Enemigos silenciosos.
Desde siempre, se ha hablado de la depresión como algo tan frecuente en la gente que altera su salud y el ritmo de vida diaria de quien la padece. Sin embargo, no es la única, pero si, la más conocida, porque también existe la ansiedad. Estos dos son enemigos silenciosos de la salud de la mayoría de la gente en la actualidad.
La depresión es un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento. En términos coloquiales, es el exceso de pasado.
Cinco formas de superar la depresión
1. Ejercicio físico.
2. Cuidado alimentándose bien.
3. Identificar los problemas, pero no hay que darles vueltas.
4. Expresándose.
5. Intentar fijarse en el lado positivo de las cosas.
Si bien la depresión
puede producirse solamente una vez en la vida; por lo general, las personas
tienen varios episodios de depresión. Durante estos episodios, los síntomas se producen
durante gran parte del día, casi todos los días y pueden consistir en:
· Sentimientos de
tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza.
· Arrebatos de enojo,
irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia.
· Pérdida de interés o placer
por la mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones
sexuales, los pasatiempos o los deportes.
· Alteraciones del sueño,
como insomnio o dormir demasiado.
· Cansancio y falta de
energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor.
· Falta de apetito y
adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso.
· Ansiedad, agitación o
inquietud.
· Lentitud para razonar,
hablar y hacer movimientos corporales.
· Sentimientos de
inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autorreproches.
· Dificultad para pensar,
concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas.
· Pensamientos frecuentes
o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o
suicidio.
· Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza.
Para muchas personas con
depresión, los síntomas suelen ser lo suficientemente graves para causar
problemas evidentes en las actividades cotidianas, como el trabajo, la escuela,
las actividades sociales o las relaciones con otras personas. Algunas personas
pueden sentirse infelices o tristes en general sin saber realmente porqué.
Los signos y síntomas
frecuentes de depresión en los niños y adolescentes son similares a aquellos en
los adultos, pero puede haber algunas diferencias.
· En los
niños más pequeños, los síntomas de depresión pueden consistir en tristeza,
irritabilidad, apego, preocupación, dolores, negarse a ir a la escuela o bajo
peso.
· En los
adolescentes, los síntomas pueden comprender tristeza, irritabilidad, sentirse
negativo e inútil, ira, bajo rendimiento o poca asistencia a la escuela,
sentirse incomprendido y extremadamente sensible, consumir drogas de uso
recreativo o alcohol, comer o dormir demasiado, autolesionarse, perder el
interés por las actividades habituales y evitar la interacción social.
La
depresión no es una parte normal del envejecimiento, y nunca debe tomarse a la
ligera. Lamentablemente, la depresión a menudo no se diagnostica ni se trata en
adultos mayores, quienes pueden sentir reticencia a buscar ayuda. Los síntomas
de la depresión pueden ser diferentes o menos evidentes en los adultos mayores,
entre ellos:
·
Problemas
de memoria o cambios en la personalidad.
·
Dolores
físicos.
·
Fatiga,
pérdida del apetito, problemas del sueño o pérdida del interés en el sexo, que
no son resultado de una enfermedad ni de un medicamento.
·
Querer
quedarse en casa con frecuencia, en lugar de salir a socializar o hacer cosas
nuevas.
· Pensamientos o sentimientos suicidas, en especial en los hombres mayores.
Si se sienten deprimidos, pidan una cita con un médico o un profesional de salud mental tan pronto como sea posible. Si no quieren buscar tratamiento, hablen con un amigo o un ser querido, cualquier proveedor de atención médica, un líder religioso u otra persona en quien confíen.
La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Puede hacer que sude, se sienta inquieto y tenso, y tener palpitaciones. Puede ser una reacción normal al estrés. Por ejemplo, puede sentirse ansioso cuando se enfrenta a un problema difícil en el trabajo, antes de hacer un examen o antes de tomar una decisión importante. Si bien la ansiedad puede ayudar a enfrentar una situación, además de darle un impulso de energía o ayudarle a concentrarse, para las personas con trastornos de ansiedad el miedo no es temporal y puede ser abrumadora. Igualmente, en términos coloquiales, es el exceso de futuro.
Los trastornos de ansiedad son afecciones en las que la
ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden
interferir con las actividades diarias, como el desempeño en el trabajo, la
escuela y las relaciones entre personas.
Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, incluyendo:
- Trastorno
de ansiedad generalizada: Las personas con este trastorno se preocupan por
problemas comunes como la salud, el dinero, el trabajo y la familia. Pero
sus preocupaciones son excesivas y las tienen casi todos los días durante
al menos 6 meses.
- Trastorno de
pánico: Las personas con trastorno de pánico sufren de ataques de pánico.
Estos son repentinos y repetidos momentos de miedo intenso sin haber un
peligro aparente. Los ataques se producen rápidamente y pueden durar
varios minutos o más.
- Fobias: Las personas con fobias tienen un miedo intenso a algo que representa poco o ningún peligro real. Su miedo puede ser por arañas, volar, ir a lugares concurridos o estar en situaciones sociales (conocida como ansiedad social).
No se
conoce la causa de la ansiedad. Factores como la genética, la biología y
química del cerebro, el estrés y su entorno pueden tener un rol.
Los
factores de riesgo para los diferentes tipos de trastornos de ansiedad pueden
variar. Por ejemplo, el trastorno de ansiedad generalizada y las fobias son más
comunes en las mujeres, pero la ansiedad social afecta a hombres y mujeres por
igual. Existen algunos factores de riesgo generales para todos los tipos de
trastornos de ansiedad, incluyendo:
- Ciertos rasgos
de personalidad, como ser tímido o retraído cuando está en situaciones
nuevas o conoce personas nuevas.
- Eventos
traumáticos en la primera infancia o la edad adulta.
- Antecedentes
familiares de ansiedad u otros trastornos mentales.
- Algunas afecciones de salud física, como problemas de tiroides o arritmia.
Los
diferentes tipos de trastornos de ansiedad pueden tener síntomas diferentes.
Pero todos muestran una combinación de:
- Pensamientos o
creencias ansiosos difíciles de controlar: Le hacen sentir inquieto y
tenso e interfieren con su vida diaria. No desaparecen y pueden empeorar
con el tiempo.
- Síntomas
físicos, como latidos cardíacos fuertes o rápidos, dolores y molestias
inexplicables, mareos y falta de aire.
- Cambios en el
comportamiento, como evitar las actividades cotidianas que solía hacer.
El uso de cafeína, otras sustancias y ciertos medicamentos pueden empeorar sus síntomas.
Para
diagnosticar los trastornos de ansiedad, su profesional de la salud le
preguntará sobre sus síntomas e historial médico. También es posible que le
hagan un examen físico y pruebas de laboratorio para verificar que otro
problema de salud no sea la causa de sus síntomas.
Si no tiene otro problema de salud, recibirá una evaluación sicológica. Su proveedor puede hacerlo, o puede ser derivado a un profesional de salud mental para ello.
Los
principales tratamientos para los trastornos de ansiedad son psicoterapia
(terapia de conversación), medicamentos o ambos:
- La terapia
cognitiva conductual es un tipo de psicoterapia que a menudo se usa para
tratar los trastornos de ansiedad. Enseña diferentes formas de pensar y
comportarse. Puede ayudarle a cambiar cómo reacciona ante las cosas que le
causan miedo y ansiedad. Puede incluir terapia de exposición, la que se
enfoca en confrontar sus miedos para que pueda hacer las cosas que ha
estado evitando.
- Los medicamentos para tratar los trastornos de ansiedad incluyen medicamentos contra la ansiedad y ciertos antidepresivos. Algunos tipos de medicamentos pueden funcionar mejor para tipos específicos de trastornos de ansiedad. Debe comunicarse bien con su profesional de la salud para identificar qué medicamento es mejor para usted. Es posible que deba probar más de un medicamento antes de encontrar el correcto.
Toma
nota y cuídate amable lector, porque nadie más lo hará. ¡Ánimo!
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