jueves, 10 de marzo de 2016

Educación y trabajo, gran pareja.

Pretendo mejorar el trabajo en equipo. Hoy soy feliz haciendo lo que hago, porque entiendo que es el mejor trabajo y lo disfruto. A cuanto hago le imprimo pasión, y cultivo en mí la virtud de la paciencia, que me permite hacer un perfecto trabajo en equipo. Me vivo siendo un buen compañero de trabajo.

Quiero ser más eficiente. Yo acepto la verdad de que poseo un ser divino, glorioso, que en este momento desarrolla y atrae la eficacia. Afirmo que en el centro poseo una conexión con la inspiración que produce todo cambio positivo. Acepto todos sus dones y los hago funcionar a mi favor.

Me vivo adaptándome a la cultura organizacional de mi empresa. Hoy evito incondicionalmente la crítica, me niego a escucharla y apoyarla. Aprovecho todas las ocasiones de aprendizaje y presto servicio a todos los demás, sin hacerlo de forma fastidiosa que interrumpa su función.

Estoy dispuesto a renunciar a los arraigados hábitos que crean condiciones negativas en mi vida. Anhelo elegir la carrera conveniente para que mi futuro profesional sea exitoso. Hoy escucho la voz interna que me hace vibrar por la profesión de mi agrado. En cuanto me muestran las opciones sé cuál es la profesión que me conviene sin prestar atención a los consejos, porque entiendo que mi futuro yo lo cimiento. 

Aspiro a ser un buen estudiante. Hoy me siento completamente unido al plano astral de mis compañeros y mi profesor. Integro fácilmente los conceptos que aprendo en clase y en los libros. Cuando presento un examen me siento tranquilo y en completo dominio de mis capacidades intelectuales. Me vivo siendo uno de los mejores alumnos de mi clase.

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