La política es el arte de lo posible, y en México, todo es posible, desde pretender entronizar a un candidato que no sea militante de un partido, (que por interés personal se haga activo) solo por ser hermano de alguien que ha sido el más beneficiado en dos sexenios, hasta comprar premios patito que halaguen tu ego personal, sintiendo que eres el mejor, cuando la realidad y las circunstancias diarias demuestran lo contrario. Que son ofrecidos a todos y solo los ingenuos pagan por ellos.
Este 2013 fueron "convencidos" 101 alcaldes del país, todos aportaron la cantidad de $17,800.00 lo que da una suma total de $ 1´797,800.00. Para ofrecerles una cena VIP con acompañante y una noche de hospedaje, y su respectivo diploma que los acredita como "el mejor alcalde". Buen negocio para repetirlo cada año, ¿no creen?
Pero que vamos a hacer, esa ha sido nuestra idiosincrasia y como dicen tenemos a los gobernantes que merecemos, por no tener la sapiencia para elegir a los menos peores. Que disfruten este fin de semana largo.
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