ACTITUDES QUE DIVIDEN.
Los seres humanos en
general, somos tan extraños, diferentes, disímbolos, incluso, muchas veces,
rallamos en la comicidad, pero los mexicanos somos un caso aparte. Al observar
las actitudes, acciones y comentarios que muchos realizan, provoca enojo,
coraje, risa, burla, sarcasmo, y ese tipo de gente divide opiniones entre los
que ven, miran y sufren el resultado de lo que hacen, pero en su mayoría son
negativas, lo que va denigrando la imagen del nacional, ante los ojos del resto
del mundo, porque cuando ven visitantes extranjeros, exageran sus acciones, tal
pareciera que hasta se sienten modelos en pasarela.
Este análisis va
encaminado a exhibir algunas de las acciones negativas que realizan algunos individuos
que creen, que al hacerlas se convierten en unos superdotados, se sienten
superiores, o como muchos dicen, los hace sentirse “chingones”. Pobres
ignorantes.
Están los típicos que
no respetan las señales de tránsito, incluye, no respetar a los peatones, el 1
por 1, los pases de cortesía, no respetar los semáforos, se estacionan en doble
fila, en lugares prohibidos, frente a cocheras, escuelas, lugares destinados
para personas minusválidas, por la noche en zona urbana circulan con las luces
altas, usan el claxon por cualquier motivo, andan circulando sin licencia,
permiso, tarjeta de circulación, placas, y son los más corruptos y llorones
cuando son atrapados por la autoridad respectiva, porque u ofrecen dinero o se
ponen a inventar miles de pretextos para librar una multa o incluso una
detención de tipo administrativo. Otros salen influyentes y conocen a todo
mundo, dicen ellos, mi amigo, compadre, es el secretario de… etcétera.
Asimismo, no saben
conducir, porque el hecho de mover un automóvil no significa que se sepa manejar,
esto incluye muchas cosas, tales como: conocer todo lo que el tablero incluye,
saber qué mover cuando se va a dar vuelta, cuando se va a estacionar, cuando
van a moverse, no rebasar por la derecha, circular en el carril correcto cuando
son calles o carreteras de más de uno por sentido, etcétera.
Este tipo de gente,
son agresivos, lo que demuestra su inseguridad y pequeñez mental, a la menor
provocación agreden verbal o físicamente a quien se deje, cuando son exhibidos
por otros, son los primeros en agredir, tratando de justificar con eso su
ignorancia y falta de valores fundamentales.
En los centros
comerciales, principalmente, pero también en cualquier tienda, miscelánea o
negocio pequeño, tiran los productos y cosas, no las levantan, incluso los hay
que pisan lo que hay en el suelo, muchas veces a propósito, abren los productos
cerrados, se los comen, toman o beben, según de lo que se trate, y si no son
ellos, son sus hijos, pero tampoco les dicen nada. Tan ridículo resulta ver a
padres, defender lo indefendible, y vuelvo a lo mismo, se ponen agresivos con
los pequeños (pero sólo para aparentar, lo que vuelve agresivos a esos futuros
adultos, creándose un círculo vicioso de nunca acabar), con los empleados, con los demás. Reza un dicho, si en tu casa no
te educaron, la calle te educará, (muchas veces, desafortunadamente y sin
remedio, terminan con lesiones irreversibles, en el cementerio o peor aún, en
la cárcel).
Asimismo, aprovechan
cualquier descuido para tomar cosas o dinero que no es suyo, piden prestado,
fiado y no pagan, esperan que los vendedores se equivoquen a su favor y no
tienen el valor y la honestidad de decir que es más cantidad, mercancía o
ambas, pero si por error, cansancio o un lapsus brutus, resulta al revés,
exageran en su reclamo y a todos los presentes y a los que están llegando los
ponen en conocimiento y aunque se haga el ajuste respectivo, se van hablando
pestes del negocio y de quien los atendió.
Estimado lector, dudo
mucho que no hayas presenciado, o incluso hayas realizado alguna de estas
acciones, y te aseguro que tu principal reacción fue de enojo, disgusto o
coraje, pero ahora que lo recuerdas, te da risa y dirás pobre tipo ignorante.
Los mexicanos somos
una especie rara, diferente, pero no por sus valores positivos, sino por sus
acciones y omisiones negativas que dejan en mal a todos los nacionales, estamos
mal en todo, pero no es culpa exclusiva del gobierno y sus representantes, es
culpa principalmente de cada uno de nosotros, porque los vicios esgrimidos a cada
instante, se pueden evitar si se analiza o reflexiona a conciencia cada uno de
nosotros, es muy común hablar sin razonar, reza un dicho, es mejor parecer
estúpido (tonto), quedándote callado, que hablar y comprobarlo, lo que es muy
cierto, Albert Einstein, el máximo físico de la historia, heredó esta frase:
solo hay dos cosas infinitas, el Universo y la estupidez humana y del Universo
no estoy seguro. Asimismo, hay otra más que dice, el mundo está lleno de
idiotas, estratégicamente ubicados para que en cada lugar, sitio o rincón al
que vayas en el día, te encuentres por lo menos a uno. Estimado lector, nuestras
actitudes pueden sumar, restar, multiplicar, pero lo peor es cuando dividen sin
aceptarlo y mucho menos cambiar. Concluyo con una frase de este servidor:
cuando haces o dices algo por desconocimiento, eso es ignorancia, pero cuando
lo sabes y continúas haciéndolo o diciéndolo, eso es estupidez.
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