Un pobre guarda muchas cosas inútiles porque supone que un día le harán falta, un millonario sólo tiene lo necesario, siempre y cuando no le ocupe espacio, ni le quite dinero. Esto se aplica hasta en las emociones y sus recuerdos.
El nuestro es un mundo en el que la gente no sabe lo que quiere y está dispuesta a todo para conseguirlo.
Esta es quizá la mejor regla de los millonarios: controla tus emociones.
Le pregunté a uno de ellos de sesenta años, quien era viudo y se había casado con una persona cinco años menor que él, ¿por qué te casaste con alguien casi de tu edad, cuando pudiste hacerlo con una más joven? Él me contestó: una joven me hubiese costado dinero, una de mi edad, me va a ayudar as cuidar el dinero.
La mayoría de los pobres no controlas sus emociones, por eso adquiere posesiones que le hacen gastar dinero, por ejemplo un auto de lujo que paga en muchos meses con altos intereses. También, elige a una pareja que le hace perder dinero, el millonario, escoge a su pareja de tal forma que le cuidas su dinero y no se lo quita. El millonario escoge a sus amigos, mientras el pobre espera que alguien lo acepte.
Si controlas tus emociones, la fortuna te sonreirá, pues no gastarás dinero, al contrario, lo atraerás.
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