lunes, 9 de enero de 2017

¿Controlas tus emociones o ellas te controlan?

Si permites que las emociones dirijan tu vida debes dejar de soñar con ser millonario, los millonarios las controlan, los pobres se dejan llevar por ellas.

Lo que me atemoriza es no darle el rumbo correcto a mi vida.

Después de vivir en una de las ciudades más grandes del mundo, mis padres me llevaron a vivir a un pueblo pequeño, en él existían muchas costumbres que con el tiempo desaparecieron.

Una de ellas era realizar una fiesta todos los domingos por la tarde. Ahí se reunían los jóvenes para conocerse, en esa verbena popular, un grupo musical interpretaba las canciones de moda para que bailaran los asistentes. Esto tenía un costo: si deseabas bailar tenías que comprar un boleto por cada pieza musical.

Tendría unos diez años cuando me decidí a ir a esas fiestas como observador, pero pronto me desesperé sin hacer nada. Entonces compré un par de boletos, me acerqué a una joven mayor que yo y la invité a bailar, ella me rechazó. Hice lo mismo con al menos una docena con el mismo resultado. Entonces me dirigí hacia donde todos bailaban y comencé a bailar solo.

Todos los que estaban ahí comenzaron a reírse, yo tenía dos opciones: retirarme avergonzado o seguir bailando, también avergonzado, pero feliz de seguir con mi plan, es decir, bailar en una fiesta de esas y no ser un espectador.

No sólo fui la burla de todos ese día, fueron varias semanas en las que aquellas personas se rieron de mí, al principio estaba arrepentido de hacer eso, pero después comprendí que, si quería destacar de todos, tenía que ir contra la corriente.

Esa acción me enseñó mucho: a vencer mis miedos, a dejar de escuchar las burlas y los comentarios malintencionados, a luchar por lo que considero valioso y a actuar en lugar de observar.

Ya no vivo en ese pueblo, pero he regresado a visitarlo algunas veces, siempre que voy los habitantes me reciben con júbilo y me felicitan por mis logros, pero ellos siguen igual, no hay personas que destaquen, todos prefieren permanecer haciendo lo mismo una y otra vez, sólo observando, sin tomar acción, sin ser diferentes, todos iguales. 

Muchas veces se burlarán de tus acciones, pero ten en cuenta que es un mecanismo de defensa de ellos, ya que no están dispuestos a hacer algo diferente. Tal vez las burlas duren mucho tiempo, no te deben importar si estás decidido a triunfar, para tener éxito encontrarás muchos obstáculos, por eso sólo los determinados llegan a donde se han propuesto.

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