viernes, 30 de octubre de 2020

¡Cuidado!

Ser perfecto es peligroso.

 

Siempre es peligroso mostrarse superior a los demás, pero lo más peligroso de todo es parecer libre de toda falla o debilidad. La envidia genera enemigos silenciosos. Lo inteligente es poner de manifiesto, de vez en cuando, tus defectos y admitir vicios inofensivos, a fin de desviar la envidia y parecer más humano y accesible. Sólo los dioses y los muertos pueden parecer perfectos impunemente.

 

La envidia es una hierba que no debe ser regada, la envidia tiene mucho poder, en un entorno democrático. La gente que es superior a la mayoría evita toda apariencia de grandeza. Esto no significa que la grandeza debe sofocarse o que sólo debe sobrevivir lo mediocre, sino que es necesario recurrir a un hábil juego de apariencias. La insidiosa envidia de las masas puede desviarse con facilidad: muéstrate como uno de ellos, tanto en estilo como en valores. Establece alianzas con quienes son tus inferiores y elévalos a posiciones de poder para asegurarte de que te apoyan en momentos de necesidad. Nunca hagas ostentación de tus bienes, y disimula el grado en que ellos te han comprado influencia. Demuestra tu respeto por los demás, cómo si estos fueran más poderosos que tú.

 

Nunca seas tan tonto como para creer que despiertas admiración mediante la ostentación de las cualidades que te destacan por encima de los demás. Al hacer tomar conciencia a los otros de la posición inferior que ocupan, sólo generas “admiración desdichada”, o sea, envidia, que corroerá a los demás hasta que terminen socavando tu éxito y posición de formas por entero imprevisibles. Sólo el necio desafía a los dioses de la envidia haciendo ostentación de sus triunfos. El maestro del poder entiende que la apariencia de superioridad sobre los otros no tiene importancia alguna; lo que importa es la superioridad real.

 

De todos los trastornos del alma, la envidia es el único que nadie admite tener.

 

Una de las cosas que más difíciles resultan al ser humano es manejar sus sentimientos de inferioridad. Al enfrentarnos con una capacidad, un talento o un poder superior, a menudo nos sentimos perturbados e incómodos; esto se debe a que tenemos una conciencia exagerada de nosotros mismos, y cuando nos encontramos con quienes nos superan, nos percatamos de los aspectos en que somos mediocres o al menos no tan brillantes como creíamos. Esta perturbación de nuestra imagen personal no puede tolerarse mucho tiempo sin que despierten emociones negativas. Primero sentimos envidia: si tuviésemos las cualidades o la habilidad de la persona superior a nosotros seríamos felices. Pero la envidia no nos brinda consuelo ni nos acerca a la persona a la que envidiamos. Tampoco podemos admitir que sentimos envidia, porque es un sentimiento que la sociedad condena: mostrar envidia significa admitir que nos sentimos inferiores. Ante amigos cercanos podremos llegar a confesar nuestros deseos secretos y no realizados, pero nunca admitiremos sentir envidia. De modo que es un sentimiento clandestino. Lo disimulamos de muchas formas, por ejemplo, encontramos motivos para criticar a la persona a la que envidiamos: decimos que podrá ser más inteligente que nosotros pero no tiene valores morales o conciencia, o podrá tener más poder, pero ello se debe a que engaña y hace trampas. Si no la desprestigiamos, quizá la elogiemos en exceso, lo cual no es más que otra forma de disimular la envidia.

 

Hay diversas estrategias para manejar la insidiosa y destructiva envidia. Primero, acepta el hecho de que siempre habrá individuos que de algún modo, serán superiores a ti, y acepta también que podrás llegar a envidiarlos. Pero utiliza ese sentimiento como fuerza impulsora para tratar de igualar o superar a esas personas algún día. Si dejas que la envidia se vuelva hacia adentro, te envenenará el alma. Expúlsala y podrás elevarte más alto.

 

En segundo lugar, comprende que, a medida que vayas ganando mayor poder, quienes están debajo de ti, te tendrán envidia. No lo demostrarán, pero es inevitable. No aceptes ingenuamente la fachada que te muestran: aprende a leer entre líneas las críticas, los pequeños comentarios sarcásticos, las virtuales puñaladas por la espalda, el elogio excesivo, la mirada de resentimiento, los críticos feroces, los que te difaman en público. Los grandes problemas de la envidia aparecen cuando no la reconocemos hasta que ya es demasiado tarde.

 

Por último, deberás saber que, cuando los demás te envidian, trabajarán de modos insidiosos contra ti.

 

Pondrán en tu camino obstáculos que no preverás o cuya fuente no podrás descubrir. Es difícil defenderse de ese tipo de ataque. Para cuando te des cuenta de que es envidia lo que subyace en los sentimientos negativos de una persona, a menudo es demasiado tarde: las disculpas, la falsa humildad, las acciones defensivas no harán más que acrecentar el problema. Ya que es mucho más fácil evitar la envidia antes de que aparezca, que deshacerse de ella una vez que se ha desarrollado, deberás planificar con cuidado para evitar que ese sentimiento crezca. A menudo son las propias acciones las que generan envidia, la propia inconsciencia. Al identificar las acciones o cualidades que generan envidia, podrás cortarla por lo sano antes de que contaminen toda tu vida.

 

El dinero es algo que puede conseguirse; el poder también. Pero una inteligencia superior, un físico agraciado y un encanto personal son cualidades imposibles de adquirir. Quienes son perfectos por naturaleza deben trabajar al máximo para disimular su brillo y revelar, de vez en cuando, uno o dos defectos, a fin de neutralizar la envidia antes de que eche raíces. Es un error común e ingenuo pensar que seduces a la gente con tus talentos naturales, en realidad, terminarán odiándote por ellos.

 

Un gran riesgo en el ámbito del poder es la repentina mejora de la suerte personal: un ascenso inesperado, un triunfo o un éxito que pareciera venir del cielo. Esto sin duda generará envidia entre quienes antes eran tus pares.   

 

Vivimos en un mundo de hipocresías y envidias, así que tenemos que adaptarnos a eso, no queda más remedio que hacerlo, aunque seamos superiores y/o perfectos.

jueves, 29 de octubre de 2020

¿Lo dudas?

Seres humanos perdidos.

 

Como siempre lo hago, me concentraré en México. Este tema es muy duro, fuerte, pero real.

 

En cualquier rincón de nuestro país, desafortunadamente, hay muchos seres humanos perdidos, seres que respiran pero no tienen una razón por la cual vivir y mucho menos ser felices.

 

Lo anterior, tiene que ver desde sus orígenes como seres vivos, hijos de padres sin cultura, viciosos, flojos, llenos de traumas provocados por sus ascendientes, que forman un círculo vicioso que nos mantiene en la mediocridad, en la pobreza como Nación porque son mayoría.

 

Muchos conocemos a estos seres desgraciados (por estar en desgracia, lo aclaro porque la generalidad cree que es un insulto), y los hay de diferente estrato social, pero obviamente, abundan en la pobreza. Es común encontrar a nuestro paso a esos seres, que su mirada denota tristeza, su andar, su manera de ser y vestir, muestran cuán lejos están de la felicidad.

 

Estos seres son aquellos que nacieron fuera de matrimonio, cuando sus padres eran, incluso menores de edad, que no tuvieron oportunidad de estudiar lo básico o por su inmadurez dejaron de hacerlo, que desde temprana edad comenzaron a ganar dinero para subsistir, creyendo que estaban trabajando, pero no es así. Esos seres que pocas ocasiones recibieron una palabra, una caricia, un gesto, ya no digo de amor, sino de aprobación por parte de sus padres. Esos seres víctimas de las circunstancias que repiten todo eso y más en sus hijos y por ende, la población feliz, va disminuyendo.

 

Pocos, muy pocos, aceptan su situación física, espiritual, emocional, personal. La mayoría finge lo contrario a lo que podemos observar. Sobre todo las mujeres, ellas en su mayoría y platicando con sus amigas, son las víctimas de los crueles y desconsiderados hombres, pero esa es otra historia.

 

Una persona carente de vida, felicidad y amor, tiene que buscar atajos para, según ellos, equilibrar, con otra cosa, lo que le falta. Muchos se inclinan por la maldad, por lo ilegal, por hacerle daño a los demás y el resto hacen menos, pero buenos no son.

 

Un ser incompleto, busca en el alcohol, en las drogas, en la delincuencia, un escaparate a su infelicidad, se tatúa, se coloca piercing para llamar la atención, porque cree que con eso, la gente lo mirará y no pasará desapercibido, aunque solo sea para burlarse o huir de él, (claro, hablo de la gente considerada normal), se lían a golpes por cualquier tontería y a la menor o nula provocación, los hay que hasta portan arma blanca o pistola y ahí el resultado llega a ser fatal. Por su escasa materia gris y por lo mismo, incapacidad para analizar, razonar y reflexionar cometen innumerables acciones contrarias a lo correcto, creyendo equivocadamente que los buenos son más.

 

Estos seres, carecen de preparación profesional y técnica, ya que muchos comenzaron a laborar, incluso, siendo menores de edad. Duran poco en los empleos de la iniciativa privada, los que ingresan al gobierno en cualquiera de sus niveles, pueden tener una base, plaza o cierta estabilidad, pero todo el tiempo se están quejando del bajo salario, del excesivo trabajo que hacen, aunque sabemos que en todas las áreas de gobierno sobra gente y falta que hacer. Se quejan siempre y se quejan de todo. Viven intrigando en contra de los demás, y aunque haya algunos con carreras truncas, no dejan de pertenecer a este numeroso grupo.

 

Estos seres, caen en las garras del consumismo, contratan televisión por cable, tienen telefonía celular con plan o cada X tiempo carga saldo para tener internet y llamadas ilimitadas (ingenuos), compran muchas cosas a plazo, los hay que hasta adquieren su despensa, a meses sin intereses, compran cantidad y no saben distinguir la calidad, piden prestado a la gente, en sus empleos, a las innumerables financieras o cajas de ahorro que solo existen y abundan en el país, empeñan lo que tengan, son excelentes anfitriones, porque cualquier pretexto es bueno para armar una pachanga, donde lo que más abunda es el alcohol, mujeres y la buena música.

 

Eso y más son las características de estos personajes, pero la más frecuente y común, es su religiosidad, llámese católicos o de cualquier otra asociación religiosa como lo señala la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, están ávidos de creer en alguien y no se dan cuenta de que solo les están quitando su dinero para mantener a vivales, porque hay que dar su crédito al catolicismo, que es la única que no exige a todos los creyentes como las demás, salvo a los que están más cerca del poder celestial, que algunos también se llevan su parte de gloria económica. Las demás instituciones, hacen de la fe un negocio y lo peor, es que la gente analfabeta, regular y preparada, por igual, caen en las redes de estos delincuentes sin escrúpulos. La falta de felicidad, alegría, amor, interés, etc. en la gente, es la principal causa de la pobreza, ésta a su vez de la delincuencia, de la inseguridad, etcétera. La ignorancia produce dinero y también lo quita, pero en las manos de los seres humanos perdidos el dinero jamás les dura, viven al día con lo poco o mucho que ganan y nada tienen ahorrado para su vejez.

 

Amable lector, si en tu vida no hay más porcentaje de felicidad y demás valores positivos, cambia tu forma de ser y de ver la vida, no vaya a resultar que en tu epitafio se escriba la frase: nació, creció, vivió, murió y nunca supo para que existió. 

miércoles, 28 de octubre de 2020

Toma nota y hazlo.

Sexo y relajación.

 

Esta entrega la hago para elevar un poco la temperatura, ya que el clima en el país, estos días recientes ha estado demasiado frío.

 

Voy a tratar un tema, para algunos, todavía tabú: El sexo, hablo de la unión entre hombre y mujer (aunque existen otras uniones, solo trataré de la unión original).

 

Llega una edad del hombre y la mujer, en que se desarrolla la libido, el instinto sexual, la atracción física por el sexo contrario, y no hablo solo de besos y caricias tiernas, hablo de algo más íntimo, del clímax entre un hombre y una mujer.

 

Es normal, que al principio, tanto hombres como mujeres, se muestren inexpertos, que se provoquen dolor, miedo, desilusión, incluso flojera, (porque la mujer es virgen y por lo general, la primera vez sufren el desgarro del himen, y el hombre que no está circuncidado puede sufrir desgarro del frenillo del glande, y también es doloroso) pero como todo en la vida, con el paso del tiempo y la práctica frecuente, la mayoría van volviéndose expertos (algunos) en el arte del amor.

 

Es obvio que, tanto hombres como mujeres, disfrutamos de distinta manera, pues tenemos diferentes zonas erógenas, pero habiendo un buen acoplamiento esas sesiones serán inolvidables.

 

El sexo, la entrega entre dos seres que, normalmente, se aman, es la etapa del ser humano, más maravillosa que existe, y se debe disfrutar sin prisas, sin remordimientos, sin miedo, sin prejuicios, sin temor, sin pensamientos sucios, sin culpas de ninguna índole.

 

Los recientes años, el sexo ha tenido una actividad muy promiscua, lo que ha traído una infinidad de enfermedades de transmisión sexual, algunas de consecuencias muy graves, por lo que ahora para poder disfrutarlo al máximo, se necesita conocer a la pareja, saber que ambos están limpios, de lo contrario, tendrán que entregarse utilizando preservativo, comúnmente denominado condón, pero aunque haya de sabores, los fabriquen ultrasensibles, nunca será igual como hacerlo de manera natural.

 

Una vez que la pareja, está limpia (por fuera, pero más de manera interna), todo empieza con una sesión tierna de besos, que conforme van aumentando, también va creciendo la intensidad de estos, generalmente se comienza en la boca, pero una vez que empiezan a darse los sonidos guturales de ambos, (umm, ahh, ohh) esos besos se trasladan a otras partes, pueden ser los lóbulos de la oreja, el orificio de la misma, se puede hablar en voz baja, se puede soplar levemente y la temperatura corporal, empezará a subir. Se puede bajar al cuello, besarlo todo (algunos gustan de provocar los llamados vampiros, comúnmente denominados chupetones, que la verdad, no son nada atractivos y a muchas mujeres les duele, sin embargo, se dejan, pero cada quien su gusto), posteriormente se puede girar a la pareja y besar su nuca, justo donde termina el nacimiento del cabello, esto puede hacerse a gusto de cada quien, pueden empezar por la nuca o por el cuello, o hacerlo indistintamente, asimismo, se puede bajar a la espalda, besarla tierna y apasionadamente, poniendo mayor énfasis en las vértebras de la columna, hasta la cintura, paso siguiente volverla a girar, besar el pecho, alrededor del seno, (el seno dejarlo para más adelante) bajar al abdomen, regresar, pasar nuestra lengua por cada parte del cuerpo de nuestra pareja, ahora sí, dedicarle un buen tiempo al seno femenino, se puede empezar, encerrando el pezón entre nuestros labios, pero haciendo un círculo escondiendo los dientes, pasar la punta de nuestra lengua por ese botoncito de placer, comerse todo el seno, haciendo movimientos lentos de succión, como lo hacen los bebés cuando son amamantados, aumentar la intensidad y otros tantos juegos y caricias que podemos hacer con ellos. Se deben hacer en ambos, primero con uno, después con el otro, pero nunca hacerlo solo con uno, porque tu pareja no te lo perdonará.

 

Ya que trabajamos la mitad de arriba del cuerpo femenino, empezamos con la parte de abajo, la más atractiva, la más deseada por todos (o casi), podemos iniciar indistintamente por recorrer las nalgas femeninas con nuestra lengua haciendo movimientos de arriba-abajo, derecha-izquierda, oscilatorios, etc., incluso puedes otorgar un beso negro, ya que pocos lo hacen, pero que a la mayoría de las mujeres, enloquece de placer, bajar a los muslos por la parte trasera, hasta donde quieras llegar (lo ideal es llegar a los talones), después volteas a tu pareja, besas sus muslos, saltándote la región púbica, dejándola para el final, recorrer toda la pierna, deteniéndote en sus rodillas que también las enloquece, seguir hasta los pies, besar todos y cada uno de los dedos (de ahí la necesidad de estar limpios), para finalmente, llegar a la mejor parte, la vagina femenina, ahí introducir la lengua de manera lenta, morder los labios de forma suave sin causar dolor fuerte, pero que sientan los dientes, localizar el clítoris y estimularlo con movimientos hacia todos lados, en fin, eso lo dejo a tu imaginación. Al margen de todo esto, mientras tu lengua besa y recorre cada parte del hermoso cuerpo femenino, tus manos pueden estar tocando otras partes del cuerpo, porque no pueden ni deben quedarse quietas.

 

Caso contrario, la mujer, puede hacer lo mismo con el cuerpo masculino, aunque generalmente, la parte más intensa, la parte que nos enloquece, son los besos y algo más en el pene, en los testículos, y a algunos, también el beso negro los lleva al clímax, incluso, una vez que se estimularon por separado, pueden hacerlo de manera conjunta, en la posición denominada el 69, es aquella en la que el hombre está acostado boca arriba y la mujer se coloca encima de él, boca abajo, pero a la inversa, es decir, la vagina de ella la coloca en la cara de él y la cara de ella, queda encima del pene y empiezan a estimularse mutuamente.

 

Posterior a esto, y muchas veces, la mujer ha tenido alguna eyaculación, viene el acto final, la penetración, ahí existen múltiples posiciones para hacerlo, lo recomendable es practicar varias antes de que el hombre eyacule, sobretodo para que la mujer se venga sobre nosotros, o se vuelva a venir, recuerden que ellas tardan más, y eyacular pronto, sin tanta ceremonia, provoca infidelidades y abandonos, se debe hacer un buen trabajo. Para esto, no es recomendable, hacer el amor en las noches, porque ya nos vence el cansancio, y aunque por tradición, así se acostumbra, no se rinde igual, es mejor si se hace más temprano, es urgente y necesario dedicar unas horas al disfrute íntimo en pareja, de verdad, ambos, se sentirán mejor.

 

Ya estando en acción, hay otras formas de estimular a la pareja, se puede hablar en otro idioma, si se sabe; se le puede decir que nos vuelve locos, que es muy hermosa, que se mueve sabroso, que sigue apretadita, pedirle que gima, grite, muerda, arañe, o lo que desee hacer en ese momento; igual nosotros, podemos hacer cualquier sonido, grito, jadeo, preguntarle si le gusta así o más lento o rápido, etc. recuerda lo que dije, que en la intimidad todo está permitido, siempre y cuando no se lastime al otro (aunque hay masoquistas, que disfrutan con el dolor propio y/o de la pareja), lo que sí es recomendable en esos momentos, es olvidar rencores, enojos, reclamos, olvidarse de todo, vivir el momento, pasarla bien, disfrutarse el uno al otro. La cantidad de eyaculaciones, ya depende de cada pareja. Así como la periodicidad para hacerlo. En verdad, te garantizo una mayor plenitud sexual y por consiguiente, tu vida emocional, será mejor, hazlo, no te limites, no te inhibas, no te reprimas, recuerda que solo se vive una vez.

Analízalo...

SEXO: PLACER O NEGOCIO.

 

Resulta inexplicable, para algunos; imposible, para otros, incluso hasta los fanáticos lo consideran una maldición; lo que es una realidad es, lo común y frecuente, además de imprescindible que se ha vuelto el sexo entre los jóvenes, cada vez de menor edad. En la actualidad, es frecuente ver, saber o conocer de niñas de secundaria, incluso de primaria que resultan embarazadas; las causas, pueden ser muchas y aunque, algunas resulten inválidas para muchos, la realidad es que si influyen en las estadísticas sobre el tema.

 

El ser humano, y concretamente, el mexicano, tienen una mentalidad débil, es fácil de influir en sus decisiones, no observan más allá de su pequeño espacio personal, son presa fácil de las manipulaciones y chantajes. Lo que se puede ver a la vuelta de la esquina, con las modas pasajeras de compraventas de artículos para cualquier cosa (malteadas, productos milagro para adelgazar, artículos orgánicos o inorgánicos, franquicias sin reconocimiento, tandas, cajas y/o cooperativas de ahorro y préstamo, suscripciones, productos bancarios, servicios que te ahorran tiempo, pero que te cuestan dinero mes con mes, seguros para casi todo, etcétera) y eso en el tema que nos ocupa, no es la excepción.

 

La principal causa de los embarazos no planeados y por consiguiente, no deseados, es la desintegración familiar, existen tantas madres solteras, divorcios, violencia familiar, vicios que nublan los sentidos y provocan problemas que se reflejan en los hijos.

 

La estadística y la realidad, demuestran que los hijos de padres solteros, traerán al mundo hijos similares a ellos. Claro que como en toda regla general, hay excepciones, pero son garbanzos de a libra.

 

Nos hacen creer en la televisión, en el cine y en algún otro medio masivo de información o entretenimiento, que la extracción social y económica no influyen en el futuro de cada quien, pero es falso. Eso es solo una fantasía para tener dominada a la gente.

 

La ociosidad, es la madre de todos los vicios, si tienes un hij@ con toda la libertad, que no le pides explicaciones de sus actividades, que no tienes el tiempo para estarlo cuidando, y lo más importante, si no le ofreces cariño y protección, lo buscará, erróneamente, en otras personas o sustancias. Y eso se convierte en un círculo vicioso, que generación tras generación, se refleja en menor edad.

 

Si quieres tener un gran ser humano, tienes que mantenerlo entretenido, que disfrute lo que hace, que reciba amor, protección, cariño, no solo en su casa, sino en la escuela, en la calle, en donde se pare, una persona de valía tiene cabida en todos lados, porque la bondad y los valores se transpiran y los demás lo podemos ver, así como lo contrario, nuestro cerebro tiene tantas funciones que desconocemos, pero en escasos segundos de mirar a una persona que no conozcamos generamos una primera impresión, buena o mala, incluso hay un dicho, la primera impresión jamás se olvida, y es cierto, aunque como dije arriba, hay excepciones. ¿Qué impresión causa a tu vista, una persona con tatuajes, con piercing, sucia, desaliñada? Mala, sin lugar a dudas, incluso hasta pésima y te quieres alejar de ella lo antes posible. En cambio, una persona limpia, bien peinada, provoca un sentimiento distinto. ¿Verdad?

 

Retomando el tema, hoy las mujeres-niñas entregan su virginidad por venganza a sus padres, porque no las toman en cuenta, porque viven en un hogar disfuncional, porque las regañan, porque les imponen obligaciones (no están acostumbradas a eso), porque los amigos las incluyan en su círculo social, pero lo que hoy en día, es la principal causa, lo hacen por dinero.

 

Los negocios disfrazados bajo denominaciones o razones sociales de agencias de edecanes, modelos, guías, intérpretes, masajes, etcétera, resultan un jugoso negocio en la actualidad, para jovencitas ávidas de lujos y buena vida, sin temor a las infecciones y enfermedades de transmisión sexual. La mayoría de nosotros conocemos, por lo menos de vista, a una vecina, clienta, o que vemos frecuentemente, a una joven que no trabaja, pero viste ropa de calidad, trae aparatos con la última tecnología, dinero de sobra, incluso estudian en alguna escuela privada, y te has preguntado, ¿Cómo le hace? La respuesta en la mayoría de los casos, está ahí, porque aun cuando tengan un novio rico, si son novios no está bien visto por la sociedad y los defensores de la moral, recibir dinero de él, a menos que sean algo más que novios de manita sudada.

 

Reza un dicho, y estos son sabiduría popular, que no hay peor ciego que el que no quiere ver; existen padres o familiares de este tipo de jovencitas que aunque sospechen que algo anda mal en su vida, mientras no los molesten, no les pidan dinero, no les dicen nada; otros, quizás lo ignoran y por no tener los recursos suficientes, si dicen algo, salen insultados por este tipo de hijas que los mantienen engañados. Aunque al final de cuentas, tan malo es lo primero como lo segundo.

 

La culpa es compartida, en muchos de los casos, pero al final la afectada es la joven, porque es ella la que el resto de su vida cargará con las secuelas físicas, mentales, espirituales, sociales y morales, puede ser que jamás encuentre a la persona idónea para compartir el resto de su vida, siempre les encontrará defectos y sobretodo, vivirá sin poder brindar amor a los demás, aunque diga amar al que reúna lo principal que en realidad adora: el dinero, porque es lo que le ha interesado desde niña, cuestión que ha creído genera la felicidad, aunque en su interior esté vacía. Porque siempre habrá quien pague por las caricias de una jovencita desubicada.

 

Amable lector, si tienes una hija, amala, cuídala, encáuzala, enséñale a respetar su cuerpo y su persona, a vivir de conformidad con sus posibilidades, a no envidiar ni desear lo que está fuera de su alcance, a trabajar duro para tener una vida mejor y sobretodo, para que llegue a ser realmente feliz.

Toma nota...

Símbolos de poder.

 

En sociedades más sencillas que la nuestra, los símbolos de poder son instantáneamente reconocibles, tanto si consisten en un collar de cuentas de cristal o en una corona y un cetro- por lo general es fácil detectar los símbolos de poder cuando sólo existe una estructura de poder visible. Semejantes jerarquías relativamente simples se dan incluso en nuestras sociedades más grandes y más complejas; en el ejército, por ejemplo, el poder relativo de cada uno está claramente señalado y cualquier soldado y oficial nota instantáneamente el rango de un desconocido. En los servicios armados, la carrera está sintetizada en los hombros, las mangas y el pecho, a la vista de todo el mundo. Lo mismo se aplica a los oficiales de justicia, a los empleados de correo uniformados, a los bomberos y a las pandillas adolescentes. Ésta es una forma sencilla de señalar las diferencias de poder, semejante a las plumas de águila de la vincha de un jefe indio, las espuelas de oro de un caballero medieval, los zapatos marrones que solían distinguir a los aviadores navales de los oficiales de línea en verano, y a un millar más de peculiaridades y tradiciones en el vestir.

 

En nuestro mundo cotidiano los signos del poder son, necesariamente, más ambiguos y gran parte de la ansiedad evidente de la vida moderna deriva de la lucha constante por conjeturar  la posición relativa de poder de los demás. Ya que no podemos llevar galones en las mangas ni estrellas en los hombros, nos vemos obligados a intentar diferencias más sutiles y a abrigar la esperanza de que serán reconocidas en todo su valor.

 

El problema consiste en que los símbolos de poder de una persona pueden resultar poco significativos para otra: todo se transforma en una adivinanza y, como resultado, hasta las menudencias pueden volverse importantes para alguien. Conozco a un ejecutivo que abriga un prejuicio firme e irrazonable contra los puños de camisa franceses; otro desprecia a quienes usan camisa con el cuello desabrochado y un tercero cree que no se puede confiar en ningún hombre que lleve cinturón en lugar de tirantes. La mayor parte de este tipo de prejuicios es totalmente irracional, aunque en el fondo probablemente es tan sensato ascender a alguien porque comparte nuestro gusto en cuanto a las camisas (o lo imita) como por cualquier otra razón. Lo esencial, no obstante, es que estos prejuicios no formen un sistema que pueda descifrarse con facilidad: quien persigue el poder debe adivinar cuales son las señales significativas y no equivocarse. Puesto que la mayor parte de las observaciones de la gente en este campo se basan en oscuros recuerdos ancestrales de lo que olían usas sus padres, o de lo que les enseñaron que debía llevarse en la escuela o en la universidad, o en la idea de que todo lo que no provenga de cierta marca es cursi y de calidad dudosa. Las señales del poder fuera de los servicios armados resultan a menudo desconcertantes y, en una época en que las mujeres comienzan a ocupar posiciones de poder se vuelven incomprensibles.

 

El hecho de que sean desconcertantes no significa que no existen. El amplísimo despacho de David Mahoney es un símbolo obvio de poder, pero también lo son su traje azul de corte imperial, sus zapatos Gucci, su bronceado invernal y el comando de una limusina. De hecho, el síndrome de la limusina es un barómetro muy corriente de poder. A cierto nivel una limusina  es, naturalmente, una forma cómoda y deseable de moverse, una de las prerrogativas evidentes del éxito, pero a otro nivel resulta importante porque define tu categoría clara e instantáneamente, como me dijo en una oportunidad un ejecutivo.

 

Incluso entre los que poseen limusinas existen distinciones de poder. Las limusinas alquiladas proporcionan menos prestigio que las de propiedad privada. Rolls Royce más que Cadillac y nada iguala a la Mercedes 600 con los cromos pintados de negro y las ventanillas traseras ahumadas para volver invisible al ocupante. Los teléfonos en las limusinas se han convertido en un lugar tan común que han dejado de ser un símbolo significativo de poder, aunque es interesante notar que varias empresas fabricantes de radios ofrecen antenas falsas para limusinas, baratas, que no se conectan a nada. Al fin de cuentas, el juego de la limusina es semejante a cualquier otro. Un hombre de negocios que conozco alquila una limusina siempre que la necesita, averigua el nombre de pila del conductor y le desliza diez dólares en el bolsillo. En el momento adecuado dice: Oye Harry, me parece mejor que hoy tomemos X calle. Con ello implica que se trata de su coche y su chofer. Además se sienta delante, lo que le da aire de propietario y también una ilusión de familiaridad con el conductor. Con los símbolos de poder, lo que cuenta es la atención a los detalles. En una oportunidad presencié como un respetable hombre de negocios le daba una propina al barman de un gran hotel, a mediodía, con instrucciones de que cuando volviera por la tarde, aquél dijera: buenas noches señor X, ¿lo de siempre?

 

Si somos ajenos a los servicios armados, debemos crear nuestro propio sistema de señales de poder, usufructuando todo lo que tengamos a mano, buscando las formas de demostrar que somos, según las palabras de un productor de la Costa Oeste de los Estados Unidos de Norteamérica, personas muy importantes.

lunes, 26 de octubre de 2020

¡Ánimo!

Símbolos de poder: los pies.

 

Nadie pensaría que los pies son símbolos de poder, excepto en las pinturas de antiguos tiranos que colocan el pie sobre el pecho del derrotado o lo apoyan (acorazado y con espuelas) en la de un dragón agonizante, pero hay casos en que los pies reflejan toda una historia de vida. La mayor parte de la gente expone las suelas de los zapatos únicamente si se siente en posición de poder protegido o de superioridad, no porque tema tener un agujero en la suela, sino en virtud de que la planta del pie es una porción sumamente sensible de la anatomía. Hasta las personas más duras vacilan antes de caminar descalzas sobre la grava o la arena caliente y casi todos nosotros somos en extremo quisquillosos –por lo tanto vulnerables--  en esa zona. Cuando los hombres cruzan las piernas tienen la tendencia a bajar los dedos de los pies, como protegiendo las plantas, a pesar del hecho de que dicha posición obliga a un considerable esfuerzo de los músculos y tendones del tobillo. Éste es un acto reflejo, un indicativo de que nos sentimos más cómodos con ambos pies en el suelo, plantados con firmeza, dispuestos a saltar si es necesario.

 

Observa a un ejecutivo en acción, conversando acerca de un problema, se echa hacia atrás en su asiento y cruza una pierna sobre la otra, aparentemente seguro de sí mismo y relajado. En el momento en que la discusión se vuelve grave y difícil, descruzará las piernas casi con seguridad, apoyará ambos pies en el piso y se inclinará hacia adelante, con las manos en las rodillas, adoptando su posición de máximo poder. En ese instante, la otra persona tiene dos posibilidades: puede hacer lo mismo, en cuyo caso ambos quedarán agachados hacia adelante, enfrentados en posición de combate, o puede elegir cruzar sus piernas y echarse hacia atrás, mostrando indiferencia y falta de temor ante la postura de poder del otro. Sí, nuestros pies nos delatan; se balancean hacia atrás o hacia adelante expresando duda o impaciencia; los escondemos de la vista de los demás, debajo de las sillas, en momentos de timidez y miedo; los colocamos firmemente delante de nosotros indicando que no cederemos nada ni cambiaremos de idea; juntamos los dedos entre sí en una posición de recatada deferencia cuando hablamos con una persona muy poderosa, y los separamos con los dedos apuntando hacia fuera en un ángulo de cuarenta y cinco grados con el fin de señalar nuestra desdeñosa superioridad.

 

La gente poderosa es muy sensible con respecto a los pies, tal vez porque recientemente ha vuelto a surgir la cuestión de qué hacer con ellos. En el pasado se trataba de una cuestión de esmerada etiqueta, pero el advenimiento  del escritorio tipo cajón en el siglo XX –que protegía al ocupante de visitantes y empleados como una Línea Maginot de madera--, convirtió la conducta y las señales de los pies en un arte perdido. Ahora que los escritorios se han convertido en simples mesas, generalmente en una placa de cristal o madera sobre delgadas patas de cromo, los pies vuelven a ser dolorosamente visibles. Muy poca gente sabe qué hacer con ellos, aunque casi todos los poderosos prefieren apoyarlos en el suelo, lugar al que pertenecen, y mantenerlos los más quietos posible.

 

Qué ponerles encima es otro problema. Cuando quedaban o cultos detrás de un pesado escritorio, a todos les resultaba posible usar botas negras, objetos resistentes y prácticos que garantizaban que los pies se mantendrían abrigados y secos, y sólo eran indicativos del poder y la clase del sujeto por la calidad de la piel y la perfección del lustre. Las botas de J. P. Morgan no eran muy distintas de las de sus empleados, salvo por el hecho de que él tenía un valet que las lustraba y se aseguraba de que los tacos no estuvieran gastados. En la actualidad los pies vuelven a estar a la vista y pueden ser útiles para marcar todo tipo de diferencias sociales y para acentuar una diversidad de pretensiones de poder.

 

Existe una cuestión básica: la gente poderosa se hace lustrar los zapatos o se los lustra. En todas las culturas en las que existe el calzado –y en todos los tiempos--, un zapato sucio es una señal de debilidad. Los caballeros latinoamericanos de la vieja escuela pasaban horas sentados en la calle, haciéndose lustrar los zapatos, y el mejor lugar para ver gente importante haciendo fila se encuentra frente al puesto de limpiabotas, en cualquier gran edificio de oficinas, alrededor de las nueve de la mañana. Muchos poderosos se hacen lustrar por segunda vez después de almorzar, cuando el limpiabotas visita sus despachos por la tarde para restablecer el brillo matinal. Por la noche cuando vuelven a su casa se permiten llevar los zapatos empolvados y opacos, ya que han abandonado el mundo del poder. Esto implica por qué no hay puestos de limpiabotas en las estaciones suburbanas y también la razón por la que qué muy pocos de éstos atienden después de las cinco de la tarde: nadie necita una lustrada al volver a su casa.

 

La gente poderosa lleva, por lo general, calzado sencillo y siempre colocan los cordones –redondos y encerados—en línea recta, nunca cruzados. Los zapatos que tienen  puntera cuadrada, tacones altos, grandes hebillas de metal, costuras en lugares insólitos, o aspecto similar al de las botas de montar no son, decididamente símbolos de poder y es imprescindible evitarlos. La inversión de mil o mil quinientos pesos en un buen par de zapatos es un movimiento inteligente por parte de cualquiera que tenga interés en el poder. Dado que la gente es capaz de cualquier cosa con tal de no mirar el rostro de los demás o de exponer el suyo al escrutinio directo tiene la tendencia a mirarles los zapatos y ésa es la imagen que surge en su mente al pensar en el otro. En los recientes tiempos se ha puesto de moda el calzado con pequeñas hebillas o bridas de metal y están muy bien si provienen auténticamente de Gucci de Nueva York. Las imitaciones son sutilmente reconocibles y no se debe recurrir a ellas. David Mahoney, por ejemplo usa Gucci de charol negro con una banda de tela roja y verde y una brida en el empeine; estos son símbolos poderosos del éxito y la confianza aunque, al igual que cualquier objeto de moda, pueden resultar anticuados cuando llegues a comprarte un par.

¿Le crees?

Sistema inmunológico y el Covid-19.

 

Estamos, aparentemente en la recta final de la pandemia que a nivel mundial nos han introducido un día sí y al otro también, principalmente los medios de comunicación y recientemente el gobierno federal en turno.

 

Como en anteriores entregas he externado mi incredulidad ante tal virus, originalmente llamado coronavirus pero como ya existía, le modificaron a Covid-19, en ésta menciono datos más reveladores de la farsa que estamos viviendo durante dos meses y que la ignorancia de la mayoría de habitantes del país, no logra entender, creyendo que la minoría que se niega a seguir con las reglas mal intencionadas, somos los que estamos mal, los necios, los malos, incluso utilizan adjetivos peores, pero la realidad, tarde o temprano, pondrá a cada quien en su lugar.

 

Tengo un amigo, médico, estudioso y de origen chino, con él platiqué hace unos días del tema de moda, y como ya antes me lo había dicho, el virus existe y no de ahora, hace años que lo “descubrieron”, no es mortal como nos han estado haciendo creer y por ende, engañando.

 

Fue una charla larga, me comenta que en 4 lugares de China, desde hace unos años, todos los habitantes de ellas, tienen una tarjeta, donde los están revisando en su vida diaria, al final o inicio de cada mes, les entregan cierta cantidad de dinero que varía en base al tipo de vida que llevan, a mejor calidad de vida, mayor dinero, a menor calidad de vida, menos dinero. Algunos ejemplos son, si estudian, si trabajan, si comen balanceadamente, si no fuman, toman alcohol o drogas, si hacen ejercicio, si se mantienen en un peso adecuado, etcétera.

 

Y esa es una de las metas que traen entre manos los que dominan al mundo. George Soros, Bill Gates, los Rockefeller, etc. Quieren hacer un mundo más sano, más productivo y mejor, además de tener a todos controlados.

 

Esa, precisamente, es la finalidad de la llamada sana distancia, al mantenerse la gente lejos del calor humano, del bullicio y la cotidianidad, es más fácil que los satélites nos identifiquen, que es lo que hace China en sus ciudades experimentales, sé que resulta difícil creerlo, amable lector, sobre todo cuando el mundo de muchos es tan limitado, pero es real, estos datos no cualquiera los conoce y mucho menos, cualquiera los cree, ni los entiende.

 

Otra de tantas acciones colaterales, al crear esta pandemia, es la de terminar con la educación presencial, de todos los niveles, y que ésta sea, de manera virtual, algunos países como España, casi, así lo hace, allá los alumnos están matriculados (por lo menos en el nivel universitario) pero no tienen que acudir diariamente a clases como sucede en nuestro país,  los alumnos estudian en sus casas y solo van una o dos veces a la semana a su universidad para preguntar las dudas que tengan de los temas estudiados. Es un avance, pero les falta perfeccionarlo. Eso se pretende hacer en todos los países del orbe. Esto sin duda, amable lector, afectará a muchos profesores, el sindicato de América más grande. Pero mientras que disfruten de su salario íntegro sin trabajar, porque muchos no están dando clases en línea, porque no saben usar la tecnología, porque son flojos y no quieren hacerlo, pero en unos años más, se arrepentirán de no aprender cosas nuevas.

 

Lo mismo, sucederá con los médicos y enfermeras, que ahora los quieren considerar como héroes sin capa, al menos en México, donde elevan y bajan a cualquier persona o profesional sin un análisis previo, simplemente porque así es la idiosincrasia nacional. La idea de los poderosos es eliminarlos y que seamos revisados por las aplicaciones de teléfono celular, como ya está sucediendo. Como dije antes, quieren un mundo más sano. Así que si alguno de los que me lean son profesionales de la medicina, pónganse atentos, porque esto es lo que se les viene. Reflexiona que el magnate de la computación es uno de esos visionarios y le será muy beneficioso ($$$).

 

Finalmente, lo que están buscando con las medidas del cubre bocas y el gel antibacterial, que ya he señalado que no sirven para nada, pero que las autoridades en turno, nos obligan a que se usen, solo es para debilitar el sistema inmunológico de cada individuo y lo explico a continuación, más detallado y por separado.

 

El uso excesivo del cubre bocas, causa hipoxia (disminución de oxígeno en la sangre), hay gente que no se lo quita ni en su casa, otros hasta encima se ponen una careta de las caseras que hacen de acetato. Un cubre bocas quirúrgico no se debe usar más de noventa minutos seguidos, según del material que sea (desechable, de tela de algodón o poliéster, papel) su uso debe ser menor. Porque se humedece y se es más propenso a las infecciones, de todas, no solo del coronavirus. Los que sí deben usarlo, son las personas de primer contacto, esto es, las personas que revisan a otras para detectar síntomas del virus, las que atienden a personas con el virus o la persona que ha sido detectada como portadora y que quiera proteger a lo demás. Claro que esto debe ser siempre bajo supervisión y después de aprender el protocolo de uso y desecho de ellos.

 

Como sabemos, con la boca y nariz respiramos (inhalamos y exhalamos), al hacerlo desprendemos dióxido de carbono y otros gases, al traer un cubre bocas por tiempo prolongado y que no permita salir el aire tan rápidamente, algo de eso que estamos desechando porque es nocivo, se vuelve a introducir a nuestros pulmones, pero en eso pocos se han detenido a analizarlo.

 

lo mismo sucede con el uso excesivo del gel antibacterial, afecta el sistema inmunológico, investigaciones al respecto señalan que el compuesto de triclosán, conocido también como el compuesto encargado de matar las bacterias, estaría alimentando a las bacterias de nuestras manos. Este compuesto no mata al cien por ciento las bacterias, lo que permite que estas se hagan más fuertes y sean inmunes a los jabones convencionales que si son más efectivos, recomendables y menos dañinos. Además el triclosán puede afectar el metabolismo, el sistema cardiovascular, el sistema reproductor y el cerebro, debido a su compuesto de bisfenol A, que la piel absorbe. Por otro lado, concentración de alcohol de estos geles es de entre el 65% y 75% con la excusa de eliminar las bacterias, en realidad lo que hace es meterse en el cuerpo afectando a nivel celular los músculos. Dependiendo de la fortaleza del organismo de cada individuo, pero se habla de casos de gente que usa de manera indiscriminada el gel, que aumentaron hasta un 600% el riesgo de contraer enfermedades. Esto se debe a la combinación de alcohol con el triclosán que afecta directamente el sistema inmunológico, lo que se traduce en dejar el cuerpo débil ante cualquier bacteria que presenten las manos.

 

Además, su uso en exceso, también contamina las fuentes hídricas por el triclocarbán, que están en los cristales que mejoran el aspecto del antibacterial. Este qwuímico es cancerígeno y es casi imposible de limpiar de las aguas, por lo que se puede causar un problema de salud masivo. Entre otras cosas más.

 

Así que inteligente lector, no te dejes influir por el miedo tuyo, de otros, las noticias exageradas, por la ignorancia y si lo estás haciendo (usar cubre bocas y gel), hazlo con más responsabilidad y razonamiento, porque independientemente de que me creas o no, recuerda la regla básica: nada con exceso, todo con medida. Cualquier cosa que se use de manera exagerada, sin lugar a dudas, provocará un daño, en este caso, a nuestra salud. Porque el sistema inmunológico, coloquialmente denominadas, defensas, serán disminuidos y cuando estemos en invierno, que es la estación del año de más infecciones respiratorias, se notarán los excesos de ignorancia que hoy, muchos creen ser de inteligencia. Haz tu vida normal, camina, has ejercicio, sal a que el sol te dé, es lo más curativo que existe y sobretodo, deja de pensar que te vas a contagiar, el que no confía en su organismo, ni en otra cosa, no merece vivir. El miedo mata, lentamente muchas veces, pero mata. Cuídate como siempre, pero no exageres. Los poderosos quieren acabar con los seres débiles y que sobrevivan los mejores. Analízalo un instante, tienes tiempo para hacerlo.

sábado, 24 de octubre de 2020

Analiza...

Sistema inmunológico y el Covid-19.

 

Estamos, aparentemente en la recta final de la pandemia que a nivel mundial nos han introducido un día sí y al otro también, principalmente los medios de comunicación y recientemente el gobierno federal en turno.

 

Como en anteriores entregas he externado mi incredulidad ante tal virus, originalmente llamado coronavirus pero como ya existía, le modificaron a Covid-19, en ésta menciono datos más reveladores de la farsa que estamos viviendo durante dos meses y que la ignorancia de la mayoría de habitantes del país, no logra entender, creyendo que la minoría que se niega a seguir con las reglas mal intencionadas, somos los que estamos mal, los necios, los malos, incluso utilizan adjetivos peores, pero la realidad, tarde o temprano, pondrá a cada quien en su lugar.

 

Tengo un amigo, médico, estudioso y de origen chino, con él platiqué hace unos días del tema de moda, y como ya antes me lo había dicho, el virus existe y no de ahora, hace años que lo “descubrieron”, no es mortal como nos han estado haciendo creer y por ende, engañando.

 

Fue una charla larga, me comenta que en 4 lugares de China, desde hace unos años, todos los habitantes de ellas, tienen una tarjeta, donde los están revisando en su vida diaria, al final o inicio de cada mes, les entregan cierta cantidad de dinero que varía en base al tipo de vida que llevan, a mejor calidad de vida, mayor dinero, a menor calidad de vida, menos dinero. Algunos ejemplos son, si estudian, si trabajan, si comen balanceadamente, si no fuman, toman alcohol o drogas, si hacen ejercicio, si se mantienen en un peso adecuado, etcétera.

 

Y esa es una de las metas que traen entre manos los que dominan al mundo. George Soros, Bill Gates, los Rockefeller, etc. Quieren hacer un mundo más sano, más productivo y mejor, además de tener a todos controlados.

 

Esa, precisamente, es la finalidad de la llamada sana distancia, al mantenerse la gente lejos del calor humano, del bullicio y la cotidianidad, es más fácil que los satélites nos identifiquen, que es lo que hace China en sus ciudades experimentales, sé que resulta difícil creerlo, amable lector, sobre todo cuando el mundo de muchos es tan limitado, pero es real, estos datos no cualquiera los conoce y mucho menos, cualquiera los cree, ni los entiende.

 

Otra de tantas acciones colaterales, al crear esta pandemia, es la de terminar con la educación presencial, de todos los niveles, y que ésta sea, de manera virtual, algunos países como España, casi, así lo hace, allá los alumnos están matriculados (por lo menos en el nivel universitario) pero no tienen que acudir diariamente a clases como sucede en nuestro país,  los alumnos estudian en sus casas y solo van una o dos veces a la semana a su universidad para preguntar las dudas que tengan de los temas estudiados. Es un avance, pero les falta perfeccionarlo. Eso se pretende hacer en todos los países del orbe. Esto sin duda, amable lector, afectará a muchos profesores, el sindicato de América más grande. Pero mientras que disfruten de su salario íntegro sin trabajar, porque muchos no están dando clases en línea, porque no saben usar la tecnología, porque son flojos y no quieren hacerlo, pero en unos años más, se arrepentirán de no aprender cosas nuevas.

 

Lo mismo, sucederá con los médicos y enfermeras, que ahora los quieren considerar como héroes sin capa, al menos en México, donde elevan y bajan a cualquier persona o profesional sin un análisis previo, simplemente porque así es la idiosincrasia nacional. La idea de los poderosos es eliminarlos y que seamos revisados por las aplicaciones de teléfono celular, como ya está sucediendo. Como dije antes, quieren un mundo más sano. Así que si alguno de los que me lean son profesionales de la medicina, pónganse atentos, porque esto es lo que se les viene. Reflexiona que el magnate de la computación es uno de esos visionarios y le será muy beneficioso ($$$).

 

Finalmente, lo que están buscando con las medidas del cubre bocas y el gel antibacterial, que ya he señalado que no sirven para nada, pero que las autoridades en turno, nos obligan a que se usen, solo es para debilitar el sistema inmunológico de cada individuo y lo explico a continuación, más detallado y por separado.

 

El uso excesivo del cubre bocas, causa hipoxia (disminución de oxígeno en la sangre), hay gente que no se lo quita ni en su casa, otros hasta encima se ponen una careta de las caseras que hacen de acetato. Un cubre bocas quirúrgico no se debe usar más de noventa minutos seguidos, según del material que sea (desechable, de tela de algodón o poliéster, papel) su uso debe ser menor. Porque se humedece y se es más propenso a las infecciones, de todas, no solo del coronavirus. Los que sí deben usarlo, son las personas de primer contacto, esto es, las personas que revisan a otras para detectar síntomas del virus, las que atienden a personas con el virus o la persona que ha sido detectada como portadora y que quiera proteger a lo demás. Claro que esto debe ser siempre bajo supervisión y después de aprender el protocolo de uso y desecho de ellos.

 

Como sabemos, con la boca y nariz respiramos (inhalamos y exhalamos), al hacerlo desprendemos dióxido de carbono y otros gases, al traer un cubre bocas por tiempo prolongado y que no permita salir el aire tan rápidamente, algo de eso que estamos desechando porque es nocivo, se vuelve a introducir a nuestros pulmones, pero en eso pocos se han detenido a analizarlo.

 

lo mismo sucede con el uso excesivo del gel antibacterial, afecta el sistema inmunológico, investigaciones al respecto señalan que el compuesto de triclosán, conocido también como el compuesto encargado de matar las bacterias, estaría alimentando a las bacterias de nuestras manos. Este compuesto no mata al cien por ciento las bacterias, lo que permite que estas se hagan más fuertes y sean inmunes a los jabones convencionales que si son más efectivos, recomendables y menos dañinos. Además el triclosán puede afectar el metabolismo, el sistema cardiovascular, el sistema reproductor y el cerebro, debido a su compuesto de bisfenol A, que la piel absorbe. Por otro lado, concentración de alcohol de estos geles es de entre el 65% y 75% con la excusa de eliminar las bacterias, en realidad lo que hace es meterse en el cuerpo afectando a nivel celular los músculos. Dependiendo de la fortaleza del organismo de cada individuo, pero se habla de casos de gente que usa de manera indiscriminada el gel, que aumentaron hasta un 600% el riesgo de contraer enfermedades. Esto se debe a la combinación de alcohol con el triclosán que afecta directamente el sistema inmunológico, lo que se traduce en dejar el cuerpo débil ante cualquier bacteria que presenten las manos.

 

Además, su uso en exceso, también contamina las fuentes hídricas por el triclocarbán, que están en los cristales que mejoran el aspecto del antibacterial. Este qwuímico es cancerígeno y es casi imposible de limpiar de las aguas, por lo que se puede causar un problema de salud masivo. Entre otras cosas más.

 

Así que inteligente lector, no te dejes influir por el miedo tuyo, de otros, las noticias exageradas, por la ignorancia y si lo estás haciendo (usar cubre bocas y gel), hazlo con más responsabilidad y razonamiento, porque independientemente de que me creas o no, recuerda la regla básica: nada con exceso, todo con medida. Cualquier cosa que se use de manera exagerada, sin lugar a dudas, provocará un daño, en este caso, a nuestra salud. Porque el sistema inmunológico, coloquialmente denominadas, defensas, serán disminuidos y cuando estemos en invierno, que es la estación del año de más infecciones respiratorias, se notarán los excesos de ignorancia que hoy, muchos creen ser de inteligencia. Haz tu vida normal, camina, has ejercicio, sal a que el sol te dé, es lo más curativo que existe y sobretodo, deja de pensar que te vas a contagiar, el que no confía en su organismo, ni en otra cosa, no merece vivir. El miedo mata, lentamente muchas veces, pero mata. Cuídate como siempre, pero no exageres. Los poderosos quieren acabar con los seres débiles y que sobrevivan los mejores. Analízalo un instante, tienes tiempo para hacerlo.

viernes, 23 de octubre de 2020

Aprende...

SISTEMA POLITICO MEXICANO.

 

En ésta entrega quiero enseñarte que es y cómo estamos inmersos en el tan mencionado sistema político. Un tema interesante, complejo, diferente, pero, sobre todo, difícil de entender por las mayorías. El conjunto de elementos que interactúan y están interrelacionados recibe el nombre de sistema. Lo político, por su parte, se asocia a la actividad política: que a su vez es aquello vinculado a la administración de los temas públicos y a la gestión del Estado.

 

El sistema político, de este modo, es la organización existente en un determinado territorio para el ejercicio de la política. En este sistema intervienen diversos agentes, instituciones y normativas que componen aquello que se entiende por poder político.

 

Cada sistema político determina la forma de acceso al gobierno (es decir, a la administración del Estado) y establece las bases sobre las cuales se desarrolla la actividad gubernamental. Estos sistemas, por lo tanto, están directamente vinculados con el modo de organización del Estado y con la Constitución.

 

El sistema político puede relacionarse a la forma de Estado. Hay Estados unitarios (que carecen de divisiones administrativas o que tienen divisiones pero sin ningún tipo de autonomía) y Estados federales (con divisiones que cuentan con diversos grados de autonomía), tal es el caso de nuestro país que está dividido en Entidades federativas y municipios.

 

La forma de gobierno también está determinada por el sistema político. Un territorio puede organizarse como República (el jefe de Estado es elegido para ocupar un cargo público) o Monarquía (el jefe de Estado es una persona que hereda el cargo y lo ejerce de manera vitalicia).

 

Muchos de ustedes, amables lectores, pensarán que no pertenecen al sistema político mexicano, que es el área de análisis, pensamiento más erróneo porque todos estamos inmersos en él, en cualquier lugar, espacio o área, hasta en el menos imaginado, interviene la política. La historia nos enseña que Aristóteles (el gran pensador, filósofo y maestro griego) consideraba al ser humano un animal político (zoon politikón), esto es, un animal ciudadano, un animal cívico, un animal social. Lo que significaba para él que la virtud, la justicia y la felicidad sólo pueden alcanzarse socialmente, en relación con los demás, en la ciudad, en la polis, o sea, políticamente. Ahora te explico por qué.

 

El gobierno, o para ser más preciso, los que se mueven en las principales esferas políticas, tienen el control de todo, nada sucede sin que estén enterados (¿has oído hablar de que el poder está concentrado en determinado número de familias? Es correcto), en política no hay coincidencias, ni enemigos, hay adversarios, también has escuchado que en política no hay amistades, hay intereses y un sinnúmero de frases que encierran lo que intento explicar. Y es verdad, los políticos, desde el más encumbrado, hasta el dirigente más pequeño, oscuro e insignificante, son movidos a su conveniencia y en el extremo político que se les indique (derecha, centro, izquierda), y sólo mientras al sistema le funcionan; cuando ya no hay más necesidad de estarlos manteniendo (y muy bien), los desaparecen de los reflectores y la escena política de distinta manera, algunos tienen fortuna y se van al ostracismo, sin mayor problema, otros son sometidos al escarnio público, acusados de cualquier conducta ilícita, los más desafortunados, terminan en prisión e incluso, en el panteón.

 

De la noche a la mañana, surgen figuras que nos venden como importantes en el ámbito político, educativo, cultural, deportivo, empresarial, social, de negocios, artístico, farándula, con cualidades inventadas que nadie nos imaginamos y que definitivamente no tienen. Algunos figuran en las ligas mayores de su arte, oficio, profesión o disciplina, un buen tiempo; caso contrario, la mayoría solo aparecen de manera fugaz (tienen un cargo de elección popular, graban un disco, hacen una telenovela, teatro o película, obtienen un campeonato o una presea en determinado deporte, ganan un premio literario, empresarial, etcétera) y desaparecen. Ejemplos, hay muchos y en cualquier actividad.

 

Los que mueven los hilos políticos de un país, crean, cambian y acaban dirigentes, opositores, partidos políticos, empresas, asociaciones sociales, culturales, deportivas, hasta religiosas, a diestra y siniestra pero siempre a conveniencia y para enajenar (convencer) a los habitantes de un país, los medios de comunicación e información (Televisión, radio, prensa, internet) juegan un papel muy importante, porque son los encargados de saturar la mente de los ciudadanos con lo que el gobierno quiere convencernos, a veces, de forma directa y la mayoría de veces, de manera inversa. Los ambientalistas, defensores de grupos marginados, de los derechos humanos, de tribus urbanas, etnias indígenas, instituciones educativas, religiosas, y todo lo que venga a tu mente amable lector, son creación del gobierno, tienen un salario, una jugosa remuneración, por prestarse a la persuasión y manipulación colectiva, actuando como si les importara tal o cual causa perdida y atacando al gobierno en turno, federal, estatal o municipal, porque el mexicano está acostumbrado a eso, a ver y participar en el ataque a los poderosos, se trae en la sangre lo belicoso, ser o hacerse las víctimas de todo y defender lo indefendible, levantar la voz cuando y donde nadie los escucha, olvidando que lo que deberían hacer es pensar, analizar, reflexionar, cambiar y ser más cuidadosos en su diario actuar, porque gritar y patalear no sirve para mejorar nuestra forma y estilo de vida, simplemente sirve para beneficio personal y del grupo selecto de los más cercanos al Sistema. El gobierno no te va a cambiar o remediar la vida, lo único real, cierto y efectivo es lo que hagas tu por ser un mejor ser humano y sobretodo, por ser y vivir realmente feliz con tu familia. Esto lo logras entre más alejado estés y menos dependencia tengas del sistema. Aunque la mayoría prefiere estar inmerso en él, con una base (trabajo de planta, dirían los clásicos), con un salario bajo, acorde con las actividades, pocas o nulas que desempeñan, (pero pocas veces, de provecho y en beneficio de los demás) pero eso sí, seguro cada quincena, y vivir todo el tiempo, hablando mal del gobierno y gobernante en turno, quejándose de su suerte, cuando esa suerte es la que su antipatía y mediocridad les brinda.  

 

¿Crees que esto sólo sucede en México? Funciona a nivel mundial.