viernes, 30 de junio de 2023

Para distinguir...

 

Femenino vs feminismo. 

Con motivo de las acaloradas protestas femeninas de la semana anterior en la ciudad de México, se volvió a poner en primera plana el tema que, en los recientes años, no ha dejado de aparecer. Los derechos de las mujeres, la igualdad de género, la equidad, etc. 

México desde tiempo atrás, ha sido un país, donde las mujeres toman las decisiones más importantes, en el hogar, recientemente, en algunas oficinas públicas o privadas, esto por la incapacidad de la mayoría de los hombres, actuales y de antaño, por la mala costumbre, de señalar que ellos trabajan y que las mujeres se encargan de los hijos y el hogar. Esto ha provocado, lo que estamos viviendo, un país atrasado, un país económicamente pobre, socialmente perdido, culturalmente desubicado. 

Pese a tener el control del hogar, de los hijos, en los recientes tiempos, han surgido movimientos feministas, aduciendo que quieren ocupar más espacios, sobretodo, en el ámbito político. Los gobiernos anteriores y el actual, han accedido a esas pretensiones, al grado de estar plasmado en ley, la obligatoriedad de otorgar espacios políticos, de elección por voto directo, a la mitad de hombres y mujeres, es decir, estamos en el centro de la igualdad. Sin embargo, las mujeres, con sus acciones, sus comentarios, están buscando romper esa paridad y rebasar el límite sano que cualquier equilibrio requiere. Lo correcto es que se los ganen, demostrando que lo merecen. 

Golpes, asesinatos, ocurren a diario en cualquier rincón del país, pero con las ideas feministas actuales, que golpeen o asesinen a un hombre, es normal, no importa, se lo merece, lo tiene bien ganado. Pero en cambio, cuando eso pasa con una mujer, se arma un escándalo mediático, es la víctima inocente, no lo merecía, no tenía por qué pasar, y exigen a las autoridades y al gobierno, justicia para la víctima y seguridad para las demás. ¿Dónde queda la equidad, la igualdad? 

Con eso, solo muestran que son egoístas, que solo se interesan ellas y los hombres, incluidos sus hijos, cuando tienen y que van a crecer, no importan. 

Así son las mujeres, todo quiere para ellas, beneficios, derechos, dinero y no se fijan en lo que los hombres también necesitan lo mismo o hasta más. La mujer tiene el arma más poderosa en sí misma, esa arma les puede abrir cualquier puerta que deseen, aunque lo hagan y después se retracten y acusen al hombre de haberlas acosado, obligado, violentado, esa arma su vagina. El mundo se mueve a través del sexo. Por el sexo, han caído imperios, países, gobiernos, políticos. Tengo que admitir, que el sexo, es la mayor debilidad del hombre. Sin embargo, hay países con mayor capacidad mental que viven mejor, que no son tan pobres, ni mucho menos, como estamos los mexicanos. 

Inteligente lector, ten la capacidad de discernir, que los golpes, accidentes y muertes, ocurren por la falta de previsión de, por lo menos, una de las partes y nada tiene que ver con el machismo o el feminismo, y mucho menos tiene que ver con un ataque frontal hacia las mujeres, porque también eso les sucede a muchos hombres. Pero eso a pocos, les preocupa. 

Esas son las definiciones de ambos términos, femenina es cualquier mujer, por el simple hecho de serlo, feminista, solo aquellas que persiguen esta doctrina y movimiento. No hay que confundirlos. 

Femenino: Que tiene órganos para ser fecundado. 

Feminismo: Doctrina y movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres. 

Retomando el tema, hemos escuchado y más de alguno, hasta lo ha repetido, que la vestimenta no tiene que ver con lo que les sucede a ciertas mujeres, que van desde piropos suaves, fuertes, hasta tocamientos, jaloneos y lo peor, la violación y muerte. Pero, detente a analizar amable lector, que eso por supuesto es un elemento principal, para que algo suceda, claro que tiene que ver con la hora, el lugar, el entorno, la compañía o ausencia de ella. Pero por supuesto, que la ropa tiene que ver en primera instancia, porque, un hombre lo primero que observa es la forma en que se viste una mujer, a partir de ahí se sacan las conclusiones del tipo de mujer que es. Existen muchas, muchísimas mujeres que jamás han sido molestadas por ningún hombre, esto tiene que ver con su vestir. No puede una mujer vestirse con minifalda o mini short, andar en altas horas de la noche sola o hasta acompañada, en un lugar inseguro, alcoholizada o drogada, sin que haya altas probabilidades de ser víctima de algún hecho leve o grave. 

Claro que se pueden vestir como deseen, pero, tienen que observar otros detalles del entorno, porque no se puede andar por todos lados vestido igual. Incluso a los hombres nos pasa. 

Hasta el momento, no he visto ni sabido de algún empleo o lugar que prefieran a un hombre sobre una mujer, todo tiene que ver con la preparación, capacidad y experiencia, pero las mujeres y su movimiento feminista, no quieren recorrer los caminos necesarios, quieren llegar directo y sin escalas, esto encierra, en realidad ese movimiento, porque siempre se han sentido superiores a los hombres y esto no es la excepción. Si de verdad quieren las mujeres respeto, que empiecen por respetar a los hombres. Porque ni todas las mujeres son buenas, ni todos los hombres son iguales, ni malos, hay que evitar las falsas etiquetas y respetarnos mutuamente. ¿No lo crees?     

jueves, 29 de junio de 2023

Para conocer más...

 

El dinero. 

Es un medio de intercambio. 

Es todo activo o bien que se acepta como pago o cobro por bienes y servicios. 

Es todo aquel activo o bien que generalmente se acepta como medio de cobro y pago para realizar transacciones. El dinero es generalmente aceptado por la sociedad, por lo que facilita las transacciones. Al expresar el valo0r de las mercancías el dinero facilita la relación entre todas y cada una de ellas en cualquier lugar y en cualquier momento del tiempo. El dinero contribuye a que el sistema capitalista funcione y se expanda. 

Características como medio de pago. 

Para que el dinero cumpla con la función de medio de cambio debe ser: 

·       Durable. Debe ser capaz de circular en la economía en un estado aceptable por un tiempo razonable.

·       Transportable. Los tenedores deben poder transportar con facilidad dinero con un valor sustancial.

·       Divisible. El dinero debe poder subdividirse en pequeñas partes con facilidad sin que pierda su valor, para que su valor pueda aproximarse al de cualquier mercancía.

·       Homogéneo. Cualquier unidad del dinero debe tener un valor exactamente igual al de las demás.

·       De emisión controlada. Para que mantenga su valor y que no detenga la economías porque la oferta de dinero es insuficiente. Esto implica que es necesario evitar su falsificación.

·       En general, el dinero es un conjunto de activos de una economía que las personas regularmente están dispuestas a usar como medio de pago para comprar y vender bienes y servicios.

·       A lo largo de la historia se han utilizado diferentes objetos como dinero. Las piezas de metal como el oro y la plata fueron usadas ampliamente porque se conservan bien y es fácil transportarlos. El oro y la plata tienen además un valor intrínseco, ya que pueden ser usados para joyería. Actualmente, es mucho más frecuente que no tenga valor intrínseco, como los billetes. Al dinero sin valor intrínseco se le conoce como dinero fiduciario. La gente acepta el dinero porque confía en que lo podrá usar en otras transacciones. 

El dinero cumple tres funciones en una economía: 

·       Medio de cambio. Ya que ces generalmente aceptado por la sociedad para saldar la compra y venta de bienes y servicios.

·       Unidad de cuenta. Porque permite fijar precios y documentar deudas.

·       Depósito de valor. Ya que permite transferir la capacidad para comprar viernes y servicios a lo largo del tiempo. 

Por supuesto que a todos nos gusta el dinero, tener dinero, gastarlo, aunque a pocos les agrada ganarlo honestamente. La mayoría lo quiere tener y obtener de manera ilegal, fraudulenta, afectando a los demás y esos generalmente son los más jodidos mental y económicamente, esos mediocres que abundan en el mundo y sobretodo en nuestro país. Esos que la religión y los políticos, han señalado como la clase buena, decente y con valores. Pero que la realidad, muestra y demuestra lo contrario. 

Los ricos y poderosos, saben lo que cuesta obtener el dinero y por lo mismo, se moderan en gastarlo, lo invierten para seguir ganando más, pero no lo malgastan o despilfarran, eso lo hacen aquellos que lo obtienen con facilidad, como los deportistas, faranduleros o aquellos beneficiados con una herencia familiar, pero los que iniciaron desde abajo y fueron escalando posiciones en la escala de la sociedad, no lo hacen. Saben utilizarlo para lo necesario. 

En cambio los pobres que siempre han tenido carencias, se imaginan que tener dinero es tirarlo en basura y vicios y/o adicciones, malgastarlo aquí y allá, y lo podemos ver con los vecinos, amistades y compañeros de trabajo, cada vez que reciben su pago, sea semanal, quincenal o mensual, se emborrachan, lo despilfarran, hacen fiestas gastando más de lo que obtienen y la mayoría, viven endeudados con mucha gente e instituciones bancarias o comerciales, medio viven al día y se tienen que andar escondiendo de mucha gente, porque les deben y pocos y pocas veces pagan. Es un círculo vicioso que cada día los va hundiendo más, porque, recientemente, han crecido las cooperativas, casas de préstamo y demás, que ya sea individual o por medio de un reducido grupo, les otorgan préstamos sin aval ni documentación respectiva, aunque después andan sufriendo porque no tienen para pagar y esas puertas se les van cerrando. Empiezan con los vecinos cercanos, comienzan a pedirles prestado, fiado si tienen algún negocio, compañeros de trabajo, y así van extendiendo sus tentáculos de mediocridad, quedando mal con la mayoría. No tienen, capacidad de mirar con quien si y con quien no, deben quedar mal. Agarran parejo. Además de mediocres, son estúpidos. 

Esto lo hacen tanto hombres como mujeres, con la ligera ventaja de ellas, que tienen algo, con lo que pueden ir pagando sus deudas contraídas, incluso muchas, hasta saben sacarle provecho a ese tesoro escondido que enloquece tanto a los hombres, aunque muchas veces no valga lo que se espera. La prostitución ha ingresado a los hogares, disfrazada de intercambio de favores, el hombre apoya con dinero y la mujer, entrega sus favores sexuales, es una relación en la que ambos ganas, disfrutan y ninguno pierde, porque no hay sentimientos inmersos, no hay exclusividades, celos ni propiedades, tanto uno como la otra, pueden tener intercambios con más de uno. Es lo de hoy, el famoso pago por evento, donde si te vi y te tuve ni me acuerdo. Donde no hay mensajes a diario, única y exclusivamente, uno o varios días antes del encuentro personal e íntimo se fija el día, la hora y lugar para ello. Así vivimos en la actualidad.

Los empleados, en cualquier trabajo, están esperando el menor descuido del dueño o encargado para tomar algo que no les pertenece, esa es la realidad de nuestros tiempos. Solo el hipócrita, queda bien, o jodido niega que le gusta el dinero, pero la realidad es que todos lo necesitamos, lo queremos, pero la diferencia radica en la manera en que se desea obtenerlo. O acaso, amable lector, ¿Lo dudas?   

miércoles, 28 de junio de 2023

Vida real...

 

LA HISTORIA DE ANA MARÍA. 

Hoy, quiero aprovechar el espacio para hablar de una mujer madura, que en su juventud fue hermosa y agradable, de tez blanca, cabello ondulado, castaño, figura esbelta, y rasgos finos. 

Ella es Ana María, nació en un poblado cercano a esta cabecera municipal, es la quinta de una familia extensa de once hermanos, su madre, una mujer de campo, pero buena pal petate (Xóchitl Gálvez dixit), jamás retuvo a un solo hombre a su lado por un buen tiempo, y por consiguiente, jamás se casó, es una mujer nada envidiosa, todos los hijos tienen a su propio padre, aunque solo algunos fueron reconocidos. 

Ana María fue creciendo observando esos ejemplos que le daba su madre, fue a la escuela, pero con trabajos terminó la primaria, ella relata que siendo una niña, uno de esos tantos padrastros que conoció, algunos de una sola ocasión, trató de abusarla, afortunadamente sin lograrlo, porque a sus gritos acudió un tío que vivía al lado de su casa y la rescató, sin embargo, quedó marcada por el suceso.    

Conforme creció fue grabando en su mente lo que su madre hacía repetidamente, al grado de que siendo una adolescente, le preguntó: ¿Por qué era de esa manera su vida? Recibiendo como respuesta que los hombres no razonan cuando una mujer, sin importar como sea su físico, se fija en ellos, les gana la calentura sexual y son presa fácil de dominación. 

Con esta idea, fue creciendo, a los 17 años conoció a un joven más o menos de su edad, trabajaba en una empresa refresquera, y dos veces por semana se aparecía por el pueblo para surtir a las pequeñas tiendas, casas y cantinas del lugar, se fueron tratando, se hicieron novios, al poco tiempo se casaron. Él era de otro Estado, lugar a donde se la llevó, procrearon un hijo, pero cuando este niño contaba con 5 años de edad, su papá, por el riesgo que su trabajo representaba, sufrió un accidente carretero y falleció. La empresa que lo tenía asegurado, le pagó los gastos del funeral, además, caso sui generis, hasta la fecha le sigue pasando a la viuda una pensión mensual. 

Como vivían con su suegra, ésta realmente la apreciaba y le permitió siguiera viviendo con ella, pero al año de fallecido su esposo, dio a luz a una niña, la suegra, que de verdad la quería, le permitió que la registrara como hija legitima de su extinto marido, hasta ese grado, le demostró su cariño. Sin embargo, siguió con su vida disipada, hasta el grado de que las cuñadas, la corrieron de la casa, porque era tanto el cinismo que los “novios” la iban a buscar hasta las puertas de su hogar, sin importarles quien los recibiera. 

Ana María con sus dos hijos, se regresó a su pueblo, tenía su pensión mensual para sobrevivir (jamás se la quitaron) y además comenzó a realizar tandas, rifas y actividades que no representaban mayor esfuerzo, para ayudarse económicamente, sin embargo, ningún dinero le alcanzaba, porque a los pocos años resultó nuevamente embarazada, desde que se enteró decía que no quería al producto, y como en esos tiempos el aborto era un pecado (había más ignorancia en el país), no lo provocó, pero al dar a luz, una persona cercana a ella, le pidió regalada a la niña, y sin más accedió, llevándosela a otro estado, sin decirle donde. Salió del hospital, siguió su vida de desenfreno sexual, meses después, resultó nuevamente embarazada, pero como sus familiares se molestaron demasiado con ella por haber regalado al producto anterior, no tuvo más remedio que quedarse con ella (sí, fue otra vez niña, con esta, ya iban 4 alumbramientos). 

A los 11 años de haber fallecido su marido, dio a luz un par de gemelos (niño y niña), lo cual no tiene nada de raro, viviendo como lo hacía, lo que sí es extraño, es que los registró como hijos del difunto. (Recordarás amable lector, que comenté que se casaron en otra Entidad federativa), pero aun así, debería regularse jurídicamente esto, porque no creo que sea el único caso, en el que haya hijos legítimos de padre o madre fallecido muchos años antes de su nacimiento y/o procreación y por el hecho de aportar el acta de matrimonio, el Registro Civil, institución de buena fe, así lo acredite. 

En fin, esa sería una excelente iniciativa de reforma para los legisladores. Retomando la historia que me ocupa, Ana María, en la actualidad es una mujer madura de 55 años, sigue provocando bajas pasiones en los hombres y cada vez son menores que ella, platicando hace unos días de su manera de ser, comentó lo que su madre alguna vez, siendo una adolescente, le dijo, “a los hombres, los hago como yo quiero y por el tiempo que quiero, cuando me cansa alguno y ya tengo otro candidato, para que se alejen de mí, les bajo la autoestima hasta el suelo y se van”. Aunque comenta que más de uno, le han dado sus buenos moquetes y es razonable. 

Al preguntarle cual es la causa, razón, motivo o circunstancia de su forma tan peculiar de ser, indica que no es por lo que vivió con su madre, sino que la muerte de su marido, el único hombre al que amó, fue la que la marcó. Y por eso se ha dedicado a buscar en tantos hombres al símil de su extinto esposo. Sinceramente, no le creo, porque platicando con su hija, la menor (19 años), me citó que su madre siempre les ha dicho que jamás ha amado a nadie, y cuando le mencionan a su marido, les ha dicho que tampoco, que si no se hubiera muerto, lo habría dejado.    

Esta historia es real, y no es la única que es así, éstas se dan por las consecuencias de una vida en una familia disfuncional, de esas que hay tantas en el país. Y como dicen estas mujeres, mientras haya hombres que piensen con los genitales y no con la cabeza, seguirán existiendo; mujeres que no se tientan el corazón para destruir vidas y muchos hogares, con la finalidad de que sean tratadas como reinas a cambio de caricias y palabras falsas. 

martes, 27 de junio de 2023

Para saber más...

 

Consejos para el amor. 

Las relaciones humanas resultan tan difíciles, la mayor parte del tiempo, en nuestra vida, por eso aprovecho el espacio para compartir algunos consejos que he escuchado, conocido y aplicado en los recientes años, espero te sean de utilidad, recuerda que la vida es corta y debemos vivirla con intensidad, pasión y mucho amor.

La mujer por naturaleza es impredecible, principalmente en sus sentimientos hacia el hombre, es tan difícil entenderla, comprenderla, conocerla, por lo que el tema que analizo, nos provoca innumerables dolores de cabeza a los ingenuos hombres. 

Desde que despertamos al placer de la carne, cuando nos empiezan a gustar las niñas, nuestra vida se complica, pero es un mal necesario que no podemos rehuir. Esto empieza dependiendo del temperamento de cada quien, algunos en la primaria, otros en la secundaria, preparatoria, incluso en la universidad, traducido a la gente común, comienza desde los diez años y dura hasta que se pueda dejar de tocar a una mujer. 

Obviamente, en edades pequeñas, la situación es distinta, pero para cualquiera, resulta traumante y dolorosa, aunque al paso de los años, recordemos esas anécdotas y pensemos lo tonto que nos portamos, pero es la experiencia que vamos adquiriendo con el tiempo. Así es amable lector, al inicio de nuestra vida amorosa, todo es inocente, con tocarle la mano a la niña que nos gusta, nos sentimos grandes, fuertes, no se diga cuando logramos robarle o que nos robe un beso de piquito, es algo hermoso y difícil de olvidar. Pero, ahí es donde comenzamos a sufrir, porque no queremos que ningún niño o joven se le acerque a nuestra dulcinea. Llegando incluso a los golpes, sin preguntarnos cual es la intención de ese acercamiento, es la etapa de la total inmadurez. Como en nuestra época se acostumbraba recibir una determinada cantidad de dinero en efectivo los domingos, que así la conocíamos, el domingo, con eso, le comprábamos cualquier detalle a nuestra enamorada. Con el paso del tiempo, esas acciones inocentes, fueron adquiriendo otras más intensas, nos fuimos dando cuenta que al besarla por un rato prolongado, nuestro cuerpo se estremecía, logrando erupciones en nuestro cuerpo, sobretodo en salva sea la parte, lo que muchas veces, solo propiciaba la aparición de pequeños granos en la cara y cuello, porque la intensidad se quedaba dentro de nuestro cuerpo, primeramente, porque no sabíamos como sacarla, y otras porque nuestra amada, no permitía ser tocada más allá de besos y caricias en lugares públicos. Ya no se diga cuando si lo hacía, era lo máximo que podíamos experimentar. Sin embargo, la inexperiencia para ello y el momento de placer sin reflexión, provoca embarazos inesperados y se afecta a uno o ambos para el resto de su vida. 

Así va transcurriendo el tiempo y las distintas etapas del enamoramiento, donde al ir conociendo más mujeres (y hombres, porque aplica para ambos), resulta más complicado tener relaciones completas y satisfactorias y los intereses, principalmente de las mujeres van cambiando, no son como en las épocas juveniles-estudiantiles, ahí ya necesitan otros tipos de estímulos, que van desde lo placentero hasta lo económico, muchas ya han fracasado y tienen hijos que requieren ser alimentados, por lo que más difícil se ponen, además de exigentes. 

Como dije antes, con el paso de los años, las mujeres van adquiriendo la astucia que las distingue, con la que, generalmente, dominan a los ingenuos hombres, porque el hombre no cambia, sigue siendo como un niño y es en el aspecto amoroso, donde más se nota, porque nos manejan a su antojo. 

Hace falta que alguien nos enseñe que en el aspecto amoroso-sexual se debe mostrar seguridad, firmeza y decisión, esto desarma a cualquier mujer, por experimentada que ésta sea, porque es algo que no encuentran en la mayoría de los hombres. Si nos gusta una mujer, debemos atacar frontalmente, no ceder en nuestro intento por conquistarla, pero lo que mejores resultados trae, aparte de los detalles sencillos, no debemos exagerar regalando cosas valiosas, porque así es peor la situación y se mal acostumbran. Se debe enamorar a la antigua, acordándose de ella de vez en cuando, pero siempre sin exagerar, sin hostigarla, porque es contraproducente, porque por un lado jamás te harán caso y por el otro, cada vez exigirán más y más regalos, beneficios y dinero, dando poco de ellas. Así que, como dice la filosofía popular, a la mujer, ni todo el amor, ni todo el dinero. Pero la mayoría hace lo contrario y las consecuencias están a la vista, un país pobre donde mandan y deciden las mujeres en la mayoría de los hogares. 

Retomando el tema que nos ocupa, si deseas tener a una mujer, sea por un tiempo o para el resto de tu vida, debes agarrar valor y no dejarla hasta que te diga si o no, pero para que sea una respuesta afirmativa, sobretodo si quieres algo en serio con ella, debes aprovechar cualquier espacio con ella, principalmente a solas, acercarte a ella, hablarle al oído, susurrarle palabras subidas de tono que las enciende, si se puede, besarla apasionadamente, al mismo tiempo, acariciarla en sus partes erógenas (sensibles al placer sexual) y te aseguro, que haciendo esto, cualquier mujer cae, obviamente debe ser en un lugar íntimo, porque en la calle, por las reglas morales y los convencionalismos sociales, no se puede hacer eso. 

Como en todo, hay algunas mujeres que directamente, ponen sus condiciones económicas en la mesa de negociación y eso es bueno, porque te evitas malos entendidos y si decides andar con ese tipo de  mujeres interesadas, ya estás advertido y no tienes que echar culpas a otros por tu mala decisión. Por otro lado, también así hay hombres, que conocen a determinada mujer y le ponen en la mesa hasta qué punto pueden apoyarla con dinero u obsequios, hay algunas que se hacen las ofendidas, aunque después se arrepienten, porque terminan con un pobretón incluso vicioso, pero las jovencitas menores de 25 años están correspondiendo a los llamados sugar daddy, ellas se conocen como sugar baby, es muy frecuente y común en la actualidad, cada quien hace su vida normal y solo se juntan para saciar su apetito sexual, principalmente el del hombre, porque ellas solo lo hacen por interés económico, pero ambos están conscientes de eso y nadie cela, ni cuida al otro, simple y sencillamente se disfrutan a su manera. El problema es para los hombres sin dinero que no pueden tener una amiga de repuesto, que les proporcione lo que en su hogar ya no encuentran.        

Así que inteligente lector, la clave es el valor, la firmeza en la decisión, sea para cualquiera de las circunstancias antes citadas, ambas son válidas y con eso se evitan tantos sinsabores, pero sobre todo, se les quita el empoderamiento que tienen las mujeres sobre los hombres, porque como decían nuestros abuelos, jalan más un par de buenas nal… que una yunta de bueyes. ¡Ánimo!

lunes, 26 de junio de 2023

¡Así es!

 

¡¡¡Cuidado con los mediocres!!! 

En esta ocasión quiero darles unos consejos para identificar, reconocer o descubrir a los mediocres, desafortunadamente para nosotros, como para el crecimiento de nuestro país, abundan en todos los rincones de México. Éstas son algunas de sus características. 

Están acostumbrados a pedirle a todo mundo, se hacen los jodidos, los pobres, los indefensos, son la parte de la sociedad que nadie quiere y ellos necesitan dinero y cosas para vivir. Son los que están acostumbrados a vivir del presupuesto gubernamental y poco o nada aportan para obtener ese beneficio. Son como se les conoce coloquialmente, unos pedinches. Y así transcurre la mayor parte de su vida, pidiendo y estirando la mano. Seguro que conoces a más de uno así, estimado lector. 

Son aquellos que no se comprometen en ninguna tarea o actividad, unicamente se involucran porque así les conviene, si tienen empleo, hacen apenas lo necesario, y muchas ocasiones si siquiera eso, son los clásicos que siempre dicen el patrón, el jefe, o el gobierno hacen como que me pagan, yo hago como que trabajo. Son los que cambian de camiseta a la primera oportunidad, sobretodo esto lo observamos más claramente en cuestiones de partidos políticos, se van con el que ostenta el “hueso” en ese momento, olvidándose de quien les ofreció trabajo. Fácil de identificarlos también. 

Un mediocre, es aquel que busca culpables para esconder su culpabilidad, si choca, el otro tuvo la culpa, aunque haya ido a más de 100 km/h, aunque no haya respetado el semáforo, al peatón, el 1X1, etc., si algo sale mal en su trabajo, empleo o comisión, otro tuvo la culpa, y así sucesivamente, en lo que haga, otros tienen la culpa de su proceder, de su actuar, de su acción o inacción, el mediocre siempre quiere justificar su pobreza mental, social, económica, su mala fortuna, en fin, todo lo que le sale mal, es culpa de otros. Su inferioridad es notoria y manifiesta. !Aléjate de ellos¡ 

Asimismo, alcanzan el otro extremo, son víctimas de todo y de todos, de todo lo que ocurre mal, se les culpa a ellos, ellos son casi, casi unos santos que nadie entiende, que nadie comprende, que los victimizan de todo, sobretodo, dicen ellos, porque son pobres, aquí le quito lo de honrados, porque ya es muy difícil en la actualidad encontrar a un pobre honrado, pero esa es su frase para causar lástima a la gente, sobretodo a los ricos, que por cierto todos los mediocres odian, porque tienen dinero y ellos lo quisieran tener, pero sin el menor esfuerzo, quieren ganar la lotería sin comprar el billete, sueñan con ser herederos de un familiar millonario que no tienen, dan risa estos personajes. 

La característica más asquerosa que tienen los mediocres es la envidia, envidian al vecino, al jefe, al familiar, al que va pasando, solo porque tiene mejor presencia física, ropa de calidad, auto, una pareja, novia o esposa hermosa, un empleo bien remunerado, una profesión, una empresa micro, pequeña, mediana o grande, porque es feliz, todo les molesta de los demás. Es el típico que ve un auto estacionado, saca un clavo y lo empieza a rayar, le poncha una llanta, grafitea la fachada de las casas, destruye calles, parques, jardines, cualquier cosa que esté a su paso. 

Aquí viene a mi mente una fábula que me contó mi abuelo, él me decía que en una noche oscura, en un pantano, andaba una luciérnaga brillando y muy feliz, cuando de pronto la atrapa un sapo y la empieza a pisar para matarla, ella alcanza a preguntarle al sapo, ¿porque me matas? Él le responde, porque brillas, solo por eso. Mi abuelo que era un gran hombre, siempre me alertó, cuídate de los mediocres, porque son como el sapo, les molesta tu brillo, no quieren estar como tu, al contrario, quieren que tu termines como ellos. 

Finalmente, la característica principal para conocer a un mediocre, es aquella que ha convertido a Dios en un mago, traen la palabra dios pegada a la lengua y en todo lo que hacen la pronuncian. Si son cosas buenas, gracias a Dios, caso contrario, ya estaba de Dios, o es un designio de Dios; si alguien sale le sueltan la frase que Dios te acompañe, cuando sabemos que Dios está muy ocupado en otras cosas como para andar acompañándonos a todos, cuidándonos a todos, hasta bendicen sus autos y casas nuevas, ahora hasta Dios es cuidador de muebles e inmuebles. Es respetable la religión o ideas que cada quien profese, pero también es cierto que es grotesco, decir y peor, escuchar cada cuatro o cinco frases, la palabra Dios. Además de ser mediocre, denota que quien así lo hace es una persona poco confiable porque quiere encomendar a Dios sus errores, sus fallas, sus faltas, en lugar de actuar lo más cercano posible a lo correcto, quieren convencer a los demás que son muy caritativos, bondadosos por mencionar tanto a Dios en sus pláticas. Cuando, para los que sabemos, es todo lo contrario, y aun para los que no lo saben, resulta exagerado y digno de burla, escuchar a alguien que se siente iluminado pronunciando tanto la palabra Dios. 

Éstas son las principales características que identifican a los mediocres, estoy seguro, amable lector que más de una te resulta conocida, ya sea porque la has visto reflejada en alguna persona conocida tuya, o quizás peor, porque tu lo dices o haces, de manera frecuente. Así que tienes el trabajo de eliminarla poco a poco de tu vida diaria, porque eso te  puede convertir en eso y quizás no lo seas, solo que lo repites porque te agrada o porque piensas que es algo bueno, pero que en la realidad no lo es.              

domingo, 25 de junio de 2023

Ser perfecto es peligrroso.

Ser perfecto es peligroso…

Lic. Alfredo Castañeda Flores       Analista

Siempre es peligroso mostrarse superior a los demás, pero lo más peligroso de todo es parecer libre de toda falla o debilidad. La envidia genera enemigos silenciosos. Lo inteligente es poner de manifiesto, de vez en cuando, tus defectos y admitir vicios inofensivos, a fin de desviar la envidia y parecer más humano y accesible. Sólo los dioses y los muertos pueden parecer perfectos, impunemente.

La envidia es una hierba que no debe ser regada, la envidia tiene mucho poder en un entorno democrático. La gente que es superior a la mayoría evita toda apariencia de grandeza. Esto no significa que la grandeza debe sofocarse o que sólo debe sobrevivir lo mediocre, sino que es necesario recurrir a un hábil juego de apariencias. La insidiosa envidia de las masas puede desviarse con facilidad: muéstrate como uno de ellos, tanto en estilo como en valores. Establece alianzas con quienes son tus inferiores y elévalos a posiciones de poder para asegurarte de que te apoyan en momentos de necesidad. Nunca hagas ostentación de tus bienes, y disimula el grado en que ellos te han comprado influencia. Demuestra tu respeto por los demás, como si estos fueran más poderosos que tú.

Nunca seas tan tonto como para creer que despiertas admiración mediante la ostentación de las cualidades que te destacan por encima de los demás. Al hacer tomar conciencia a los otros de la posición inferior que ocupan, sólo generas “admiración desdichada”, o sea, envidia, que corroerá a los demás hasta que terminen socavando tu éxito y posición de formas por entero imprevisibles. Sólo el necio desafía a los dioses de la envidia haciendo ostentación de sus triunfos. El maestro del poder entiende que la apariencia de superioridad sobre los otros no tiene importancia alguna; lo que importa es la superioridad real.

De todos los trastornos del alma, la envidia es el único que nadie admite tener.

Una de las cosas que más difíciles resultan al ser humano es manejar sus sentimientos de inferioridad. Al enfrentarnos con una capacidad, un talento o un poder superior, a menudo nos sentimos perturbados e incómodos; esto se debe a que tenemos una conciencia exagerada de nosotros mismos, y cuando nos encontramos con quienes nos superan, nos percatamos de los aspectos en que somos mediocres o al menos no tan brillantes como creíamos. Esta perturbación de nuestra imagen personal no puede tolerarse mucho tiempo sin que despierten emociones negativas. Primero sentimos envidia: si tuviésemos las cualidades o la habilidad de la persona superior a nosotros seríamos felices. Pero la envidia no nos brinda consuelo ni nos acerca a la persona a la que envidiamos. Tampoco podemos admitir que sentimos envidia, porque es un sentimiento que la sociedad condena: mostrar envidia significa admitir que nos sentimos inferiores. Ante amigos cercanos podremos llegar a confesar nuestros deseos secretos y no realizados, pero nunca admitiremos sentir envidia. De modo que es un sentimiento clandestino.

Lo disimulamos de muchas formas, por ejemplo, encontramos motivos para criticar a la persona a la que envidiamos: decimos que podrá ser más inteligente que nosotros, pero no tiene valores morales o conciencia, o podrá tener más poder, pero ello se debe a que engaña y hace trampas. Si no la desprestigiamos, quizá la elogiemos en exceso, lo cual no es más que otra forma de disimular la envidia.

Hay diversas estrategias para manejar la insidiosa y destructiva envidia. Primero, acepta el hecho de que siempre habrá individuos que, de algún modo, serán superiores a ti, y acepta también que podrás llegar a envidiarlos. Pero utiliza ese sentimiento como fuerza impulsora para tratar de igualar o superar a esas personas algún día. Si dejas que la envidia se vuelva hacia adentro, te envenenará el alma. Expúlsala y podrás elevarte más alto.

En segundo lugar, comprende que, a medida que vayas ganando mayor poder, quienes están debajo de ti, te tendrán envidia. No lo demostrarán, pero es inevitable. No aceptes ingenuamente la fachada que te muestran: aprende a leer entre líneas las críticas, los pequeños comentarios sarcásticos, las virtuales puñaladas por la espalda, el elogio excesivo, la mirada de resentimiento, los críticos feroces, los que te difaman en público. Los grandes problemas de la envidia aparecen cuando no la reconocemos hasta que ya es demasiado tarde.

Por último, deberás saber que, cuando los demás te envidian, trabajarán de modos insidiosos contra ti.

Pondrán en tu camino obstáculos que no preverás o cuya fuente no podrás descubrir. Es difícil defenderse de ese tipo de ataque. Para cuando te des cuenta de que es envidia lo que subyace en los sentimientos negativos de una persona, a menudo es demasiado tarde: las disculpas, la falsa humildad, las acciones defensivas no harán más que acrecentar el problema. Ya que es mucho más fácil evitar la envidia antes de que aparezca, que deshacerse de ella una vez que se ha desarrollado, deberás planificar con cuidado para evitar que ese sentimiento crezca. A menudo son las propias acciones las que generan envidia, la propia inconsciencia. Al identificar las acciones o cualidades que generan envidia, podrás cortarla por lo sano antes de que contaminen toda tu vida.

El dinero es algo que puede conseguirse; el poder también. Pero una inteligencia superior, un físico agraciado y un encanto personal son cualidades imposibles de adquirir. Quienes son perfectos por naturaleza deben trabajar al máximo para disimular su brillo y revelar, de vez en cuando, uno o dos defectos, a fin de neutralizar la envidia antes de que eche raíces. Es un error común e ingenuo pensar que seduces a la gente con tus talentos naturales, en realidad, terminarán odiándote por ellos.

Un gran riesgo en el ámbito del poder es la repentina mejora de la suerte personal: un ascenso inesperado, un triunfo o un éxito que pareciera venir del cielo. Esto sin duda generará envidia entre quienes antes eran tus pares.

Vivimos en un mundo de hipocresías y envidias, así que tenemos que adaptarnos a eso, no queda más remedio que hacerlo, aunque seamos superiores y/o perfectos.

sábado, 24 de junio de 2023

El dinero. Publicación.

ROTATIVO DIGITAL

El dinero…

Lic. Alfredo Castañeda Flores      ANALISTA

Es un medio de intercambio. Es todo activo o bien que se acepta como pago o cobro por bienes y servicios. Es todo aquel activo o bien que generalmente se acepta como medio de cobro y pago para realizar transacciones. El dinero es generalmente aceptado por la sociedad, por lo que facilita las transacciones. Al expresar el valor de las mercancías, el dinero facilita la relación entre todas y cada una de ellas en cualquier lugar y en cualquier momento del tiempo. El dinero contribuye a que el sistema capitalista funcione y se expanda.

Características como medio de pago.

Para que el dinero cumpla con la función de medio de cambio debe ser:

  • Debe ser capaz de circular en la economía en un estado aceptable por un tiempo razonable.
  • Los tenedores deben poder transportar con facilidad dinero con un valor sustancial.
  • El dinero debe poder subdividirse en pequeñas partes con facilidad sin que pierda su valor, para que su valor pueda aproximarse al de cualquier mercancía.
  • Homogéneo. Cualquier unidad del dinero debe tener un valor exactamente igual al de las demás.
  • De emisión controlada. Para que mantenga su valor y que no detenga la economías porque la oferta de dinero es insuficiente. Esto implica que es necesario evitar su falsificación.
  • En general, el dinero es un conjunto de activos de una economía que las personas regularmente están dispuestas a usar como medio de pago para comprar y vender bienes y servicios.
  • A lo largo de la historia se han utilizado diferentes objetos como dinero. Las piezas de metal como el oro y la plata fueron usadas ampliamente porque se conservan bien y es fácil transportarlos. El oro y la plata tienen además un valor intrínseco, ya que pueden ser usados para joyería. Actualmente, es mucho más frecuente que no tenga valor intrínseco, como los billetes. Al dinero sin valor intrínseco se le conoce como dinero fiduciario. La gente acepta el dinero porque confía en que lo podrá usar en otras transacciones.

El dinero cumple tres funciones en una economía:

  • Medio de cambio. Ya que ces generalmente aceptado por la sociedad para saldar la compra y venta de bienes y servicios.
  • Unidad de cuenta. Porque permite fijar precios y documentar deudas.
  • Depósito de valor. Ya que permite transferir la capacidad para comprar viernes y servicios a lo largo del tiempo.

Por supuesto que a todos nos gusta el dinero, tener dinero, gastarlo, aunque a pocos les agrada ganarlo honestamente. La mayoría lo quiere tener y obtener de manera ilegal, fraudulenta, afectando a los demás y esos generalmente son los más jodidos mental y económicamente, esos mediocres que abundan en el mundo y sobretodo en nuestro país. Esos que la religión y los políticos, han señalado como la clase buena, decente y con valores. Pero que la realidad, muestra y demuestra lo contrario.

Los ricos y poderosos saben lo que cuesta obtener el dinero y, por lo mismo, se moderan en gastarlo, lo invierten para seguir ganando más, pero no lo malgastan o despilfarran, eso lo hacen aquellos que lo obtienen con facilidad, como los deportistas, faranduleros o aquellos beneficiados con una herencia familiar, pero los que iniciaron desde abajo y fueron escalando posiciones en la escala de la sociedad, no lo hacen. Saben utilizarlo para lo necesario.

En cambio los pobres que siempre han tenido carencias, se imaginan que tener dinero es tirarlo en basura y vicios y/o adicciones, malgastarlo aquí y allá, y lo podemos ver con los vecinos, amistades y compañeros de trabajo, cada vez que reciben su pago, sea semanal, quincenal o mensual, se emborrachan, lo despilfarran, hacen fiestas gastando más de lo que obtienen y la mayoría, viven endeudados con mucha gente e instituciones bancarias o comerciales, medio viven al día y se tienen que andar escondiendo de mucha gente, porque les deben y pocos y pocas veces pagan.

Es un círculo vicioso que cada día los va hundiendo más, porque, recientemente, han crecido las cooperativas, casas de préstamo y demás, que ya sea individual o por medio de un reducido grupo, les otorgan préstamos sin aval ni documentación respectiva, aunque después andan sufriendo porque no tienen para pagar y esas puertas se les van cerrando. Empiezan con los vecinos cercanos, comienzan a pedirles prestado, fiado si tienen algún negocio, compañeros de trabajo, y así van extendiendo sus tentáculos de mediocridad, quedando mal con la mayoría. No tienen, capacidad de mirar con quien si y con quien no, deben quedar mal. Agarran parejo. Además de mediocres son estúpidos.

Esto lo hacen tanto hombres como mujeres, con la ligera ventaja de ellas, que tienen algo, con lo que pueden ir pagando sus deudas contraídas, incluso muchas, hasta saben sacarle provecho a ese tesoro escondido que enloquece tanto a los hombres, aunque muchas veces no valga lo que se espera. La prostitución ha ingresado a los hogares, disfrazada de intercambio de favores, el hombre apoya con dinero y la mujer, entrega sus favores sexuales, es una relación en la que ambos ganas, disfrutan y ninguno pierde, porque no hay sentimientos inmersos, no hay exclusividades, celos ni propiedades, tanto uno como la otra, pueden tener intercambios con más de uno. Es lo de hoy, el famoso pago por evento, donde si te vi y te tuve ni me acuerdo. Donde no hay mensajes a diario, única y exclusivamente, uno o varios días antes del encuentro personal e íntimo se fija el día, la hora y lugar para ello. Así vivimos en la actualidad.

Los empleados, en cualquier trabajo, están esperando el menor descuido del dueño o encargado para tomar algo que no les pertenece, esa es la realidad de nuestros tiempos. Solo el hipócrita, queda bien, o jodido niega que le gusta el dinero, pero la realidad es que todos lo necesitamos, lo queremos, pero la diferencia radica en la manera en que se desea obtenerlo. O acaso, amable lector, ¿Lo dudas?

viernes, 23 de junio de 2023

Así de simple...

 

Difícil convivencia diaria. 

Pese a las mezclas de razas, de sangre y culturas, la mexicana es la más rechazada a nivel mundial, ni dentro del país, nos soportamos, mucho menos otras que están más avanzadas en todo y por lo mismo, tienen más valores positivos que negativos. 

Así es amable lector, es tan difícil la diaria convivencia mexicana, ya sea en la propia familia, en el área laboral, la escuela, la calle y en cualquier ámbito que tenemos que recorrer, según sea la actividad realizada por cada uno de nosotros. 

Desde el hogar, los padres, juntos o separados, intentan imponer su voluntad, la que en la mayoría de casos, está equivocada, pero por la edad, ignorancia y respeto que merecen, no se es capaz de contradecirlos, permitimos que siempre y en cualquier momento, tengan la razón, sin razón. 

Los que ahora son abuelos, bisabuelos y más atrás, no tuvieron la oportunidad de estudiar más allá de la primaria y/o secundaria, dejándolas inconclusas, eso porque en los años en que eran adolescentes, no había tantas escuelas, además de la economía, siempre precaria en el país, lo que impedía que lo siguieran haciendo, situación que en la actualidad se está repitiendo, pero ahora las circunstancias son distintas, ahora es por la vagancia y la flojera, que las actuales generaciones juveniles, ya no quieren estudiar, lo que redundará cuando sean padres, abuelos y más, en detrimento de un país que cuando parece que va saliendo de su mediocridad e incultura, vuelve a retroceder, a pesar de los avances en muchas cosas. 

Como en otras entregas he señalado, la riqueza de un país, es la educación, por eso en México apenas sobrevive la población, porque aunque haya tantas escuelas públicas y privadas de excelencia inventada, la realidad es que no cumplen las mínimas expectativas para formar mejores seres humanos, simplemente son un enorme negocio para los dueños y el modus vivendi de quienes se ostentan como profesores de educación pública, porque tanto unos como otros obtienen grandes beneficios económicos para vivir bien, haciendo muy poco. 

Retomando el tema, sin una preparación eficiente, es difícil educar a los hijos, nietos, etc. pero el mexicano está acostumbrado a tener siempre la razón, y como es algo que se aprende desde el hogar, los patrones se repiten, desafortunadamente, pocos, muy pocos seres humanos tienen la capacidad de identificar cuando es verdad o ficción lo que se dice, la mayoría, creen ciegamente lo que sus padres, profesores o adultos les dicen y es tan complicado hacerlos cambiar de opinión, principalmente para que se den cuenta de lo que es correcto. Así crecen, hablando mal, haciendo mal, pensando (si así se le puede llamar) mal, pero creyendo que los que tienen la razón son ellos. 

El mexicano no lee, se escuda en que jamás tienen tiempo, aunque siempre prefieran perderlo en cosas sin importancia. Los pocos que leen o por lo menos les explican de X o Y libro, se ponen a la defensiva, porque les hacen ver sus errores que diariamente cometen en su actuar, en su proceder. Señalando que el autor y el libro no sirven, son falsedades, que no tienen ni idea de lo que hablan. Pero en el fondo saben que están exhibidos en el respectivo género literario. Y eso no les agrada, que les digan sus errores, sus defectos, sus pobrezas. Lo mismo sucede entre pares, no lo toleran y se pierden amistades por este “pequeño” detalle. 

En cualquier espacio o lugar, podemos observar diariamente, cómo se comporta la gente, cuanta estupidez se encierra en cada mexicano, y lo peor, que no se dan cuenta de eso. 

La gente está acostumbrada a obtener beneficios, ganancia de todo y de todos, a diario está buscando como apropiarse de lo que no es de él, de como sacar lucro a costa de los demás, y no les importa ir perdiendo oportunidades de mejora, quedando mal con los vecinos del lugar donde vive, y gente conocida, está claro que entre más pequeño es un poblado, mayor es la estupidez de los sujetos que se aprovechan de cualquier error, creyendo sacar provecho, abusando y robando a la gente, sin darse cuenta que en realidad están perdiendo, porque poco a poco, se van dando a conocer y cada vez hay menos gente que les presta, regala o permite que los envuelvan en sus mentiras, lo que va en detrimento de ellos mismos, porque independientemente de la edad que logren vivir, sus opciones parasitarias se reducen con los días. Esto es algo tan común en la ciudadanía, no quieren trabajar porque cualquier salario se les hace poco, además, si dentro de un empleo, están cargados de actividad, se sienten abusados y si por el contrario no tienen actividad, se aburren, la queja es permanente, lo que no quieren es hacer las cosas correctas, es más fácil delinquir, recurrir a la tranza, al timo, en la actualidad, recibir dinero del gobierno, aunque se quejen de que no les alcanza, dejan de hacer lo que sea para perder el tiempo, eso, por supuesto trae malas artimañas, pero es lo que les agrada. Por eso es que existen tantas vidas perdidas en el país, y las pocas que si tienen un objetivo en la vida, tienen que soportar una difícil convivencia con este tipo de individuos, lo que va en detrimento de todos, porque los mediocres buenos para nada son mayoría, como decía Albert Einstein, ubicados estratégicamente para que todos los días y por el lugar que pases, te encuentres a más de uno de estos parásitos. Y al ser tantos, se apoderan de todo, lo que nos afecta como sociedad, como país. ¿En qué extremo te encuentras?    

jueves, 22 de junio de 2023

¿Que haces tú?

 

¿DECIDES LO CORRECTO O LO CONVENIENTE?


Cuantas veces a la hora de tomar decisiones, de hacer un trabajo, de valorar lo que debemos hacer, dudamos y nos acomodamos más al qué dirán, a lo que pensarán los demás de mi persona, a las cosas que alegren el ego de los demás, a ser en realidad nosotros mismos.


Vamos con otra propiedad que debe cumplir toda decisión y cuyo conocimiento nos ayudará tomar decisiones eficaces.


A la hora de decidir hay que empezar considerando dónde está el bien, lo que es lo correcto, antes que estimar lo aceptable o quién está en lo cierto. La razón es que al final habrá que alcanzar un compromiso y si uno no conoce aquello que satisface las especificaciones y condicionantes, no es posible distinguir entre el compromiso adecuado y el equivocado.


En efecto hay dos tipos de compromisos. El primero caracterizado por la expresión “más vale pan y ensalada que no comer nada”. El segundo se corresponde con el juicio de Salomón y el reconocimiento de que quedarse con medio hijo es peor que renunciar a tenerlo. En el primer caso se cumplen los requisitos implícitos que condicionan la decisión (algo de comida, aunque sencilla, nos sostiene en la vida) mientras que en el segundo caso no (quedarse con medio niño es negarle la vida).
En el proceso de toma de decisiones, es inútil preocuparse por discernir aquello que sería más aceptable, lo que no herirá susceptibilidades, para tratar así de evitar enfrentamientos. Es una pérdida de tiempo: la mayoría de las cosas por las que nos preocupamos nunca acaban teniendo lugar; y aquello que desdeñábamos por insignificante de repente se vuelve un obstáculo infranqueable.


De modo que a la hora de decidir, por norma, hemos de tener siempre en cuenta lo importante, sin detenernos en considerar lo que parecería más admisible. O de otro modo nunca tomaremos una decisión eficaz y mucho menos, correcta.
Nadie dijo que dirigir fuera cómodo…


Actuar correctamente no significa hacer lo que nos conviene. Estamos presionados por las reglas sociales, las normas internas con las que hemos funcionado desde la infancia y los criterios morales que han presidido nuestra vida desde siempre. Nos cuesta mucho entrar en ellos. Nuestra infancia es un camino tortuoso entre la normativa que la sociedad nos reclama y el deseo de libertad y espontaneidad con el que nacemos. Y si parece que los primeros años de escolarización logran aminorar estas actitudes, la adolescencia se vuelve a presentar como un período indómito en el que de nuevo queremos afirmarnos contra el resto. Pero la entrada en las pautas, reglamentaciones, modos y maneras del grupo al que pertenecemos es imparable. Todo ello nos lleva a mantener una idea de “corrección” que, a veces, supera lo que a nosotros mismos nos interesa o nos conviene. Incluso también es cierto que lo que una época, grupo o estamento establece como norma solamente es válido en un momento histórico concreto porque estamos cansados de ver cómo todo cambia y lo que hoy es punible y criticable, mañana es absolutamente valioso y aceptado.


Lo que nos conviene, aquello que sentimos en el interior que es el camino de nuestra “corrección”, la norma que sale del corazón…es la que hay que seguir. La sabiduría es un estado de conciencia al que se llega a fuerza de amar el esfuerzo de vivir en coherencia con nosotros mismos. Hay que aplicar lo que uno aprende a través del dolor, fundamentalmente, porque se aprende mucho más con los errores y fracasos que con las alegrías y el bienestar. Hay que ser inteligentes para gestionar la vida propia. Hay que poner el corazón para poder vivirla con plenitud. Y a partir de ahí…poco importan las normas, de poco valen las críticas y de menos aún, los prejuicios. Si uno está bien consigo mismo, está seguro de no hacer daño intencionado a nadie y cree en aquello por lo que lucha podemos asegurar que no habrá barreras que no puedan superarse, ni caminos que no sean transitables, ni impedimentos que no se conviertan en objetivos conquistables. A partir de ahí, estaremos con el mejor defensor de nosotros mismos pero sobre todo, con la persona que más nos cuida y nos protege, la que tiene al final de su brazo, la mejor ayuda.

Hacer lo correcto no siempre es fácil ni conveniente, que hay que hacer entonces ante esta disyuntiva, pero haciendo lo correcto tiene el mayor impacto en los demás como nos dispusimos a vivir un ejemplo de nuestra fe en Dios.
Lo correcto y lo incorrecto forman una fuente común de disputa y lucha. Esto se relaciona muy de cerca con los actos hostiles y ocultaciones y con la secuencia del acto hostil-motivador.


El esfuerzo por tener razón es el último esfuerzo consciente de un individuo de su extinción. “Yo tengo razón y ellos están equivocados” es el concepto más bajo que puede formular una persona inconsciente.


Lo que es correcto y lo que es incorrecto no es necesariamente definible para todo el mundo. Esto varía de acuerdo a los códigos morales y disciplinas existentes, a pesar de que se les usaba como prueba de “cordura” en jurisprudencia, no se basaban en hechos, sólo en la opinión.


Un acto hostil no es sólo dañar a alguien o a algo: un acto hostil es un acto de omisión o comisión que hace el menor bien al menor número de personas o áreas de la vida, o el mayor daño al mayor número de personas o áreas de la vida. Esto incluiría la propia familia, el grupo o equipo propio y la humanidad como un todo.
Por lo tanto, una acción incorrecta lo es, al grado en que daña al mayor número. Una acción correcta lo es, al grado en que beneficia al mayor número.
Muchas personas piensan que una acción es un acto hostil sólo porque es destructiva. Para ellas, todas las acciones u omisiones destructivas son actos hostiles. Esto no es verdad. Para que un acto de comisión u omisión sea un acto hostil, debe dañar al mayor número de personas y áreas de la vida. Por lo tanto, no destruir algo podría ser un acto hostil. Ayudar a algo que dañara al mayor número, también puede ser un acto hostil.

Un acto hostil es algo que daña ampliamente. Un acto benéfico es algo que ayuda en general. Puede ser un acto benéfico dañar algo que pudiera ser dañino para muchas personas y áreas de la vida.


Dañar a todo o ayudar a todo pueden ser, de la misma manera, actos hostiles. Ayudar a ciertas cosas y dañar a otras, pueden ser por igual, actos benéficos.
La idea de no dañar nada y ayudar a todo es también bastante demente. Es cuestionable pensar que ayudar a los que esclavizan es una acción benéfica y es igualmente cuestionable considerar que la destrucción de una enfermedad es un acto hostil.


En lo relativo a tener razón o estar equivocado, pueden desarrollarse muchos pensamientos confusos. No hay bien absoluto ni mal absoluto. Tener razón no consiste en no estar dispuesto a dañar y estar equivocado no consiste sólo en no dañar.

Hay cierta irracionalidad en “tener razón” que no sólo descarta la validez de la prueba legal de la cordura, sino que también explica por qué algunas personas hacen cosas muy incorrectas e insisten en que están haciendo lo correcto.
La respuesta está en un impulso, innato en todos, de tratar de tener razón.
Esta es una insistencia que rápidamente se separa de la acción correcta y va acompañada de un esfuerzo por hacer que los demás estén equivocados, como vemos en las personas hipercríticas. Un ser que aparentemente está inconsciente, aún sigue teniendo razón y haciendo que los demás estén equivocados: es la última crítica.

Hemos visto a una “persona defensiva” explicar las equivocaciones más descaradas. Esto también es una “justificación”. La mayoría de las explicaciones de la conducta, no importa lo inverosímiles que sean, parecen perfectamente correctas a la persona que las da, ya que sólo está afirmando el hecho de que ella tiene razón y los demás están equivocados.


Parece ser que los científicos que son irracionales no pueden desarrollar muchas teorías. No lo hacen porque están más interesados en insistir en su propia extraña corrección, que en encontrar a la verdad. Así, tenemos extrañas “verdades científicas” de hombres que deberían tener mejores conocimientos. La verdad la construyen los que tienen la generosidad y el equilibrio de ver también dónde están equivocados.

Usted ha escuchado algunas disputas muy absurdas entre la multitud. Dese cuenta de que el orador estaba más interesado en afirmar su propia corrección, que en estar en lo correcto.

 

Un Tetuán (el ser espiritual, la persona misma) trata de tener razón y lucha contra estar equivocado. Lo hace sin tomar en cuenta si tiene razón en algo o hacer lo correcto en realidad. Es una insistencia que no tiene ninguna relación con lo correcto de la conducta.


Uno siempre intenta tener razón hasta el último suspiro.


¿Cómo llega uno entonces a equivocarse alguna vez?


Es de este modo:


Alguien realiza una acción incorrecta, accidentalmente o por descuido. Lo incorrecto de la acción o la inacción está entonces en conflicto con su necesidad de tener razón. Así que puede continuar y repetir la acción equivocada para probar que es correcta.

Este es un elemento fundamental de la aberración (pensamiento o conducta irracional). Todas las acciones incorrectas son el resultado de un error seguido de una insistencia de haber tenido razón. En vez de corregir el error (lo que implicaría estar equivocado), uno insiste en que el error era una acción correcta y por eso la repite.

Conforme un ser baja por la escala, es más y más difícil que admita haberse equivocado. Mejor dicho: el admitirlo, bien podría ser desastroso para lo que aún pudiera tener de capacidad y cordura.


El estar en lo correcto es el material de que está hecha la supervivencia. Esta es la trampa de la que, aparentemente, el hombre no ha sido capaz de liberarse a sí mismo: un acto hostil que se apila sobre otro, avivado con afirmaciones de estar en lo correcto. Por fortuna, existe un camino de salida seguro de esta telaraña.
Hacer lo correcto no es fácil. Si lo fuera, el mérito de hacerlo estaría más extendido y muchos desórdenes no tendrían lugar. Todos podemos y debemos hacer lo correcto, pero no todos estamos dispuestos a asumir las consecuencias que ello trae consigo.


Y es que hacer lo correcto, siguiendo los dictados de la conciencia, puede resultar antipático a mucha gente. Para quienes no desean corregir lo que está mal, e incluso para aquellos que objetan el bien por desconocimiento, lo que se hace en aras de corregir y limpiar puede parecer dañino, inoportuno o falso. Lo conveniente en estos casos, sin embargo, es fortalecer la postura del orden, aunque ello propicie especulaciones, tergiversaciones y hasta calumnias.


A veces, cuando se hace lo correcto, no queda más refugio ni más consuelo que la certeza de estar haciendo lo correcto. Azota el vendaval de la incomprensión, se desatan las olas del resentimiento, despliegan sus artes maléficos los intereses creados, y nada más que la conciencia limpia mantiene firmes las decisiones, porque queda, pese a todo, la íntima seguridad de estar cumpliendo con el deber.
Hacer lo correcto está siempre al alcance de todos. Sin importar dónde estemos o qué actividades desempeñemos, no habrá día que pase de largo sin habernos dado alguna oportunidad de hacer el bien. Y aprovechar esa oportunidad, cuando se presenta, es la forma en que agradecemos el don de la conciencia.

¡Qué duro es, para quien se sabe culpable, combatir las recriminaciones de la conciencia! Incluso si llegase a engañar a todos, presentándose como víctima, ¡qué fuerte resonarán en su cabeza esas verdades que no es capaz de admitir frente al mundo!

Por el contrario, la paz interior que experimenta quien está seguro de haber actuado con nobleza de intención no tiene cálculo ni precio. Duele verse sometido a la incomprensión, desde luego, pero se sabe que esa incomprensión nunca va a ser más dolorosa que experimentar las reprensiones morales de una conciencia en llamas.

Cuando se hace algo para mejorar las cosas o incluso sólo para que no empeoren, nada es tan valioso como la certeza de saberse limpio. Las lenguas viperinas no tardarán en tomar la palestra, pero jamás conseguirán que lo incorrecto deje de serlo.

“La paciencia todo lo alcanza”, solía decirse a sí misma la gran reformadora de las carmelitas, Teresa de Ávila, cuando se lanzaban contra ella las peores injurias y se manchaba su reputación con hirientes difamaciones. Y ser paciente significa hacer el esfuerzo supremo de comprender que todo cambio, por bueno que sea, genera resistencias. De mala fe o no, resistirse al cambio, al orden, a la ley, a la responsabilidad, hará que algunos profieran chismes y otros ataquen con vileza.

 

¿Qué puede hacerse entonces sino ejercitar la comprensión? ¿Qué se gana respondiendo con acusaciones a los acusadores?


Y como hacer lo correcto implica asumir riesgos, tampoco faltarán motivos para evitar complicaciones y dejar que las cosas sigan igual. Incluso habrá quien tentadoramente aconseje: “No te metas en líos. Nadie va a agradecerte por lo que estás haciendo”.


En esos momentos, sin embargo, es conveniente sobreponerse a la comodidad. Tal vez nadie lo agradezca y quizá la reputación sólo sea una parte de lo mucho que se arriesgue, pero el insobornable tribunal de la conciencia terminará dando su veredicto, y esa absolución vale más que todas las reputaciones y todos los agradecimientos
humanos.

Para conocer más...

 

CLASES DE NORMAS QUE RIGEN AL SER HUMANO.

La vida del hombre en la sociedad se encuentra regida por un conjunto de leyes sociales que podemos clasificar en: 

a)    Normas religiosas.- son reglas de conducta de observancia obligatoria para el creyente, a fin de alcanzar la salvación de su alma y la gloria eterna prometida. Son normas esencialmente internas, porque regulan la conducta con Dios; son unilaterales, porque solamente imponen obligaciones o deberes, pero no confieren derechos; son heterónomas, porque el creyente ajusta a la voluntad de la norma que se supone ha sido creada por Dios; son incoercibles, porque no existe la posibilidad de exigir su cumplimiento forzoso al obligado y por último, tienen sanción, la cual consiste en la pérdida de la gloria prometida. 

b)    Normas de urbanidad o del trato social o convencionalismos sociales.- son reglas que suelen aparecer en forma consuetudinaria, .como mandatos de la colectividad, como comportamientos necesarios en algunos grupos, son ciertas prácticas admitidas en sociedad. Tales como: el decoro, la caballerosidad, la decencia, la urbanidad, la etiqueta, etcétera. Dichas normas son de carácter externo, porque regulan la conducta externa del hombre; son unilaterales, porque solamente imponen obligaciones, son heterónomas, porque la persona obra conforme a la voluntad de la norma y no a la suya; son incoercibles, porque no se puede hacer cumplir la norma en contra de la voluntad del obligado y, por último, tienen sanción. La sanción es variable: puede ser el desprecio de los demás, la no admisión o exclusión de una creatividad o de un círculo social, etcétera. 

c)    Normas morales.- son reglas que rigen la conducta interna de la persona, las cuales le indican las acciones buenas o malas que debe realizar u omitir. Son normas esencialmente internas, porque el sujeto de la norma al obrar a de hacerlo siempre no solamente por deber sino también por querer; son reglas unilaterales, porque solamente imponen deberes pero no confieren derechos; son reglas autónomas, porque el sujeto moral ha de obrar siempre de acuerdo con los dictados de su conciencia, fundiéndose así en una misma persona: legislador y obligado; son reglas incoercibles, porque no existe la posibilidad jurídica de hacerse cumplir dichas normas en contra de la voluntad del obligado y, por último, tienen sanción interna, la cual consiste en el remordimiento de la conciencia de quien ha violado la norma o el repudio de los demás. 

d)    Normas jurídicas.- son reglas que regulan la conducta externa del hombre; son bilaterales, porque además de conferir derechos imponen obligaciones; son heterónomas, porque los sujetos de la norma no obran conforme a su voluntad si no conforme a la voluntad de la norma o legislador; es coercible, porque tiene la posibilidad de hacerse cumplir aun en contra de la voluntad del obligado y, por último, tiene sanción política, porque la violación de la norma trae consigo una sanción, la cual puede ser de naturaleza: corporal, económica, mixta o jurídica, que es impuesta por el Estado.