para el resto de la vida, el buscar siempre culpables de lo que nos pasa individualmente, primero por temor a los golpes de los padres, después se hace costumbre, existiendo los que todo su dicho y modus vivendi es mentira (mitomanía). También, dicen los que saben, que los hijos aprenden del ejemplo, de lo que ven que los demás hacen (en este caso, sus padres, hermanos y demás familia), no lo que escuchan que se debe hacer.

Por ello, todo lo bueno, regular y malo que los descendientes hacen, tiene que ver con la familia y la pobre educación recibida. Porque si es un individuo vago (sea hombre o mujer), es porque así son los padres, si es un desobligado, flojo, que no quiere estudiar, no le gusta trabajar; sin embargo, le gusta la cerveza, el vino, las drogas, tatuarse, la vida fácil, la calle, las malas amistades, las mujeres (antes de tiempo o sin protección, me refiero a embarazos no deseados), a ganar dinero y gastar más de lo ganado, a pedir fiado, prestado y no pagar, a tomar, usar o descomponer lo que no es suyo, a robar (con todas sus letras), a abusar de la confianza que le brindan los demás, y cualquier conducta negativa que te venga a la mente amable lector, estamos frente al mexicano común y corriente.

Al mexicano, no le gusta trabajar en equipo (yendo más allá, no le gusta ni trabajar solo), y aun así, cuando las cosas salen mal, que es muy seguido y en cualquier nivel, orden y actividad, le echan la culpa al vecino, al de junto, al de atrás, al de enfrente, al que iba pasando, queriendo expiar su culpabilidad.

Rompe seguido, las reglas, leyes y normas que el estado tiene para salvaguardar la sana convivencia de todos. Y cuando son sorprendidos cometiendo una conducta o infracción contraria a la ley, sus argumentos rayan en la comicidad y cinismo.

Son imitadores, carecen de capacidad individual de ver y hacer las cosas, sólo se limitan a medio hacer lo que sus jefes, patrones o directivos les piden, mandan o exigen, y así vean algo mal puesto o malhecho junto, no lo remedian. No dan un plus o extra, en sus actividades que les dan de comer, únicamente cumplen con su horario establecido y si en alguna ocasión, salieron un tiempo más tarde que de costumbre, en la primera oportunidad, lo recuperan faltando más de lo debido. Usan el tiempo de su jornada laboral, para hacer sus actividades personales, se llevan herramientas, papelería e insumos oficiales, a su hogar (según ellos, los toman prestados, pero jamás los devuelven).

Si alguno, hizo determinada actividad personal y le preguntan si desean algo (por ejemplo, una nota de venta, factura, recibo) dicen que no, pero si el que va detrás de él, si la necesita, la pide y el otro escucha, se regresa a solicitar lo mismo. Son asiduos a la imitación, son presa fácil de hacer lo que hace, dice o tiene cualquier sujeto extranjero con la mínima fama. Lo mismo sucede, con las adversidades, se ahogan en un vaso de agua, hacen grande cualquier insignificancia sin detenerse a analizar, verificar o corroborar el porqué de las cosas, pero lo que sí es importante, lo minimizan, olvidan pronto o ni hacen caso.      

No utilizan la mente, muchos parece que no tienen materia gris o que siguen sin estrenarlo, porque hacen y dicen pura estupidez.

Los países que son potencias mundial, en lo económico, lo cultural, el turismo, lo deportivo, etc. conjuntan su talento individual con su vida personal, familiar, sus finanzas personales (lo que ganan, gastan y ahorran), todo cuenta para alcanzar el éxito. Además, todos, tienen en mente el mismo objetivo (me refiero a todos, habitantes, clase política, periodistas, etc.), y es lo más grande, alto o grandioso,  cosa más alejada en nuestro país, aquí la mentalidad es pobre, no hay objetivos, hay metas y ésta, siempre es limitada, se piensa en el siguiente escalón o peldaño, pero no en el más alto, así no se logran grandes resultados, porque no hay ambición, no hay hambre de triunfo, no hay una mentalidad libre de vicios, se está pensando en cómo pagar la renta, las demás deudas, etc. en el futbol, se quiere llegar al quinto partido y no se piensa en llegar al séptimo y último. (Costa Rica (un país pequeño) llegó en el mundial anterior de Brasil, al quinto partido, estadísticamente son mejores que nosotros, pero lo subestimamos, o no lo queremos ver, su portero está en el Real Madrid y es titular).

En fin, esa es la cultura mexicana, llena de vicios, carencias y necedades que impiden un mejor crecimiento como país, sobra decir, que toda regla general, tiene sus excepciones, pero son tan escasas, además, son vistos como seres humanos raros, aquellos que van un paso adelante de la gran mayoría, siendo víctimas de la envidia, delitos, o la simple apatía de los demás. Corrige al sabio, se hará tu amigo, corrige al ignorante, se hará y enemigo. ¿De cuál lado estás?

domingo, 27 de octubre de 2019

Carácter...


LA DIARIA REALIDAD MEXICANA.

Hoy aprovecho este espacio para señalar, pequeños detalles, para algunos, de la personalidad mexicana, pero que en realidad si analizamos con detenimiento y a conciencia, nos habla de cómo somos en nuestra verdadera personalidad.

Reza un dicho. “El cliente siempre tiene la razón”, con el cual jamás he estado de acuerdo, porque quizás quien lo expresó no tuvo negocio, fue un cliente, o tuvo validez en su momento, pero en la actualidad, está lejos de la verdad.

A lo que voy es, a indicar las facetas que observamos del ser humano en los distintos lugares donde concurre y que así como se comporta en esos sitios, se comporta, invariablemente en todo.

El ser humano, carece del mínimo respeto a lo ajeno, tanto en lo material, como en lo relacionado a los valores morales, generalmente, no sabe lo que quiere, lo que busca o lo que necesita, por lo que es frecuente y común encontrar individuos que destruyen lo que no es suyo, lo ensucian, lo mueven del lugar asignado, etcétera.

Cuantas veces amable lector, has observado en los centros comerciales frascos o botellas rotos en el piso; muchas, y el responsable de haberlo tirado, desaparecido y cuando algún empleado logra darse cuenta del culpable, éste lo niega, se enoja y se aleja indignado sin hacerse cargo de sus actos. Porque es falso que las cosas se caigan o se muevan solas, tampoco existen los fantasmas o seres irreales que destruyan los productos, todo es provocado por alguien, grande o chico, pero real.

Asimismo, hemos observado bolsas con carne o embutidos cortados y abandonados en cualquier lugar de la tienda, porque el que pidió lo hicieran, decidió no comprarlo y no tuvo el valor de ir al área respectiva y dejarlo ahí, lo mismo sucede en los negocios de mercería, textiles, carnicerías, fruterías, ferreterías, y todo aquel negocio donde se venden artículos a granel, por metro, litro, kilogramo, y que junto con el robo hormiga de algunos desleales empleados, resulta en grandes pérdidas económicas para grandes, medianas y sobretodo pequeñas empresas, que ese tipo de gente desconoce y muchas veces lo hace con el propósito de afectar, porque, sin importar, el estrato social, tienen un complejo de inferioridad y sienten envidia, coraje o cualquier malsano sentimiento frente a las personas trabajadoras, triunfadoras y con dinero.

Todos, alguna vez hemos visto como se mueve la gente, algunos llegan con su máscara de autosuficientes, con la mirada altiva, mirando todo y a todos como si algo oliera mal, no miran a los ojos a nadie, tratando con despotismo a los empleados, pidiendo muestras de casi toda la mercancía y al final poco o nada compran. Otros actúan distinto, solo que al momento de pagar tallan y tallan el billete como queriendo que salga más y al entregarlo al cajero, lo hacen con miedo y no se animan a soltarlo, porque sienten temor de gastar.

Ambas acciones y tantas otras que hemos observado desde niños, aunque en su contexto son distintas, en el resultado son iguales, como dije antes, denotan una serie de miedos, inseguridades, temores, y principalmente, constituyen un fuerte complejo de inferioridad que afecta al ser humano que lo posee en todas sus actividades diarias, tanto personales, como profesionales, sociales, culturales, morales, etcétera.

Considero que no existe un ser humano sano completamente, pero hay parámetros y estándares que van delimitando quien está más y quien está menos afectado en su personalidad, los que están más afectados actúan con coraje, envidia, prepotencia, hacia los demás, los que están menos afectados, actúan normal, sin aspavientos ni exageraciones de ningún tipo y sobretodo actúan de una manera justa y tolerante hacia los demás.

Muchos, quizás alguna vez nos ha tocado estar en ambos lados, pero lo hicimos por seguimiento, por copiar las conductas de los mayores y aunque no es un atenuante, fue por desconocimiento de las cosas, lo que fue cambiando conforme hemos ido creciendo, pero quien a pesar de saber que actúa mal, lo sigue haciendo, no hay manera de poder ayudarlo, está grave y lo que es peor, su conducta va arrastrando a los que conviven buena parte de su vida con ellos, y como se dice coloquialmente, no los quieren ni en su casa, porque una persona que no respeta el espacio de los demás, que no sabe lo que en realidad desea, que mira por arriba del hombro a los demás, que presume lo poco, mucho o nada que tiene, que vive siempre o casi siempre detrás de una máscara, no es querida por nadie, simplemente, es tolerada, porque así lo dictan las normas sociales y de la buena convivencia humana, pero definitivamente, simpatía o cariño, no los hay. ¿En qué extremo quieres estar?

sábado, 26 de octubre de 2019

Publicación-

Empleados mexicanos…

               
LIC. ALFREDO CASTAÑEDA FLORES
Una de las políticas fallidas en México es el desempleo, desde antaño ha sido una factura pendiente, esto en parte tiene que ver con la indiscriminada tasa de natalidad que se da día con día. No hay una política de gobierno que inhiba embarazos sin futuro. Según  cifras oficiales, actualmente somos más de ciento veinticinco millones de mexicanos, en México, porque en los Estados Unidos de Norteamérica, se habla de otros millones más, pero esa es otra historia.
 
Además de las escasas fuentes de empleo, el exceso de mano de obra no capacitada para trabajar, las cifras altas de jóvenes que apenas terminan la secundaria, el bachillerato, y profesionales con carreras sin terminar. Además del clientelismo que el partido hegemónico puso de moda, al contratar a innumerables gentes, sin la capacidad necesaria, así como de no contar con el conocimiento técnico necesario que cada área requiere.
 
La fijación del mexicano, en su mayoría, es la de ganar bien, trabajar poco, y sin responsabilidad alguna. Pero, ante la gran demanda de empleos, y el gran número de desempleados, una política de antaño fue crear miles de empleos en las incontables dependencias federales, estatales, incluso en los municipios, con salarios pequeños, suficientes para vivir modestamente, pero al ir aumentando la población, el problema se agravó, saliéndose de control, provocando la indiscriminada migración al país vecino, pero aunque a muchos les duela leerlo, la inmensa mayoría de los que se han ido, son gente impreparados, que ni lo básico saben, ni conocen, entonces ¿cómo van a sobresalir en un país con otro idioma y distintas costumbres?, haciendo lo que hemos visto que hacen desde hace años.
 
La idiosincrasia nacional propicia que lo mismo que hace la gente que reside aquí, hagan los que están allende la frontera, y aunque allá el salario es por hora y en dólares, la realidad es que las rentas son muy altas, la comida cara y el miedo a ser deportados está siempre latente, además de que los fines de semana hacen convivios entre compatriotas, reduciendo sus ahorros. Claro que hay muchos que envían dinero a sus familias, pero también es cierto que los que viven allá hacen muchos sacrificios para hacerlo.
 
En México, la situación es similar, los empleados se quejan del bajo salario, que no se merecen, aunque no estén calificados para el puesto, cargo o comisión.  Pero, un país pobre, con gente pobre en su preparación, no puede pagar mejor, porque sobrepasa su presupuesto, además de que no hay empresas nacionales de clase mundial, son contadas y, ellas, si tienen calidad entre sus empleados, de lo contrario, no traspasarían las fronteras.
 
Es sabido por muchos, sobre todo los que tenemos necesidad de contratar personal para nuestros negocios o empresas, que cada día es más difícil encontrar gente comprometida con su forma de vida, que sea responsable, seria, leal y sobretodo, honesta, ésta última cualidad, es algo que se ha ido perdiendo conforme el tiempo avanza, para lo cual en la actualidad se usa esta frase: los buenos somos menos.

Para acabarla de amolar, hace unos días acaba de entrar en vigor una política del gobierno federal actual, que consiste en denunciar el estrés laboral, hazme el favor, inteligente lector, esto, por supuesto es en favor de los empleados y quienes resultan más estresados son los dueños, patrones, jefes, encargados, es decir, los que aparecen hasta arriba de la cadena de mando. Esos que sí están con la camiseta de la empresa, bien puesta, esos que saben que si a la empresa le va bien, a ellos también, esos que saben que el éxito de la empresa redunda en su salario y su permanencia en el lugar. Pero como siempre, el gobierno, del color, partido e ideología que sea, jamás se ha interesado por la gente, aunque ahora, la bandera electorera son primero los pobres. De ahí que se intente proteger a los más pobres, económicamente hablando, pero principalmente de mentalidad.
 
Esta es una medida, como siempre, unilateral, porque la clase política que forma el Sistema político mexicano jamás ha tenido la capacidad de hacer políticas que permitan a ambas partes ganar-ganar, su escasa materia gris solo alcanza para que unos ganen, y otros pierdan, pero con sus asegunes, porque todo se hace al vapor, copiado de otras acciones exitosas realizadas en otros países, pero sin hacer los estudios y modificaciones necesarios, acordes con nuestra pobre mentalidad, por lo que finalmente, todos perdemos.
 
Claro que hay excepciones, pero las causas que estresan a la mayoría nacional es tener que trabajar, recibir órdenes, que les exijan resultados, estar enclaustrados X número de horas en un mismo lugar, ser supervisados y principalmente el salario, este será bajo, aunque supere la media nacional. Asimismo, si se sienten protegidos por una institución gubernamental, habrá muchas denuncias injustas, que terminarán en sanciones económicas para los dueños y despidos de aquellos que no agradecen que tienen un empleo estable y un salario para vivir, sobre todo cuando no tienen mucho que ofrecer a los empleadores. Pero el mexicano es de memoria corta y ambiciones desproporcionadas. Esta medida, si no está bien regulada, va a agravar aún más el desempleo nacional, o se quedará en una más de tantas que se han implementado que no sirven para nada.

viernes, 25 de octubre de 2019

Pocos así...


LA AMISTAD

Lo más preciado que se puede tener y otorgar es la amistad; solamente a las grandes amistades se les puede confiar lo más íntimo de nuestros secretos y los más grandes sentimientos, sabiendo que ahí estarán bien guardados y podrán ser nuevamente compartidos para fortalecerse ambos. La amistad verdadera necesita un cierto grado de afinidad moral y espiritual, aumenta el gozo y glorifica los triunfos, soportando las vicisitudes e impidiendo las caídas. La amistad que termina nunca había empezado. El Dalai Lama dice que “la amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad”. Los lazos de la amistad son más fuertes que los de la sangre; también es verdad que la abundancia hace amistades, pero la adversidad prueba las verdaderas amistades; -“Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer”- Sir Francis Bacón-. La amistad lo es todo, vale más que el talento, e igual o más que la familia; la amistad se hace no se nace con ella. Conservemos la amistad que hemos hecho.

Saber escuchar es el cultivo de la amistad, y no es solamente en pasar un buen rato en compañía.

El hacer cosas juntos, pasarla bien, el coincidir en intereses similares, el afecto y la simpatía es llegar al corazón o núcleo de la amistad que solo es posible a través del intercambio de subjetividades, de intimidades. Lo íntimo, lo propio –los pensamientos, los sentimientos, las creencias, las opiniones, los gustos-, sólo se expresan porque se quiere y a quien se quiere, siempre y cuando ese “quien” los valore y aprecie.

Parte importante de la amistad no es solo oír y asentir; es atender, mirar, comprender… y para hacerlo hay que saber recibir a la otra persona desde su intimidad. Los enemigos de la amistad son la prisa, el ruido, el orgullo, la brusquedad y la desconfianza.

Escuchar no es tarea fácil. Hablar de lo propio halaga y no pocas veces se hace abundantemente. Hay que poner freno al yo para que no interfiera y apague la amistad; pero requiere reciprocidad, en donde ambos se enriquezcan, hecho que beneficia la calidad y solidez de la amistad.

Las relaciones personales no se caracterizan por ser neutras, más bien generan agrado-desagrado, inclinación-rechazo, afección-repulsa. Entre estos dos polos extremos se sitúa toda una gama de vivencias que constituyen los elementos principales del mundo emocional. El hombre se complementa en la medida que se relaciona con los demás, y la convivencia presenta obligaciones y beneficios; también un dar y un recibir recíprocamente.

El hombre es un ser libre, y como tal puede renunciar a comunicar sus cualidades e intimidades. Un clima de paz se logra evitando conflictos innecesarios, de modo que no solo se vea aquello que conviene o que satisface a uno; encarando con cariño cuando un amigo se equivoca, en vez de hablar a sus espaldas; evitando poses y actitudes altaneras que ofenden y discriminan sin razón objetiva, como las habilidades, condiciones sociales… etc.; en dónde los “otros” no son iguales que “uno”: por lo que se debe reconocer la “superioridad” que alimenta el ego.

La alegría se consigue si se es capaz de sonreír; si se dan las gracias cuando alguien hace un favor; si se complace con los triunfos de los demás; ; si se es capaz de deslizar una frase amable a quien se vea triste o preocupado; si se ayuda al compañero, que le cuesta entender un tema; si se pregunta con sincero interés el estado físico de alguna amistad.

La amistad es el mejor cultivo que puede haber, y es donde se da y se recibe todo el amor, afecto y comprensión que un humano necesita en esta vida.

miércoles, 23 de octubre de 2019

La línea...


LA DISCIPLINA DE LA LINEA

El modus operandi del Partido Revolucionario Institucional, que Lorenzo Meyer describe como “el partido que no es partido, sino lo es todo”, durante su historia de fundación (4 de marzo de 1929) y sus cambios de nombre (Partido Nacional Revolucionario, 1929) (Partido de la Revolución Mexicana, 1938) y (PRI, desde 1946), hasta nuestros días se explica por el tradicional mecanismo de la línea, que no siendo ilegal ni tampoco ilegítima en varias democracias, arroja una sombra de sospecha en el ambiente mexicano, dadas las condiciones en que ha operado esa tradición en la época hegemónica del PRI.

La línea puede considerarse como un elemento que contribuye a generar la disciplina de partido en cualquier parte del mundo, y que opera bajo diversas modalidades en casi todos los partidos, incluyendo los más democráticos. Para operar eficazmente, los partidos democráticos se ven obligados a combinar la autonomía de sus miembros y legisladores  con la disciplina de partido –sin la cual se pierde eficacia legislativa, e incluso gobernalidad-. Los partidos construyen mecanismos para que, en ciertas circunstancias, sus miembros y parlamentarios asuman una decisión tomada en la cúpula, de modo de darle consistencia y fuerza, presumiblemente en beneficio del partido y de los miembros que lo componen.

De ahí la legendaria figura del “whiper” -el que lleva el látigo- en los parlamentos de varios países, encargados de reunir a los miembros de su respectiva bancada, para que no falten a una sesión importante y voten en cierto sentido (a favor, en contra o absteniéndose). El “whiper” era, según Max Weber: “el personaje político profesional más importante de la organización del partido”. La disciplina es pues un elemento imprescindible de la vida de los partidos políticos, incluyendo los más democráticos. Pero la disciplina no sólo es aplicable a los legisladores; con el tiempo, se hizo también importante respecto de las bases militantes, tanto para campañas de movilización política como para fines estrictamente electorales y, eventualmente, para la contienda interna entre corrientes y candidatos.

Dice Weber que en Inglaterra en 1868: “Para conseguir la adhesión de las masas era necesario crear un aparato enorme de asociaciones de aspecto democrático, constituir en cada barrio urbano un cuartel electoral, mantener el aparato constantemente en marcha y burocratizarlo todo vigorosamente... El resultado fue una centralización de todo el poder en manos de pocas personas y, finalmente, de la única que figuraba a la cabeza del partido”.  Pero dicha obediencia no era resultado de mecanismos coercitivos como ocurrió después en los partidos totalitarios, sino esencialmente consecuencia de la convicción mayoritaria de que la unidad en torno de la cúpula partidaria arrojaría mejores dividendos políticos al partido mismo y a sus miembros. Este esquema ha funcionado en varios países democráticos, pero más concretamente en México (con el PRI).

Robert Michels, autor clásico sobre los partidos políticos modernos, atribuía la eficacia de la línea a la falta de preparación y motivación de las masas –o de las bases- para tomar iniciativas, y su propensión a dejar en los líderes esa tarea, para adherirse a las decisiones que caen en cascada de arriba a abajo por la jerarquía partidista: “La tendencia –dice Michels- se manifiesta en los partidos políticos de todos los países”. En México, ese fenómeno se ha visto predominantemente en el PRI, desde luego, pero no sólo en él. Los partidos de oposición, en mayor o menor medida, presentan también ese esquema de línea espontánea y racional, surgido de la adhesión voluntaria y no de presiones coercitivas. Ello podría explicar los arrolladores triunfos del PRI en las décadas anteriores, donde ganaba el noventa por ciento o más de las posiciones políticas en juego, se llevaban lo que dicen “carro completo, hasta el segundo lustro de los ochenta (1989), en que por fin la oposición (PAN) ganó la gubernatura de Baja California (Ernesto Rufo Appel).

El problema empieza cuando un partido recurre precisamente a la coerción para obligar a sus miembros a comportarse políticamente de acuerdo a las necesidades de los líderes, sin importar la convicción de las bases. Ese es parte del problema de la línea en partidos monopólicos (hegemónicos). Acatar la línea representa en tales casos una forma de sobrevivir en un partido o sindicato, más allá de las propias convicciones ideológicas o programáticas. Y es justamente eso lo que da a los dirigentes de este tipo de partidos un mecanismo de control que rebasa con mucho el que puedan tener sus homólogos de partidos que operan en un ambiente más competitivo.

Dentro de la tradición priísta, la línea se configuró también a partir de la condición monopólica del PRI, que no dejaba a sus miembros otra opción que cumplirla, a riesgo de recibir una fuerte sanción o de ser expulsado del único organismo que podía prodigar beneficios políticos significativos. Desde luego, no se trata de un producto posrevolucionario, sino que viene al menos de la época porfirista. Francisco Bulnes, un prestigiado intelectual del porfirismo, hacía referencia a esa tradición: “Se sabe –escribió en 1919- que el principio político de las burocracias en materia electoral es irse a la cargada”, por lo cual cuando esa burocracia se entera de quien será el favorito presidencial, “queda formado el candidato único, invencible, irrefutable, sagrado, inviolable, pero eso sí, completamente antidemocrático”. De ahí que seguir la consigna emanada de la cúpula dirigente era tomado como una necesidad vital para permanecer –y más aún, para ascender- en la organización partidaria. Al no haber opciones fuera del PRI, acatar la línea es la única forma –y la más segura- de recibir o expandir los beneficios que el partido puede prodigar a sus miembros. De ahí la suspicacia con que se sigue viendo la “cultura de la línea” en el PRI, como resabio de su legado autoritario que aún sigue vigente.

Pero cabe aclarar que la línea en el partido hegemónico también adquirió expresiones similares a las encontradas en partidos democráticos, fruto de la convicción racional de los miembros de que, acatando la consigna de las cúpulas, se podría obtener una mejor posición del partido frente a la competencia externa. Ello encierra una racionalidad política legítima. Así, en el PRI la línea surgida de la coerción ha convivido con la línea en su sentido racional y voluntario. Evidentemente, no es fácil decantar la frontera entre una y otra de estas facetas, pues ambas se refuerzan mutuamente. Pero negar la existencia de alguna de ellas lleva a explicaciones demasiado simples en uno u otro sentido; si se niega la faceta coercitiva de la línea, se concluye que el PRI es ya un partido tan democrático como cualquiera que encontremos en los países occidentales; si se desconoce la expresión racional de la línea, entonces no queda más que inferir que el PRI es un partido estalinista. Ninguna de esas dos afirmaciones da cuenta cabal de lo que en realidad ha sido el PRI; un partido híbrido con procesos combinados de corte democrático y autoritario.

Del recuerdo...


LA DIPUTADA CARMEN SALINAS LOZANO.

Nació en Torreón, Coahuila el 5 de octubre de 1933, está próxima a cumplir 82 años, es una actriz de cine, teatro, televisión, cantante (en obras teatrales), imitadora y recientemente, sorprendió su faceta como política al ser designada diputada federal por la vía plurinominal dentro de la cuarta circunscripción por el Partido Revolucionario Institucional, muchos supimos y recordamos su pelea en plena campaña presidencial del año 2000 con Vicente Fox Quesada, quien fuera presidente de la República 2000-2006, porque ella apoyó abiertamente a Francisco Labastida Ochoa, enfrentamiento que llegó a las agresiones verbales entre ambos personajes, sin embargo no se pensaba que fuera miembro activo tricolor y, menos aún, fuera tan cercana a la cúpula partidista, como para ocupar una curul en la recién iniciada LXIII legislatura 2015-2018.

Esta es parte de su vida profesional. Su primera oportunidad como actriz se la ofrece el señor Ernesto Alonso debutando en 1964 en la telenovela La vecindad. En cine realiza su debut en 1969 en la película La vida inútil de Pito Pérez, dirigida por Roberto Gavaldón.

En cine consolidó su carrera al interpretar papeles urbanos que la llevaron a ser la consentida de las grandes masas, situaciones que permitían al público identificarse plenamente, ya sea en las calles de la gran ciudad o en provincias. Tiene el tipo, bajo nivel cultural y físico poco agraciado.

Participó en innumerables películas, pero es recordada por las realizadas en el género de ficheras en los años ochenta con su entrañable personaje de la corcholata, una prostituta teporocha venida a menos.

Su gran carisma y simpatía fueron garantía de un espectáculo para recordar.

Aunque tuvo muchos amores, afirma que sólo se casó una vez, y para siempre, sin embargo, su vida personal estuvo marcada por una tragedia, cuando el cáncer le arrebató a su hijo Pedro Plascencia Salinas el 19 de abril de 1994, por lo que su hija Eugenia es la única que le acompaña en los momentos difíciles.

Produjo la obra Aventurera, resultando un éxito, estuvo mucho tiempo en cartelera, fue representada más de dos mil ocasiones y con ella recorrió la República Mexicana y algunas partes importantes de Estados Unidos.

Cursó su educación primaria en la escuela “Alfonso Rodríguez”, donde iniciaron sus aspiraciones artísticas, ya que desde el primer grado comenzó a ser requerida como la estrella de los festivales escolares.

Fue así como comenzó su carrera, escalando poco a poco desde el diminuto crédito hasta encabezar las carteleras de los principales teatros de revista; recorrió por grandes temporadas los principales centros nocturnos de aquella época. Desde entonces, Carmen Salinas ha trabajado incansablemente, se ha caracterizado siempre por poner todo su esfuerzo, dedicación y gran entusiasmo en todo lo que hace, esto a decir de los que la conocen.

Pero ahí no termina todo. Carmen Salinas ha continuado su carrera cosechando nuevos éxitos lo mismo como empresaria que como actriz, ya que a la par de sus actividades en escena tiene en la Ciudad de México un estudio de grabación, el estudio K’ay Nah, donde han grabado figuras de la talla del cantante español Miguel Bosé, mientras, su trayectoria profesional, pero sobretodo su docilidad y fidelidad que raya en el servilismo, hacia su empresa Televisa, y sus patrones, la mantienen colocada en un primer plano, cobrando con esto, parte de las cuotas (facturas) pendientes al gobierno federal en turno.

Porque siendo honestos, no es una gran actriz, y preparación académica y/o actoral tampoco tiene, pero se supo colar en el momento y lugar oportuno y llegó hasta el Congreso de la Unión, donde en su primera sesión se quedó dormida, siendo exhibida por las redes sociales, incluso en su casa televisiva fue actriz principal en la sección del noticiero nocturno Las mangas del chaleco, donde mostró su personalidad corriente y vulgar que la hizo famosa. Ahora hay una campaña de recaudación de firmas para solicitar sea separada del cargo de elección popular que ocupa desde el 1 del mes y año en curso, la cual no prosperará, porque los mexicanos no razonan, no reflexionan en el momento oportuno, sino que lo hacen cuando ya no hay remedio y se quedará en simple vacilada (como tantos otros escándalos mediáticos sin desenlace feliz). Lo único que queda es decir, que bajo han caído la política y sobretodo sus especímenes actuales. Reza un dicho y muy acertado por cierto, cada pueblo tiene el gobierno que se merece y México estos tres años, merece tener una actriz inculta, grosera, vulgar y corriente como representante popular.

Disciplina...


LA DISCIPLINA

Oscar Wilde dijo una vez que no es el arte el que imita a la naturaleza, sino ésta la que remeda a aquél. Me pregunto si en México la política imita a la lucha libre, o si es la lucha libre la que copia a la política. En el pancracio los luchadores se injurian, escupen, se golpean, se dan patadas incluso con los pies y se zahieren y hieren en cuantas formas pueden, pero al terminar la función se van todos juntos a la cantina más cercana y beben como lo que son en verdad: amigos, camaradas y cómplices de una farsa que bien conoce el público, pero en la cual, a pesar de eso, participa. En el PRI sucede lo mismo. Antes de aparecer el candidato los aspirantes a serlo se dan hasta con la cubeta; después de salir el elegido todos se abrazan, y aquí nada ha pasado. En eso reside la fuerza del PRI, y en eso también estriba su debilidad. Y no es que eso esté mal: en la política quien hoy es tu amigo será mañana tu enemigo, y viceversa. Lo mismo que pasa en el PRI acontece en los demás partidos. A eso se le llama <<disciplina>>. Pero sucede también que quienes antes eran de un partido, y ven larga fila que conduce a las diputaciones, senadurías u otra cualquiera chamba, se van a otro donde les dan mejor lugar para formarse. Tal actitud tiene un nombre sonoro y descriptivo: se llama <<pancismo>>, conducta de los que, al margen de toda ideología o dignidad, acomodan su conducta a lo que más conviene para llenarse la barriga. Así es nuestra política, comparada con la cual la lucha libre es ejercicio respetable.

lunes, 21 de octubre de 2019

Para el recuerdo...


LA DISPUTA POR EL PODER

El próximo 22 de septiembre, 107 consejeros estatales decidirán el futuro del Partido Acción Nacional en el Estado.

Hubo muchos suspirantes, pero lo jugoso del botín político y sobretodo económico que genera perdurar tres años más viviendo tranquilamente con un salario decoroso, después de haber perdido el poder ejecutivo federal, hizo que los grupos al interior formaran dos bloques, por lo que son igual número de candidatos los que contenderán, buscando tener el control de un partido que en las recientes elecciones (locales y federal) han sido vapuleados por las otras fuerzas políticas y que el día de hoy los mantiene en un tercer lugar, con escasa presencia legislativa y alcaldías.

Estos aspirantes son: José Antonio Plaza Urbina, originario de Morelia, ex diputado local plurinominal y ex delegado de la SEDESOL en Michoacán, identificado plenamente con Juan Luis Calderón Hinojosa, hermano del aún presidente de la República, haciendo que declinara públicamente en su favor el candidato de la otra hermana Luisa María de Guadalupe Calderón Hinojosa, la célebre Cocoa, Everardo Rojas, y dejando en el camino a Daniel Chávez García, quien renunció como delegado del INFONAVIT, creyendo en una quimera, que lo dejó tres meses y medio sin devengar el generoso salario que desde antes de terminar su gestión como diputado federal obtenía.

El otro es: Miguel Ángel Chávez Zavala, originario de Taretan, ex titular de la Unidad de Operación Regional de la Secretaría de la Función Pública, identificado plenamente con el senador plurinominal Salvador Vega Casillas a) el Gallo, grupo que hizo alianza con el del ex senador Marko Antonio Cortés Mendoza, haciendo que su candidato Carlos Alberto Quintana Martínez, declinara públicamente a favor del citado, al estilo del otro bloque.

Estos dos (ya registrados) son los que tendrán en sus manos el destino de un partido que está moribundo, porque de ser primera fuerza hoy se encuentra en la tercera  y con pocas expectativas de recuperar terreno; el que perdieron pese a 12 años de tener todo a su favor, pero por colocar a improvisados, impreparados, deshonestos, carentes de sensibilidad para con la sociedad, engreídos, timoratos y simuladores en el CDE y en las delegaciones federales, no lograron obtener buenos resultados en las elecciones (3 locales y 4 federales) vividas, por lo que cualquiera de los dos tienen un fuerte trabajo por delante. Levantar un partido que conforme pasan las elecciones se queda sin miembros activos, adherentes y simpatizantes de peso, por las imposiciones, los abusos contra su dignidad, el abandono, la falta de apoyos (los destinaban para ellos mismos, simulando grupos fantasmas, etc.), la utilización solo cuando los necesitan y otras causas.

Los diarios locales y de circulación estatal, le dan amplias posibilidades a Miguel Ángel Chávez Zavala, porque representa el grupo liberal, reaccionario (le llaman algunos), y es momento de una renovación completa, donde dejen de practicarse los vicios que recientemente hemos visto. Contrario a lo que representa José Antonio Plaza Urbina, que es más de lo mismo, la continuación de un Comité supeditado a lo que digan los Calderón, y es que conociéndolo no dudo que así sea, pues tiene mucho que agradecerle a su mentor (Juan Luis), en su trayectoria de más de 17 años como panista. Por lo que no representa una reconstrucción como ha manejado en su campaña interna, si cuenta con esos antecedentes.

Es una cruenta lucha por el poder de un Comité Directivo Estatal, pero que tiene como finalidad, el control del estado y con ello de las candidaturas para la gubernatura, las 40 diputaciones locales (mayoría y plurinominales), las 113 alcaldías y 12 diputaciones federales pensando en la elección del 2015.   

Lo que desatará aún más el encono entre los grupos al interior, porque ninguno está dispuesto a seguir sometido o dejarse someter por el contrario, pero independientemente del resultado, no es algo que deba preocupar a las demás fuerzas políticas partidistas, porque van a necesitar no un periodo directivo para recuperarse de las derrotas sufridas, sino muchos para poder ver resultados favorables, siempre y cuando estén haciendo bien las cosas, no repitiendo los vicios del pasado. Que los tiene en la antesala del precipicio o el resurgimiento de los pilares que dieron origen a un partido llamado humanista.

Educación...


LA EDUCACIÓN A LA MEXICANA.

Resulta contradictorio vivir en un país donde un gran porcentaje del dinero público está destinado a la educación y darse cuenta, cotidianamente, cuanta ignorancia existe en la población.

Antaño, los profesores realmente llegaban a ser maestros (te recuerdo amable lector, que la maestría es un grado académico, por lo cual lo correcto es decirle a un docente, profesor y los que sí tienen estudios, en toda su documentación así lo indica), sin embargo, en la antigüedad, se manejaba que aquel que llegaba a dominar su profesión, arte u oficio, que lo hacía con amor, cariño, con pasión, disciplina, por el tiempo de desempeño, por su edad, podía ser reconocido, no de manera oficial, sino de forma cariñosa, como maestro. Sin embargo, en nuestro país la ignorancia hace que se cambien, los significados y sentidos reales a las palabras, profesiones, frases y lo que vaya surgiendo, lo que se ha transformado en costumbre, dejando atrás lo correcto y el buen decir.

Vivimos en el país donde los médicos son doctores, cuando el doctorado es igual, un grado académico que pocos, muy pocos mexicanos en la actualidad, ostentan, y lo que es peor, los propios médicos, sabiendo que su denominación es incorrecta, porque, los que la tienen, su acreditación oficial en ningún documento señala que sean doctores, sino médicos y ellos en su ignorancia, confunden a los enfermos autonombrándose así, recuerda amable lector, que la ignorancia no se extingue con el sólo hecho de saber leer y escribir u ostentar un título universitario, esa es otra falacia de la población.

En algunos estados, al albañil, plomero, electricista, mecánico, etcétera, se les dice maestro, pero también es cierto que en otros, menos cerrados, los llamamos maistros, lo que hace el cambio de una letra ¿Verdad?, porque así ya no estás denigrando al que buscó un  grado académico superior. Incluso hay unos pasquines que se venden en los puestos de revistas de manera esporádica que así se llaman, los maistros… pero mucha gente no lo entiende y critican a la editorial, porque, está mal, cuando los equivocados son ellos.

Lo mismo sucede con el término Licenciado, al oírlo, verlo o decirlo, la mayoría lo asocia con los abogados, porque no conocen que dicha palabra, sirve para designar a cualquier egresado universitario, incluso el ingeniero…, arquitecto, sicólogo, etc. su grado académico es de licenciatura. La mayoría, el título, cédula profesional y cualquier documento oficial los reconocen como licenciados (licenciado en Derecho, licenciado en Sicología, licenciado en Administración de Empresas, licenciado en X o Y, por lo que en estricto orden ascendente, estos son los grados académicos en México: prescolar (ahora constitucionalmente, son obligatorios 3 grados, es decir pueden y deben ingresar a partir de los 3 años, porque esto los ayuda a ir madurando y también para mover más la economía, uniformes, útiles escolares, etc.), primaria (6 grados), secundaria (3 grados), bachillerato (6 semestres), licenciatura (varía según la carrera y universidad, de 8, 9 o 10 semestres), especialidad (varían términos), maestría (varían términos) y doctorado (varían también), aquí encontramos otra idea equivocada, la gente dice o pregunta que están, van en tal año, por favor amable lector, revisa las boletas escolares, dicen  grados, no primer, segundo, etc. año.

Hasta aquí ya desmenucé los grados escolares, sin embargo, es muy común, oír, incluso leer, palabras que de manera incorrecta las inician con A, la más común, acompleto, acompleta, acompletar, y derivaciones, o terminar otras con S al final, de manera indebida: vistes, supistes, leístes, creístes, aparecistes, etc., asimismo, cambiar una letra intermedia por otra, tales como ibanos, andabanos, ingeñero, haiga, etcétera. Agregar letras de más, como en diferiencia, indeminización, bellia, etc., anteponen el sí o no a las preguntas (si tiene X o Y, no está fulano, etc.), hablar en pasado, estando en el presente, tal como sería, venía, quería, etc. (en lugar de es, vengo, quiero, etc.), confundir el ancho con el grueso, largo y corto, cerca y lejos, (¿recuerdan Plaza Sésamo?) etc., cambiar la última letra, principalmente la O por U, escuchen a Vicente Fernández en muchas de sus canciones, a Emmanuel, y otros cantantes que entonan incorrectamente las palabras, sin embargo, el pueblo al oírlos y por la fama mal entendida, van repitiendo mal, porque creen que es correcto y lo peor, que la gente se burla de quien lo hace, pero no les dicen que están hablando mal, en muchos casos porque hacen caso a lo que dice el refrán: corrige al sabio y se hará tu amigo, corrige al ignorante (al necio) y se convertirá en tu enemigo.

También es muy frecuente, conocer lugares, escuelas o instituciones, no por su nombre original, sino por el nombre de la calle en la que se ubican y como dicen, la costumbre se convierte, para los ignorantes, en ley, sus hijos, nietos, bisnietos y demás generaciones crecen con esos errores de escritura y/o pronunciación, lo que vuelve más difícil modificar algo tan arraigado, amén de que las nuevas generaciones de profesores, se desempeñan más por condición que por vocación y mientras reciban su salario completo y mejor, no les importan los alumnos, salvo, como en todo, hay honrosas excepciones.

Todo esto, genera anarquía, apatía en los adultos (me refiero a todos los mayores de 18 años) porque, crecen sin que los corrijan (como en todo, hay excepciones), sin que les enseñen en su casa o en la escuela lo que es correcto, el respeto hacia los demás, hacia las leyes, personas, cosas, demás seres vivos, lo que conlleva a que las calles, no importa si es rancho, pueblo o ciudad, sean la mayoría de ocasiones, un caos, donde todos se creen con derechos únicos y los de los demás, no importan, dice un refrán, tu derecho termina, donde empieza el mío, sin embargo, vivimos en una sociedad carente de respeto, carente de cultura, carente de una verdadera educación, las leyes se deben aplicar a los demás, pero a mí no, porque yo no hago nada fuera de ella, decimos muchos, porque es tanta la ignorancia (por no decir, estupidez) que no vemos más allá de nosotros mismos, sentimos que las calles, escuelas, parques, áreas, son solo nuestras y actuamos con estulticia. Finalmente, otro error (de tantos) cometido por muchos, sea de pie o en auto, estorbamos el libre tránsito de los demás, y si nos pitan, piden permiso, o empujan, nos molestamos, entendemos mal el pedir permiso, pedir permiso, es hacerle saber al otro que está mal su conducta, que está parado donde no debe estar, no es una regla de cortesía, es una regla de educación que deben aprender para no volver a cometer X o Y error, sin embargo, pocos, muy pocos de verdad lo hacemos. Amigos, hagamos un recuento de nuestras acciones cotidianas realizadas y lo que esté mal, hay que cambiarlo. De verdad, siendo más conscientes, más educados vamos a vivir y convivir con mayor tranquilidad y a todos nos irá mejor.

 
La riqueza de un país es la educación y México, actualmente, es un país muy pobre. Irónicamente, cuando más presupuesto es destinado a este rubro.