Marcadas por la vida…
Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
17 ABRIL 2025.-Lo he dicho y lo vuelvo a hacer, nadie nace malo, las circunstancias, tristemente nos van formando o peor aún, deformando, y lo que hoy comentaré tiene que ver, con la transformación negativa de las mujeres.
Conozco muchas mujeres de distinta edad que, desde pequeñas, sus propias madres las han arrojado, prácticamente a la calle, esto, porque desde cierta edad, pasados los diez, doce, menos o más años, les dejan de comprar cosas necesarias, ropa, calzado, incluso juguetes, al contrario les exigen dinero para mantener la casa, dejando a un lado los estudios que puedan estar realizando, primaria o secundaria, algunas bachillerato, hacerlo a esas menores de edad, es un descontrol emocional que afecta, sin duda alguna, el resto de sus vidas. Aunque también como lo he señalado en entregas anteriores, también cuenta la mentalidad fuerte de muchas mujeres, pero la mayoría carecen de eso.
Se diga lo que se diga, las mujeres son peores que los hombres, ellas se ponen exigentes, sin razón alguna, quieren que se haga lo que ellas dicen y no aceptan respuestas contrarias, y en cuanto a echar a perder la vida de los hijos, en este caso, de las hijas, ellas son las responsables, porque no les importa lo que diga el padre, ni lo que llegue a pasar por sus pretensiones económicas. Lo hacen y punto.
Así que, por eso, muchas niñas, después mujeres, pierden su inocencia con cualquier vago, bueno para nada, porque se sienten devaluadas, vulnerables desde su casa, porque no se le puede llamar hogar, a esos lugares, donde se les exige llevar dinero, cuando no tienen ni la edad ni la preparación para hacerlo.
Como ven que su propia madre las manda a la calle a conseguir dinero, lo primero que hacen, cuando tienen la mente débil, es encontrarse un novio de su barrio, bajo por supuesto, al que le cuentan sus penas infantiles, él quizás igual de obligado que ella, también se sincera con ella, alcanzan cierto nivel de intimidad que los lleva, como se dice, una cosa lleva a la otra, a tener sexo, ellas por primera vez, ellos, puede ser, pero lo que es verdad, no lo disfrutan, lo que propicia que lo utilicen para obtener beneficios, sobretodo de tipo económico, porque no saben lo que es disfrutar plenamente de su sexualidad, que tuvieron que usarla, por tristeza, por soledad, por ninguna causa, solo porque así pasó, y así va transcurriendo su vida, terminan con un novio, tienen otros y con todos hacen lo mismo, porque piensan que así deben ser las cosas, quizás alguno de sus tantos amantes, si la considera humana y no solo un instrumento de placer, que las hace explotar su sexo, logrando hacerlas tener orgasmos, pero la mayoría nunca en su vida, lo experimentan, ahí están las estadísticas, un alto porcentaje de mujeres mayores, que jamás han sentido el clímax, la cúspide sexual, precisamente porque también los hombres no saben como alcanzarlo.
Ellos solo se satisfacen, porque es penetrar, moverse y eyacular, eso es simple y sencillo, pero de ahí no pasa, no saben cómo tratar a su compañera, no la saben estimular completamente. Ella necesita otras cosas para hacerlo. Triste realidad nacional.
Eso provoca innumerables infidelidades de unos y otras, porque erróneamente andan buscando esa satisfacción, pero que pocas, muy pocas veces obtienen, porque hay un reducido número de hombres que se interesan por leer, aprender como tratar a una mujer en la intimidad. La mayoría, no lo hacen, cuando deberían, porque así se disfruta más entre ambos, sea casual o duradera la compañera.
Pero retomando el tema de hoy, al mandar a las hijas a conseguir dinero, se exponen a diferentes situaciones, porque no toda la gente es buena, de origen si, pero ya está maleada por sus propios padres, familia, y quieren algo a cambio de dar. Aunque sea trabajo. Cuantos casos de mujeres abusadas en los hogares, por trabajar ahí, hemos sabido, porque muchas de esas fámulas, son jóvenes, hermosas, con buen cuerpo, y están desprotegidas, porque desafortunadamente las cosas se saben, entonces, los que hacen eso, ya están enterados de la verdadera situación de la mujer y abusan de ella, otros les ofrecen dinero por sus servicios íntimos, que es lo más frecuente y común, ellas, desesperadas por tener dinero para llevarle a su madre, principalmente, aunque también hay padres que lo hace, pero son los menos, además de que por ser jóvenes, quieren estrenar cosas, en la actualidad quieren un celular nuevo o uno mejor que el que tienen, pero por lo mismo, no les alcanza, entonces cuando ven la oportunidad de obtener más dinero por su sexualidad, sin dudarlo, lo hacen, cayendo en las redes de la nueva prostitución, con otros nombres y modalidades, pero al final de cuentas, eso es.
Y como dije antes, como perdieron su virginidad sin darse cuenta cómo y con quien, no les importa seguirla usando para obtener beneficios económicos. Porque un rato de una, dos o tres horas, les reditúa lo de una semana o más de trabajo formal, con salario fijo. Por eso es que cada vez más mujeres lo hacen, y no se esclavizan en un empleo fijo. Da tristeza conocer a muchachas así, que aun no tienen la mayoría de edad y su vida sexual ha sido precoz.
Pero desafortunadamente, tienen mucho que ver las propias madres de ellas, por exigirles dinero que no les corresponde llevar a la casa, ellas no pidieron nacer, una frase trillada pero que se aplica en este caso, casos así hay en todos los rincones del país, pero como somos tan indiferentes, indolentes, no los vemos, pero los hay en la casa de junto, en la de enfrente, a la vuelta de la esquina, en cualquier lugar, que menos nos imaginamos. Basta con observar detenidamente, la vida de los demás, para conocer el verdadero infierno que están viviendo, pero eso, muy pocos lo hacemos, la mayoría, tiene que lidiar sus propios demonios, y no quiere saber de los del de enfrente. Hay que entender y comprender a los demás, desafortunadamente, a veces hacen cosas graves a los demás, pero no es culpa de ellos, sino es por sus circunstancias personales y la gente con la que vivieron que terminan así, siendo denostados por la sociedad, por culpa de los seres que les dieron la vida. Son patrones negativos que se van repitiendo. Pero ninguna ideología partidista de gobierno hace lo necesario para cambiar las cosas. Así es la triste realidad nacional en la que seguimos retrocediendo.