miércoles, 29 de julio de 2015

El control del enojo.

A raíz del cese del Piojo Miguel Herrera, respecto a la manera tan infantil de provocarlo, esto es lo que está de moda: 
Si estás al frente de un equipo éstas son algunas estrategias para manejar el conflicto de manera asertiva, de acuerdo con los expertos.
1. TUS ACCIONES AFECTAN AL EQUIPO. Las conductas del líder ante un conflicto impactan al resto de la organización, por lo que tener claro el cargo que se desempeña en momentos de turbulencia es clave para que las emociones y consecuencias negativas no invadan al resto de los integrantes.
“Hay un axioma, la imagen de la titularidad permea en todos sus miembros”.
2. ENFRENTAR LOS CUESTIONAMIENTOS. El trabajo del jefe está bajo el escrutinio de otros, por lo que el líder debe aprender a responder las críticas de forma pacífica e inteligente.
“Contestar de una forma mucho más pacífica, ser inteligente, aprovechar este tipo de ataques (críticas) a su favor".
Es recomendable realizar una inversión, tanto de tiempo y recursos, en capacitarse para aprender a construir “respuestas que apaguen los fuegos”.
3. INVERTIR EN BIENESTAR. Un líder que duerme lo que requiere, se alimenta correctamente, practica ejercicio y tiene momentos de introspección es una persona que en situaciones conflicto y enojo tendrá espacio para responder sin agresiones.
Un plan de bienestar es necesario en cualquier ejecutivo para obtener balance y no explotar.
4. TIEMPO FUERA. Si enfrentas una situación que te hace sentir incómodo es probable que comiences a subir el tono de voz y que tu cuerpo te alerte que estás molesto. Ante ello los expertos sugieren pedir tiempo para calmar el ánimo y regresar con soluciones.
“Tomar perspectiva, no responder de inmediato, hacer una pausa, pensar antes de hablar”.
Un ejercicio para practicar las pausas ante el conflicto y postergar consecuencias negativas es escribir lo que se tiene pensado decir, dejar el texto guardado por 24 horas, y al revisarlo revalorar si en efecto es la mejor respuesta. El expresidente de Estados Unidos Abraham Lincoln hacía algo similar cuando estaba enojado.
5. SER CONSTRUCTIVO. Las respuestas de un líder deben ser constructivas porque las contrarias sólo hacen que el conflicto aumente.
No se trata de evadir, por el contrario los expertos recomiendan expresar las emociones ante las diferencias de “manera controlada y tranquila, actuar de manera asertiva pero no agresiva”.
“No está mal enojarse, hay que saber utilizarlo (el enojo) en algo positivo. El enojo es un sentimiento que si lo sabemos utilizar es fructífero”.
6. ASUME RESPONSABILIDADES. Si el plan de bienestar no fue ejecutado, si tu respuesta fue sin pensar, si no tomaste tiempo fuera y terminaste explotando, no te preocupes, aún hay posibilidad de hacer algo: hacerte cargo de tus acciones.
La clave está en buscar un acercamiento con las partes afectadas para exponer qué te llevó a reaccionar de esa manera y llegar a un acuerdo, pues de lo contrario el conflicto permanece ahí con posibles consecuencias en un futuro.
“Hablar con la verdad y acercarte es una de las respuestas constructivas”.
7. PREPÁRATE. Si el enojo te ha llevado a consecuencias tan negativas como perder tu empleo o salir de una organización buscar ayuda profesional puede ser una opción para evitar repetir el mismo patrón de conducta.
Recomiendan capacitarse en el manejo del conflicto a través de disciplinas como el coaching, la psicología y el entrenamiento para líderes y practicar el autoconocimiento.

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