viernes, 29 de noviembre de 2019

Prostitución masculina.

La prostitución masculina es una forma de la prostitución que se refiere a varones que prestan servicios sexuales tanto a varones como a mujeres. En diferentes culturas e idiomas, este fenómeno social tiene diferentes nombres populares, como el gigoló (si el hombre busca sólo clientes femeninos) y chapero o taxiboy (si busca clientes de su mismo sexo), entre otros. El término prostituto, al contrario de su contraparte femenina prostituta, es mucho menos usual. Los prostitutos que ofrecen servicios a clientes de su mismo sexo pueden considerarse a sí mismos heterosexuales o bisexuales, pues muchos de ellos mantienen relaciones heterosexuales aparte de su trabajo de prostitución e incluso muchos de ellos están casados con mujeres.

En comparación con la prostitución femenina, la masculina ha sido menos estudiada. Algunos investigadores concluyen que ambos casos tienen diferencias y comportamientos notables.

Si bien la prostitución masculina tiene muchas referencias históricas desde el mundo antiguo, como la prostitución masculina en Grecia, en la actualidad esta se ha venido relacionando especialmente con el llamado turísmo sexual.

Prostitución en la biblia.

La prostitución era un lugar común en el antiguo Israel. Hay varias referencias a la prostitución en la Biblia hebrea. La historia bíblica de Judá y Tamar (Génesis 38: 14-26) proporciona una descripción de la prostitución practicada en ese período de tiempo. En esta historia, la prostituta espera al lado de una carretera donde espera viajeros. Se cubre la cara para identificarse como una prostituta. En lugar de que le paguen en dinero, pide un cabrito. Esto habría sido el equivalente a un alto precio, lo que demuestra que solo el rico propietario de numerosos rebaños podría haber pagado un solo encuentro sexual. Según este sistema, si el viajero no lleva su ganado con él, debe entregarle los objetos de valor a la mujer como depósito hasta que se le entregue un cabrito. La mujer de la historia no era una prostituta legítima, pero en realidad era la nuera viuda de Judá, que trató de engañar a Judá para que la impregnara. Sin embargo, dado que logró hacerse pasar por una prostituta, se puede suponer que su conducta representa con precisión el comportamiento de una prostituta en la sociedad durante ese período de tiempo.

En una historia bíblica posterior, encontrada en el Libro de Josué, una prostituta en Jericó llamada Rahab ayudó a los espías israelitas brindándoles información sobre la situación sociocultural y militar actual. Rahab estaba bien informada en estos asuntos debido a su popularidad con los nobles de alto rango. Los espías israelitas, a cambio de esta información, prometieron salvarla a ella y a su familia durante la invasión militar planeada, solo si mantenía en secreto los detalles de su contacto con ellos. Dejaría un letrero en su residencia que indicaba a los soldados que avanzaban que no atacarían a las personas que estaban dentro. Cuando el pueblo de Israel conquistó Canaán, ella se convirtió al judaísmo y se casó con un miembro prominente del pueblo.

En el Libro de Apocalipsis, la ramera de Babilonia se llama "Babilonia la Grande, la madre de las prostitutas y las abominaciones de la tierra". Sin embargo, la palabra "puta" también podría traducirse como "Idolatress". La primera prostituta babilónica estaba en un lugar llamado Hinchinopolises, que surgió de la familia de Hinchin. En ese momento, Hinchinapolis era el centro de atracción para todos los viajeros que descansaban en compañía de las mujeres de la familia, que perfeccionaban el arte de la satisfacción. Algunos pergaminos antiguos podrían decirnos que el significado de Hinchin proviene del hebreo Hinam, que significa libre, porque los hombres de la familia se ofrecerían gratis.


miércoles, 27 de noviembre de 2019

Municipio...


Gobierno municipal.

El nivel de gobierno más sencillo, más simple, es el municipal, pero a su vez, es el más cercano, el que a la mayoría de la población, los anima a participar, en la precampaña, campaña y el día de la elección, y es que aquí es donde los ciudadanos se sienten más identificados con los candidatos, hay mayor afluencia de participación, más ambiente, la gente se involucra más y por lógica, hay mayor porcentaje de votación, pero también hay más emociones, más encono, más agresividad, para con los otros candidatos, votantes y simpatizantes de los diversos institutos políticos.

Esto es normal, sobretodo en los municipios pequeños, porque se conocen todos, incluso desde el nacimiento, claro que hay gente, que llegó de otro municipio o estado a vivir ahí, pero poco a poco se van inmiscuyendo en las costumbres, tradiciones y manera de pensar del lugar, a menos que de verdad no les interese sobresalir en un empleo, en su negocio, industria o comercio, lo cual es muy raro, aunque sucede.

En la actualidad, el cuerpo edilicio que compone un Ayuntamiento se integra por un alcalde o presidente municipal, un síndico y regidores, cuyo número varía de acuerdo al número de habitantes del municipio. En México, a nivel federal nos rige la máxima ley, mejor conocida como Carta Magna, que se denomina Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el artículo 115 es el que reglamenta este nivel de gobierno. Cada estado que forma parte de la Federación, tiene su propia Constitución Política y de ahí se desprende una ley reglamentaria que es la que señala todo lo relacionado con el municipio.

En algunos estados, todos los aspirantes llevan un suplente (alcalde, síndico y regidores) y está registrado ante el Instituto Estatal Electoral correspondiente y aparece en la boleta electoral, en otros, no están contempladas las suplencias y en caso de ausencia temporal o definitiva (como el famoso Michoacanazo) los diputados locales integrantes del Congreso del Estado, que se trate, son los encargados de nombrar al suplente, el cual, siempre tiene que ver con cuestiones políticas, afectando el andar de la administración municipal, porque no siempre el elegido, viene trabajando, al momento de la unción, aunque sea de ahí, en el municipio respectivo, teniéndose que empezar de nuevo o modificar totalmente las políticas que se venían aplicando.

Actualmente, la elección (decisión) consta de una sola boleta que encuadra a los tres integrantes (alcalde, síndico y regidores), el alcalde y regidor, van de la mano, lo que varía en número son los regidores, ya no hay los tiempos de los llamados carros completos (cuando los integrantes de la planilla del mismo partido ganaban todos los cargos), ahora, el partido que obtiene la mayoría de votos, tiene más regidores, pero si la diferencia no es muy amplia con el segundo lugar, o llamada primera minoría, llegan a tener la misma cantidad. Hasta el momento, esto ha funcionado para los grupos políticos que integran el sistema mexicano, pero para la ciudadanía no, porque generalmente, el partido ganador tiene la mitad de integrantes a su favor, y recuerda, amable lector, que en las sesiones de Cabildo, el Presidente Municipal cuenta con el llamado voto de calidad, que es el que se aplica en caso de empate entre los ediles, por lo tanto, siempre se aplicarán las políticas o decisiones que el partido en el poder quiera, aunque sea en perjuicio de la ciudadanía. Como tantas veces sucede.

En mi opinión, debería darse una reforma constitucional en el sentido, de que se modifique la forma de elección, y que en lugar de solo votarse en una boleta, se divida en tres, una para decidir por el alcalde, otra para elegirse el síndico y una más para los regidores, esto es, aplicar el voto diferenciado, así se daría un poco más de democracia en el gobierno municipal, porque muchas veces hay buen candidato para alcalde, pero el equipo de la planilla que lo acompaña, no tiene la misma credibilidad, o viceversa, los demás integrantes tienen honorabilidad, carisma, etcétera y el candidato a alcalde, es todo lo contrario, y como dije líneas arriba, la gente conoce más a los aspirantes, sus aciertos y errores, sus bondades y defectos, provocando que por una u otra causa, pierden mejores prospectos y ganan, por el voto duro, por votar con el estómago (cuando se compran las conciencias de los votantes, con despensas, tarjetas de tiendas de autoservicio o dinero), etc. los denominados menos peores, además de que la gente se guía por la cantidad de propaganda mostrada, los regalos recibidos (gorras, playeras, sombrillas, bolsas ecológicas), la cantidad de avanzada y logística mostrada, aunque sean asalariados, pero aún con todo eso, estoy seguro que hacer la elección dividida, provocaría mayor afluencia de votantes, porque así elegirían más a modo y conveniencia los ciudadanos y los municipios tendrían un mejor desarrollo, porque al no haber una mayoría a modo, los alcaldes, se dedicarían a trabajar mejor y dejar, poco a poco de lado, sus aspiraciones e intereses partidistas y/o personales. Evitándose, entre otros, el famoso, repudiado y conocido chapulinismo, es decir saltar a otra candidatura o cargo, sin concluir el empezado. Viviendo todos cada día mejor.  

martes, 26 de noviembre de 2019

Historia de la Tabla periódica de los elementos.

Los seres humanos siempre hemos estado tentados a encontrar una explicación a la complejidad de la materia que nos rodea. Al principio se pensaba que los elementos de toda materia se resumían al agua, tierra, fuego y aire. Sin embargo al cabo del tiempo y gracias a la mejora de las técnicas de experimentación física y química, nos dimos cuenta de que la materia es en realidad más compleja de lo que parece. Los químicos del siglo XIX encontraron entonces la necesidad de ordenar los nuevos elementos descubiertos. La primera manera, la más natural, fue la de clasificarlos por masas atómicas, pero esta clasificación no reflejaba las diferencias y similitudes entre los elementos. Muchas más clasificaciones fueron adoptadas antes de llegar a la tabla periódica que es utilizada en nuestros días.

Cronología de las diferentes clasificaciones de los elementos químicos

Döbereiner

Este químico alcanzó a elaborar un informe que mostraba una relación entre la masa atómica de ciertos elementos y sus propiedades en 1817. Él destaca la existencia de similitudes entre elementos agrupados en tríos que él denomina “tríadas”. La tríada del cloro, del bromo y del yodo es un ejemplo. Pone en evidencia que la masa de uno de los tres elementos de la triada es intermedia entre la de los otros dos. En 1850 pudimos contar con unas 20 tríadas para llegar a una primera clasificación coherente.

Chancourtois y Newlands

En 1862 Chancourtois, geólogo francés, pone en evidencia una cierta periodicidad entre los elementos de la tabla. En 1864 Chancourtois y Newlands, químico inglés, anuncian la Ley de las octavas: las propiedades se repiten cada ocho elementos. Pero esta ley no puede aplicarse a los elementos más allá del Calcio. Esta clasificación es por lo tanto insuficiente, pero la tabla periódica comienza a ser diseñada.

Meyer

En 1869, Meyer, químico alemán, pone en evidencia una cierta periodicidad en el volumen atómico. Los elementos similares tienen un volumen atómico similar en relación con los otros elementos. Los metales alcalinos tienen por ejemplo un volumen atómico importante.

Mendeleïev

En 1869, Mendeleïev, químico ruso, presenta una primera versión de su tabla periódica en 1869. Esta tabla fue la primera presentación coherente de las semejanzas de los elementos. El se dio cuenta de que clasificando los elementos según sus masas atómicas se veía aparecer una periodicidad en lo que concierne a ciertas propiedades de los elementos. La primera tabla contenía 63 elementos.

Esta tabla fue diseñada de manera que hiciera aparecer la periodicidad de los elementos. De esta manera los elementos son clasificados verticalmente. Las agrupaciones horizontales se suceden representando los elementos de la misma “familia”.

Para poder aplicar la ley que él creía cierta, tuvo que dejar ciertos huecos vacíos. Él estaba convencido de que un día esos lugares vacíos que correspondían a las masas atómicas 45, 68, 70 y 180, no lo estarían más, y los descubrimientos futuros confirmaron esta convinción. El consiguió además prever las propiedades químicas de tres de los elementos que faltaban a partir de las propiedades de los cuatro elementos vecinos. Entre 1875 y 1886, estos tres elementos: galio, escandio y germanio, fueron descubiertos y ellos poseían las propiedades predecidas.

Sin embargo aunque la la clasificación de Mendeleïev marca un claro progreso, contiene ciertas anomalías debidas a errores de determinación de masa atómica de la época.

Tabla periódica moderna

La tabla de Mendeleïev condujo a la tabla periódica actualmente utilizada.

Un grupo de la tabla periódica es una columna vertical de la tabla. Hay 18 grupos en la tabla estándar. El hecho de que la mayoría de estos grupops correspondan directamente a una serie químmica no es fruto del azar. La tabla ha sido inventada para organizar las series químicas conocidas dentro de un esquema coherente. La distribución de los elementos en la tabla periódica proviene del hecho de que los elementos de un mismo grupo poseen la misma configuración electrónica en su capa más externa. Como el comportamiento químico está principalmente dictado por las interacciones de estos electrones de la última capa, de aquí el hecho de que los elementos de un mismo grupo tengan similares propiedades físicas y químicas.

lunes, 25 de noviembre de 2019

Grupos...


GRUPOS DE PRESION Y GRUPOS POLITICOS

La actuación política puede llevarse a cabo de dos formas distintas, las cuales dan lugar a dos tipos diferentes de organización.

Primeramente, es posible que determinados grupos pretendan únicamente que su interés sea tenido en cuenta por el Estado, y que para ello sólo intenten influir sobre aquel aspecto de la actividad estatal que les afecta directamente, desentendiéndose de los restantes problemas. Estos grupos son llamados comúnmente grupos de interés, porque su único objetivo es la defensa directa o inmediata de un interés concreto: su pretensión no es dirigir el aparato estatal, sino obtener de él determinadas medidas. Realizan su labor de muchas maneras, que se conocen con el nombre genérico de presión, por lo que también se les denomina grupos de presión. En general, su objetivo es un interés muy localizado y aislable en el conjunto: subvenciones económicas, permisos, concesiones, etcétera.

Junto a estos grupos que defienden un interés concreto e inmediato existen otros cuyos intereses son mucho más complejos y no pueden satisfacerse con una medida aislada, sino que necesitan de una acción sobre la sociedad en su conjunto, labor que por supuesto sólo puede realizar de manera eficaz el Estado. Para estos grupos, la satisfacción plena de su interés implica asumir la dirección del Estado. Como ejemplos ilustrativos pensemos en el enfrentamiento entre los intereses agrarios y los intereses industriales; en ese enfrentamiento, lo que está en juego es mucho más que unas cuantas medidas adoptadas por el Estado: es algo que afecta a toda la sociedad. Esos grupos de presión, y si están excluidos de la dirección del Estado no les quedará otra salida que hacerlo así. Pero la plena realización de sus objetivos supone necesariamente asumir la dirección del Estado y, por tanto, disponer de un programa respecto del conjunto de la acción estatal, un programa político.

Ahora bien, esta traducción de un interés en un programa político es algo de muy importantes consecuencias. Un programa de esa clase, desde el momento en que se refiere a la dirección y coordinación del conjunto, es siempre mucho más amplio que el interés inmediato y concreto de un grupo o sector. Por ejemplo, la industrialización de un país es mucho más que una determinada política económica respecto de la industria: supone una política educativa, una política demográfica, una política urbana, una política laboral y social; es decir, engloba a muchos sectores diferentes. El programa supone así una movilización de fuerzas muy amplias y, por consiguiente, ha de tenerlas en cuenta de algún modo. Y de la misma forma que el interés de un grupo, para actuar políticamente, tiene que transformarse en un programa político, así también el grupo portador de ese interés, al actuar a nivel político, no lo hace directamente, sino a través de un grupo político que, como el programa, intenta unificar y articular diversos sectores.

Todo esto significa que no existe una correspondencia exacta entre los grupos políticos y los grupos sociales. Puede ocurrir que ciertos grupos representen intereses de sectores muy diversos y que intenten unificarlos mediante concesiones mutuas. Puede ocurrir también que un mismo sector esté representado por diversos grupos políticos, lo que le permite disponer de respuestas adecuadas a los cambios de situación.

En todo, interesa señalar que en cualquier sociedad existe una pluralidad de grupos políticos, incluso en aquellas en las que oficialmente están prohibidos. Que su número sea mayor o menor dependerá de muchos factores, fundamentalmente de cuáles sean las líneas que escinden el cuerpo social: junto a los grupos de base clasista existen los de base lingüística, regional, religiosa, etcétera. Y además de esta diferenciación según su base social, los grupos de una misma base pueden diferenciarse entre sí por cuestiones de índole puramente estratégica o táctica. Entre estos grupos existen, como en los grupos y sectores sociales, diferencias y, al mismo tiempo, coincidencias, que permiten alianzas entre ellos y dan lugar a múltiples posibilidades de combinación.

domingo, 24 de noviembre de 2019

pobreza mental mexicana.

Desde hace semanas insisto en que no hay crisis, como dice el presidente Enrique Peña Nieto que la crisis sólo existe en sus mentes. 

Sí hay un reto en la seguridad, es un reto en el país, pero decir que la mitad del país es pobre es creer que las cosas son blancas o negras, que no hay una gama de grises.

Eduardo Soto, estudioso de la pobreza, peruano, decía que uno de los grandes errores que se cometen es creer que los pobres no tienen nada, si tienen aunque les falten muchas cosas, como es el acceso al título de propiedad. 

Decir que la mitad de este país está en la pobreza es una mentira, un desconocimiento. 

Los mexicanos mueren y viven en pesos, la gran mayoría de las cosas que se producen en el país es por mexicanos. Ya lo decía David Penchyna, director general del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) para la construcción de viviendas no se necesita importar nada. 

sábado, 23 de noviembre de 2019

Publicación.

El poder y la responsabilidad…

Lic. Alfredo Castañeda Flores (Analista)
 
Un encumbrado asigna poder a otros cuando les aporta una clara comprensión de las responsabilidades de la tarea. Las responsabilidades de la tarea definen la labor que la persona debe realizar para llegar al éxito. Un poderoso ejerce más poder para realizar sus propios objetivos cuando la gente que trabaja para él sabe lo que debe hacer a fin de tener éxito.
 
El primer paso, y quizás el más importante que se puede dar para asignar poder a la gente, es explicarle lo que debe hacer. Obtendrá éxito si plantean claramente a la gente lo que se espera de ella.
 
¿Parece sencillo? Por supuesto, se afirma que la gente a cargo sabe cuáles son sus tareas. Lo sabía antes de que lo emplease.
 
Si reflexionas acerca de la carrera que tú mismo emprendiste, amable lector, tal vez adviertas la necesidad de meditar con un poco más de cuidado sobre esta cuestión. ¿Cuántas veces te encontraste en aprietos porque tu concepto de lo que debías hacer era diferente del concepto que tu jefe tenía respecto del mismo asunto? La actuación impecable que tu tenías de nada servía, por la sencilla razón de que no era la actitud que el jefe estaba buscando. O tal vez fuiste censurado porque no atinaste a hacer algo y no lo hiciste por el simple motivo de que no sabías desde el principio que esa tarea correspondía a tu responsabilidad.
 
Cuando no se tiene un concepto claro de las responsabilidades, es frecuente que haya confusión. Se pierde tiempo y se malgasta energía en la tarea de adivinar lo que desea el jefe, y te preguntas si estás actuando como corresponde. Si no hay una definición clara de la responsabilidad, las personas son como naves sin brújula, perdidas en el mar.
 
Los defensores del estilo administrativo de laissez faire pueden argüir que la definición clara de las responsabilidades inhibe la capacidad creadora y sofoca la iniciativa. Con esta actitud, la de proporcionar a la gente escasa orientación, o ninguna en absoluto, creen que están promoviendo un espíritu de iniciativa. Aunque est5e estilo administrativo puede ser eficaz en ciertas situaciones, la mayoría de la gente necesita que se le fijen límites, y se le ofrezca una descripción muy clara de la tarea. De lo contrario, colmarán los huecos inventándose su propia tarea o modificándola para acomodarla a sus propósitos particulares.
 
La escasez de estructura impide que la gente utilice eficazmente su poder. Gracias a esta definición clara de sus responsabilidades, las personas pueden concentrar todas sus energías en la ejecución de la tarea, en lugar de preguntarse en qué consiste esta, o en vez de trabajar en actividades inapropiadas. Cuanto más concentran sus esfuerzos, disponen de mayor poder para alcanzar el éxito.
 
No es suficiente que la gente sepa lo que debe hacer; también es necesario que sepan por qué lo hacen. Todos deben estar en condiciones de percibir la correlación entre las responsabilidades de su cargo y las metas y los objetivos de su área y de la empresa. Si no se cumplen estas condiciones, las responsabilidades que se les exige afrontar son nada más que una lista de actividades sin sentido.
 
A pesar de que hoy se habla mucho de la decadencia der la ética del trabajo, la mayoría de la gente desea ser parte de algo más importante que ella misma. La generalidad de las personas desea realizar un aporte, quieren crear algo diferente. Por supuesto, este deseo tal vez se manifieste de manera muy evidente. Como han padecido durante años a manos de jefes incompetentes, muchas personas con el tiempo ya no experimentan ese deseo, o por lo menos así lo demuestran. El jefe sensato sabe que el deseo persiste; sólo que está adormecido. Su tarea es reavivarlo.
 
Una de las tragedias de nuestro complejo ámbito laboral es que muchas personas no tienen la sensación de que están realizando un aporte. Buena cantidad de tareas aparecen divididas en pequeños fragmentos, y se asigna cada fragmento a un trabajador como labor exclusiva.
 
El resultado es que muchas personas tienen imprecisa idea, o no tienen ninguna en absoluto, acerca de lo que están contribuyendo al producto final y al orden social en su conjunto. No puede extrañar que muchas personas trabajen casi exclusivamente por dinero, y sin embargo se sientan desdichadas no importa cuál sea el monto de su retribución.
 
Se necesita algo más que el cheque del sueldo para lograr que una persona experimente un sentimiento de poder y desarrolle su potencial. Esa persona debe estar en condiciones de percibir de qué modo su labor, grande o pequeña, contribuye a los objetivos del área, la empresa, o la sociedad. Una persona debe tener conciencia del propósito perseguido, si se quiere que experimente un sentimiento de poder. ¡Ánimo!

viernes, 22 de noviembre de 2019

Grandeza...


¿Grandeza? Mexicana.

El tema que hoy trato, sé que a más de uno de los lectores, le provocará una reacción de incredulidad, pero es cierto y real.

Dicen los sicólogos y los estudiosos del arte de la personalidad humana, incluso para los creyentes, la misma Biblia lo señala: que no se debe andar por la vida, viviendo de las apariencias y las mentiras, creadas o inventadas, que no es lo mismo, la biblia señala que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha y un sinfín de frases existentes al respecto.

México, concretamente sus habitantes, están ávidos de triunfos, victorias y grandes logros, por lo que es común que todo el tiempo estén hablando de éstos, y lo que es peor, intentan engañarse que el mundo, nos reconoce por esa presunta grandeza.

¿Lo dudas? Vivimos en un país de mentiras e hipocresía, disfrazada del término diplomacia o lo que dicen, ser políticamente correcto, es la peor de las falacias y fantasías nacionalistas de la mayoría.

Se sabe que la historia la escriben los ganadores, esto es, los que están en el poder y es común que cada uno le agregue o elimine una parte de esta, por lo tanto, lo que conocemos está completamente distorsionado. Empiezo con el surgimiento al mundo civilizado de nuestro continente (y por supuesto país), es inverosímil, creer que todo lo escrito por los españoles para justificar las matanzas de indígenas aztecas sea verdad, pero como una cultura más avanzada y civilizada que nosotros, eso se toma como real. Las raíces indígenas siempre son negadas por las mayorías, excepto para enaltecer una grandeza que tampoco está probado como verdad.

Nuestra historia tiene héroes que distan mucho de serlo y villanos que contribuyeron al desarrollo de nuestro país. Somos una mezcla rara, porque no se sabe separar lo correcto de lo incorrecto, no se distingue entre lo bueno y lo malo, todos en nuestra vida, tenemos momentos positivos y negativos, no todo es mal ni bien, pero somos una raza cuya filosofía popular indica, puedes hacer mil cosas buenas, pero haces una mala y por siempre serás un individuo malo. Lo que es incorrecto.

La gente de los poblados, municipios, regiones y estados siempre están en franca e innecesaria competencia, que tal fruto es mejor, que las mujeres son más bonitas, que los hombres más valientes, que las escuelas mejor calificadas, que esto y que lo otro.

Lo que es desgastante y para nada redunda en un verdadero crecimiento como nación, porque siempre hay excusas y pretextos para disfrazar la grisácea mediocridad personal, pocas veces se reconocen los errores.

Ante la falta de gente triunfadora, se recurre a buscar a los que han logrado sobresalir dentro de los países de centro y Sudamérica, aunque no se identifiquen con nosotros, solamente en que son países atrasados como México.

Pero pocos y pocas veces, se idolatra a los que en verdad con esfuerzo y preparación, lograron superarse; se piden recursos económicos para ayudar a gente, que posiblemente lo necesiten, pero que no abonan nada en la grandeza de una colectividad. El mexicano siempre se coloca del lado del débil, del pobre, del ignorante, esto da como resultado lo que estamos viviendo en la actualidad.

Estamos en una época de descomposición del tejido social, ha crecido la delincuencia común: robos, asaltos, secuestros. Esto con la anuencia de las autoridades y actores políticos; como resultado de que las redes sociales solo vuelven viral verdades a medias, se publican y comparten videos editados a conveniencia, esto aunado, a lo que he señalado en otras entregas, la falta de capacidad individual de razonamiento, análisis y reflexión. Hasta los noticieros de televisión, carecen de esto y se prestan a trasmitir esas noticias falsas. Un caso reciente, es la quemada que le dieron a Banamex en Chiapas, porque llevaron a una anciana en camilla a cobrar su apoyo social de 70 y más. Claro que el video o la acción, no está completo, porque teniendo dos centímetros de frente, podemos notar que: todos los beneficiarios tienen una tarjeta individual para cobrar sus apoyos, que se puede hacer en los llamados cajeros económicos y no necesariamente en horarios establecidos, que el familiar se presentó al banco sin ningún documento que acreditara la personalidad de la beneficiaria, que el gerente o ejecutivo en turno, no quiso dejar sin cobrar a la señora, porque en México todo se puede alterar o conseguir de manera ilegal, etc. pero gran parte de la población se enteró de la acción del banco e incluso más de uno lanzó improperios contra la institución y sus funcionarios, aunque hoy ya no se acuerden. Porque la grandeza nacional tiene que ver con la memoria corta, de ahí que esto, sea otro motivo de repetir y repetir acciones que ya deberían haberse evitado desde hace tiempo.

La grandeza tiene que ver con acciones, para muchos insignificantes, pero que a base de repetición, redunda en beneficio de todos: respetar los límites de velocidad, las señales de tránsito, al peatón, a los demás automovilistas, a los niños, a los ancianos, hablar con la verdad, aunque sea dura, reconocer errores y aciertos, educar mejor a nuestros hijos, dejar de vivir de apariencias y darse una vida de lujos, sin la solvencia económica necesaria que la sustente, dejar de presumir más y empezar a vivir mejor. Eso, es la verdadera grandeza.

Interesante...


GRUPOS DE PRESION Y GRUPOS POLITICOS

La actuación política puede llevarse a cabo de dos formas distintas, las cuales dan lugar a dos tipos diferentes de organización.

Primeramente, es posible que determinados grupos pretendan únicamente que su interés sea tenido en cuenta por el Estado, y que para ello sólo intenten influir sobre aquel aspecto de la actividad estatal que les afecta directamente, desentendiéndose de los restantes problemas. Estos grupos son llamados comúnmente grupos de interés, porque su único objetivo es la defensa directa o inmediata de un interés concreto: su pretensión no es dirigir el aparato estatal, sino obtener de él determinadas medidas. Realizan su labor de muchas maneras, que se conocen con el nombre genérico de presión, por lo que también se les denomina grupos de presión. En general, su objetivo es un interés muy localizado y aislable en el conjunto: subvenciones económicas, permisos, concesiones, etcétera.

Junto a estos grupos que defienden un interés concreto e inmediato existen otros cuyos intereses son mucho más complejos y no pueden satisfacerse con una medida aislada, sino que necesitan de una acción sobre la sociedad en su conjunto, labor que por supuesto sólo puede realizar de manera eficaz el Estado. Para estos grupos, la satisfacción plena de su interés implica asumir la dirección del Estado. Como ejemplos ilustrativos pensemos en el enfrentamiento entre los intereses agrarios y los intereses industriales; en ese enfrentamiento, lo que está en juego es mucho más que unas cuantas medidas adoptadas por el Estado: es algo que afecta a toda la sociedad. Esos grupos de presión, y si están excluidos de la dirección del Estado no les quedará otra salida que hacerlo así. Pero la plena realización de sus objetivos supone necesariamente asumir la dirección del Estado y, por tanto, disponer de un programa respecto del conjunto de la acción estatal, un programa político.

Ahora bien, esta traducción de un interés en un programa político es algo de muy importantes consecuencias. Un programa de esa clase, desde el momento en que se refiere a la dirección y coordinación del conjunto, es siempre mucho más amplio que el interés inmediato y concreto de un grupo o sector. Por ejemplo, la industrialización de un país es mucho más que una determinada política económica respecto de la industria: supone una política educativa, una política demográfica, una política urbana, una política laboral y social; es decir, engloba a muchos sectores diferentes. El programa supone así una movilización de fuerzas muy amplias y, por consiguiente, ha de tenerlas en cuenta de algún modo. Y de la misma forma que el interés de un grupo, para actuar políticamente, tiene que transformarse en un programa político, así también el grupo portador de ese interés, al actuar a nivel político, no lo hace directamente, sino a través de un grupo político que, como el programa, intenta unificar y articular diversos sectores.

Todo esto significa que no existe una correspondencia exacta entre los grupos políticos y los grupos sociales. Puede ocurrir que ciertos grupos representen intereses de sectores muy diversos y que intenten unificarlos mediante concesiones mutuas. Puede ocurrir también que un mismo sector esté representado por diversos grupos políticos, lo que le permite disponer de respuestas adecuadas a los cambios de situación.

En todo, interesa señalar que en cualquier sociedad existe una pluralidad de grupos políticos, incluso en aquellas en las que oficialmente están prohibidos. Que su número sea mayor o menor dependerá de muchos factores, fundamentalmente de cuáles sean las líneas que escinden el cuerpo social: junto a los grupos de base clasista existen los de base lingüística, regional, religiosa, etcétera. Y además de esta diferenciación según su base social, los grupos de una misma base pueden diferenciarse entre sí por cuestiones de índole puramente estratégica o táctica. Entre estos grupos existen, como en los grupos y sectores sociales, diferencias y, al mismo tiempo, coincidencias, que permiten alianzas entre ellos y dan lugar a múltiples posibilidades de combinación.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

¿Lo tienes?


Hastío.

Los comentarios colectivos crean relaciones humanas distantes y con toques frívolos. Para fugarse de esta atmósfera de fastidio, hay un remanso de tranquilidad: revalorar la cercanía con los demás.

No me queda ninguna duda en el instante en que leas estas líneas, amable lector, estarás absolutamente hastiado de la monotonía de la conversación, de los gritos e intercambios de verdades de verdades absolutas y de las intenciones, algunas veladas, casi todas manifiestas de manipulaciones a gran escala para que te convenzas de que estás completamente equivocado al no coincidir con el otro. Por supuesto, esto será así a menos de que haya ocurrido algo extraordinario que cambie por un instante, el curso de la conversación, como el inicio del torneo de futbol local, las contrataciones de las grandes figuras del futbol mundial. Otros temas seguirán siendo velas de pabilo corto que extinguirán el fuego, tan pronto como iluminen otro espacio.

De ahí que, por más que intento escabullirme y escapar de la hoguera colectiva para darle frescura a ésta página, fracaso. La tinta que se derrama transita entre Tabasco y la CDMX, con escala obligada en Los Pinos. ¿En realidad es tan magnético el poder? Gabriela Solís, periodista joven y prometedora, recientemente escribió al respecto un elocuente artículo titulado “Instrucciones para vivir. Paso número uno: desmárcate del poder”: “Cada vez más, compadezco a los espartanos, los maquiavelos y los adoradores de la meritocracia, porque intuyo lo vacío de sus vidas, lo unidimensionales que deben ser. Sólo existe un ángulo: ganar a cualquier costo. Y cumplir ese designio excluye la solidaridad, la vulnerabilidad, el crear conexiones emocionales profundas. Qué agotador excluirse voluntariamente del milagro de conocer al otro”.    

Ahí está el eje central del hastío: no hay forma de conectar ni de conocer al otro, cuando de antemano gobierna el inmediato rechazo a lo que piensa. Es una resbaladilla empinada y recién aceitada, el prejuicio se desliza por nuestras arterias y al regresar a la mente tapona nuestros oídos. Vaya laberinto en el que nos hemos introducido. Como Gabriela culmina: “¿Cómo es el poder de la calma? Aún no lo descubro, pero la convicción de que hay una forma distinta de encarar la vida, con tranquilidad, alewgría y paciencia, me provoca los más delirantes sueños”.

Mientras no logremos tejer una red interna que nos permita respirar en paz, seguiremos contamina dos con el bullicio, exagerado, estruendoso, exterior, ese que insiste en proyectar la peor parte de nosotros mismos.

El tema de fondo es que sí hay escapatoria. Porque detrás del circo de cinco pistas (o de dos, de tres) de bandos electorales, permanece la posibilidad de resolver el hastío con otro tipo de lecturas, un vasito de charanda, de buen mezcal, un tlacoyo de habas, un uchepo, una garnacha, diez respiraciones profundas y una conversación de corazón a corazón que apague los incendios en los que hemos quedado atrapados.

Asomémonos, pues, hacia donde la verdadera transformación ocurre.

Ese lugar, es nuestro cuerpo y lo que conlleva, mente, espíritu, conocimiento. Somos nosotros los que debemos de cambiar, no porque el gobierno cambie de inquilino o partido político, se dará la magia de transformar a México en lo que debiera ser, en lo que otros países superiores en avance cultural, social, económico son, no, porque solo se cambia de emblema o logotipo, pero la gente que tanto ha dañado a las instituciones, continúa ahí, camuflándose como camaleones, por consiguiente, no van a cambiar, vamos, ni siquiera van a mejorar las políticas y resultados de una administración política, si no lo hacemos los ciudadanos de abajo, esos que somos mayoría, esos que sentimos y resentimos la aplicación de ideas descabelladas, sin sentido, ni rumbo, que cada seis años, vociferan los candidatos a tener el poder presidencial, esos que queremos crecer, pero que el gobierno con modificaciones sin ton ni son, nos hacen retroceder, en lugar de continuar avanzando, trabajando de forma honesta, sin tener que depender del gobierno, sin embargo, esas políticas erróneas, truncas, fallidas, nos pegan en algún momento a todos.

El mexicano a nivel mundial, está catalogado como falto de cultura, preparación, que no está acostumbrado a leer, analizar, reflexionar, que todo lo quiere fácil y sin el menor esfuerzo, y desafortunadamente, aunque muchos lo duden o les duela aceptarlo, es la realidad.

Tenemos hastío de la pobreza, de no tener lo suficiente, lo necesario, de ver y oír lo mismo frecuentemente, pero no queremos cambiar, no nos preparamos, no innovamos, no emprendemos, no nos arriesgamos, no queremos cortarnos el cordón umbilical de papá gobierno, así amable lector, no es posible.     

Senado...


HISTORIA DEL SENADO EN MÉXICO.

Los primeros antecedentes de la formación del Senado en nuestro país los podemos encontrar durante la época prehispánica, en las primeras formas de representación en instituciones de carácter colectivo en las que se tomaban decisiones importantes.

Los casos más concretos se presentan en la formación de la Confederación de los Pueblos de Anáhuac (Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopac) que contaban con un gobierno por representación de cada uno de los señoríos vinculados y reunidos en una asamblea denominada Tlahtocanechicolli.

Otro ejemplo es la antigua Confederación de Pueblos Tlaxcaltecas, llamada por los conquistadores, "República de Tlaxcallan (Tlaxcala)", la cual tenía un Consejo integrado por Tecuhlatos, a quienes los cronistas llamaron Senadores y sus decisiones determinaban el destino de la Confederación. 

En lo respectivo al Senado en México, un antecedente también importante lo podemos localizar durante el desarrollo de las Cortes de Cádiz, que culminarían en la Constitución que regiría tanto para la Monarquía Española, como para los territorios que se encontraban bajo su dominio. En el proceso de los debates de la Constitución de Cádiz, distintos proyectos incluían la existencia de un poder legislativo integrado por dos Cámaras, donde una haría las veces de Cámara alta, semejante al modelo británico.
                                                                                                                                                                       En el año de 1810, al dar inicio el movimiento de Independencia en nuestro país y concretamente con la convocatoria de José María Morelos y Pavón a realizar un Congreso Constituyente, se comenzaron a discutir con mayor intensidad, las formas que adoptaría la organización de los poderes en la nación, lo que vendría a conformar la Constitución de Apatzingán en 1814. En ella, se esbozaba instituir la representación nacional dándole a cada provincia un número igual de representantes en el Congreso.

En 1823 se convocó a un Congreso Constituyente, en el que fue cobrando fuerza la idea de que el Poder Legislativo debería estar compuesto por dos Cámaras: una integrada con base en el número de habitantes y otra formada por igual número de representantes de los nacientes estados. Diputados y Senadores, respectivamente.

Fray Servando Teresa de Mier difundió la importancia del Senado y fue Miguel Ramos Arizpe quien contribuyó en forma decisiva al establecimiento del bicameralismo en México, formulando el proyecto de Acta Constitutiva de la Federación que contenía las bases a las que debía ceñirse el Congreso para redactar la Constitución. Esta primera Ley fundamental mexicana fue el anticipo  de lo que vendría a ser la Constitución de 1824. 

El Acta y la Constitución de 1824 establecieron la división y separación de los poderes públicos, la organización del Legislativo y el Judicial como entidades fuertes y autónomas, y la independencia de los estados limitada por el interés superior nacional.  

En el artículo 7º de dicha Constitución se dispuso que el Poder Legislativo de la Federación estaría depositado en un Congreso General, integrado por dos Cámaras, una de Diputados y una de Senadores.

El artículo 25 mencionaba que el Senado se compondría de dos legisladores de cada estado, electos por mayoría absoluta de votos de sus respectivas legislaturas, durando en su encargo cuatro años y renovados por mitad cada dos años. 

En octubre de 1835 la Constitución de 1824 fue abrogada y sustituida por las Leyes Constitucionales que, con un sistema centralista, mantuvieron la existencia de la Cámara Alta, pero deformada en un organismo aristocratizante y nulo. La Constitución de 1857 fue terminante y llevó a la supresión del Senado, teniendo estipulado en su artículo 51 que el poder legislativo fuese unicameral.  

En 1867 el presidente Benito Juárez propuso al Congreso nuevamente el restablecimiento de la Cámara de Senadores para propiciar un equilibrio adecuado del poder en un sistema federalista, sin que su planteamiento prosperara.  

Pasaron once años para que, durante el Gobierno del presidente Sebastián Lerdo de Tejeda, nuevamente se presentara la propuesta. Afirmaba que en una República Federal son necesarias dos Cámaras que combinen en el Poder Legislativo los elementos popular y federal. La Cámara de Diputados, por su elección en número proporcional a la población representa por sí mismo el "elemento popular", y un Senado, compuesto de igual número de miembros como estados existen, vendría a representar el "elemento federativo". 

Estos argumentos rindieron sus frutos cuando el 13 de noviembre de 1874 el Senado de la República fue restaurado e inició sus trabajos a partir de la apertura del Congreso el 16 de septiembre de 1875.  

A partir de entonces la función del Senado ha tenido diversos cambios, la revolución de 1910 llevaría de nueva cuenta a una reorganización del poder político, pero en la conformación del Congreso Constituyente de 1917, se reafirmó la necesidad de contar con un Poder Legislativo Bicameral y con ello, se validó la existencia del Senado de la República.  

Con la nueva Constitución de 1917,  la Cámara de Senadores se compondría de dos miembros por cada estado y dos por el Distrito Federal, nombrados en elección directa. La Legislatura de cada estado era quien declaraba electo al que hubiere obtenido la mayoría de los votos emitidos. Asimismo, por cada Senador propietario, se elegía a un suplente.  El periodo de ejercicio de los senadores era de cuatro años. La Cámara de Senadores se renovaba por mitad cada dos años. 

Posteriormente, en 1933 fue introducida una ampliación al periodo del encargo de los senadores, para quedar en seis años.

En 1986 se reformó la Constitución para establecer que la Cámara de Senadores se compondría de dos miembros por cada Estado y dos por el Distrito Federal, nombrados en elección directa. La Cámara se renovaría por mitad cada tres años. Se aplicó en la elección de 1988.

 
Posteriormente, en 1993 se daría otra reforma que consideró una nueva conformación del Senado de la República, éste se integraría con cuatro senadores de cada estado y el Distrito Federal, de los cuales tres serían electos según el principio de votación mayoritaria relativa y uno sería asignado a la primera minoría. Se aplicó en la elección de 1994. 

En 1996 con la reforma Constitucional se dio una nueva conformación a la Cámara de Senadores, misma que rige hasta nuestros días. Actualmente el Senado se integra por 128 senadores, de los cuales, en cada estado y en el Distrito Federal, dos son elegidos según el principio de votación mayoritaria relativa y uno es asignado a la primera minoría. Se aplicó en la elección del 2000.  

Los 32 senadores restantes son elegidos según el principio de representación proporcional, mediante el sistema de listas votadas en una sola circunscripción plurinominal nacional. Además, se conserva la disposición de renovar al Senado de la República en su totalidad cada seis años. 

En México, el Senado de la República, desde la Constitución de 1824, es un cuerpo legislativo con funciones y características propias que velan por la permanencia del pacto federal. El Senado de la República coloca en igualdad a los estados federados, independientemente de su extensión geográfica, población o importancia económica. 

lunes, 18 de noviembre de 2019

Narcotráfico...


HISTORIA MUNDIAL DEL NARCOTRAFICO.

El 11 de noviembre de 1990 entró en vigor la Convención de la ONU Sobre el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.

Este convenio internacional fijó las normas comunes de responsabilidad ante la amenaza que supone el narcotráfico y actualmente, constituye el documento base para que los países miembros puedan delinear la legislación internacional en la esfera de la lucha contra la difusión de las drogas.

En la actualidad, el consumo de drogas es un mal reconocido y socialmente condenado: muchos países sufren una verdadera epidemia de drogadicción. El mercado de la droga, que mueve millones de dólares al año, es una de las principales fuentes de ingresos para el crimen organizado. Sin embargo, no siempre ha sido así: tanto la drogadicción como la lucha contra el consumo de drogas han pasado por varias etapas antes de alcanzar su situación actual.

En Europa, el consumo de droga empezó a difundirse en el siglo XIX, al aparecer en Inglaterra a partir del opio traído de la India y en Francia del hachís procedente de sus colonias del norte de África.


En aquellos tiempos la droga no era vista como algo prohibido: la Compañía británica de las Indias Orientales vendía de manera activa en China el opio indio y los intentos de las autoridades chinas para poner fin a este comercio tan pernicioso desencadenaron las dos Guerras del Opio. El narcotráfico, de hecho, estaba controlado por el Estado británico y muchos representantes de la aristocracia inglesa, miembros de la realeza incluidos, amasaron fortunas fabulosas protegiendo a los traficantes.

Para China, las Guerras del Opio fueron una de las páginas más dramáticas de su historia. En este sentido, no es extraño, que la actual legislación antidroga de China sea una de las más severas del mundo.

En Europa, el opio era considerado un vicio menos peligroso que las bebidas alcohólicas y, a diferencia de éstas, no estaba sujeto a aranceles demasiado altos, lo que lo hacía asequible para la población. Se creía incluso que, en cantidades moderadas, no causaba daño alguno a la salud y ayudaba a la gente a soportar mejor los sinsabores de la vida cotidiana.

En la siguiente etapa de la evolución del consumo de droga apareció la morfina y la jeringuilla, que permitió inyectarse la droga directamente por vía intravenosa. Se creía que, a diferencia del opio, la morfina no causaba dependencia. No obstante, en breve esta opinión quedó refutada ante la adicción a la morfina que experimentaron los soldados que habían estado en hospitales y habían sido sometidos a intervenciones quirúrgicas en las que se usó la morfina como analgésico.

A finales del siglo XIX y principios del XX se empezó a consumir drogas tales como la cocaína (de venta en Estados Unidos desde 1885) y la heroína (de venta en Alemania desde 1898). La cocaína se usaba como una sustancia estimulante y energética, mientras la heroína fue presentada  por el fabricante, la empresa Bayer AG, como un analgésico y sedante.

En aquella época, la mayoría de los expertos tenía claro que el consumo de drogas generaba una fuerte dependencia: tanto psíquica -cuando las drogas eran usadas para conseguir una sensación de euforia y exaltación-, como física -conocida como el síndrome de abstinencia o mono-. Desde principios del siglo XX se intentó limitar el uso no médico de las drogas y el comercio legal de estas sustancias.

Paralelamente a este proceso fueron apareciendo nuevos tipos de drogas, esta vez, sintéticas: la mezcalina sintetizada, las anfetaminas y el LSD. Las anfetaminas se usaron ampliamente en las Fuerzas Armadas de los países participantes de la Segunda Guerra Mundial para estimular a los pilotos, a los efectivos de las tropas de misiones especiales, etcétera. Con esta finalidad, las anfetaminas se siguieron usando hasta los años 70 del siglo XX.

El consumo amplio de las anfetaminas ocasionó una verdadera epidemia de adicción y un crecimiento de los delitos relacionados con esta droga, tanto en la esfera de su distribución, como en la forma de atracos y asesinatos cometidos por los drogadictos necesitados de nuevas dosis.

En opinión de expertos, la posterior reducción de la producción de anfetaminas incrementó el consumo de heroína, que partir de los años 50-60 del siglo XX se transformó en Europa y en Asia en la “droga reina”. El centro de producción de la adormidera de opio y de la heroína subproducto del opio estaba en el llamado “Triángulo de oro”, una zona en las fronteras entre Birmania (Myanmar), Laos y Tailandia, fuera del control de cualquier gobierno.

El tráfico de drogas se convirtió en una industria ilegal en toda regla cuya red cubrió el mundo entero. La plantación de la adormidera del opio, la producción de la heroína, su transporte y su venta al consumidor estaban repartidas entre las agrupaciones criminales más poderosas, empezando por las riadas asiáticas y acabando por la mafia italiana.

Aparte de los capos del mundo criminal, estaban muy interesados en el narcotráfico los jefes de los servicios secretos, porque los ingresos de la venta de este producto ilegal les permitían financiar sus operaciones ilegales.

Con el dinero de la heroína, por ejemplo, se financiaron las entregas de armas estadounidenses a los mojaheddines afganos en la primera etapa de la guerra de la Unión Soviética en Afganistán desde 1979 hasta 1989.

Después de la retirada de las tropas rusas, Afganistán le arrebató al “Triángulo de oro” su primacía como la plantación del opio más grande del mundo: en la actualidad, del opio afgano se extrae el 90% de la heroína mundial.

Para entender por qué la adicción a las drogas se ha convertido a principios del siglo XXI en un desastre de envergadura global y el tráfico de drogas en un negocio extremadamente difícil de erradicar, habría que destacar dos factores principales.


El primero está relacionado con el proceso de la globalización: la revolución tecnológica del siglo XX, época de inaudito desarrollo de la red de comunicaciones, ha hecho que países y territorios lejanos se vuelvan fácilmente accesibles, reduciendo al mismo tiempo los costos del transporte. En combinación con el desarrollo de la tecnología química que permite la producción masiva de drogas, la mercancía es, a pesar de todo tipo de prohibiciones, bastante asequible.

El segundo factor radica en la naturaleza misma de la sociedad: el creciente estrés, el ambiente psicológico agresivo, las ganas de escapar del aburrimiento de la vida cotidiana son las causas comunes que incitan al consumo de drogas. Además, en todo grupo social se le añade un sinnúmero de motivos secundarios, desde las tradiciones existentes hasta el deseo de llamar la atención.

De hecho, el consumo de drogas es un indicador fiable del bienestar social y del estado de ánimo reinante en una sociedad: aumenta donde son escasas las perspectivas de una vida digna y faltan posibilidades laborales, educativas y recreativas.

Un ejemplo de tales áreas socialmente desprotegidas son muchas ciudades deprimidas de Rusia, donde el porcentaje de drogadictos, sobre todo entre los jóvenes, a veces supera todos los límites razonables. Allí la sociedad y, en especial, los familiares de la gente enganchada en los narcóticos están dispuestos a justificar las más drásticas medidas para combatir ese flagelo.

Actualmente, las drogas fuertes están prohibidas en todos los países, sin embargo, la legislación varía significativamente: en algunos países la posesión de una dosis de heroína se castiga con la horca, mientras que en otros sólo está penado el tráfico.

También varía la actitud hacia las drogas blandas, en primer lugar, la marihuana, especialmente en los países que han legalizado su consumo. El pionero de este proceso es Holanda, donde este estupefaciente se vende en cafeterías especiales. En su momento se pensó que si las drogas blandas pasaban a ser legales, dejarían de ser parte del crimen organizado, bajaría la popularidad de las drogas duras y reduciría el narcotráfico.

Sin embargo, no hay unanimidad acerca de los resultados de la experiencia holandesa. Por una parte, el consumo de drogas duras en el país parece haberse reducido en comparación con los países vecinos; por otra, se ha observado un aumento en el número de delitos cometidos bajo el efecto de las drogas.

Lo que sí parece tener todo el mundo claro es que el empleo exclusivo de las medidas coercitivas resulta insuficiente para un éxito duradero en la lucha contra la drogadicción y el narcotráfico.

Estos fenómenos pueden ser combatidos sólo en paralelo con el desarrollo económico y social del país, en la medida en que aparezcan perspectivas claras y practicables para la población. El problema es que en la actualidad garantizar tal desarrollo es todavía más difícil y costoso que luchar contra el narcotráfico.