martes, 30 de abril de 2013

Las 48 leyes del poder (4/6)

Cuarta parte de seis.
Ley Nº 25- Procure recrearse permanentemente.

No acepte los papeles que la sociedad le ha endilgado. Fórjese una nueva identidad que atraiga la atención y nunca aburra al público. Sea el dueño de su propia imagen, en lugar de permitir que otros la definan por usted. Incorpore elementos dramáticos en sus gestos y acciones públicas, y su poder se verá reforzado y su personalidad crecerá en forma asombrosa.

LEY No.  25

CREARSE UNA NUEVA IMAGEN.

 

No hay que aceptar los papeles que la sociedad impone. Hay que forjar una nueva identidad, que exija la atención y que nunca aburra a la audiencia. Hay que ser dueño de la propia imagen en lugar de dejar que otros la definan para uno. Incorporar recursos dramáticos en los gestos y las acciones públicas realzan el propio poder y hace que su carácter tenga una extraordinaria amplitud.

 

Ley Nº 26- Mantenga sus manos limpias.

Es necesario que, en todo momento, usted aparezca como paradigma de la corrección y la eficiencia. Sus manos nunca se ensuciarán por ilícitos o descuidos. Mantenga esa apariencia impecable, utilizando a otros como testaferros o pantallas para ocultar, cuando sea necesario, su participación personal en hechos de esta índole.

LEY No. 26

MANTENER LAS MANOS LIMPIAS.

 

Hay que parecer un ejemplo de civismo y eficiencia: las manos nunca deben verse contaminadas por equivocaciones o malas acciones. Hay que mantener una apariencia inmaculada y utilizar a otros como chivos expiatorios y cabezas de turco para ocultar la propia implicación.

 

Ley Nº 27- Juegue con la necesidad de la gente de tener fe en algo, para conseguir seguidores incondicionales.

La gente tiene una necesidad irrefrenable de creer en algo. Conviértase en el centro focalizador de esa necesidad, ofreciéndoles una causa o una nueva convicción a la que adherir. Formúlela en términos vagos pero pletóricos de promesas. Enfatice el entusiasmo por sobre el pensamiento claro y racional. Dé a sus nuevos discípulos, rituales que realizar y exíjales sacrificios. Ante la ausencia de una religión organizada y grandes causas en las que puedan creer, su nuevo sistema de convicciones le conferirá un poder inaudito.

LEY No. 27

APROVECHARSE de la NECESIDAD que TIENE la GENTE de CREER en ALGO para CONSEGUIR ADEPTOS.

 

La gente tiene un abrumador deseo de creer en algo. Hay que convertirse en el punto de referencia de semejante deseo ofreciendo una causa, una nueva fe. Hay que mantener las palabras vagas pero llenas de promesas; enfatizar el entusiasmo sobre la racionalidad y el pensamiento claro; proporcionar a los nuevos discípulos rituales que tengan que realizar; pedirles que hagan sacrificios en favor de uno. En ausencia de una religión organizada y de grandes causas, el nuevo sistema de creencias proporcionará un poder indecible.

Ley Nº 28- Sea audaz al entrar en acción.

Si se siente inseguro frente a determinado curso de acción, no lo intente. Sus dudas y titubeos se transmitirán a la ejecución del plan. La timidez es sumamente peligrosa; lo mejor es encarar toda acción con audacia. Cualquier error que usted cometa por ser audaz se corregirá con facilidad mediante más audacia. Todo el mundo admira al audaz; nadie honra al timorato.

LEY No. 28

ENTRAR EN ACCIÓN CON AUDACIA.

 

Si no tenemos claro que camino seguir para llevar a cabo una acción, es mejor no intentarlo. Las dudas y la vacilación la estropearán. La timidez es peligrosa: es mejor entrar con audacia. Cualquier equivocación que se cometa por audacia puede resolverse fácilmente con más audacia. Todos admiran al audaz; nadie honra al tímido.  

 

Ley Nº 29- Planifique sus acciones de principio a fin.

Un final brillante constituye el corolario que da énfasis a todo su accionar. Planifique su camino teniendo en cuenta todas las consecuencias posibles, todos los obstáculos y todos los giros del azar que puedan incidir de manera negativa sobre su trabajosa elaboración y otorgar la gloria a otros. Planificar todo un proceso, de principio a fin, evitará que lo abrumen los factores negativos y le permitirá saber con exactitud cuándo detenerse. Maneje la fortuna con cuidado y determine el futuro planificando a largo plazo.

LEY No. 29

PLANEAR TODO EL CAMINO HASTA EL FINAL.

 

La conclusión lo es todo. Hay que planear todo el camino que conduce hasta ella, teniendo en cuenta todas las posibles consecuencias, obstáculos y quiebras de la fortuna que pueden revertir el trabajo duro y proporcionar la gloria a otros. Si se planea teniendo en cuenta el final uno no se verá abrumado por las circunstancias y sabrá cuando parar. Hay que guiar la fortuna con suavidad y ayudar a determinar el futuro pensando con antelación.

Ley Nº 30- Haga que sus logros parezcan no requerir esfuerzos.

Su accionar deberá parecer natural y de fácil ejecución. Toda la práctica y el esfuerzo que usted realice, así como todas las habilidosas artimañas a las que recurra, deberán permanecer ocultos. Cuando actúe, hágalo como si la tarea que tiene entre manos fuese algo de lo más sencillo, como si pudiese hacer todavía mucho más. Evite la tentación de revelar lo mucho que usted trabaja, pues con ello sólo generará cuestionamientos. No le enseñe a nadie sus trucos especiales, o los usarán contra usted.
LEY No. 30

HACER que los LOGROS PROPIOS PAREZCAN REALIZADOS SIN ESFUERZO.
Las acciones propias deben parecer naturales y llevadas a cabo con facilidad. Todo el esfuerzo y la práctica que conllevan, así como los trucos, deben quedar ocultos. Cuando se actúa, hay que hacerlo sin esfuerzo, como si se hubiera podido hacer mucho más. Hay que evitar la tentación de revelar el esfuerzo que se realiza al trabajar; eso solamente plantea preguntas. No hay que enseñar los propios trucos o serán utilizados en contra nuestra. 

Ley Nº 31- Controle las opciones: haga que otros jueguen con las cartas que usted reparte.

El mejor engaño es aquel que aparenta ofrecer opciones al otro: sus víctimas sienten que controlan la situación. Pero en realidad no son sino títeres en sus hábiles manos. Presente opciones que siempre le sean favorables, independientemente de cuál de ellas elijan los demás. Oblíguelos a optar entre el menor de dos males y logre que cualquiera de las dos elecciones resulte a favor de usted. Haga que cualquier alternativa por la que se decidan sus rivales, los perjudique a ellos y lo beneficie a usted.
LEY No. 31

CONTROLAR las OPCIONES: CONSEGUIR que los DEMÁS JUEGUEN con NUESTRAS CARTAS.
Los mejores engaños son aquellos que parecen proporcionar a la otra persona una oportunidad: las víctimas sienten que controlan la situación; pero, de hecho, son marionetas. Tenemos que ofrecer a los demás opciones que actúen a nuestro favor sin importar lo que elijan. Hay que forzarlos a tomar decisiones entre el menor de dos males, sirviendo cualquiera de ellas para nuestros propósitos. Hay que ponerlos entre la espada y la pared: se la van a clavar vayan donde vayan.

Ley Nº 32- Juegue con las fantasías de la gente.
Muchas veces se evita la verdad porque suele ser dura y desagradable. Nunca recurra a la verdad, ni a la realidad, salvo que esté dispuesto a enfrentar la ira que genera la desilusión. La vida es tan dura y problemática que aquellas personas capaces de inventar ilusiones o conjurar fantasías son como oasis en el desierto: todos van hacia ellas. Apelar a las fantasías de las masas es una fuente inmensa de poder.
LEY No. 32
JUGAR con las FANTASÍAS de la GENTE.
La verdad se evita a menudo porque resulta fea y desagradable. Nunca hay que apelar a la verdad y a la realidad a menos que uno se esté preparando para enfrentarse con la cólera que arranca del desencanto. La vida es tan dura y desconsoladora que aquellos que son capaces de crear romanticismo o provocar la fantasía son como un oasis en el desierto: todo el mundo acude a ellos. Da mucho poder aprovecharse de las fantasías de las masas.

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