Has trabajado muy arduo, has cumplido con tu deber y por fin obtienes el puesto con el que siempre has soñado. Ahora te encuentras en una posición de liderazgo y necesitas reflejar esto en todo lo que haces y dices.
Desde luego, necesitas demostrar que tienes confianza y estás en control. Puedes lograr esto al caminar erguido, establecer buen contacto visual, desarrollar un buen apretón de manos, sonreír y ser un buen oyente. Has aprendido todo lo anterior mientras progresa vas en tu trabajo. Sin embargo, ahora necesita saber más que esto.
Los experimentos realizados en Harvard y la Facultad de Administración de Columbia muestran que mantener tu cuerpo en una postura poderosa por dos minutos incrementa tus niveles de testosterona, la cual está relacionada con la confianza y el poder y reduce tus niveles de cortisol, una importante hormona del estrés. Hay tres posturas de poder principales. Puedes estar de pie con tus brazos y piernas estirados, te puedes inclinar encima de tu escritorio con tus brazos muy separados o te puede recargar hacia atrás con tus manos entrelazadas detrás de tu cabeza y tus pies descansando sobre tu escritorio. Debes hacer esto en privado antes de hacerlo en cualquier situación en la que desees sentirte con más confianza.
Necesitas ser un buen oyente. Mantente cara a cara con la persona con la que hablas y establece un buen contacto visual. Esto muestra interés. Párate erguido o inclínate hacia adelante si estás sentado. Asiente con tu cabeza, usa expresiones faciales para transmitir tus sentimientos y haz algunas otras indicaciones de que escuchas con atención. Es importante que la otra persona sepa que le estás dando toda tu atención y que estás interesado y te importa. Por consiguiente ignora cualquier interrupción o distracción como mensajes de texto, correos electrónicos, llamadas telefónicas o documentos en tu escritorio. No mires tu reloj, ya que esto puede indicar que sientes que la persona te impide hacer algo más importante.
Elimina cualquier barrera que tengas con la persona con la que hablas. Podrías salir de detrás de tu escritorio. También evita cruzar tus brazos, ya que esto puede ser considerado como una barrera o una señal de desacuerdo.
Una barrera interesante podría ocurrir Cuando alguien se sienta a horcajadas sobre una silla, con el respaldo de está proporcionando una protección simbólica. A pesar de que esta persona utiliza el respaldo de la silla como protección, desea controlar y dominar al grupo. La protección es necesaria con el fín de repeler a cualquiera que resienta la actitud de confrontación de esta persona.
Desarrolla un apretón de manos genuino y fuerte. No quieres darle a alguien un apretón de manos quebrador de huesos o uno débil y poco convincente. Evita dar un apretón de manos dominante. Proporciona una sonrisa genuina y establece contacto visual cuando estrechas la mano. Práctica tu apretón de manos con alguien en quién confías, hasta que consigas uno con el que estés satisfecho. Si tienes un puesto de nivel superior en una corporación, vas a estrechar manos con regularidad y serás juzgado por ello.
Se generoso con tus sonrisas. La mayoría de las personas te responden la sonrisa cuando reciben una sonrisa genuina. Sonreír te hace sentir bien y eleva el ánimo de todos los que se encuentran a tu alrededor. Esto también te hace parecer más accesible.
Utiliza tus manos. Se ha demostrado que gesticular con las manos mejora la calidad del discurso, ya que activa una parte del cerebro conocida como el área de Broca, la cual estimula los pensamientos y el habla. Sin embargo no muevas tus manos sin sentido. Utilizalas para enfatizar tus argumentos y para actuar como punto y aparte de lo que dices. Se cuidadoso con los gestos cuando te encuentres en un país extranjero o cuando tratas con personas de otras culturas.