He pasado por una ruptura, se ha abierto un trecho entre los sentimientos y el razonamiento, pero reconozco que debo seguir adelante. Hoy sano la herida que estanca mi crecimiento, siento una mejoría en mi estado de ánimo y tengo las fuerzas necesarias para intentarlo de nuevo. Estoy preparado para lo que viene porque tengo la seguridad de que es lo mejor.
Yo entiendo, comprendo, sonrío y me comunico con los demás, aún así quiero mejorar mis relaciones personales. Hoy mejoro la forma en que me relaciono con el prójimo; soy más amable, sonriente, optimista, de modo que perciben la disposición que tengo para llevarme mejor con ellos. Siento que las personas que me rodean me ven de distinta manera, saben que les aprecio y que en mí tienen a un amigo con el que cuentan.
La vida está de mi parte, contemplo el futuro con alegría pero hace falta mejorar la relación con mis suegros. A partir de este momento me llevo increíble con mis suegros, los entiendo y reflejo a la persona que anhelan para su vástago; permito que vean cualidades que sé les agradan, y comparto con ellos los instantes más felices que vivo con mi pareja.
La compasión es la capacidad de sentirnos próximos al dolor de los demás y la voluntad de aliviar sus penas, es por ello que quiero ajustarme a esta virtud. Hoy soy compasivo, aprendo a escuchar a los demás, pongo atención a sus necesidades, les aporto ayuda a medida que lo puedo hacer. Siento que mi lado sensible ha despertado y lo uso para estar en mejor convivencia con el prójimo.
Soy la persona que siempre quise ser, pero me hace falta ser más paciente. Pase lo que pase demuestro y mantengo la cordura, aun en las adversidades. Hoy entiendo a cuanta persona se cruza en mi camino porque le muestro respeto y entiendo que a pesar de su carácter duro puede ser perdonada. Me siento seguro compartiendo mis sentimientos y mostrándome paciente con los demás.
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