Lo primero que tenemos que saber es que esta obsesión no es algo nuevo, y no estamos hablando de 50 años atrás, no. Las nalgas femeninas han sido un símbolo de fertilidad y belleza desde hace tanto tiempo, que parece que viniera escrito en nuestros genes, como si se tratara del 11avo mandamiento: “Amarás las nalgas femeninas”. A continuación algunos datos históricos sobre lo magnífico que ha sido este par a lo largo de la historia:
- Las nalgas femeninas han sido un símbolo de fertilidad y belleza desde la prehistoria. Hace 24,000 años se esculpió la Venus de Willendorf, exagerando las redondeces de los senos y las nalgas.
- Esta área del cuerpo era importante también para los antiguos griegos, que construyeron la Venus de Kallipyigos, con caderas anchas y trasero prominente
- Las nalgas al aire se consideraban eróticas en la China de la Dinastía Ming, donde se comparaban con la Luna llena, símbolo de abundancia, armonía y salud.
- En occidente, se han visto como zonas erógenas durante siglos porque se asocian a los órganos reproductores femeninos.
La naturaleza en su infinito saber, es la madre de todas las ciencias, ella sabía perfectamente integrar en los genes del macho 'Sahelanthropus tchadensis ' y el de el Homo Habilis el gusto por el trasero de las hembras.
Recientes estudios nos detallan que en nuestros ancestros, específicamente las hembras, LA VAGINA ESTABA UBICADA MUCHO MÁS ATRÁS, parecido a los primates que conocemos hoy en día, pegada al ano y casi con la cola. Estudiosos del comportamiento social de los primates develaron que esto permitía al macho montarla desde atrás, sin mayor compromiso, y la mayoría de las veces sin el consentimiento de la hembra, que se comportaba sumisa, mientras que el macho la atacaba sexualmente, sin delicadezas y brutalmente.
Esto provocaba que los machos no se hicieran cargo de las criás que nacían, pues no las reconocían como suyas, o al menos la mayoría las rechazaba. Las hembras ante este desastre y ante la gran mortandad de crías, comenzaron a rediseñar su mejor arma conque la naturaleza la había dotado, "su vagina". A través de miles de años y conjuntamente con el traspaso de cuadrúpedos a bípedos (andar en dos piernas), la hembra provoco pequeños e imperceptibles cambios, moviendo su vagina desde la cola a su entrepierna,(donde esta actualmente), en cierta forma la naturaleza se dio cuenta que si no efectuaba este cambio genético, la raza desaparecería.
Es ella la que decide a quien abrirle sus piernas
La hembra ya no tenia su vagina en la espalda, lo que no daba acceso a poseerla a cualquier macho, ahora ella podía seleccionar a quien abriria sus piernas, y esto no era gratis, el macho que la poseyera debía darle protección, comida, cobijo y cuidar sus crías. Esto hizo que los machos tuvieran que copular de frente con las hembras, lo que permitió mirarse las caras. Al realizar de está forma este acto social, la naturaleza nos hizo y permitió mirarnos a los ojos, sentir nuestros olores, acercamiento que jamás había existido sexualmente, motivando (en cierta forma) en los machos conocer la cara de la hembra, sus rasgos mientras copulaba. Sintió amor por ella, quiso protegerla como así a su descendencia con abrigo, seguridad y alimentación.
Las hembras en su infinita sabiduría habían moldeado su cuerpo por primera vez, para mantener al macho a su lado, para su beneficio el de sus criás e interés.
Porque las hembras redondearon su cuerpo
Desaparecen la mayoría de los pelos en las hembras
Con la evolución de la especie humana, los pelos corporales en la hembras, comenzaron a desaparecer dejando al descubierto su cuerpo desnudo y curvas. Ya no solo era el olor que expelía la hembra, lo que atraía al macho, sino que se sumaba otra motivación y esta vez era el sentido visual. La principal razón es que las formas redondeadas han atraído a los hombres desde generaciones, quizás porque lo "redondeado" significaba alimentación (leche materna, frutas, suavidad) y en las hembras, embarazadas vida. Los estudios recientes han revelado que el hombre siente atracción por las cosas redondas y suaves, quizás porque la primera vez que un macho vio algo de esta forma fue un seno redondo, suave, que lo alimento, le dio protección, calor y cobijo. Las hembras sabían esto y con la ayuda de la naturaleza comenzaron a moldear su cuerpo con curvas atractivas al hombre.
Glúteos
Entre las explicaciones más aceptadas por la ciencia existen dos una erótica y otra más prosaica. Esta última procede de la proctología, la rama de la medicina que se ocupa de las enfermedades del recto, según la cual los glúteos son la tapadera del ano. Su forma redonda y musculosa nos servirían para impedir literalmente la salida de malos olores, lo mismo ocurre con la vagina y sus labios.
La excitación sexual por las nalgas, según evolucionistas y sexólogos como John Money, tiene una estrecha relación con la excitación sexual por los senos, ya que ambos poseen una forma redondeada similar y son altamente erógenos; en este sentido, según este modelo evolutivo, la excitación por las nalgas surge de la excitación por los senos.
Los cambios evolutivos hicieron que las mujeres, engrosaran sus labios de la boca y les aumentara levemente a un color más rojizo que al de los hombres, la naturaleza sabía que esto llamaría la atención de los machos, pues era una copia externa de la vagina femenina.
Para los estudiosos los glúteos son otro par de senos, sin pezones, el zoólogo británico Desmond Morris sugiere en su obra "El hombre al desnudo" que los mamíferos repiten ciertas formas en varias zonas de su cuerpo, para aumentar las posibilidades de atracción erótica desde perspectivas diferentes. Esto nos aclara la evolución histórica que ha tenido este segmento de nuestro cuerpo. Las hembras sabían el gusto de los machos por senos, por lo que comenzaron geneticamente a copiar (por decirlo de alguna forma) la forma de ellos en su trasero, de esta forma atraer a el mayor número de machos hacia ella, lo que le permitía copular en reiteradas ocasiones con distintos machos. Al provocar los cambios genéticos y colocar su vagina entre sus piernas le dio la posibilidad de seleccionar al macho que más le interesaba. Ahora ya no estaba disponible para cualquiera.
Hoy los hombres encuentran sexualmente más atractiva a una mujer que tenga sus senos redondos, grandes y parados en su parte superior, que sean lo más parecidos a un par de glúteos, y aunque en el diario vivir de los hombres (ellos no lo saben), es su subconsciente el que realiza la comparación entre senos y gluteos, labios de la boca es otra vagina, es este ancestro sentimiento creado por la naturaleza quien gobierna ocultamente los deseos de los hombres, para no perder la continuidad de la especie.
Las hembras eran atacadas sexualmente durante toda su vida, más si estaban en periodo de ovulación, lo que les traía consigo vivir en alerta, estar siempre vigilante ante los ataques de los machos que solo buscaban satisfacción sexual.
La naturaleza experta en adaptarse a los cambios y a situaciones extremas para sobrevivir, hizo ver a las hembras, que los machos las atacaban mayoritariamente, cuando sus piernas estaban abiertas, lo que provocaba que el olor de su vagina inundara parte de su espacio, provocando a los machos querer copular con ellas. La sabia naturaleza, para proteger y combatir este "detalle" comenzó a modificar el cuerpo femenino, creando alrededor de la vagina, dos labios o músculos que tenían la misma finalidad de los glúteos, la protección y no permitir la salida de olores. Junto a esto el esqueleto femenino, las caderas, también sufrió modificaciones.
Hoy las mujeres desde pequeñas, aprenden a mantener las piernas juntas por su naturaleza corporal de fluidos, menstruación y olores. Hoy mantener las piernas juntas para correr, sentarse y caminar, está escrito en sus genes, y es parte y herencia de las hembras Homo habilis y Australopithecus afarensis.
Evolución
El Orrorin tugenensis y Sahelanthropus tchadensis, con un cerebro cercano al tamaño del de un chimpancé. Efectivamente, esos ancestros caminaban erectos en sus dos piernas, lo que implica que el bipedismo es previo al desarrollo de un cerebro grande y de la inteligencia humana.
Para lograr la marcha erecta, los humanos han sufrido varias modificaciones con respecto a los simios. Por ejemplo, en los simios, el foramen magnum –orificio en la base del cráneo que se une con la columna vertebral– se ubica en la parte posterior del cráneo, mientras que, en los humanos, se desplazó hacia la base del cráneo.
Eso causó que la columna vertebral se irguiera casi 90 grados, con una curvatura que amortigua y permite soportar el peso de la enorme cabeza humana desde una pelvis ancha en forma de vasija que sostiene al abdomen. Al mismo tiempo, las piernas se han robustecido, el fémur se ha inclinado hacia adentro permitiendo caminar sin necesidad de girar el cuerpo, y la articulación de la rodilla se ha vuelto casi omnidireccional. Así, el centro de gravedad se sitúa encima de los pies, los que se han alargado, particularmente en el talón.
Además, el tamaño de los dedos del pie se redujo y brotó un ridículo dedo gordo no oponible sin facultad prensil, pero vital para mantener la posición erecta y el equilibrio durante la marcha, la que puede persistir durante muchas horas.
Anatomía: Las mujeres y los hombres caminan de modo diferente
Los hombres tienden a balancearse de lado a lado, dar pasos más largos, andar con las piernas separadas y mover más los brazos y los hombros.
Por el contrario, las mujeres tienden a dar pasos más cortos, a mantener sus piernas juntas y a mover menos sus brazos. Aunque esto se traduce en menos movimiento lateral, aumenta la oscilación de arriba a abajo y el contoneo de las caderas. Esto se debe en parte a que las mujeres tienen mayor oblicuidad pélvica, diseñada para el parto, y un centro de masa más bajo que el de ellos. Este rasgo confiere mayor estabilidad y equilibrio a las mujeres.
La posición erecta ha inducido que la pelvis se ensanche para permitir el parto humano, el cual es ventral acodado ya que existe casi un ángulo recto entre la cavidad abdominal y la vagina. En el pubis de la mujer, la vagina es casi frontal. Estas modificaciones, además de permitir el paso de un feto cabezón durante el parto, han provocado una disminución en la velocidad de carrera en relación con los cuadrúpedos.
En otros mamíferos, el llamado canal del parto es muy breve, pero en la mujer es prolongado y sinuoso, lo que dificulta el alumbramiento. Lo anterior causa que las crías nazcan “prematuras”, un rasgo central en la conservación del estadio juvenil de los humanos (la “neotenia”).
Con mujeres u hombres
Al contrario de otros mamíferos, la sexualidad humana ha sido impactada por la posición erecta. Además de que la actividad sexual de los humanos no se enmarca dentro de un periodo definido, el cuerpo desnudo y erguido expone de manera franca y frontal casi todos los símbolos sexuales.
Estudios hechos en la Universidad de Bretaña del Sur (Francia), han demostrado que, durante la ovulación, las mujeres caminan más lentamente y con mayor cadencia, lo que se interpreta como una señal sexual. Este comportamiento tiende a incrementarse en presencia de un hombre que las atrae. Por otro lado, los hombres tienden a erguirse y balancearse más cuando quieren impresionar a una mujer.
Cara Wall-Scheffler, profesora de biología en la Universidad de Seattle, demostró que, cuando un hombre camina junto a su pareja, él anda más despacio y con pasos más cortos ajustándose al ritmo y al donaire de ella.
Por el contrario, si un hombre camina con una amiga, no disminuye el paso; si marcha con otro hombre, ambos aceleran y dan zancadas más largas. Si dos mujeres caminan juntas, ambas reducen la velocidad. Esta es la empatía durante la bipedestación.
Una consecuencia del bipedismo son las caídas. En general, los humanos se caen tres veces más que los cuadrúpedos. Por otro lado, estudios hechos en los Estados Unidos y Europa indican que las mujeres menores de 60 años se caen más frecuentemente que los hombres de la misma edad. No se descarta que el mayor número de caídas en mujeres se deba en parte al calzado (¿han intentado caminar en tacones altos sobre un empedrado?).
Sin embargo, las investigaciones de Pietro Scaglioni, en la Universidad de Costa Rica, han demostrado que, después de los 65 años, la proporción de caídas entre ambos sexos es parecida (cerca del 36 %). Las mujeres se lesionan más, quizá debido a que son más propensas a la osteoporosis. Esto no es trivial ya que las caídas son una de las principales causas de lesiones y muerte entre los “ciudadanos de oro”.
No se sabe cuáles razones selectivas promovieron la bipedestación. Charles Darwin supuso que el bipedismo favoreció la liberación de las manos para realizar múltiples labores, como cargar críos, recolectar alimentos, utilizar herramientas y su eventual fabricación. Además, las manos liberadas pudieron favorecer la comunicación y cooperar en la sexualidad humana.
Otras propuestas alegan que la posición erecta surgió cuando los bosques se redujeron y dieron lugar a la sabana permitiendo un desplazamiento energético más favorable. En apoyo a esta hipótesis se sabe que el cuerpo desnudo de los humanos transpira más eficientemente, la posición erecta minimiza la cantidad de sol que se recibe, y la marcha en dos piernas consume menos energía que andar en cuatro patas.
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