martes, 30 de septiembre de 2014

Robos a PEMEX.

El robo de hidrocarburos se ha tornado en uno de los mayores dolores de cabeza para Petróleos Mexicanos (Pemex) en los últimos años y en un enorme desafío para la apertura del mercado energético mexicano tras la promulgación de las leyes secundarias de la reforma energética. Tan sólo de enero a agosto del presente año representó una sangría financiera para Pemex de 15,300 millones de pesos, según reconoció hace unos días Emilio Lozoya, director general de la empresa.
Pero, ¿cuál es la logística del robo de combustible en México? En términos generales, se puede decir que el ilícito tiene verificativo de dos maneras: la primera es en los ductos de Pemex, por medio de una toma clandestina, y la segunda es el robo de pipas.
Los ductos no están llenos todo el día, a diferentes horas se hacen "corridas" de combustibles y, previo a cada una, se pasa agua por el tubo.
De acuerdo con los informes que se tienen en el Consejo de Administración de Pemex, se presume la participación de personal de la estatal, que está relacionado con las bandas de crimen organizado y les informa en qué momento pasa cada producto.
La toma clandestina se abre cuando pasa el producto y la tubería por la que se mueve llega a medir varios kilómetros de largo, del ducto al sitio de almacenamiento.

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