miércoles, 3 de abril de 2013

Gotas de sabiduría.


La tontería se coloca siempre en primera fila para ser vista; la inteligencia detrás para poder ver.

La sabiduría viene de escuchar; de hablar, el arrepentimiento.

Hay personas que empiezan a hablar un momento antes de haber pensado.

El sabio no dice lo que sabe, y el necio no sabe lo que dice.

Lo que quiere el sabio lo busca en si mismo; el vulgo lo busca en los demás.

El pensamiento es el corcel, la razón el jinete.

Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo.

Los valores morales se pierden sepultados por los económicos.

El andar tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos.

El arte de dirigir muchedumbres consiste en saber decirles lo que ellas piensan.

El buen gusto proviene más del juicio que del talento.

Para saber hablar es preciso saber escuchar.

Las opiniones siguen la ruta que marca la conveniencia personal.

No honres con tu odio a quien no podrías honrar con tu amor.

El que no tiene opinión propia siempre contradice la que tienen los demás.

Sobre las cosas que no se conocen siempre se tiene mejor opinión.

Pensamientos tontos los tenemos todos, pero el sabio se los calla.

El que parece sabio entre los tontos parece tonto entre los sabios.

Si no puede explicar lo que ha estado haciendo, su trabajo carecerá de valor.

La falsa modestia es la más decente de todas las mentiras.

La modestia es la virtud de los que no tienen otra.

La nobleza del hombre procede de la virtud, no del nacimiento.

Solo los idiotas contestan a una pregunta haciendo otra.

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