viernes, 31 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder. 19

Un hombre de poder o líder, cuida de elegir a sus compañeros de viaje, buscando quién le ayude a crecer, quién le impulse a llegar a donde tiene que llegar. Además elegirás a quién no lo tome tan en serio y camine con él en una travesía donde siempre haya espacio para la alegría, el placer de vivir y de crecer.

d) Opta por cómo hacer el viaje. El hombre de poder o líder, aprende a realizar el viaje ligero, sin cargas emotivas o presionantes que no haya elegido. Debe de ser muy selectivo de los objetos que conserva y estar muy atento a no acumular aquello que le hará difícil el trayecto. Se habla por ejemplo de la práctica de limpiar el clóset cada seis meses, con el objeto de no conservar lo que no se usa de manera frecuente y que impide el ciclo de la abundancia: además cambiando por fuera, se puede percibir cuánto se está cambiando por dentro. Al retener, al no soltar lo que se acumula en la cintura, en el cajón, en el banco o en el closet, nos aferramos a la falta de fe y obstaculizamos el intercambio con el Universo. Recordemos que la riqueza no es tener mucho, sino necesitar poco. Otra tarea es aprender a no retener ninguna relación, ningún trabajo. Cuando nos quedamos en una relación o en un trabajo insatisfactorio, creemos que la vida no nos ofrecerá nuevas opciones y entonces nos anclamos a seres que ya no nos quieren o no pueden estar con nosotros; o continuamos laborando en determinados lugares, a pesar de que ya no es un reto ni un placer ir a trabajar, argumentando las ventajas de la seguridad.

Un hombre de poder, o líder, no acumula, suelta y entrega al universo; al tiempo que elige conscientemente a sus compañeros... e insistimos, disfruta el camino.

e) Opta por la falta de expectativas: Sabe que no debe de vivir para cumplir con las expectativas de los demás, ni de sus padres, esposa, hijos; ni del contexto social en el que nació. No vive para recibir la aceptación del respetable público: existe para construirse y servir con alegría. Aprende a distinguir entre lo que le toca hacer y lo que no le toca hacer. Al respecto, Carlos Castañeda platica una vivencia: trotaba detrás de Juan Matus su maestro, con ese paso que les permitía recorrer varios kilómetros sin cansancio. Lo hacían por un camino que serpenteaba ven el fondo de un cañón, cuyas rocosas paredes llegaban hasta los 30 metros de altura. En un momento dado, siente que la agujeta de uno de sus zapatos se desamarra y tiene que agacharse para amarrarla y así, continuar su trote. Al inclinarse escucha un gran estruendo y alcanza a ver como una enorme roca se desprende de una pared y comienza a rodar justo al lugar en donde el se encuentra. De forma instintiva, salta para librar la mole que cae a pocos centímetros de donde finalmente Carlos aterriza, salvando su vida. La piedra levanta una enorme ola de polvo. Don Juan, atraído por el formidable ruido y el polvo generado, regresa al lugar donde su pupilo intenta reponerse del susto vivido. Recordemos que don Juan aplicaba un método educativo muy especial: sin mediar otro comentario, le pregunta al aprendiz: ¿Te amarraste bien el zapato? Carlos lleno de polvo y con la adrenalina aún corriéndole por sus venas, le responde airado: ¡Si que usted es insensible! ¿No ve que estuve a punto de ser aplastado por esa roca?, y usted sólo me pregunta si me amarre bien el zapato ¡Pero qué clase de maestro es usted! Con la sonrisa pícara que lo caracterizaba, don Juan insiste, aumentando el enojo, la molestia y desafiando la importancia personal de Carlos. Después de unos minutos finalmente el maestro le dice: siempre nos enfrentamos a situaciones en las que tenemos que distinguir qué sí nos toca hacer y que no. Este caso no puedes hacer nada para impedir que la roca caiga justo en el lugar en dónde estabas hincado. Lo que sí puedes hacer y bien, es amarrarte correctamente los zapatos. Esa es tu tarea, e insiste: ¿te amarraste bien el zapato?.

miércoles, 29 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder. 18

Quien inicia el camino para ser hombre de poder o líder, debe de saber que el camino elegido no es sencillo ni de fácil acceso. Deberá de asumir lo que los místicos llaman opciones fundamentales. Tendrá que tomar entre otras decisiones, las siguientes:

a) Opta por su ética personal: El parásito, las mentiras o mandatos aprendidos de pequeños y que no hemos elegido, constituyen la llamada moral prestada la cual deberá ser cuestionada por el hombre de poder o líder, con el fin de construir su propio esquema de valores, su ética personal. Se obligará a definir qué es bueno o malo para él, independientemente de lo que opine su familia o su entorno. Deberá de establecer los límites personales e irrepetibles de sus palabras y sus actos. Ruiz señala: la sabidurías no tiene nada que ver con el conocimiento tiene que ver con la libertad. Cuando eres sabio, eres libre de utilizar tu propia mente y dirigir tu propia vida. Es encontrarnos a nosotros mismos y vivir nuestra vida en lugar de vivir la del parásito: la existencia para la que fuimos programados.

b) Optar para quien serán sus perlas. Deberá definir, para ponerlo en palabras de Pablo Neruda, para quien serán tus mejores versos. Esta decisión implica asumir que lo mejor del hombre de poder o líder, no puede ni ser aceptado ni valorado, por todo el mundo; reconociendo que en diversos entornos, circunstancias y frente a algunas personas, sus conductas y acciones, serán desde ignoradas hasta rechazadas. Neruda, por ejemplo, definió bajo las balas de Españas (refiriéndose a su participación en la Guerra Civil), que sus versos servirían para enjugar las lágrimas de quien más sufre. Esta definición, implicará entender el milagro de la vida: luchar hasta el final por algo en lo que se cree. (El hombre de poder o líder), sólo arriesga su corazón por algo que valga la pena.

c) Opta por sus compañeros de camino. Tal vez ésta sea una de las grandes decisiones de todo ser humano, pero para el hombre de poder, para el líder, se convierte en fundamental. En muchos casos, enfrentará incomprensión hacia el interior de sus núcleos familiares, desde el momento mismo en que ha cuestionado el sistema y los esquemas impuestos. En no pocos casos, desafiará reglas establecidas por las instituciones, dado que la libertad ganada en cuanto a pensamiento y actitudes, puede ser amenazante para grupos en el poder. En más de una ocasión pensará y actuará distinto a lo esperado por su familia o su grupo social. Esto hará que sea visto como un dato aberrante, como el punto estadístico que brinca de la distribución normal. Lo anterior lo podrá dejar muy solo. Sin embargo, la vida le ofrecerá oportunidades para elegir a sus compañeros de viaje. Algunos compartirán profundamente sus ideas e inquietudes, otros más lo verán como bicho raro, pero lo aceptarán tal y como es. Otros más se declararán francamente como sus enemigos y para los demás, el hombre de poder o líder, pasará desapercibido.

La fortaleza que debe de construir quien aspira a ser hombre de poder o líder, consiste en disfrutar y aprender de todos quienes cruzan por su camino: algunos se quedarán, otros dejarán huellas imborrables y los más, cumplirán la función que en el momento de coincidencia tenían y desaparecerán. Quienes estén más cerca, quienes constituyan relaciones fundamentales para el iniciado, deberán de ser sabiamente elegidos. Esto es, no permitir que nuestro inconsciente escojas por nosotros, a partir de los patrones aprendidos de nuestro entorno (el parásito), y sin cuestionar. Es fácil observar por ejemplo, cómo repetimos y repetimos las mismas malas decisiones de parejas. En ocasiones sólo cambia la carrocería (y no mucho) pero el motor y los interiores, siguen siendo lo mismo con el que nos hemos topado una y otra vez, generando relaciones insatisfactorias y dolorosas. Hacer una buena decisión de compañero, no puede partir de la etapa de enamoramiento, en la que cada quien muestras sólo lo mejor de si mismos. Una verdadera selección se debe realizar a partir de la confianza que nace al conocer los defectos del otro. Afirma Coelho: Un guerrero no entra en una batalla sin conocer los límites de su aliado.

martes, 28 de marzo de 2017

El lider: hombre de poder. 17

Durante nuestras domesticación, nuestros padres y hermanos expresaban sus opiniones sobre nosotros sin pensar. Nosotros nos creíamos lo que nos decían y vivíamos con el miedo que nos provocaban sus opiniones. Así, sin tener más elementos, nuestro subconsciente aceptó lo que nos expresaban (fuese verdad o no, y los elevamos a nivel de dogmas) Admitimos lo que decían de nosotros y de la vida, y lo convertimos en realidad. En consecuencia cuando éramos pequeños, aprendimos cómo debemos sentir acerca de nosotros mismos y de la vida de acuerdo a las reacciones y palabras de los adultos que nos rodeaban. Si por ejemplo, vivimos con personas muy desdichadas o asustadas, o llenas de culpabilidad o ira, aprendimos muchas cosas negativas acerca de nosotros mismos y del mundo, y cuando crecemos tenemos la tendencia (inconsciente), de volver a crear el ambiente emocional de nuestra primera vida en el hogar. La mayoría de nosotros tenemos ideas tontas acerca de quiénes somos y acerca de muchísimas reglas rígidas referentes a cómo se debe vivir la vida.

De ahí la importancia de la Recapitulación que ya vimos. Un gran tema de revisión será la forma en que nos enfrentamos a los mecanismos de aseguramiento de las mentiras con las que hemos crecido, que se encuentran en nuestros inconscientes tanto individuales como colectivos. Un hombre de poder, un líder tendrá que trabajar muy duro en el permanente y eterno esfuerzo de conocerse a sí mismo y a partir de ahí, aprender a curarse. El trabajo de Recapitulación es un trabajo de recuperación del alma, de recuperación de nuestras partes perdidas en el pasado, en un lugar particular o en una vieja relación.

cuando nuestro cuerpo está lleno de enfermedades, nuestras relaciones sean conflictivas, nuestras finanzas sean caóticas; en fin, cuando nuestras vidas no funcionen, hagamos la confrontante pregunta ¿Qué he hecho para crear esta situación?

Como afirmas Ruiz, dado que la enfermedad reside en la mente, la curación ase fundamenta en tres puntos muy sencillos: la verdad, el perdón y el amor hacia uno m ismo. Una vez adquiridos, el mundo entero sanará y dejará de ser un hospital para siempre.

Un hombre de poder, un líder, debe asumir siempre la responsabilidad sobre todos sus actos, por supuesto incluyendo su salud física y sicológicas y las salud de los grupos a los que se dirige.

Segundo paso: Ha identificado su propósito vital y paga el precio.

Es importante para el hombre de poder, el líder tener un propósito impecable o sentido de vida con corazón, con alma. Ahora se habla de la práctica de amarrarse al propósito y asumir los costos vitales e inevitables que se habrán de pagar por ser fiel al sentido de vida elegido. Afirma Coelho: Existe una gran verdad en este planetas; seas quien seas o hagas lo que hagas, cuando deseas con firmeza alguna cosa, es porque nació en el alma del Universo. Es tu misión en la tierra, pero es bueno que aprendas que todo en la vida tiene un precio. 

La vida de un ser humano es una eterna suma de grandes y pequeñas decisiones, todos los días a todas horas estamos optando y en ocasiones, decidimos, paradójicamente al no decidir. Cuando alguien toma una decisión, está zambulléndose en una poderosa corriente, que lleva a la persona hasta un lugar que jamás hubiera soñado, al momento de decidirse. Al definir nuestro propósito vital, nuestro sentido de vida, hacemos un decreto y toda disyuntiva tiene precios implícitos y nunca es gratuita.

lunes, 27 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder. 16

Afirma Louise Hay: lo que creemos acerca de nosotros mismos se convierte en verdad para nosotros, cada uno crea sus propias experiencias a través de pensamientos y sentimientos. Lo que pensamos y las palabras que pronunciamos generan nuestras experiencias, creamos nuestra realidad y todo el mundo que existe en ella. 

Una forma privilegiada en que nuestros pensamientos se concretan son las palabras. De ahí el llamado Primer Acuerdo, propuesto por Miguel ]Ruiz: sé impecable con tus palabras ¿Por qué tus palabras? Porque constituyen el poder que tienes para crear independientemente de la lengua que hables, tu intención se pone de manifiesto a través de las palabras. Lo que sueñas, lo que sientes, y lo que realmente eres, lo muestras por medio de ellas. Afirma la biblia, integrada por escritos realizados muchos siglos atrás que: el hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Las palabras no son sólo sonidos o símbolos escritos. Son una fuerza; constituyen el poder que tienes para expresar y comunicar, para pensar, y en consecuencias, para crear los acontecimientos de tu vidas, continúa Ruiz. La mente humana es como un campo fértil en el que continuamente se están plantando semillas. Las semillas son opiniones, ideas y conceptos. Tú plantas una semilla, un pensamiento y ´peste crece. Las palabras son como semillas, ¡y la mente humana es muy fértil!

Nuestros padres sembraron semillas en nuestra mente: nos dijeron en quien teníamos que creer, nos pusieron un nombre lleno de significado para ellos, nos dijeron que actos, pensamientos y actitudes eran buenos y cuáles eran malos. Nos heredaron el lenguaje, la religión, las costumbres... y nuestra actitud ante la enfermedad, como parte de un paquete que no elegimos y que forma parte de las profundidades del inconsciente de cada uno de nosotros. Además, establecieron finos mecanismos _también inconscientes- para que no los cuestionáramos al paso de los años. Así, cuando un nacido dentro de alguna religión decide, por ejemplo, el explorar un cambio en sus creencias e ingresar a alguna de las llamadas sectas -observar la carga de la palabra-, deberá de enfrentar no sólo el rechazo de su grupo familiar, sino sus propias culpas.

Ante los procesos de la enfermedad tanto individual como social, me he encontrado con estos finos y efectivos mecanismos de aseguramiento. He enfrentado verdaderos momentos de enojo por parte de pacientes, quienes durante toda su existencia han vivido una amplia gama de enfermedades; las crisis se presentan cuando se les invita a ser conscientes de los mecanismos de aseguramiento de la gran mentiras aprendida der sus padres, la cual pudiera sintetizarse en la siguiente frase: no existe otra forma de vivir, que no sea enfermo. Una paciente que había recorrido a los más disímiles especialistas buscando la mágica respuesta a sus constantes enfermedades (ya sabes, cardiólogos, ginecólogos, etc.), me confesaba entre serias y en broma, que sólo le faltaba hacerse los exámenes de antígeno prostático, cosa que no haría ya que desgraciadamente no contaba con próstata.

En las familias, empresas, instituciones y países, el problema es similar: se siembran conceptos en la mente que no son cuestionados, son dados por verdades y se actúa en consecuencia, aunque los resultados sean , dolor, tristeza, pobreza, injusticia y enfermedad. Así, los grupos sociales son el reflejo de sus líderes: los padres marcan el ambiente familiar, los directivos construyen la llamada cultura laboral y los dirigentes políticos marcan la pauta de los pensamientos colectivos, y todos se concretan en palabras. Los niños, no saben distinguir la palabra dicha con verdad de la palabra que es mentira.

domingo, 26 de marzo de 2017

Publicación,

Jovencitas, dinero y sexo…
Hoy quiero aprovechar el espacio para tratar un tema actual y sobretodo, cada vez más frecuente. La tecnología en nuestro país ha generado un retroceso intelectual, cultural y sobretodo, mental, en las nuevas generaciones, aunque cada día es menos frecuente observar en la calle a gente de todas edades, texteando o jugando con su teléfono móvil como hace algunos años cuando era la novedad en México, aún es común encontrar por la calle a muchos jóvenes con sus audífonos, porque van escuchando música o van charlando, usando el manos libres (audífonos que sirven para ambas cosas), lo que sí es recurrente, es que en lugares públicos, parques, jardines, plazas y centros comerciales, escuelas, transporte se quieren acabar el Smartphone o teléfono (cada día más) inteligente, jugando, respondiendo mensajes o publicando en redes sociales.
Dicen los clásicos, nada con exceso, todo con medida, y el uso de la tecnología, es usada para mal, en exceso, por la mayoría de nuestros jovencitos, ahora las escuelas, raras, son las que prohíben el ingreso de celulares a sus instalaciones; la mayoría lo permite, de ahí que el nivel educativo vaya en decremento, en perjuicio de las nuevas generaciones y si les dicen algo o les quitan el teléfono, los padres son los más indignados que reclaman exaltados por aplicar una medida interna disciplinaria que será benéfica paras sus hijos en un futuro, cuando sean padres de familia, pero no entienden razones y se les olvida que nosotros vivimos y vivimos bien sin celulares y sin tanta tecnología a nuestro alcance, que, ante la falta de preparación, redunda en perjuicio, provocando ausentismo, vagancia y sobretodo, perdiendo los valores en las jovencitas (tema a tratar).
Las jovencitas de hoy ya no les gustan las obligaciones, no quieren aprender a barrer, trapear, limpiar, cocinar, lavar, limpiar la casa, y cuando superan los 13 o 14 años, que ya físicamente (la mayoría) no parecen niñas, se ponen al tú por tu con la madre, el padre o ambos y dejan la escuela y salen a la calle a buscar trabajo, donde pocos lugares se los dan, debido a su minoría de edad.
Sueñan con tener dinero, cosas de valor, pero sin tener obligaciones para ello, aquí es donde por X o Y azares del destino, ellas platican con hombres con dinero o estos las escuchan, donde señalan estar dispuestas a todo con la finalidad de obtener tal o cual cosa o dinero en efectivo, y el hombre (como siempre) lanza el anzuelo y el pececito cae redondito en su carnada y como dijeran, cuando esa víbora pica, no hay remedio en la botica; se les hace costumbre, manía y si en el trayecto prueban el alcohol, las drogas o cualquier otro estupefaciente, la situación es peor, porque cuando sienten la necesidad de tenerlo, caen más fácilmente y por menos cantidad que originalmente les habían ofrecido y se van devaluando como personas y sexualmente, van infectándose e infectando a los demás que no se protegen porque al verlas jóvenes piensan que no están tan afectadas de sus genitales. Esto, principalmente se da en los extremos de nuestra mal dividida clase social: clase baja y clase alta, aunque las hay (en menos casos) de clase media.
Las causas son variadas: por flojera, presunción, por vicio, etc., pero pocas, muy pocas veces es por necesidad, aunque así lo digan todas cuando están enfermas o son descubiertas por su familia, novio o pareja. Porque aunque se junten, casen o tengan novio formal, siguen teniendo sus aventuras y encuentros sexuales con quien les proporcione lo que desean.
Otro dicho de los clásicos se aplica con ellas, lo del agua, al agua, porque todo lo que ganan, obtienen o sacan de sus amoríos sexuales clandestinos, así como lo reciben, así mismo lo gastan y entre más ganan, más gastan, por lo que ningún dinero es suficiente para ellas, sin embargo su valor sexual va disminuyendo porque los hombres que las usan y muchas veces disfrutan, van notando su necesidad y van disminuyendo su interés, su apoyo monetario y/o los regalos son cada vez menos costosos.
Algunas sí invierten en estudios, sobretodo en universidades privadas, donde la exigencia es menor y pueden obtener un título universitario con más facilidad, pero la mayoría no lo hace y llegará un momento en que se vean frenadas por los hijos, por el desgaste prematuro de su físico o por las infecciones (muchas letales y de consecuencias graves) VIH, VPH (papiloma humano que degenera en cáncer cervico uterino) o por el transcurso inexorable del tiempo, pero teniendo en sus manos un teléfono inteligente no lo usan para investigar de temas que afectarán tarde o temprano, su futuro, tal parece que es lo único inteligente que en verdad tienen.
Amable lector, esto lo puedes comprobar fácilmente con la mayoría de las chiquillas que trabajan en cualquier lugar, observa su comportamiento, sus amistades, quién las lleva o las recoge en su empleo, con quién habla, sonríe, cómo trata o se comporta con determinado cliente y te darás cuenta. Asimismo qué uso le da al celular. Y si tienes alguna hija en el rango de edad de 13 a 20 años, que se comporta rebelde, que tiene cosas que tú no le compras, además de que no tiene la capacidad económica para poderlo adquirir, cuidado, vigílala, porque puedes tener en tu casa una jovencita que da sexo a cambio de dinero.

sábado, 25 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder. 15

El Ticitl: construir la congruencia.

Debemos hacernos conscientes de que estamos dormidos. Entonces podremos despertar.

Primer paso: Se conoce a sí mismo: sabe cómo curarse.

En el cuarto paso señalado en el Macehual, se habló de buscar con humildad la armonía entre el cuerpo y el entorno. En este nuevo estadio de desarrollo del Ticitl, se profundiza en lo ya dicho, ya que el aspirante a ser líder deberá aprender a curarse, no sólo físicamente, sino emocionalmente. Para los pueblos aborígenes del continente americano las palabras poder y medicina son sinónimos. (Cuando un hombre de poder o líder) se manifiesta plenamente, se afirma que está lleno de poder y expresa su medicina.

Estamos acostumbrados a que muchos de nuestros líder3es políticos, de opinión, deportivos o del mundo de los espectáculos, brillen ante los medios de comunicación no sólo por sus decisiones, actos públicos y discursos, sino por sus constantes problemas tanto físicos como sicológicos, que llenan las páginas de los diarios amarillistas, las revistas llamadas del corazón o los noticiarios televisivos y radiales. Quienes no tienen relaciones de pareja conflictivas -que terminan en divorcios, hijos fuera del matrimonio o inclusive en dramas mayores-, hacen uso inmoderado de sustancias prohibidas o no prohibidas -como el alcohol-, tienen riquezas ocultas que no corresponden con sus ingresos nominales, terminan hospitalizados o tras las rejas por movimientos económicos escandalosos y poco honestos. Es más, se afirmas que a los líderes modernos les convienen esos golpes de imagen... aunque hablen mal de ellos: lo importante es mantenerse en la mente del público. En no pocos casos, los problemas son físicos y en otros de orden sicológico, como si las dificultades fueran condición para ser líder.

Un hombre de poder, un líder, según nuestros ancestros, no podía darse ese lujo. La salud física y sicológica eran requisitos fundamentales.

Las sociedades occidentales modernas se han convertido en enormes fábricas: producen pobres y desperdicios al por mayor, y también enfermos. La enfermedad, ves un problema que implica tanto al contexto como al individuo. Dentro de nuestros procesos de aprendizajes familiares y sociales, todos integramos de manera inconsciente desde muy tempranas edades, los mecanismos para vivir y hacer frente a la enfermedad y lo hacemos de manera inconsciente.

Muchos de los enfermos, aprendieron las ventajas que atesora la enfermedad: sentirse protegidos de forma especial por sus padres, enfrentar problemas aparentemente sin solución, desviar presiones (recuerdo a un paciente que se enfermaba cada vez que tenía un examen escolar y con ello, lograba que sus padres no lo llevaran a la escuela); o cumplir con la imagen familiar y social impuesta: ser enfermizo, débil, frágil. Un miembro de una familia disfuncional comentaba, que era en el hospital cuando alguno de sus familiares era internado, el único momento en que se integraban como núcleo social.

miércoles, 22 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder. 14

Elizabeth Kübler-Ross famosa tanatóloga señala que nosotros somos el común denominador de todas y cada una de nuestras relaciones, desde la más íntima e intensa a la más distante. Las actitudes que aportamos a una relación, ya sean positivas, negativas, de esperanza u odio, las aportamos a todas nuestras relaciones. Las relaciones nos ofrecen las mejores oportunidades para aprender las lecciones de vidas, para descubrir quiénes somos, a qué tememos, de dónde procede nuestro poder y el significado del amor verdadero.

Aprender a relacionarnos con el otro, construir el nosotros es todo un reto de aprendizaje para ser hombre de poder o líder. De hecho, el liderazgo estás entrañablemente ligado al tipo de relación que el líder establece con sus grupos de trabajo, con sus colaboradores. Sin embargo, muchos se quedan al final del camino solos y lanzando la culpa a los demás; otros, no logran los objetivos marcados o comprometidos, por su falta de firmeza. En ambos casos, están expuestos al contacto con el otro. De la forma en que el líder resuelva sus relaciones, será la forma en que logre sus objetivos.

Séptimo paso: aprende a ser productivo.

Al igual que un adulto, un hombre de poder o líder no puede ser mantenido. Tiene que generar sus propios mecanismos de productividad.

En la antigüedad, era fundamental el aprendizaje de los ciclos vitales, el lenguaje de las estaciones, las señales celestes -por ejemplo, entender cuándo era propicio sembrar o podar, de acuerdo a los ciclos lunares-. Estos aprendizajes vitales permitían además entenderse como parte de un todo, armónico y constante. Así, la productividad primarias era ecológica, nadie forzaba a la naturaleza, era un don del Cielo. 

Aristóteles, distinguió entre el valor de uso (de los productos para el consumo propio) y el valor de cambio (de lo que se produce para el trueque o comercio), y contrapuso el rendimiento financiero a la productividad natural. Cuando los campesinos siembran para comer, o tejen su ropa, hacen como las abejas que producen c era y miel. Pero sembrar o producir -afirma Gabriel Zaid- para vender no es natural. Y lo más antinatural de todo es que el dinero produzca intereses y se reproduzca, porque no es un ser vivo. Lo anterior referido al concepto de productividad, el cual aparece tardíamente con la revolución industrial a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Al inicio la palabra productividad se refería -para continuar con las ideas de Zaid-, a la fertilidad de la tierra y la fecundidad de los autores, no a la productividad industrial. Adam Smith, por ejemplo no usó la palabra productividad; hablaba de capacidad productiva. Fue hasta finales del siglo XIX que los economistas comenzaron a emplear el término productividad, el cual pasó al mundo de los negocios con el Plan Marshall y sus famosas misiones productivas. Actualmente el concepto de productividad -según Peter Drucker-, se define como la aplicación de lógica en el trabajo, buscando métodos estandarizados y provistos por las empresas para mejorar el rendimiento de sus trabajadores y con ello aumentar la producción y la rentabilidad. Antes de la Revolución Industrial el concepto de aristocracia se referías a quienes poseían sabiduría -en atención al eterno maestro ateniense-, pero posteriormente se distorsionó para identificar a quienes poseían el poder económico. De aquí, parte de nuestra crisis de valores actual.

Para efectos de este trabajo, adopto el concepto propuesto por Gabriel Zaid: la productividad es finalmente creatividad: de la vida en el planeta y de la vida personal. La medida última de la productividad es la vida misma: su calidad, la clase de personas que produce. Así entendida, la tarea de quien busca ser hombre de poder o líder, consiste en desarrollar su creatividad para mejorar su vida personal y la vida en el planeta. Lo anterior, no está peleado con la idea de ser económicamente independiente al tener la capacidad de generar, de manera honrada los recursos necesarios para los requerimientos tanto personales como del núcleo familiar al que se pertenece. Un hombre de poder o líder no puede ser un parásito social. De ahí, que suene por demás incongruente, desde ésta óptica, que se hable por ejemplo de algunos famosos líderes sindicales o gremiales quienes han atesorado enormes fortunas, aparentemente a partir de sus actividades de dirección. Un hombre de poder o líder según nuestros antepasados, no buscaba su beneficio personal, pero tampoco se convertía en una carga para su comunidad.

En esta etapa, se desarrollan las habilidades necesarias para sostenerse económicamente.

Recorrer cada uno de los siete pasos anteriores era la enorme tarea del Macehual, quien había iniciado su largo camino para ser hombre de poder, o líder. Habiendo cubierto estas asignaturas, estaría listo para comenzar el segundo tramo: el Ticitl.

lunes, 20 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder. 13

Un hombre de conocimiento, un hombre de poder o líder, tendrá que viajar a su interior, destruir lo que no le  pertenece, construirse a partir de lo que sí es suyo y como afirma Luis Eduardo Auté, reivindicar el espejismo de intentar ser uno mismo. El objetivo último de la Recapitulación es, a partir del conocimiento interno y personal, aceptar totalmente la responsabilidad de nuestros actos. El hombre corriente actúa según sus pensamientos y nunca asume la responsabilidad por lo que hace. Un hombre de poder, un líder asumirá siempre la responsabilidad de todos sus actos.

Sexto paso: no se toma en serio.

Algunos de nuestros sabios ancestros defendían y aplicaban un método educativo: el trabajo personalizado que realizaba un preceptor con un aprendiz, el cual usualmente era escogido por el primero: era un trabajo paciente y profundamente individualizado. Se aprendía por medio de los hechos cotidianos y por prácticas especialmente diseñadas para quien se iniciaba en el camino para ser hombre de poder o líder, desarrollara sus habilidades y actitudes, y se enfrentara a sus propios temores o barreras. Uno de los grandes cánones, era aprender a no tomarse en serio. Afirma Juan Matus: sentirse importante lo hace a uno pesado, torpe y banal. Para ser hombre de poder o líder, se necesita ser liviano y fluido. En más de las veces, el tomarnos demasiado en serio y sentirnos importantes, nos impide tener la suficiente humildad para aprender.

En ocasiones nos encontramos molestos porque alguien no nos trató como consideramos que lo merecíamos (no nos dio nuestro lugar, argumentamos adoloridos y molestos), nos sorprendemos por que otro más actúa de manera que nos pilla desprevenidos (nunca esperé algo así de él); otras ocasiones nos enojamos con el mundo por que las cosas no son como queremos que sean o porque no se resuelven en el tiempo que consideramos apropiado para ello. Enfadarnos con la gente significa, que uno considera que los actos de los demás son importantes. Ocuparse demasiado de uno mismo y de los demás, produce una terrible fatiga. Un hombre en esa posición está ciego y sordo a todo lo que lo rodea. La fatiga misma le impide ver las maravillas que le rodean.

Otro maestro indica que uno de los 4 aspectos fundamentales en éste camino es no tomarse nada personal. Te lo tomas personalmente porque estás de acuerdo con cualquier cosa que se diga. Y tan pronto como estás de acuerdo, el veneno te recorre y te encuentras atrapado en el sueño del infierno. El motivo de que estés atrapado es lo que llamamos la importancia personal. La importancia personal, o el tomarse las cosas personalmente, ves la expresión máxima del egoísmo, porque consideramos que todo gira a nuestro alrededor. Nada de lo que los demás hacen es por ti. Lo hacen o dejan de hacer por ellos mismos. Al tomarse en serio, gastamos mucha energía en defendernos, en evitar ser confrontados por nuestra ignorancia, arrogancia u orgullo mal entendido, cuando no por las carencias y envidias de personas que nos rodean y que buscan precisamente romper nuestro equilibrio interno. No estamos dispuestos a entender por ejemplo, que nadie nos puede ofender sin que nosotros le otorguemos el permiso para ello. Detener la autocompasión por lo que nos sucede o deja de suceder es parte de esta tarea.

domingo, 19 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder. 12

Un líder debe de aprender a curarse y al hacerlo, curar a su entorno y a quienes le siguen. Las organizaciones están enfermas por las enfermedades de sus dirigentes. Hace años tuve la oportunidad como consultor de empresas, de estar muy cerca de una exitosa organización empresarial, que además de fabricar productos de la más alta calidad para los más exigentes mercados internacionales, producía con enorme frecuencia y eficiencia, enfermos entre sus colaboradores. También pude estar cerca de un extraordinario esfuerzo deportivo a nivel amateur universitario, y su entrenador en jefe afirmaba que todo el equipo tenía que curarse del hábito de perder.

De ahí, la importancia de este paso para ser hombre de poder, líder.

Quinto paso: recapitula, como método de sanación.

Todavía en las puertas de la Academia Griega, se conservan la siguiente frase escrita en piedra: Conócete a ti mismo, mientras que los antiguos Toltecas, hablaban de la Recapitulación. Con el advenimiento del sicoanálisis a principios del siglo pasado y su posterior auge, todos los conceptos anteriores productos de la sabiduría humana acumulada en diversos entornos geográficos, retoman su sentido. Una tarea impostergable de quien desea ser un hombre de poder, un líder, es voltear el faro buscador hacia adentro, para ponerlo en palabras atribuidas a Mahatma Gandhi. Muchas de las grandes respuestas a nuestras búsquedas vitales no se encuentran fuera de nosotros, sino en nuestro interior. Freud, lo definió con precisión: hacer consciente lo inconsciente, llevar a la consciencia (la pantalla) lo oculto en algún archivo olvidado en nuestro disco duro (lo inconsciente), empleando la terminología cibernética. Este proceso occidental, es similar a lo que Víctor Sánchez denomina recapitular: Estoy convencido (señala el investigador social), de que la mayor calamidad de nuestro tiempo es la falta de experiencias en las que podamos recordar y vivir de nuevo nuestra conciencia oculta y la sagrada conexión que tenemos con todo lo que nos rodea. Al igual que las prácticas sicoanalíticas, los Toltecas buscaban por medio de la recapitulación, aumentar nuestra consciencia oculta (de nuevo con sc), al recordarla y vivirla.

¿Cómo era esa práctica?

En el náhuatl (lengua de los Toltecas), existe un vocablo: Tlacentlalia, que significa según Fray Alonso de Molina, la acción de recoger o ayuntar (juntar) los pecados trayéndolos a la memoria y desatorarlos. Cabe señalar que la concepción pecado debe de inscribirse en la idea religiosa empleada por Fray de Molina, pero que podemos ampliar, para mejor entendimiento. Recordemos que la palabra pecado ha sido empleada como una forma de atemorizar a los creyentes con culpas, olvidando que también corresponde a los conceptos de ignorancia o error. Así, el acto de recapitular, pudiera entenderse como la forma de retomar los errores -generados en ocasiones por ignorancia-, que hemos cometido. El sólo hecho de reconocerlos y realizar procesos catárticos, ya es sanador. Sin embargo, el punto fundamental es su conscientización, para evitar su repetición. Carlos Castañeda se refiere a este proceso como borrar la historia personal.

Otros grupos indígenas realizan prácticas similares. Por ejemplo los Wirrarikas, le cuentan en ceremonia ritual al abuelo Fuego la historia de sus vidas, así como todo aquello que tenga la consideración de error o que implique dolor emocional. Otro ejemplo, es el largo rosario realizado manualmente y durante varias semanas por quienes siguen el llamado camino rojo. Estos iniciados, escriben todos sus errores, sus dudas, sus temores, en pequeños papelitos, que van amarrando uno tras otro, para formar un largo cordón que emplearán durante sus prácticas sanatorias. Se incluirán en este rosario de papel, inclusive todos los contactos sexuales que se hayan tenido.

La técnica de Recapitulación implicas liberarnos de ataduras enérgicas que no nos pertenecen, romper promesas realizadas sin consciencia, recuperar nuestra propia energía y decir adiós a personas, situaciones o mandatos que ya no son sintónicos con nuestras necesidades. Miguel Ruiz añade: Todo sufrimiento humano es una consecuencia de creer en mentiras. Lo primero que debemos hacer es tomar consciencia de esto ¿Por qué? Porque esta consciencia nos guiará hacia la verdad y ella nos liberará de todas las mentiras en las que creemos.

Es interesante observar que la tarea de Recapitulación puede ser traducida como la toma de consciencia necesaria, para enfr3entar los paradigmas que nos han sido impuestos por nuestra familia y la sociedad, y que nos impiden ser nosotros mismos. Implica el empleo de la técnica denominada por Guillermo Marín, del acecho la cual consiste en vigilarse a sí mismo, seleccionando primero las actitudes menores de comportamiento que se quiere cambiar, después se analizan y posteriormente se enfr3entan para vencerlas. El hombre de poder o líder acecha sus propias mentiras, sus incongruencias, sus miedos para templar su espíritu. Sus actos cotidianos son un vehículo para llegar después de un inmenso trabajo y mucho esfuerzo, a la libertad y a la consciencia, aprende a estar muy atento de sí mismo, sin compasión ni importancia personal.

sábado, 18 de marzo de 2017

Publicación.

MORENA: ¿Partido o negocio?
Hace unos días comencé a hablar de este partido (sensación para muchos ingenuos), y aunque sea de forma general, es muy difícil hacerlo en un análisis, por lo que nuevamente me referiré a nuevos detalles desconocidos para muchos, esperando con ello, hacerlos abrir los ojos, o definitivamente, lograr una cerrazón y que sigan creyendo que es la esperanza de México.
Mucha gente pensante a diario se pregunta, ¿cómo se mantiene Andrés Manuel López Obrador?, ¿de qué vive?, si desde el año 2005 que pidió licencia a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal para contender por primera ocasión por la silla presidencial, no tiene un salario oficial, legal; si haces cuentas, amable lector, ya son casi dos sexenios sin una remuneración, y él mismo presume que ha recorrido más de una ocasión todo el territorio nacional (hablando de las cabeceras municipales, que son más de dos mil cuatrocientas).
Llega en avión a las capitales estatales y ciudades donde hay aeropuertos, no viaja solo, y conociéndolo, dudo que lo haga en clase turista, los recientes meses, está viajando también al extranjero, en todos los municipios visitados se hace acompañar de varias camionetas que rondan el millón de pesos, las cuales recorren el país, obviamente, por carretera, con gente de su avanzada. Sus hijos han estudiado en escuelas privadas del país y el extranjero, visten ropa de marca y poseen lujosos automóviles.
Se hospeda en los mejores hoteles del lugar visitado, y come lo mejor, aunque para sus seguidores publique fotos donde aparece en fondas o lugares humildes, pero eso es tan falso y alejado de la realidad.
Cada país tiene su sistema político y México no es la excepción, ese sistema controla todo, aunque la gente se resista a creerlo, nada sucede si al grupo en el poder no le agrada, por eso es que algunas ocasiones hay sorprendidos (pero los ignorantes, opinan que son sorpresas). Por eso mismo, eligen a sus pares y a sus contrarios, para mantener el control político de las regiones, de los estados y del país y AMLO, es actualmente el villano favorito, el opositor puntilloso, que ofrece a la ciudadanía lo que están necesitando, el que descubre el hilo negro, el que entierra el dedo en la llaga del gobernante en turno y la gente lo aplaude y no solo eso, lo idolatra, porque he sido testigo de cómo la gente lo mira, lo escucha y se va contenta a su hogar cuando recibe un saludo, un abrazo y/o unas palabras de su parte (algunos hasta le besan la mano). Tiene perfectamente estudiado su personaje, es el digno sucesor de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (su reinado fue de 1988-2000), cuyo carisma no era suyo, sino dependía de su padre Lázaro Cárdenas del Río. Ahora está a punto de llegar a su tercera candidatura con su propio partido, ya superó a su mentor, porque tiene carisma y empezó más joven su papel antagónico.
Es más que obvio que tiene un ingreso del erario público por prestarse a desempeñar ese papel que cada día le sale mejor, más creíble. Y también es cierto que jamás va a aparecer un talón o recibo de nómina con su nombre, pero de que gana más que el presidente en turno y demás gobernantes, gana más. Es lo que se denomina: valores entendidos.
Regresando a MORENA, los que aspiran a algún cargo público (hasta el momento, diputados federales, locales, gobernador, alcaldes, síndicos y regidores) firman un contrato; si leíste bien amable lector, un contrato antes de la elección, donde están dispuestos a donar, de manera obligatoria, el 50 % (la mitad) del salario percibido en el cargo respectivo (en los otros partidos oscila entre el 8% y 10% y es mucho), esto sin contar que para alcanzar la nominación tienen que apoyar $ al partido, todo esto más las prerrogativas (financiamiento o subsidio público) que cada año recibe del órgano electoral, da como resultado una importante suma de dinero que llega a sus manos inmaculadas, para sus seguidores, que lo consideran un ídolo (llamarlo Dios sería blasfemia). Un enorme negocio, con apariencia de partido político.
Los métodos internos para elegir candidatos, están más cerrados (tamaleados en la conseja popular), desde antes ya están definidos los mismos y cuando sale la convocatoria respectiva, permiten que cualquiera (miembro, simpatizante o ciudadano) se registre, incluso hasta tienen el descaro de invitar a liderazgos locales o regionales a participar, pero cuando se da la designación (presuntamente lo hace la comisión nacional de elecciones del CEN) resulta ganador el que está más cerca de la cúpula, aunque académica y políticamente, no represente nada. Eso no importa, al fin y al cabo el que hace campaña y gana algunas elecciones (en la mesa) es AMLO, gana las que al Sistema convienen, ahí es donde muchos no se explican esos triunfos pírricos e inesperados. Pero, todo está fríamente calculado.
Espero, con esto, consideres que no hay ninguna esperanza, ningún superhéroe que venga a salvar al país, como he dicho en otras entregas, la mejora económica individual, familiar o general, depende de la forma en que actuemos cada uno de nosotros, y entre menos tengamos necesidad de depender del gobierno, mejor para todos. No quiero decir que nos olvidemos por completo de los gobernantes, pero hay que evitar vivir esperanzados a ellos. Se puede abrir un negocio, actualmente hay muchos apoyos y cursos para nuevos emprendedores.
Para ello, hago una moción, aunque muchos critican al presidente en turno, su reforma fiscal, benefició a todos los empresarios; los llamados REPECOS hoy denominados Régimen de Incorporación Fiscal, durante dos años 2014 y 2015 ninguno de ellos, pagó ningún impuesto o tasa fija, en el 2016 sólo se pagó el 10 % y este año se pagará el 20 %, y eso es de gran ayuda para millones de familias. Ahora si como dice su eslogan oficial, las cosas buenas casi no se cuentan, pero cuentan mucho. Y estas acciones, son las que muestran y demuestran que se trabaja en beneficio de todos. Los detalles y errores aislados, todos los tenemos.

viernes, 17 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder. 11

Recuerdo un extraordinario ejemplo que le escuché en más de una ocasión a Carlos Machorro, refiriéndose a uno de sus jefes, por cierto, de origen ario. Este alto dirigente mundial de una firma trasnacional le visitaba y era por demás crítico de las tareas de dirección que realizaba Carlos al frente de varias fábricas en México. Nunca faltaban errores que echar en cara, omisiones, descuidos en la operación mexicana. En alguna ocasión, cuando finalmente el multicitado Machorro entendió la importancia de contar con un pinche tirano (en este caso, el jefe con autoridad para destituirlo), le pidió: Critíqueme más, porque así me obliga a crecer, aceptó la crítica, venció la barrera de su propio ego y con humildad aprendió.

Cuarto paso: busca con humildad la armonía entre el cuerpo y el entorno.

Se afirma que no hay enfermedades, sino enfermos. Es más, no existen enfermedades (así en plural), sino una sola enfermedad. Señalan Dethlefsen y Dahlke que la enfermedad es una palabra que sólo debería tener singular; decir enfermedades en plural, es tan tonto como decir saludes. enfermedad y salud son conceptos singulares, por cuanto que se refieren a un estado del ser humano y no a órganos o partes del cuerpo, el cuerpo nunca está enfermo ni sano, ya que en él sólo se manifiestan las informaciones de la mente, para comprobarlo, basta ver un cadáver. La conciencia es al cuerpo lo que un programa de radio al receptor. Continúan los estudiosos alemanes: cuando las distintas funciones corporales se conjugan de un modo determinado se produce un modelo que nos parece armonioso y por eso lo llamamos salud. Si una de las funciones se perturba, la armonía del conjunto se rompe y entonces hablamos de enfermedad. enfermedad significa, pues, la pérdida de una armonías o, también, el trastorno de un orden hasta ahora equilibrado. La pérdidas de la armonías se produce en la consciencias, en el plano de la información, y en el cuerpo sólo se muestra.

Estos revolucionarios conceptos publicados por primera ocasión a mediados de los años 80´s del siglo pasado, son coincidentes con las ideas ancestrales de la salud. La salud es equilibrio y quien desea ser hombre de poder, líder, debe aprender a enfrentar con enorme humildad, los procesos que lo llevan a la enfermedad: un hombre de conocimiento se cura a sí mismo. El anterior concepto no responde a una postura narcisista u omnipotente, responde al desarrollo de una consciencia en donde aún la enfermedad es producto de nuestra falta de armonía, ven muchos casos generada por el miedo, la confusión, el apego o la tristeza. El estrés es por ejemplo, la falta de atención a nuestro cuerpo o su sobre explotación. El hombre de poder sabe que el cuerpo no está separado de la mente y que los cambios parten de procesos internos, lo que da por resultado mejores formas de relacionarnos con nosotros mismos y por ende, con el mundo. El síntoma es la principal herramienta para darnos cuenta de, y es el recurso para restablecer el diálogo con nuestro cuerpo y aprender que cada indicio de enfermedad, es una manera en que estamos manifestando nuestro desequilibrio, nuestra falta de armonía.

Habrá que subrayar que la enfermedad (así en singular), y desde el punto de vista arribas señalado, ves una opción, siempre acompañada de su par: la salud. Lo anterior nos hace profundamente responsables de nosotros mismos, de lo que comemos de lo que respiramos, de las cargas físicas y emocionales a las que sometemos a nuestro espíritu y a nuestro cuerpo. Es oportuno un comentario que hacía el médico Carlos Biro, cuando compartía su experiencia como médico en el pabellón de coronarias de un prestigiado hospital. Decía que los ataques al corazón en muchos más casos de los deseables, eran ataques de omnipotencia. Es decir, quienes los sufrían (usualmente jóvenes entre los 35 y 45 años, con altas exigencias económicas y sociales), privilegiaban las presiones laborales para obtener recompensas económicas, sobre el equilibrio vital. De ahí, que no es extraño que estadísticamente sean los lunes por la mañana (al iniciarse la semana laboral), cuando más casos de problemas cardiacos se presentan.

He sido testigo de cómo algunos esforzados seres humanos val enfrentar tremendas enfermedades en vez de desarrollar mecanismos de autocompasión, de miedo y de parálisis, aprovechan la oportunidad, para iniciar el largo camino que los llevará a ser hombres de conocimiento, de poder, o líderes. Así, cuando nos ponemos enfermos, no sólo tenemos la oportunidad de recuperar la salud, sino también de dar un salto cuántico hasta un nivel de bienestar mayor. La sanación -debería ser- un método que no sólo elimine los síntomas, sino que también permita alcanzar crecientes estados de salud. Lo anterior no se logra, aje suficiente, la humildad necesaria para aprender a leer la poesía del síntoma, el lenguaje del síntoma. Este proceso nos lleva a no destruir el síntoma que deja de ser el gran enemigo en la enfermedad: se descubre en el síntomas a un aliado que puede ayudarnos a encontrar lo que nos falta (o nos sobra) y así vencer la enfermedad. Entonces, el síntoma será como el maestro severo que nos ayuda a entender una lección importante: subsanar nuestras faltas, nuestros desequilibrios, nuestra desarmonía: si nos atrevemos a prestarle atención, continúan Dethelfsen y Dahlke, y a establecer comunicación con el síntoma, será guía infalible en el camino de la verdadera curación, y de nuestro crecimiento y desarrollo.

miércoles, 15 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder 10

Es bueno recordar las ideas de Miguel Ruíz. Él llama a la parte sombra el parásito que lo sabe todo de ti y lo que quiere son las emociones que provienen del miedo. El parásito es un comedor de basura. Adora el miedo y la desdicha; adora el enfado, los celos y la envidia; adora cualquier emoción capaz de hacerte sufrir quiere tener el control. El método que adopta es que te maltrates a ti mismo, es el acoso continuo durante las 24 horas al día es un depredador y te está comiendo vivo. En muchas ocasiones, los principales pinches tiranos a los que nos enfrentamos, son nuestros parásitos, nuestras partes sombras.

Aprender a cre3cer a través de enfre3ntar a un pinche tirano es la tarea de quien se ha propuesto ser hombre de poder, líder. En este momento, el Macehual no cuenta aún con todos los recursos para enfrentarle, pero seguramente estará atento a identificarle y a no dejarlo ir o evitarlo. Son grandes maestros, depende de nosotros si los aprovechamos al máximo. Llegan, aunque no lo creamos, cuando tienen que llegar y cuando una parte nuestra está lista para enfrentarlos y para afrontar la porción de ellos, que mora en nosotros como parásito. Hacer frente a un tirano, es cubrir asignaturas pendientes en nuestro crecimiento -ninguna sobra ni es inútil-. No enfrentarlos oportunamente nos obligará tiempo más o tiempo menos, a recursar la materia pendiente.

martes, 14 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder.9

Tercer paso: identifica a su pinche tirano.

Muchos hemos menospreciado o evitado la oportunidad vital de enfrentarnos a un tirano. Nos asustamos, cedemos terreno o de plano nos damos por vencidos ante la fortaleza, inteligencia o el poder que ostentan diversos personajes que nos molestan, agraden, imponen o inclusive de alguna forma, esclavizan. Durante toda la historia, han existido, lo que Juan Matus denomina los pinches tiranos. Es decir, personas imposibles que ocupan puestos de poder, que tienen la capacidad de acabar con nosotros, torturadores o simplemente aquellos que nos hacen la vida imposible. Son personajes que entienden el poder como la forma de hacerse de riquezas o la capacidad para manejar gentes o circunstancias; realizan actos egoístas, empleando la fuerza, la violencia o las canonjías de su posición. Los aztecas fueron terribles como conquistadores y dueños de un vasto imperio y los españoles ignorantes y codiciosos que tras la cruz, buscaban la riqueza, son ejemplos de magníficos pinches tiranos, ya que eran dueños de la vida de los pueblos sometidos o de las poblaciones, que les eran encomendadas para que se convirtieran al cristianismo, en el caso de estos últimos.

Podemos afirmar que gracias a los pinches tiranos, el líder fortalece su alma y aprende a enfrentar sus miedos y, lo más importante de todo, tiene la oportunidad de conocer y luchar contra su parte sombra. Más adelante se hablará de la técnica de la recapitulación que buscas entre otras tareas ineludibles, enfrentar al aprendiz de hombre de poder, de líder, a su propia oscuridad. Baste por lo pronto, señalar que contar con uno o varios pinches tiranos en nuestra vida y aprender a respetarlos, retarlos y vencerlos es un gran aprendizaje. En la antigüedad estos procesos no siempre terminaban con el triunfo del aprendiz de hombre de poder: concluían con su muerte en manos del pinche tirano. Afirma Carlos Castañeda: nada puede templar mejor el espíritu de un guerrero que el desafío de enfrentar a los pinches tiranos. Sólo en tales circunstancias pueden los guerreros adquirir la sobriedad y serenidad necesarias para soportar la presión de lo que no se puede conocer.

En la práctica cotidiana nos encontramos con gobernantes, jefes o padres sordos y tiránicos, con amantes o parejas devaluatorias y castrantes; con hijos, parientes, vecinos, compañeros, amigos que nos hacen ver nuestra mala suerte. Mucha energía invertimos en culparlos y en sentirnos sus víctimas, haciéndolos dueños de nuestra tranquilidad, felicidad, bienestar o salud. Tienen poder sobre nuestras vidas, porque se lo concedemos, aunque esta idea nos suene difícil de aceptar. Sin embargo, les otorgamos una importancia tal, que una llamada telefónica proveniente de ellos, puede descomponernos todo el día. No son los formidables españoles encomenderos, los cuales eran verdaderos pinches tiranos. Ahora los podríamos denominar como pinches tiranititos, para ponerlo en el concepto que manejaba el multicitado Juan Matus.

Entre mayor se la estaturas del piche tirano, mejor serpa el reto para nuestro desarrollo. No se observa el regalo o la bendición de contar con varios tiranos durante nuestras vidas, quienes nos ofrecen la oportunidad de ser mejores al enfrentarlos. Habrá que aprender de ellos, que en el fondo también es aprender de nosotros mismos, ya que en las más de las ocasiones sus partes sombras son sintónicas con las nuestras.

lunes, 13 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder. 8

Nunca llegará a ser hombre de conocimiento (de poder, guerrero impecable, líder). Será un hombre inofensivo, asustado, un hombre vencido. su primer enemigo habrá puesto fin a sus ansias.

Y ¿Qué puede hacer para superar el miedo?

La respuesta es muy sencilla: no debe correr. Debe desafiar a su miedo, y pese a el debe dar el siguiente paso en su aprendizaje  y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse ¡Esa es la regla!

Y llega 7un momento en que su primer enemigo -el miedo- se retira. El hombre comienza va sentirse seguro de sí. Su propósito se fortalece. Aprender ya no es una tarea aterradora.

Quien pregunta es un doctor en antropología egresado de una prestigiosa universidad norteamericana a principios de los años 60´s del siglo pasado. quien responde es uno de los herederos de las ancestrales tradiciones de conocimiento de nuestro país. El primero es Carlos Castañeda, el segundo Juan Matus.

El maravilloso diálogo anterior, nos abre puertas y ventanas: el miedo es un viejo conocido de todos nosotros. No somos bichos raros, por sentir en muchas ocasiones temor ante determinadas circunstancias, sobretodo aquellas en las que perdemos el control y no tenemos todos los hilitos. El aplastante discurso didáctico del preceptor (quien vendía hierbas medicinales y por momentos trabajaba como albañil), nos permite conciliarnos con esas constantes sensaciones de inseguridad que vivimos ante nuevos hechos, eventos, retos u obstáculos. El planteamiento propuesto es muy simple y al mismo tiempo, por demás complicado: hay que enfrentarlos, no correr. Ante el temor que nos paraliza, la respuesta es su desafío. Llenos de miedo debemos de dar el siguiente paso y el siguiente, para aprender, para romper paradigmas, para ser mejores seres humanos. El miedo es un gran recurso vital, porque bien empleado nos impulsa va aprender a pesar de que nunca sabemos con exactitud cuál será el resultado del proceso.

Quien desea ser un líder no dejará de sentir el miedo, pero luchará y le dará la cara. En el transcurso de la vida, el miedo regresará, pero la disciplina de enfrentarlo permitirá volverlo a derrotar. Un líder no puede ir va las batallas vitales sin cierto miedo, pero quien es hombre de poder o líder, aprende a enfrentarlo como forma de vita. Afirma Alberto Cortez, extraordinario cantautor argentino: tantos años sobre el escenario y siempre con miedo.

Circunstancias externas y hechos concretos nos generan miedos, pero también nuestra mente genera otros tantos. En ambos casos, la tarea es la misma: aprender a enfrentarlos, Hacer una disciplina de esta práctica vital, ya que el miedo (continúa Castañeda), se conquista rápido y de repente. Entonces, comienza a controlar nuestra conducta.

Esta etapa del aprendizaje del líder en ciernes, de Macehual, es también la etapa de los intentos. Es el momento cuando se aprende dando tumbos, explorando por ensayo y error, por aproximaciones sucesivas. Se ha difundido la idea de que las cosas deben de hacerse bien a la primera, sobre todo, cuando se habla de los recientes conceptos de calidad. Sin embargo, uno de los gurús de la administración y del liderazgo modernos Tom Peters, tira por la borda la idea de que las cosas se hacen bien desde la primera vez. Valora la experiencia, la paciencia y la perseverancia para alcanzar la excelencia.  

Este enfoque es más realista y humano. Se alcanza el expertis no por azar, sino por el producto de un arduo esfuerzo, en donde se intenta e intenta, sin perder la fe. Sir Wiston Churchill afirmaba que el éxito es ir de fracaso en fracaso, sin perder el entusiasmo. La perseverancia es fundamental para enfrentar una y otra vez al miedo, y en muchas ocasiones inclusive el fracaso parcial. El aprendiz de líder, de hombre de poder, se entrega a su batalla, sabiendo que su intento es impecable. El intento, es la voluntad que puede hacer triunfar a un hombre cuando sus pensamientos le dicen que está derrotado.

domingo, 12 de marzo de 2017

Publicación.

Juegos de debilidad en el poder…
El poder es un tema tan intenso y sobretodo, tan impredecible, sin embargo se pueden ir viendo características generales que siempre ayudan a los que desean tenerlo, para bien o para mal, pero tenerlo.
Nada ayuda tanto a un hombre en su conducta a lo largo de la vida como el conocimiento de su debilidad característica. La observación es, indudablemente, certera, aunque uno debe ser capaz de ver también las debilidades de los demás. El movimiento básico de este juego consiste en negar que uno tenga el más mínimo poder, evitando así la dolorosa necesidad de tomar posiciones ante cualquier cuestión. Este juego puede verse claramente cuando se les pide a personas de considerable poder que obtengan un aumento para sus subordinados. Personas cuya vida y alma dependen de la capacidad para adoptar decisiones duras, para quienes las confrontaciones y los momentos críticos son prácticamente un estilo de vida, pueden ser reducidas a un gimoteo de impotencia por una secretaria que solicita un salario de dos mil pesos semanales en lugar de los mil ochocientos que gana en ese momento.
Repentinamente se vuelven impotentes ante el fantasma de verse obligados a actuar en nombre de las necesidades de otro. Una persona que acaba de cerrar por su cuenta un negocio de doscientos mil pesos y que haría cualquier cosa salvo ejercer la violencia física en una reunión de la junta directiva para obtener un aumento en su salario, alegará incapacidad, fatiga exceso de trabajo y sobre todo impotencia, para evitar golpear puertas por doscientos pesos semanales de otra persona: levantará las palmas de la mano, flexionará los codos, dejará caer los hombros, en el gesto galo de resignación que significa simpatía impotente y que es el lenguaje corporal instintivo del juego de la debilidad.
Cuando se trata de aumentos, cuanto menor es la cantidad implicada, más difícil resulta plantearla. Elevar un salario de un ejecutivo de cuarenta y cinco mil a cincuenta mil pesos resulta bastante fácil e incluso puede pensarse que no darle esos cinco mil pesos al fin del año sería un insulto o la advertencia de un despido inminente. Aumentarle a una secretaria o a cualquier empleado de bajo nivel de mil ochocientos a dos mil pesos semanales, por el contrario, implica un esfuerzo más profundo y exige apelaciones emocionales, chantaje y un compromiso personal. Los salarios de los ejecutivos o directivos, por elevados que sean (o se crea que son), se consideran reflejos de la empresa y corresponden, como tales, a decisiones colectivas, mientras los incrementos de salarios menores son, por su naturaleza misma, solicitudes personales que exigen que el ejecutivo involucrado arriesgue su propio prestigio.
Así, el mismo hombre puede decir: ¿Qué les parece que deberíamos hacer con el vicepresidente o subdirector X? ¿Piensan que tendríamos que darle un buen aumento?; en cambio al pedir un aumento de menores dimensiones se vería obligado a decir: me gustarías darle a X doscientos más por semana. Se los merece y a mí me resultaría más cómodo, ¿de acuerdo? Cuanto menor sea la suma de dinero, más personal parecerá el pedido, lo que explica por qué razón la mayoría de los ejecutivos se muestran renuentes a emprender semejante tarea y por qué la mejor forma de obtener un aumento mayor es la de estar ganando ya mucho dinero.
Los juegos de debilidad son principalmente útiles como medio de decir no sin tener que decirlo, siendo la cuestión de los salarios un ejemplo perfecto en un campo en el que la debilidad resulta beneficiosa. A fin de cuentas, en los niveles superiores al tuyo, parcialmente se juzga tu desempeño por tu capacidad de contener los aumentos de salario en tu zona de responsabilidad inmediata, mientras entre tus inferiores, su lealtad contigo está determinada por tu capacidad de obtener lo que ellos quieren.
En esta posición, la mejor postura que se puede adoptar es la de una dureza descomprometida con los superiores y de debilidad con los inferiores. El ejecutivo que se está preparando para una campaña de aumento personal, sólo puede hacerlo refrenando a todos los demás. Cuanto mayor sea el número de personas que no obtienen un aumento, más merecedor del mismo será dicho ejecutivo o líder sindical. En consecuencia, vale la pena recordad que la estructura de nuestra sociedad hace que la persona a la que uno debe pedirle un aumento sólo pueda obtener más dinero para sí misma, probablemente, negándose a acceder.
La negación del poder puede ser fructífera en muchas otras formas. Todo negociador competente sabe que es mejor maldecir a la dirección, hacer gala de su debilidad, culpar de todo a la computadora o va la junta de directores e insinuar, uniéndose a su oponente, que ambos son víctimas de la misma organización rapaz, para después negociar a un precio menor.
Por ejemplo, cuando trabajé por primera vez, me impresionó el hecho de que la mayoría de los ejecutivos convertían la toma de decisiones en una especie de fetiche. El juego, tal como se lo jugaba entonces, consistía en fingir que uno poseía un poder autónomo y limitado, por así decirlo. Era una mala manera de reconocer que uno tenía que consultar con todos y la idea principal consistía en insinuarle a agentes y autores que tu palabra era la palabra. De hecho, esto nunca era verdad: los miembros de la dirección, esas nebulosas figuras que controlaban las finanzas y sabían cómo caminaban los libros, siempre retenían el poder del veto, pero la trampa consistía en no admitir jamás que ellos mismos existían. En la actualidad, nadie reconoce que tiene autoridad. El antiguo orgullo de la toma de decisión ha cedido en favor de una actitud que implica que uno no puede tomar decisiones por sí mismo y que de hecho no es más que una especie de mensajero de oscuras fuerzas ocultas. Son los llamados valores entendidos.
Y así podría continuar, ¿te parece conocido? Amable lector, seguramente siempre te has preguntado por qué los salarios bajos no aumentan, espero que esto te sirva para entenderlo.

viernes, 10 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder. 7

Cuando alguien decide luchar contra sus propios fantasmas y miedos, y asu7me que ésta batalla es apenas el inicio de una disputa que le exige la vida toda, puede ir poco a poco construyendo su propósito y su sentido de vida.

Iniciar el camino para ser hombre de poder o líder, implica saber que el sentido vital, el propósito, parte de entender que la única salida para autosanarse es sanando a los demás, la única manera de dirigir a los demás es dirigirse a sí mismo. Este concepto no se limita al cuerpo físico individual; se extiende a la familia y a las organizaciones, empresas e instituciones donde participa. Se descubre entonces, que el sentido de vida, el propósito, es un viaje acompañado de una voluntad de cambio que se construye día a día, enfrentando los obstáculos centímetro a centímetro. Por eso ésta búsqueda debe ser impecable, porque a pesar de las dudas, de los fracasos, de los obstáculos; la perseverancia en el propósito es lo único que cuenta.

Este propósito se convierte en una visión: el Macehual, comienza a concebirse sano, congruente, líder sirviendo a su comunidad, poniendo sus dones al servicio de los demás: comienza a ver el mundo no como es, sino como debería ser. Se observa la importancia de este concepto en el siguiente ejemplo: vea a un anciano sin sentido vital, llevando una vida sin propósito y que espera arrinconado la muerte. Distinga en sentido contrario, a algunos ancianos que tienen una clara visión de sí mismos y se saben sanos, congruentes y servidores de sus comunidades. Ellos han llenado de sentido vital sus vidas y a su manera y a su forma, continúan sirviendo desde diferentes trincheras. Unos colaboran haciendo o interpretando música, otros más orando con los enfermos o como sucede en China, cuidando a los recién nacidos. Lo dicho para nuestros ancianos aplica para todas las etapas vitales.

Cuando existe el propósito, el sentido de vida, hay rumbo y camino. Cuando sabemos a dónde queremos ir nuestra energía se canaliza y no se desperdicia. 

Castañeda agrega al respecto un concepto enriquecedor: existen muchos caminos, muchos propósitos, muchos sentidos, pero muy pocos tienen corazón. Hay una pregunta que un guerrero tiene que hacerse obligatoriamente: ¿Tiene corazón ese camino? Si tiene, el camino es bueno; si no, de nada sirve. (Si el propósito elegido tiene corazón), uno hace gozoso el viaje, mientras lo sigues eres uno con el. Cualquier otro propósito te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte, el otro te debilita. El propósito impecable, el sentido de vida que elija un líder, debe de tener almas, corazón. Debe ser significativo para quien lo adopta y reflejarse en su comunidad.

Segundo paso: Enfrenta los miedos y obstáculos para aprender.

Cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es deficiente; su intención es vaga. Espera recompensas que nunca llegarán, pues no sabe nada de los trabajos que cuesta aprender. Lo que se aprende no es nunca lo que uno creía. Y así se comienza a tener miedo, Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que el hombre experimenta empieza a crecer sin misericordia, sin ceder. Su propósito se convierte en un campo de batalla. Y así ha tropezado con el primero de sus enemigos naturales: ¡El miedo! Un enemigo terrible: traicionero y enredado como los cardos. Se queda oculto en cada recodo del camino, acechando, esperando. Y si el hombre aterrado en su pr3esencia, echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda.

¿Qué le pasa al hombre si corre por miedo?, preguntaba el aprendiz a su preceptor. Nada le pasa, sólo que jamás aprenderá.

Continuará...

jueves, 9 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder 6

Primer paso: desarrolla el propósito impecable de ser un hombre de poder, un líder.

Quien no aspire con total certeza a ser guerrero impecable u hombre de conocimiento, no podrá iniciar la travesía. No se arriba a este convencimiento, a este propósito por caminos fáciles: se llega por los senderos peligrosos y destructivos del miedo, la ira, el dolor, la enfermedad, las pérdidas y abandonos; la confusión y la angustia. Se puede afirmar que es el camino del sanador herido como lo señala Alberto Villoldo: sanando mis propias heridas del alma, aprendí a amarme a mí mismo y a amara a los demás. Aprendí a transformar el dolor, la pena, la ira y la vergüenza que habitaban en mi interior en fuentes de fortaleza y compasión. Pude sentir el dolor de la otra persona porque sabía lo que era el dolor ...todos quienes se embarcan en un viaje de autosanación deben transformar sus heridas del alma, en fuentes de poder y energía. Si alguien aspira a dirigir a los demás, debe de pasar por este tránsito y como se verá adelante, ir humildemente partiendo del conocimiento de sí mismo y de enfrentar sus propias carencias, transformándolas en virtudes. Los jesuitas haciendo referencia a otra forma de explicar lo mismo, señalan que en la llaga está la virtud. Un líder no puede ser empático con los demás, si no ha realizado un profundo proceso para entenderse a sí mismo. Un verdadero hombre de poder, un líder, no asume su propósito de iniciar el camino, sino a partir de las carencias, de las cicatrices.

En la intimidad del consultorio, o asesorando instituciones y empresas, me encuentro con un sinnúmero de casos de vida, en donde los protagonistas experimentan por distintas razones, las confusiones más terribles, así como dolores físicos y de alma extremos. Sus corazones albergan ira, odio, temor, angustia, al tiempo de que carecen de propósito vital, de sentido de vida, para ponerlo en los términos de Víktor E. Frankl, quien tras su experiencia al haber sobrevivido en varios campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, escribió: en última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo... dichas tareas y dichas respuestas, constituyen el significado de la vida.  

Enfrentar al primer Tezcatlipoca es ver de frente al juez, a la noche, al espejo negro humeante en donde el Macehual busca sus verdaderos rostros y enfrenta a su parte sombra y su dolor, indagando respuestas de vida. Muchos eligen quedarse en la oscuridad, en las tinieblas. Otros pocos, toman fuerza de la flaqueza y con enorme coraje aprovechan la oportunidad vital que el dolor y la confusión les plantea, para comenzar una búsqueda personal y así, autosanarse y encontrar sentido a sus vidas. El primer paso es construir un propósito impecable: no es una intención frágil y momentánea ni un buen deseo. Es necesario que toquemos la más profunda soledad, la mayor confusión y el más aterrante temor, para que nuestros niveles de angustia estén en tal punto, que asumamos la urgencia de cambiar y de iniciar una exploración que de entrada, no tendrá recompensas rápidas ni finales glamorosos. A diferencia del camino que recorren algunos líderes actuales, no promete necesariamente ni riquezas ni estatus, para quien lo inicia.

Muchos de los líderes que actualmente dirigen nuestra sociedad, no han cubierto esta asignatura indispensable denominada la negra noche del alma. No saben en carne propia lo que es el sufrimiento por lo que no conocen la compasión; no saben lo que es la humildad para pedir ayuda, por lo que es difícil que sepan cómo ayudar y cómo dejarse ayudar. Muchos han tenido vidas cómodas que no les han exigido enfrentarse a sí mismos. Otros, por el contrario, han sufrido en carne propia la pobreza, el hambre y las injusticias, pero su propósito  no fue impecable, y terminan como líderes que repiten ven activo, lo que sufrieron en pasivo: buscan la riqueza realizando injusticias o son tremendamente incongruentes, por sólo señalar algunos ejemplos.

Continuará...

miércoles, 8 de marzo de 2017

El líder: hombre de poder 5

El Macehual: llegar a la consciencia.

Los Toltecas, definieron el camino para ser hombre de poder o líder como los Cuatro Tezcatlipocas. Entre las leyendas, mitologías o interpretaciones de unas y otras que llegan a nuestros días, se afirma que Tezcatlipoca era el señor del cielo y de la tierra, fuente de vidas, tutela y amparo del hombre; origen del poder y la felicidad, dueño de las batallas, fuerte e invisible. También es reconocido como la noche (cielo nocturno), las tinieblas, el espejo negro humeante, el juez de pecadores y humillador de los orgullosos. Jugaba un importante rol en la cosmovisión de la antigüedad: era el patrono de los sanadores o curanderos. Se aseveraba que tenía la habilidad de conocer los pensamientos, además de ser omnipresente. Era identificado con la constelación de la Osa Mayor.

Se hablaba que, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca eran deidades gemelas y al mismo tiempo antagónicas. Quetzalcóatl era llamado también Tezcatlipoca blanco en tanto que el color de Tezcatlipoca, es el negro. Nacen de un principio dual, masculino y femenino, denominado Ometéotl (Unión de Ometecuhtli -señor- y Omecíhuatl -señora-, conocidos además, con los nombres de Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl). Este principio dual engendró a cuatro hijos, y se afirma que fueron los dioses creadores: el Tezcatlipoca rojo, el Tezcatlipoca negro, el Colibrí hechicero Huitzilopochtli que pudo haber ocupado el lugar del Tezcatlipoca azul y la aurora, el Tezcatlipoca blanco o Quetzalcóatl. Cabe mencionar que al explorar esta cosmogonía, se encontraron diversas interpretaciones, pero todas conservan el número cuatro como elemento común. 

Tezcatlipoca se representa con una franja negra en el rostro y en una pierna muestra un hueso expuesto donde debería estar el pie. Es el espejo que humea, el que camina entre tus sombras, según afirma Marte Trejo. Se viste con piel de jaguar; cada una de sus manchas representa la noche y las estrellas en el cielo. A la vez, como el felino mágico te desgarra y te destruye, si no estás preparado para recibirlo.

Los grandes líderes, sabios y guerreros de la antigüedad no se vestían como Quetzalcóatl: utilizaban una piel de jaguar, porque trataban de identificarse con el señor del espejo negro humeante. Es decir, los hombres de poder, de conocimiento o los guerreros impecables, se identificaban con Tezcatlipoca ¿Cuál sería la razón? Quizá se refiera a que conocían que cada uno de los cuatro Tezcatlipocas, representaban los tránsitos, los procesos para llegar a la aurora al Tezcatlipoca blanco, a Quetzalcóatl. Los Toltecas hablan también de cuatro estadios, a saber: Macehual, Ticitl,  Guerrero y Tlamatini.

La primera y gran tarea del Macehual, es llegar a su consciencia, para poco a poco, ganar el conocimiento de sí mismo. Para ello, se indican los siguientes pasos ineludibles:

Continuará...