¡Te amo, te adoro y te doy las gracias por todo lo que has hecho por mí y por toda la humanidad! Enséñame a ser la persona gentil, dotada de tus dones de tolerancia, diplomacia, comprensión y habilidad para entenderme bien con mis compañeros.
]El centrarse en la llama triple inmortal dentro del propio corazón, asegura al individuo la libertad de todo lo que es menor que la perfección crística. Por eso es tan importante que los discípulos que están bajo nuestra dirección practiquen diariamente este ejercicio, ya que cuanto más se usa esta actividad, más eficiente se hace el individuo. Es y debe ser la metas de todos aquellos que están bajo la supervisión personal de los seres cósmicos y de los maestros de la sabiduría, el alcanzar la talla espiritual del Cristo en acción en todo momento, permitiéndole a ese ser glorioso dirigir inteligentemente todas las acciones del individuo. Es de la mayor importancia que los individuos estén asequibles a las bendiciones y radiaciones del tercer rayo por medio de la contemplación de su actividad, del amor divino y del equilibrio que contiene. El llegar a convertirse en Cristo en actividad en el mundo de las formas, es prestar una ayuda inteligente en cooperación con los consejeros espirituales, siguiendo las directrices del santo ser cristico parea traer iluminación a su propio ser y al mundo, y ser centros de radiación de puro amor divino para las evoluciones de esta tierra.
¡Oh, amados! Yo les aseguro que una vez que hayan experimentado realmente la forma de viviré del Cristo, todo lo demás se esfumas en insignificancia y ustedes se hacen uno con nosotros, que somos uno con la vida y todas sus manifestaciones. Hay que recordar siempre que el ajustarse con la unidad del todo es identificarse con la perfección que existe ven toda manifestación, ya que toda existencia contiene el principio activo de Dios-padre-madre.
¡Te amo, te bendigo y te agradezco todo lo que significas para mí y para toda la humanidad, en todas partes! Ayúdame a mantener mi atención centrada en mi ser cristico que se encuentra anclado dentro de mi corazón, para que yo pueda exteriorizar su gran perfección en todo lo que yo haga, piense o sienta, en todas las actividades de mi mundo y mis asuntos.
La llama de la adoración es una de las actividades más prácticas que se pueden generar dentro del corazón, alma y espíritu de aquellos que están atados, porque ves un tratamiento para la mente, el sentimiento y una verdadera terapia para la carne.
La verdadera adoración a Dios no contiene ninguna búsqueda personal. Es una absoluta relajación: es reposo asoleándose en la bondad divina, amándole por ella misma; o amando a cualquiera de los seres deíficos que representan algún servicio especial hacia la vida.
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