El alcohol y sus efectos.
Este es un tema, muy difícil, porque su uso y abuso, cada vez es más frecuente ven nuestro país.
Aunque existen diversas clases de alcohol, el etílico o etanol es el que contienen todas las bebidas alcohólicas. Es una sustancia orgánica que es producto de la fermentación o la destilación de frutos y granos.
Es una droga legal, sicoactiva y adictiva de efectos depresores del sistema nervioso central. Es sicoactiva porque provoca cambios en el cerebro y en la manera de pensar, de sentir y de comportarse, además de que produce adicción.
Según las estadísticas oficiales hay aproximadamente cinco millones de enfermos alcohólicos en México, y en los años recientes ha aumentado notablemente el consumo de alcohol entre los jóvenes, particularmente mujeres.
El alcoholismo es una enfermedad crónica (se desarrolla a lo largo del tiempo), un desorden de la conducta caracterizado por la ingestión repetida de bebidas alcohólicas, hasta el punto de que excede a lo que está socialmente aceptado, y que interfiere con la salud del bebedor, así como con sus relaciones interpersonales o con su capacidad para el trabajo. Esta definición muy útil, la proporcionó el médico Mark Keller en 1958.
En una primera etapa la persona se ve relajada, comunicativa y sociable. Aunque el sujeto parece excitado, en realidad está desinhibido por el efecto depresor del alcohol sobre el cerebro.
En una segunda etapa se observa una conducta predominantemente emocional, pobreza de juicio y de pensamiento, insensibilidad en la piel, incoordinación muscular y trastornos de la visión y del equilibrio.
En una tercera etapa se produce confusión mental, tambaleo al caminar, visión doble, reacciones variables de la conducta –miedo, agresividad, risa, llanto, etcétera— y dificultad para pronunciar las palabras y para comprender lo que se dice,
En la cuarta etapa hay incapacidad para sostenerse en pie, vómito, incontinencia de la orina y aproximación a la inconsciencia.
Finalmente, en la quinta etapa se produce inconsciencia, ausencia de reflejos y estado de coma (que puede ocasionar la muerte por parálisis respiratoria).
Por supuesto que provoca efectos a largo plazo y complicaciones en la salud, algunos de ellos son cirrosis hepática, pancreatitis, esofagitis, cardiopatía alcohólica (trastorno del corazón que produce debilidad y crecimiento de este órgano), trastornos de la piel, polineuritis (inflamación de los nervios periféricos, principalmente de las piernas), sicosis alcohólica (también conocida como sicosis de Korsakoff, que consiste en un estado de demencia con pérdida de la memoria) y confabulación (el enfermo describe como reales situaciones y hechos imaginados).
En la adolescencia y durante la primera juventud se desarrolla la maduración de las regiones del cerebro responsable de la planeación, el razonamiento y el control de las emociones. El alcohol y otras drogas interfieren con esa evolución.
Entre los problemas más frecuentes de los jóvenes con el alcohol están los episodios de intoxicación alcohólica severa, la pérdida de clases y bajo rendimiento escolar, los enfrentamientos con los compañeros, tener prácticas sexuales riesgosas y sufrir accidentes de tránsito (ésta es la primera causa de muerte entre la población joven).
Estos son algunos consejos para beber de forma responsable
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Conoce tus límites.
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Nunca te emborraches. Para evitar la
ebriedad no tomes más de una bebida estándar cada hora, tiempo aproximado en
que el organismo oxida y elimina el alcohol que contiene esa medida. (Una
bebida estándar equivale aproximadamente a una lata de cerveza, una copa de
vino de mesa, un pequeño caballito de tequila, una cuba con una onza de ron,
una pequeña copa de jerez seco, y un jarro de pulque. Esta unidad estándar
contiene de 10 a 15 ml de alcohol puro.)
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Come mientras bebes. Los alimentos se
mezclan con el alcohol y retardan su absorción.
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No tomes rápidamente. Bebe para
disfrutar y degustar tu bebida, no para buscar los efectos del alcohol.
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Acepta la invitación a beber sólo cuando
lo desees. No aceptes ninguna presión para beber cuando no tengas ganas de
hacerlo.
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Evita tragos aquí y allá. Algunas
personas toman en cualquier momento y a toda hora ofrecen un trago. Tú no
tienes por qué aceptarlo, sobre todo si sólo se trata de tomar por tomar.
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Si vas a conducir un vehículo, no tomes.
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Si eres una mujer embarazada, no tomes.
La ingestión de alcohol puede dañar seriamente al feto.
· Si eres menor de edad no debes tomar, por razones de salud y de orden legal. (En México está prohibido el consumo de alcohol a los menores de edad, pero curiosamente, cada vez hay más niños que lo beben.)
Quien ha desarrollado adicción necesita ayuda profesional para dejar de consumir. La adicción es una enfermedad. El adicto no puede dejar de consumir la sustancia o las sustancias adictivas que usa. Para recuperarse necesita y merece tratamiento, ya sea en un centro especializado, mediante terapias de grupo o individuales o acudiendo a grupos de ayuda mutua como Narcóticos Anónimos, Alcohólicos Anónimos, etcétera. En México, lo más aconsejable es solicitar ayuda profesional en los Centros de Atención Primaria en Adicciones y en los Centros de Integración Juvenil. Pero para ello se necesitan unos padres conscientes y que les interesen realmente sus hijos, de lo contrario, las estadísticas seguirán creciendo.
Recuerda
que no todo consumo termina en adicción, pero toda adicción empezó por el
consumo.