La vida…
Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
21 mayo 2022.-Vivir es algo maravilloso, grandioso, extraordinario, pero la mayoría de la gente no lo reconoce y mucho menos lo agradece.
El mexicano se empeña en afectarse individualmente, en perjudicar su salud física, mental y espiritual, en matarse día a día con su manera de ser.
Desde el momento en que nacemos, parece que queremos que el tiempo avance lo más pronto posible, no importa cómo pasa el tiempo, lo pretendemos acelerar, aunque después se intente regresar, lo que es imposible hacer.
¿A qué me refiero con eso? A que desde temprana edad se empieza a fumar, a beber alcohol, actualmente, a meterse innumerables drogas que afectan la salud y dañan a todos. Porque no solamente el adicto a lo que sea, es el que se afecta, su falta de valor para no convertirse en eso, daña a los demás, empezando por la familia más cercana, vecinos, amistades, incluso a terceros extraños a su círculo habitual de convivencia. Una persona idiotizada por las sustancias tóxicas va perdiendo la capacidad de responder a las actividades que le proporcionan un empleo remunerado para ir viviendo o sobreviviendo, cómo se le quiera ver. Esto provoca que cada semana, quincena o mes, según sea la forma en que reciba su pago, valga la redundancia, se le pague menos, por las constantes ausencias, permisos solicitados, incapacidades, etcétera.
Llegando al caso extremo de la pérdida de cualquier empleo y la no aceptación en otros, quizás por sus antecedentes, principalmente en pueblos pequeños, donde nos conocemos todos, y por referencias e incluso observación directa, no son acreedores a brindarles la oportunidad y confianza de un trabajo. Otras ocasiones, por su aspecto físico, tan deteriorado que muestran, además de la falta evidente y notoria de asepsia, despidiendo un olor característico a la mugre y sudor en exceso, sin cambiar de ropa, usar un desodorante, un jabón, en fin.
¿Qué provoca esto? Que empiecen a delinquir para comer, para mantenerse él y quizás a una familia, pero sobre todo, para comprar la sustancia, motivo de su adicción. Entre más bajo caen, mayor es la tendencia a delinquir, además de que conforme van mermando su fortaleza física, mayores son los golpes que reciben de sus compañeros de parranda, de vicio, de adicciones, esto es irremediable, existe un alto porcentaje de agarrarse a golpes, andando en la calle y en lugares no muy seguros por el tipo de gente que los frecuenta. Muchos así pierden la vida, porque al liarse con otro, incluso con otros, donde no hay más testigos que ellos, o si los hay no son dignos de ser tomados en cuenta durante un proceso judicial, por su aspecto desgastado. Por otro lado, al estar embrutecidos por lo que sea, además de la adrenalina normal de un combate, no alcanzan a medir las consecuencias que sus actos pueden provocar, usando todo lo que encuentran en el lugar para lastimar al otro, el resultado en la mayoría de los casos es fatal.
Otros, por la simple ingesta excesiva de cualquier sustancia o la mezcla de más de dos de ellas, terminan matándolos en silencio, se acuestan y mueren. Así de fácil.
Otra causa de querer comerse el mundo, cuando no es necesario, es la precocidad para el sexo, pareciera que tanto niños como niñas están compitiendo por ver quién empieza a menor edad a perder lo más valioso que tenemos, la virginidad, para algunos eso no es importante, pero para la mayoría sí lo es, porque es algo que no se le tiene que dar a cualquiera, y hablo tanto de hombres como de mujeres, incluso ahora con la inclusión que está de moda y en todos lados la quieren exhibir, hasta los gay también tienen que cuidar su virginidad, aunque sea por otra vía. Pero no la cuidan, trayendo consigo embarazos no deseados, y por consiguiente la destrucción de sus vidas, porque ya sea consciente o inconsciente, los niños padres, tienen que aportar dinero a sus hijos, por no esperar a llegar a una edad madura, donde puedan disfrutar, experimentando su sexualidad plena. Está demostrado que un alto porcentaje de menores de edad que tienen relaciones sexuales, no la disfrutan, esto porque desconocen como satisfacer su propio cuerpo, y como satisfacer a su pareja, llámese hombre, mujer o gay. Simplemente, penetran, eyaculan, pero no hay lo mejor, los juegos previos que tanto placer brindan, eso lo aprenden muchos años después, además de que los hombres, entre más pronto comienzan su vida sexual, más rápido la concluyen, hay muchos que en la etapa de los cincuenta-sesenta años ya no pueden y quieren regresar el tiempo.
Además de tantas enfermedades que pueden contraer, por la falta de aseo íntimo, tanto de hombres como de mujeres, pero eso pocos lo analizan. Incluso ni los adultos lo hacen. Se centran solamente en el resultado, si lo hay (embarazo), además de que también las mujeres se van devaluando, porque en la adolescencia los hombres somos demasiados comunicativos, exagerando incluso lo que se hace y con quien se hace, y otros jóvenes se acercan más a las mujeres que ya perdieron su virginidad, ellas creen que por atractivas (puede ser), pero es porque ya es más fácil que tengan relaciones sexuales con los demás, porque como se dice, ya perdió, no tiene nada que perder. Además de que una vez teniendo relaciones sexuales, tanto unos como otras, es más difícil aguantarse las ganas de seguir teniéndolas, es una necesidad fisiológica que todos tenemos, salvo honrosos casos excepcionales.
Todo esto, sea uno u otro, por separado o darse el caso de que se mezclen, (adicción y sexo), provoca incontables desviaciones sicológicas que van afectando la vida de los protagonistas de una vida acelerada y el resultado es el que estamos viendo en la actualidad, pobreza, marginación, discriminación, la mayoría no conoce el valor de vivir y vivir bien, hacen lo contrario a la realidad, pero aun así se sienten que hacen lo correcto. La vida es para ser felices, pero lo que es realmente la felicidad, no esos momentos instantáneos de placer provocado por lo que toman o se inyectan. Se habla de que el cerebro humano alcanza su madurez y tamaño definitivo a los 22 años, pero que no se vea interrumpido por algún factor externo, ya que de lo contrario, hasta esa edad, en que ocurra, se quedará la mentalidad individual.
Desafortunadamente, en el país, vemos con tristeza que cada vez más pequeños, los jóvenes, se comienzan a embrutecer con alcohol, tabaco, sustancias tóxicas que detienen su crecimiento físico y mental. Todos somos culpables de eso, porque desde los padres que no ponen un alto a esas conductas negativas, vecinos, compañeros de escuela, los dependientes de las tiendas, el gobierno, etcétera, tenemos que ver en la formación de calidad de la juventud, pero la mayoría no lo hacen. ¡Vive la vida, pero vívela bien!
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