En México los adultos nos organizamos para elegir al presidente de la República, a los senadores y diputados federales, en la misma forma que los niños se organizan cuando juegan futbol u otra actividad, pues antes de jugar integran equipos que luego compiten con otros, buscando ganar el primer lugar. Para los adultos, los equipos son los partidos políticos.
Todos queremos ganar cuando competimos, pero debemos seguir las reglas del juego. Para los adultos esas reglas se encuentran en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que contiene indicaciones muy parecidas a las que nos dan nuestros papás o profesores para que seamos felices, tengamos amigos, no nos lastimen ni lastimemos a nadie y no nos sintamos mal ni hagamos sentir mal a otros.
Cuando jugamos no debemos enojarnos si otro equipo mete más goles que el nuestro o si gana una carrera, pero sí debemos estar pendientes de que se respete a rodos los miembros del equipo y nadie haga trampa. Si alguien hace trampa no merece ganar y debemos reportarlo.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es como un arbitro de futbol que puede decir sic el partido se jugó sin trampa y si el equipo ganador merece el primer lugar.
Para garantizar que todos se diviertan, rían, se porten bien durante el juego y nadie se entristezca debemos actuar con honestidad y respetar a nuestros compañeros. Para los adultos es igual, pues para asegurarse de que nadie haga trampa formaron un equipo de 7 personas a las que les llaman magistrados, que integran una institución llamada TEPJF. Esas 7 personas no tienen favoritos (¿?) en el juego y revisan que todos hayan cumplido las reglas.
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