lunes, 30 de septiembre de 2013

Tres cosas...

Existen tres cosas para respetar: la religión, la autoridad y la opinión de los demás.
 
Existen tres cosas para gobernar: la lengua, la conducta y el deseo.
 
Existen tres cosas para crecer: la caridad, el trabajo y la sabiduría.
 
Existen tres tipos de personas: las que entienden, las que no entienden y las que no quieren entender.
 
La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio es ancho y espacioso.
 
El hombre mas sabio es aquel que sabe gozar de la vida.
 
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
 
El tiempo cura lo que la razón no puede curar y siempre descubre la verdad.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Tu cerebro.

En este momento hay muchos interesados en hacerse con las decisiones de tu cerebro: unos quieren tu voto; otros, el dinero que consumes; algunos, tu entrega e incluso tu fe, tu adhesión sindical, tu talento profesional, tu responsabilidad social, tu suma a la audiencia de un medio de comunicación... La sociedad es una selva con cientos de imanes que tratan de adherirte a su causa, porque sólo con tu adhesión y la otros existen, subsisten e incluso triunfan.

Vamos delegando fragmentos de nuestra voluntad a un partido político, una empresa, una pareja, unos amigos, un sindicato, un club, una asociación, una línea editorial, una creencia, unos pensadores, una moda...

Lentamente, nuestro cerebro se va envolviendo de tensores que tienen una clara misión: tratan de conducir nuestra voluntad en la dirección exacta que a ellos los hace fuertes.

Para conseguirlo, todos nos venden un beneficio. Y las dos grandes preguntas son:

Desde la libertad y la comparación son coacción, ¿Esos beneficios son los que realmente deseo?
Si, con idénticos recursos económicos a los que ahora tengo, pudiese volver a elegir mis opciones de vida... ¿Seguiría pensando, actuando y conviviendo de la forma que ahora lo estoy haciendo?

La cotidianidad hace que nuestro cerebro viva constantemente rodeado de ambientes, ruidos, obligaciones y compromisos.

Lo envolvemos de lo ajeno sin darle tiempo a preguntarle y a que se reconozca en lo propio.

Acostumbramos a nuestro cerebro a la dependencia externa, en lugar de fortalecerlo desde la conciencia propia.

Hay mucha permanente e invisible coacción derivada de lo establecido: el entorno geográfico, los grupos sociales, las tendencias ideológicas, los estilos de vida, las aspiraciones colectivas con sus energías y apatía. Todo ello es mucho más que los decorados de nuestro momento vital, porque en mayor o menor grado condiciona nuestro papel como protagonistas de la vida.

Yendo a lo concreto, lo quieras o no, tu vida se debería amoldar a comportamientos bien distintos dependiendo de si te fueras a vivir a Nueva York, Tanzania, Ibiza o Mongolia. Lo único que haría que fueras tú mismo sería tu voluntad de seguir el estilo de vida que tú decidas, sin dejarte condicionar en lo más mínimo por el entorno.

Pocas cosas dan más placer que conducir con solvencia el propio destino.

Y para conseguirlo, nada ayuda más que la meditación.

La meditación es el espejo en el que nuestro cerebro se observa a si mismo, para encontrarse y conocerse.

Es el espacio de tiempo en el que somos el centro, origen y fin del universo, cuando nos podemos hacer, sin censura, vergüenza ni coacción, las preguntas más íntimas. Cuando ausentes del tiempo, el espacio y la circunstancia, ponemos a trabajar en paz nuestro cerebro para que sea él quien encuentre sus propias respuestas.

En la meditación profunda y sin coacción nos convertimos en nuestro propio DIOS.

Bendiciones para ti que leíste mi comentario.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Idiosincracia.


El mexicano es un individuo raro, disímbolo, especial, y todos los adjetivos que le quieran añadir.

En desgracias, en abundancia, en fiestas, velorios, tristezas o alegrías, son lo mismo; actúan de forma similar; están acostumbrados a recibir y recibir y a no dar, entre más se les da, sienten que ya es una obligación seguir ayudándolos, y si por alguna razón, motivo, causa o circunstancia, se deja de hacer, se molestan.

Pero si se les pide un favor, que represente un "esfuerzo" físico para ellos, se "indignan" y mejor se alejan, en busca de otros incautos que mantenga sus ociosidades intactas.

Si los tienes de empleados, en un negocio o (peor aun) en tu casa, buscan la primera oportunidad para atacarte, robarte o pasar información a otros para que lo hagan, no son agradecidos a la confianza que se les brinda al darles un salario decoroso para que vivan y puedan mantener a una familia, a que se les trate como uno mas de la familia, al esfuerzo que alguien hace por darles una opción legal y honesta de ganarse la vida, pero no les importa nada, tal pareciera que no piensan, que son unos animalitos sin domesticar.

Esto viene a colación porque una de las empleadas que tengo en mi empresa, se robó el IPad de mi hijo, que hasta el momento, no han podido encender y mucho menos utilizar, porque tiene candados que solo un experto puede eliminar, pero tampoco la devuelven, hacen el mal y jamás tienen la valentía de regresar las cosas que no van a ocupar, hacen maldades sin justificar el destino.

Durante las cerca de dos décadas que tengo con mi negocio, han desfilado muchas empleadas, la mayoría se han ido por su voluntad, porque hemos tratado siempre de justificar sus "fallas", en el sentido de que si fueran distintas, no lo serian, estarían mejor, social y económicamente, pero ni así, hemos logrado un céntimo de agradecimiento de parte de alguna de ellas, y una de estas estuvo casi una década con nosotros, ya era de la familia (comía con nosotros, tenía privilegios laborales, etc.) y ni así.

Lo económico, no me importa, porque estoy convencido, de que todo lo que viene rápido, así se va, y de que el que actúa con deshonestidad, siempre será un perdedor, lo que si me molesta, es el cinismo y la falta de valores de ese tipo de gente, porque hasta el día de hoy, no hemos encontrado un empleado digno de confianza. Todos, sin excepción, nos han fallado y mientras nosotros seguimos creciendo, ellos, están hundidos en el ostracismo y la mediocridad personal.

Lo mismo he podido observar en las desgracias recientes por los fenómenos naturales, la gente no es agradecida y mientras no consigan serlo, seguirán siendo castigados en su persona, familia y pertenencias materiales y económicas, pero lo peor, en su espiritualidad.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Mensaje.

El sabio Franklin recomendaba que al terminar el día, se pensara en todo lo que se hubiera realizado en él para mejorar la vida. Sabido es también este pensamiento, porque muchas veces las cosas que emprendemos, no resultan bien por no haber pensado en la mejor forma de llevarlas a la práctica. La mejor maestra de la vida, es la experiencia; es tan preciosa que ya se sabe que la experiencia cuesta dinero y efectivamente, la experiencia cuesta y vale mucho.

Cuentan que una vez, un hombre poseedor de un regular capital, se había asociado con otro que poseía una gran experiencia en los negocios, pasado algún tiempo un amigo suyo le preguntó cómo le iba y contestó en la forma siguiente: tenía yo un capital al comenzar el negocio, y mi socio tenía la experiencia, ahora, mi socio tiene el capital y yo tengo la experiencia.

A nuestro paso por la vida vamos atesorando lecciones que forman nuestra experiencia. Del resultado de nuestros actos, podemos deducir muchas cosas que serán nuestras normas en el futuro. Si tenemos éxito, podemos ver que en la mayoría de los casos, este buen resultado se debe a la forma en que hemos planeado nuestros negocios, nuestra actividad, y principalmente a nuestra fe en el triunfo. La fe, ya lo sabemos, es la palanca poderosa que mueve a las montañas, es el sortilegio que alcanza lo que parecía imposible, y nos hace realidad nuestros sueños y nuestras ilusiones.

Pero no sólo es la fe la que nos conduce al triunfo, hay otra cosa que contribuye poderosamente a lograr nuestras ilusiones, esa otra cosa es el amor, el amor que nos mueve y nos anima, porque si la fe es la fuerza, el amor es la belleza.

Pensemos en el que se va dejándonos su experiencia y llenemos el pecho de fe y de amor para el futuro.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

La actividad humana.

La subsistencia de todo ser vivo está condicionada a la satisfacción de sus necesidades más urgentes.

Tu eres un ser vivo, es decir, posees un bien --la vida, la existencia-- que estás obligado a conservar y preservar de la mejor manera posible dentro de un medio especifico, determinado por la naturaleza.

Digo que este medio está determinado por la naturaleza en cuanto que nacemos en una familia que no escogemos y en un lugar que no elegimos; genéticamente programados por una carga atávica que no siempre es la mejor y sujetos a limitantes educacionales, económicas y sociales que, frecuentemente, retardan el progreso personal.

Pero, y esto es evidente, el hombre dotado de inteligencia, voluntad y libre albedrío, puede y debe modificar el medio en que vive, de manera que su sobrevivencia sea más fácil.

El esfuerzo que muda las condiciones del medio se fundamenta en el deseo racional, consciente, emotivo y tenazmente sostenido de unos cuantos hombres; pues la experiencia prueba que la humanidad tomada en su conjunto, trastorna y demerita el medio al explotar irracional e inconscientemente los recursos dispuestos a su alrededor.

Ahora bien, cabe preguntarse cuál es el medio que el hombre debe modificar en su beneficio y cuales son las vías que normalmente utiliza para influir en el cambio.

El medio que el hombre puede alterar es aquel que le resulta mas cercano, y las vías suelen ser tres: la individual a ultranza, la social absoluta, y la individual en sociedad.

El ermitaño constituye un fenómeno que llama la atención de los demás, pues al rehuir su integración personal a la sociedad teóricamente queda obligado a satisfacer por sí mismo todas sus necesidades, de manera que la creación de su medio vital sólo depende de él, sin el concurso de otros. En la practica, sin embargo, fácilmente se comprueba que el ermitaño combina bienes producidos por otros hombres con los que él elabora, para sostener su existencia. En otras palabras, la vía individual a ultranza no existe sino en la teoría, pues no puede sostenerse en la practica.

La sociabilidad forma parte de la naturaleza humana: nacemos en el seno de una familia que, a su vez, se integra en núcleos sucesivamente mayores, que se agrandan hasta formar ese complejo al que denominados humanidad.

La sociedad es un medio de transformación del hábitat humano, en cuanto crea bienes y servicios que buscan la satisfacción de necesidades específicas, tanto individuales como generales. Esta es la razón por la que se dice que el bien último de toda sociedad es la creación del bien común.   

Pero así un engrane de reloj no puede decir que da la hora, ningún miembro de la sociedad puede asegurar que por sí solo modifica radicalmente el medio, ya que forzosamente requiere el concurso de otros para la consecución de sus fines.

Esto es lo que determina la tercera vía, y la más importante en la transformación benéfica del medio, la individual en sociedad; forjada y motivada por verdaderos lideres de opinión y de acción que atraen a las masas con su ejemplo, acelerando el cambio que conduce al bien común por la satisfacción primera de la ambición individual del líder.

La sociedad humana es el único camino apropiado para la actividad del líder: en la soledad se prepara intelectualmente para cumplir con los más altos designios, a los que tiene natural vocación por su insaciable ambición; pero es en el medio social donde su voluntad se fortalece al perseguirlos y alcanzarlos.

martes, 24 de septiembre de 2013

Cuando sumas, multiplicas.

Un garbanzo más un garbanzo suman dos garbanzos.

Un portaaviones más un portaaviones suman dos portaaviones.

Un cerebro más un cerebro suman... ¿Cuánto suman un cerebro más otro cerebro?

Por favor, no te precipites. Igual que nuestro cerebro es capaz de superar la velocidad de la luz, la suma de cerebros anula los fundamentos de lo más racional que existe: las matemáticas.

Cuando hablamos de cerebros, las matemáticas no sirven.

2 + 2 = 4 es mentira.
2 + 2 pueden sumar 4 1/2, 6 o 36.

La unión de cerebros trabajando sin prejuicios por un fin común es el mayor multiplicador de energía que puede existir.

Como eso se produce sin el menor personalismo y sin más sentido de competencia que lograr lo mejor para un fin común, las neuronas multiplican su velocidad de acción-reacción, abren espacios insospechados y se expanden hasta alcanzar visiones unos minutos antes limitadas por ausencia de conexión.

Al igual que ocurre con cualquier materia física en la que el roce continuado produce calor, el roce de neuronas produce una energía calorífica capaz de transformar la realidad en nuevas visiones, inquietudes y escenarios.

Las neuronas sin roce se enfrían.

Con roce negativo se contraen.

Con roce positivo dilatan su capacidad y su energía.

Así se destruyen o construyen parejas, familias, grupos, empresas, países...

Al final, todo pasa por la cabeza.

Los cerebros miserables son aquellos que siempre rehúyen la suma y se defienden y combaten desde el enfrentamiento.

Lo siembran desde sus inamovibles dogmas, en lugar de aprovechar el porcentaje de razón (por pequeño que pueda ser) que los demás puedan aportar.

Los dogmáticos son toda esa chusma que frenó y frena civilizaciones, países, empresas y relaciones humanas.

Tienen fiebre por dominar, atribuyéndose siempre la razón, y rebozan deshonestidad por apagar o manipular toda luz que no provenga de sí mismos.

Desde el podio que siempre confiere el poder, se creen estúpidamente superiores en lugar de bajar a ras de suelo y absorber las verdades que sólo se transmiten con toda su pureza y frescor a metro setenta, que es la altura media de los cerebros respecto al suelo.

En toda relación entre humanos, desprecio y enfrentamiento son oscuridad que divide; conexión y respeto son luz multiplicadora de visión y espacios.

Una pregunta a los inteligentes: ¿qué es mejor..., enfrentarse y dividirse o bien aprovecharse y multiplicarse?

  

lunes, 23 de septiembre de 2013

Politicamente correcto?

El intento de perpetuarse conlleva un requisito básico: anular cualquier duda o cuestionamiento externo que pueda remover o incluso innovar lo establecido.

Por eso, el poder siempre se rodea de dogmas, normas, reglamentos, protocolos, comités, barreras invisibles, deberes y obligaciones, al tiempo que promueve y trata de controlar las corrientes dominantes de opinión.

Se consolida en la medida en que posee un surtido de férreas respuestas a las preguntas, dudas, cuestionamientos o agnosticismos que vayan surgiendo.

El conflicto, inevitablemente, surge cuando una pregunta se sale de la pista previamente programada . Cuando la duda tiene la posibilidad de remover algunas conciencias y convertirse en el inicio de una contracorriente.

La perversión de lo políticamente correcto es que se puede opinar lo que se quiera, siempre y cuando la respuesta esté programada.

Hoy, la gran tensión en muchos países sometidos por poderes absolutos es la instauración de la democracia, ese lento pero imparable glaciar caliente que un montón de sátrapas trata de congelar con cárceles, persecuciones y silencios.

Aún hoy queda mucha democracia pendiente.

Donde afortunadamente existe, el pucherazo electoral, el abuso institucional, la corrupción silenciada, el nepotismo sangrante, el escándalo amplificado, la imposibilidad de acortar los mandatos de individuos nítidamente incapacitados, son algunas muestras del catalogo de perversidades de algunos para mantenerse en el poder y aprovecharlo en beneficio propio. Cuando estos hechos se producen, consiguen degradar una de las esencias de aquello para lo que esos mismos individuos fueron elegidos: la defensa de la libertad.

Todavía hoy, en bastantes ocasiones, el grueso de los ciudadanos es mucho más demócrata que sus dirigentes políticos.

Y es ahí donde aparece y se amplía el distanciamiento entre sociedad y política.

El talón de Aquiles de la democracia es la carencia de mecanismos ciudadanos, por encima de los legislativos, para desprenderse antes de plazo de los incapacitados que un día fueron elegidos.

Mientras ese momento no llega, respecto al poder establecido hay que tomar una constante doble actitud:

-- Por principio, hay que respetarlo.
-- Y por principio, hay que cuestionarlo.

Porque lo establecido sólo se mejora desde la duda constructiva.

Una vez más, el gran impulsor de este trascendente, lógico y justo cambio será la tecnología. La comunicación virtual entre personas, independientemente de la conducida por los medios de comunicación masivos, va a generar cambios que hoy tan sólo intuimos. Los móviles y PC sustituirán a las urnas, que con los años se convertirán en las arcas perdidas de las actuales democracias.

Todavía hoy, esa eterna tradición predemocrática de no cuestionar lo establecido es una rémora heredada de nuestros dignos tatarabuelos vasallos.

Para muestra, sólo hay que revisar las hemerotecas y la vida, demasiadas veces testimonios sangrantes de la incapacidad de quienes un día gobernaron y a quienes, sólo por esa razón, en su momento se entendió que sabían y debían ser respetados.

Llevado el tema a nivel personal y empresarial, que cada uno evoque sus recuerdos o actualidades y saque sus propias conclusiones.

Lo políticamente correcto es aceptar, con arrodillada sumisión, que lo que existe es lo mejor. Hacerlo, en el más triste de los casos, nos mantiene a flote, pero siempre bloquea el despegue de las alas del intelecto para vislumbrar y alcanzar nuevos paisajes.

La edad y la experiencia, sirven para madurar, pero eso implica despertar, abrir los ojos y sobretodo, la mente para no seguir cayendo en los juegos de la clase política que solo nos utiliza a su antojo y conveniencia. 


domingo, 22 de septiembre de 2013

Entusiasmo.

Viene del griego en theós, estar en Dios. El entusiasmo es, por tanto, energía extraordinaria, arrojo, fe. Es una fuerza que nos empuja hacia las cosas elevadas, hacia lo que tiene valor. Es un impulso hacia el futuro, una fe en su meta, en sus posibilidades. El entusiasmo es una explosión de esperanza. Curiosamente, son pocos los que sabemos aceptar el entusiasmo en si mismos y cultivarlo en los demás. Muchos se avergüenzan de sus sentimientos, de su impulso vital; piensan que eso puede reducir su racionalidad y su capacidad de autocontrol. ¡Sucede todo lo contrario! El entusiasmo es una fuerza vital que podría verse desperdiciada sólo si se emplea en soñar con los ojos abiertos, pero que puede ser canalizada en una tarea constructiva, en una búsqueda racional. El entusiasmo es fundamental para convencer a los demás, pues, si no están seguros de ustedes mismos, sino están convencidos del proyecto que van a exponer, ¿Cómo pueden esperar que suscite en el otro interés, confianza para que les haga caso?

Pero el entusiasmo tiene un enemigo perverso: el cínico, el cual suele estar instalado en el presente, en su egoísmo, en su pereza, en su conveniencia, y no cree en nada porque él mismo carece de fantasía y de generosidad. En cualquier lugar hay muchas personas de ese tipo, y hacen de todo por apagar el entusiasmo de los demás, sobre todo de los jóvenes, que llegan a trabajar llenos de fe y de valores.

Así que llénate de entusiasmo y no dejes que nadie influya en tus decisiones que te llevarán a triunfar. 

sábado, 21 de septiembre de 2013

Llena vacíos triunfando.

Toda idea tiene un propósito: llenar un vacío.

Cuando esta idea se acepta y consolida, se convierte en creencia.

Toda creencia lleva incorporada la expectativa de una gratificación o premio.

Triunfar es llenar de forma gratificante un vacío.

Al principio de los tiempos, todo era naturaleza vacía de ideas.

La evolución del cerebro de un mono hizo que fuera ampliando sus instintos básicos, iniciándose un proceso de generación de ideas que le fueron permitiendo alcanzar una subsistencia superior a la meramente animal: las armas de caza, el fuego, la agricultura y la ganadería...

Pasados seis millones de años, en su esencia nada ha cambiado.

La vida de los habitantes de cada uno de los territorios del mundo, con sus gigantescas diferencias, es el resultado de las creencias con las que han ido rellenando sus vacíos.

Visiones distintas en las creencias políticas, religiosas, sociales y económicas, con parámetros de libertad e imposición bien distintos, marcan el ritmo vital de los siete mil millones de pobladores de la tierra.

Ante tan grandes diferencias, que en ocasiones llegan a radicalizaciones extremas, la pregunta es... ¿Cómo y cuándo se implanta una nueva creencia?

Todo depende de la densidad de la satisfacción media y del momento en que se quiere penetrar.

Todo depende de la oportunidad.

No le des más comida al saciado.

No le propongas un nuevo amor al enamorado.

No le hables de nuevas eternidades al creyente convencido.

No es el momento.

Cada uno, a su manera, está lleno: su densidad de gratificación es importante y por ello no tiene conciencia de vacío.

La oportunidad es saber llenar un vacío en el momento sensible.

TRIUNFAR ES SABER LLENAR VACÍOS.

Así se generan las grandes conquistas: en las relaciones personales, sociales, políticas y, por supuesto, en las comerciales.

Cuestión bien distinta es cuando un vacío sólo está invadido por esa atmósfera asfixiante denominada "el temor".

El temor se genera y crece cuando se produce la ausencia de lo vital. Y cuando este temor se convierte en colectivo, estalla el pánico.

Nada favorece más la consolidación de una creencia que el vacío asfixiante; cuando los pensamientos están dominados por la supervivencia, que es el último instinto al que todo ser humano renuncia.

Y es entonces y sólo entonces cuando se propicia la implantación de nuevas creencias: cuando no existe suficiente densidad personal, política o social que soporte una vivencia mínimamente digna; cuando el vacío que es la inseguridad, hunde a los humanos.

Es en estas circunstancias cuando se crea el caldo de cultivo para el éxito de los hipotéticos grandes salvadores, cuando implosiona la densidad del ámbito y estalla el momento.

Precisamente por eso, es en las épocas de crisis colectivas --y también en las personales-- cuando más atento se debe estar a los nuevos salvadores, porque mientras los que visualizan como fin máximo la bondad ayudan a flotar, aquellos que por encima de todo persiguen su efímero poder transitorio, siempre acaban ahogando a sus seguidores.

Sabios aquellos que, en los grandes temporales, saben rellenar sus vacíos de subsistencia con su propia entereza, ética y dignidad.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Los 7 hábitos de un fracasado.

Mi vida ha sido un largo y emocionante viaje que me ha llevado a muchos lugares: la escuela, las diversiones, los amigos. En este largo o breve recorrido de la vida he visto cómo trabajan, crecen y se divierten las personas triunfadoras. Pero también conozco a  muchos que se quedaron a la mitad del camino. Mucha gente posee la inteligencia para triunfar, pero no lo logra. ¿Por qué algunos cuentan sus triunfos y aciertos de la vida, mientras otros maldicen su pasado? Señalo aquí algunas de las peores trampas, que llamo los siete hábitos de un fracasado.

El autoengaño. Las personas fracasadas se mienten a si mismas a cada paso. No han entendido que la primera cualidad para triunfar es el coraje, para no terminar como los cobardes, construyendo barrotes de su propia prisión.

No producir. Existe una verdad fundamental: la vida pasa factura; paga a la gente por hacer algo, y paga mucho a quien hace lo que conlleve gran valor. Para un hombre a quien favorece el triunfo, no existe nada abstracto. Todo es concreto y todo le concierne. No está sentado en el confort de su vida, observando lo que sucede en el mundo, es hombre de acción.

Las actitudes negativas. A menudo los fracasados tienen una actitud pesimista y amargada. Revelan falta de confianza en si mismos; proyectan no ser capaces de hacer muchas cosas, ni de hacerlas bien. No se dan cuenta de que con esto que hacen o dejan de hacer se están destinando a ser perdedores. Recuerda: cuando prestas atención a las pequeñas cosas, consigues evitar grandes tragedias.

Las discusiones innecesarias. Las personas que no levantan el vuelo gustan de discutir por discutir. Los buscapleitos creen que a sus amigos les impresionará su sagacidad e inteligencia. No pueden estar más equivocados. Es mejor seguir la regla de oro: piensa antes de hablar, escucha antes de juzgar y ofrece disculpas cuando te equivoques. Lo demás está de más. 

La mala jerarquización. Las personas fracasadas no saben establecer prioridades. La verdad es que nunca tienen tiempo para hacer todo, ni siquiera las cosas importantes. Nada es tan hermosos en la vida que sentirse capaz de sacrificar lo bueno por lo mejor. En realidad se trata de saber íntimamente que la felicidad está en tener siempre como prioridad lo más valioso.

La falta de carácter. Iniciar una obra es relativamente fácil; basta avivar un poco el fuego del entusiasmo. Perseverar en ella hasta el éxito es cosa diferente. Eso requiere continuidad y esfuerzo. Es preciso pues, ser perseverante, formarse un carácter no sólo intrépido sino persistente, inquebrantable. Tener carácter es no pensar sino en la victoria, y sufrir con valor, serenidad, sin desaliento. La lucha tonifica el espíritu pero, cuando falta carácter, la derrota lo deprime y desalienta.

El perfeccionismo. Una de las cosas más difíciles en la vida del ser humano es aprender a equivocarse sin derrumbarse por ello. Saber reconocer un error sin sentirse terriblemente humillado es de valientes. El mayor de los fracasos es dejar de hacer las cosas por miedo a fracasar, y eso es soberbia espiritual.

Las más grandes victorias corresponden siempre a quienes luchar y perseveran, y sólo a ellos. Por eso, a partir de hoy, atrévete a realizar lo que siempre has soñado, querido o deseado y no pienses en el fracaso o la derrota, sino en alcanzar tus objetivos.

jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Logros politicos?

Que costosa nos resulta a los mexicanos la propaganda que se hacen quienes detentan el poder. Incapaces de convencer al pueblo con la acción tratan de convencerlo con la TV. La escasez de logros no importa si se le sustituye con abundancia de publicidad. No hay otro país en el mundo en que se gaste tanto en propaganda política y del gobierno como en México. Hallamos a los hombres del poder hasta en la sopa. Es imposible encender la TV sin ver en la pantalla el rostro de un político, ni prender el radio sin escuchar su voz. En eso se echa de ver nuestro subdesarrollo: en que los gobernantes son como los detergentes que necesitan mucha publicidad para venderse. No es razonable que el presidente, los gobernadores y alcaldes, en menor medida, hagan el exceso de propaganda que hacen. Cuando México madure esa publicidad será prohibida, y los dineros públicos se utilizarán en obras de beneficio comunitario en vez de gastarse indebidamente en una propaganda personalista que a nadie engaña ya.

El actor político oscuro es señalado como un mero farsante atenido al amparo de su protector por compromisos soterrados. En México el cabildeo, el que se desarrolla honestamente y el que acude a la persuasión por vía pecuniaria, es un fenómeno nuevo, y su edad coincide con la de la autonomía parlamentaria. Hasta antes de 1997, cuando el PRI dominaba con holgura ambas cámaras era innecesario convencer o comprar legisladores, porque su intención en el proceso de confeccionar leyes o formular el presupuesto era casi nula. En cambio a partir de esa fecha han crecido las posibilidades de que los legisladores legislen y no lo haga solo el ejecutivo. Empresas, sus asociaciones, grupos de interés y aun dependencias gubernamentales o gobiernos estatales descubrieron la posibilidad de hacerse oír por los diputados y senadores y de sacar avante o frenar disposiciones favorables a sus intereses, o lo contrario. Los agentes de enlace legislativo como ahora se les llama, han proliferado y ocupan espacios crecientes, que por ahora comparten con la prensa. El cabildeo es una actividad lícita, que aporta información a los legisladores cuando abordan situaciones concretas, como la fijación de impuestos a bienes y servicios, o determinan exenciones o establecen reglas para los negocios privados. Pero es tenue la línea que separa ese trabajo socialmente útil de la componenda que incorpora intereses privados ocultos a las decisiones de un cuerpo deliberativo.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

A veces...

A veces, es preferible callar que decir mentiras, es mejor callar, que lastimar a gente, es necesario callar que despertar conciencias, sin embargo, el silencio, es una enfermedad que carcome el corazón de los que están acostumbrados a decir la verdad.

Sé de un maravillosos ser humano que casi siempre se mantenía callado y aislado de la gente, porque a su alrededor tenía a gente común que vivían llenos de tabúes y mentiras, porque sus ascendientes los habían criado así, por lo que no querían abrir los ojos y mantenerse siempre a oscuras y en la mayor falacia.

Este amigo, se enfermó, lo revisaron muchos médicos, le practicaron innumerables exámenes y no daban con su "mal", hasta que un eminente neurólogo, comenzó a hacerle preguntas y detectó que su problema era quedarse callado, por lo que lo conminó a dejar de hacerlo, le dijo que es preferible despertar conciencias dormidas que perder la salud.

Por eso amigo que lees este mensaje, nunca te quedes callado, tengas o no la razón, recuerda que eso es madurar, equivocarse y no hacerlo, pero jamás quedarse callado, porque eso merma tu salud y no es bueno enfermar. Animo, mi amigo sanó y hoy es un excelente ser humano, mas poderoso y fuerte que antes y sus comentarios tienen mucha fuerza y enorme sabiduría.

La clase.

Consta de cuatro elementos:

€ Lo que la persona dice.
€ La forma de decirlo.
€ Su aspecto o imagen.
€ Su comportamiento.

Una persona con clase posee seguridad, mas no seguridad; orgullo pero no altivez; simpatía, mas no simpleza; es aquel que tiene un profundo y discreto sentido de nobleza.

Es el arte de ser honesto con uno mismo, bajo todas las circunstancias y con toda la gente.

La clase surge del interior, de una consideración por los derechos y talentos de los demás.

Es tratar de igual manera a una dama, a un alto ejecutivo, a un mesero o a una persona que pida limosna.

Es tener consideración por los demás y buenos modales, que después de todo son lo mismo.

Es vestir siempre de acuerdo con la edad, hora del día, clima y ocasión.

Tener clase es cuando no se preocupa uno por tenerla, es algo que no se encuentra en el camino, es el resultado de caminar.

Es la forma de lidiar un problema con aplicó y dignidad, sin importar su gravedad.

Es vivir siempre y en todo momento siendo feliz y haciendo felices a los que conviven con nosotros y los que en momentos determinados nos rodean.  

lunes, 16 de septiembre de 2013

Tu cerebro.

Nos guste o no, de cejas para abajo somos unos animales. Lo siento.

En lo físico, somos un conjunto de órganos sustentados por un esqueleto y forrados por una piel, con unas aptitudes físicas muy limitadas.

A diferencia de otros animales, no podemos volar. Nuestra capacidad pulmonar, cuando nos sumergimos en esa inmensa masa de agua que ocupa las cuatro quintas partes del planeta, en el mejor de los casos no excede los cuatro minutos. Limitados a la superficie terrestre, el mas rápido recorre diez mil metros a unos veintidós kilómetros por hora: somos muy lentos. Nos cuesta soportar grandes pesos, grandes fríos y calores, grandes déficit de agua. Y por si esto pareciera poco, nuestro desarrollo es desesperante: con suerte empezamos a andar a los diez meses, y durante un mínimo de cinco años nuestra supervivencia depende absolutamente de los adultos.

Y sin embargo, y a pesar de tantas deficiencias...    LOS HUMANOS SOMOS LA IMPERFECCIÓN MÁS PERFECTA.

domingo, 15 de septiembre de 2013

¡¡¡Viva México!!!

Hoy es el clímax de festejos mexicanos, es un aniversario más del inicio de nuestra independencia, y aunque para muchos que dependen de lo que hace el gobierno, no hay nada que celebrar, difiero, porque es una fecha para reunirse con la familia y/o amigos, comer en Unión de muchas personas queridas, disfrutando de riquísimos antojitos mexicanos, según la región, aunque lo mas típico y nacional, es el pozole rojo, verde o blanco, y por regiones garnachas, tamales, uchepos, corundas, empanadas, quesadillas, molotes, gordas tapadas o picadas, huaraches, chiles en nogada, enchiladas, tacos dorados, de canasta, cochinita pibil, mole, carnitas, birria, cabrito, chavindecas, carne asada, tlayoyos, tlacoyos, panuchos, pambazos, plátanos fritos, etc. Y para el acompañar, tequila, pulque, mezcal, aguardiente. Por eso y más razones, no dejes de celebrar esta importante fecha, porque tienes vida, salud y una gran familia a tu lado, y amigos excelentes.

Así que en la noche, no dejes de gritar muy fuerte ¡¡¡Viva México!!!

sábado, 14 de septiembre de 2013

Sistema politico mexicano: su origen...

Sistema Político Mexicano: Su Origen…
Don Benito Juárez García
El territorio de lo que es hoy en día el Estado Mexicano ha sido el hogar, desde tiempos inmemoriales, de una gran variedad de pueblos pertenecientes a etnias poseedoras de muy distintas lenguas, tradiciones, mentalidades e historia. Esta pluralidad constituye una de las grandes riquezas de México, tal vez la que le ha permitido en varias ocasiones dar nacimiento a extraordinarias culturas, pero también ha representado la fuente de graves conflictos.
Todo depende de si se logran coordinar armónicamente las acciones de esa diversidad de grupos, o si éstos se enfrentan unos a otros luchando porque prevalezcan sus respectivos intereses.

Los grandes momentos de esplendor de las antiguas civilizaciones prehispánicas tuvieron lugar cuando existieron gobiernos poderosos que lograron unificar en una sola entidad política a una gran variedad de pueblos. Tal fue el caso de lo que se podría denominar como Imperios Teotihuacano, Tolteca y Azteca. Por el contrario, las épocas de decadencia y anarquía de nuestras antiguas culturas se dieron cuando se perdió la unidad política y fue sustituida por una fragmentación de reinos y cacicazgos que luchaban incesantemente unos contra otros.

Los tres siglos de la etapa colonial de México son también un claro ejemplo de los logros que pueden alcanzarse cuando existe un gobierno poderoso que mantiene una unidad política y propicia una unidad cultural. Independientemente de la enorme injusticia que entrañaba la existencia del gobierno colonial con su división de castas, la explotación de los indígenas y el aprovechamiento de las riquezas que producía tan vasto territorio en beneficio de la corona española, hay que reconocer que es durante esta época cuando se forja nuestra actual identidad nacional, producto de un mestizaje racial y de un sincretismo cultural.

La mezcla de sangres genera un nuevo tipo de habitantes, los mestizos, que terminarán convirtiéndose en la población mayoritaria. El catolicismo y la lengua española serán los principales instrumentos para llevar a cabo un sincretismo cultural que constituirá el principal lazo entre los habitantes de la Nueva España y la base en que habrá de sustentarse la nueva nación que de ella habrá de surgir.

Transformado por el mestizaje racial y el sincretismo cultural, pero sin perder su esencial naturaleza e identidad producto de su milenaria historia, México surgió ante el mundo como una nueva nación a resultas de la Guerra de Independencia. Se había alcanzado la soberanía y autonomía políticas, pero no se logró crear un sistema de gobierno estable y poderoso.

Retornó por ello a padecer una época de anarquía y de incesantes conflictos, guerras civiles, intervenciones extranjeras, pérdida de más de la mitad de nuestro territorio, destrucción de las fuentes de riqueza. A un paso se estuvo de desaparecer como nación y de pasar a formar parte de los Estados Unidos. También se corrió el peligro de desintegrarse, como ocurrió con Centroamérica, que habiendo sido una sola nación terminó convertida en cinco. Al no existir un sistema político funcional, la responsabilidad de la conducción del país recayó en los caudillos, entre los cuales hubo uno tan despreciable como Antonio López de Santa Anna y otro, por muchos, tan admirable como Benito Juárez García. Esta situación perduró hasta que Porfirio Díaz estableció un gobierno capaz de mantener el orden, la paz y el control político en toda la nación. Al igual que ocurre con la etapa colonial, podrá acusarse a la época del porfiriato de haber propiciado un sistema social injusto, pero no pueden negarse los beneficios que trajo al país esa etapa de paz, que permitió la consolidación de la unidad nacional y la creación de una importante infraestructura material.

Porfirio Díaz encontró el secreto de la única forma efectiva de ejercer un buen gobierno en México: una monarquía absoluta revestida de ropajes republicanos. Su gran falla fue que no creó un sistema político institucional, sino basado exclusivamente en su persona. Lección que Plutarco Elías Calles, creador del sistema político que prevalece en nuestro país, jamás olvidó, al igual que sus sucesores.

Profundos estudiosos de la Revolución Mexicana han explicado que ésta fue producto de muy variadas motivaciones. Para Francisco I. Madero el objetivo a lograr era la implantación de un sistema democrático de gobierno, convertir en realidad los postulados de la Constitución de 1857, que tan sólo estaban vigentes en teoría pero no en la práctica. Para Francisco Villa era el medio de vengar los agravios sufridos por los pobres y de alcanzar para éstos justicia e igualdad.

Para Emiliano Zapata era recuperar la mística vinculación que habían tenido en la época prehispánica los seres humanos con la tierra y con todo lo existente. En los tres casos se trataba de aspiraciones idealistas, imposibles de alcanzar dadas las condiciones que imperaban en esa época. Por ello el grupo que salió triunfante de las luchas entre las distintas facciones revolucionarias fue el encabezado por Venustiano Carranza y Álvaro Obregón.

Ellos eran los únicos que tenían los pies en la tierra. No se manifestaron en contra de los ideales que animaban a los otros grupos; al contrario, los incorporan primero a sus proclamas y luego a la Constitución de 1917, pero lo hacen con un sentido pragmático, o sea comprendiendo que muchos de esos ideales eran utópicos y que ellos debían sustentar siempre sus acciones en realidades.

Estas realidades fueron el afán de poder y de riqueza que mueve a los seres humanos y la necesidad de restablecer la paz y el orden que se habían perdido por la Revolución, generando una anarquía que amenazaba con producir la desintegración del país o su anexión a los Estados Unidos. Álvaro Obregón, gracias a su genio militar y su implacable carácter, logró imponerse a todos los caudillos revolucionarios convirtiéndose, a semejanza de Porfirio Díaz, en un monarca con disfraz presidencial, pero al igual que Díaz cometió el error de erigir un gobierno personalista y no basado en instituciones.

La difícil tarea de iniciar la creación de un sistema político institucional le correspondió a Plutarco Elías Calles, último gran estadista que ha tenido nuestro país, entendiéndose así, al político que no sólo trabaja pensando en las próximas elecciones, sino proyectando por lo menos lo que ocurrirá en la siguiente generación, al crear el 4 de marzo de 1929 el Partido Nacional Revolucionario (antecedente del PRI).

viernes, 13 de septiembre de 2013

¡Viva Mexico!

Estamos a dos días de festejar otro aniversario del inicio de la independencia de nuestro país, y como siempre los gobernantes nos han hecho como han querido, cuenta la historia que siendo presidente de la República Porfirio Díaz, y como su cumpleaños era el 15 de septiembre, está es la razón por la que el grito de inicio de la lucha de independencia es emitido ese día, y no el correcto, que es el 16, por el presidente en turno, gobernadores, alcaldes, jefes de tenencia, agentes municipales, etc. en cada rincón del país.

Es común, escuchar en los medios electrónicos de comunicación, que hablan de la independencia de México, pero la realidad es que es el inicio, porque la independencia se concretó el 27 de septiembre de 1821.

Pero, independientemente de cual sea la verdad, lo importante es que tanto 15 y 16 de septiembre son dos días de festejar los mexicanos, en familia, con los amigos, con amistades, compañeros de trabajo, etc. Ambos días, es común escuchar música de mariachi, gritos de todos niveles, de saborear infinidad de platillos típicos de cada región del país, pero todos, deliciosos, el tradicional tequila, mezcal, aguardiente, charanda, pulque, o bebidas no tan nacionales, pero que hacen olvidar al ciudadano por unas horas su cotidiana forma de vida.

Por eso y muchas razones, aunque haya gente que reniegue de su origen, hay que gritar y gritar fuerte ¡¡¡VIVA MÉXICO C...!!!

El cinismo de la politica o la política del cinismo.

Una de las consecuencias culturales, susceptibles de estudio por la sicología social, que engendró el prolongado predominio del partido de estado, fue el cinismo, la benevolencia antiética con que se definían y aceptaban los desarreglos generados en un gobierno sin crítica legislativa, sin posibilidad de escrutinio público real y profundo. El sistema de botín era admitido no sólo por sus beneficiarios, sino también descansaba en la aspiración de muchos de incorporarse a él, de que <la revolución les hiciera justicia>. La pretensión de formar parte de la mecánica de la corrupción se expresaba en fórmulas como la pretendidamente humilde o autosuficiente: <a mí no me den, sino que me pongan donde hay>, o en el asentamiento de admiración o gratitud que despertaba un ladrón que repartía parte de su botín: <ese se enloda, pero salpica>. Y los sometidos ensalzaban a los gastalones que los hacían partícipes de su boato: <es un señor, sabe para qué sirve el dinero>. En esa corrupción social que condonaba la corrupción administrativa sobresalía la fría descripción de los latrocinios dispensados en todo tiempo y más aun en el año postrero del gobierno. Se admitía sin rubor que los funcionarios a quienes había correspondido, la lotería sexenal, un cargo bien remunerado de suyo, o que permitía buscas y comisiones, se preparaban para el futuro, en que el azar podría depararles la maldición de César Garizurieta, el tlacuache, quien sintetizó la aspiración burocrática de no apartarse jamás de la ubérrima ubre del dinero público preconizado que <vivir fuera del presupuesto es vivir en el error>. En previsión de caer en el error, quienes podían consolidaban <un guardadito>. Por eso al lapso postrero de la administración sexenal se le llamaba <año de hidalgo>, porque con esa expresión rimaba, así fuera ripiosamente, el permiso y aún orden de saqueo: <<chingue a su madre el que deje algo>>. Es decir, había que limpiar las arcas, que no quedara en ellas remanente alguno. Tan valida era la descripción, tan ciertamente aplicada, que en los gobiernos estatales era frecuente que el relevo de gobernadores produjera verdaderas crisis presupuestales, porque se perdía la capacidad de pago debido a que las cajas quedaban exhaustas.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

El mexicano y el condón.

Los hombres sólo utilizan condón cuando van con trabajadoras sexuales o con mujeres que les puedan “pegar algo”.
México ocupa uno de los últimos lugares en el mundo en el uso de preservativos, pues en el país 61.5 por ciento de los adolescentes no se protegió en su primera relación sexual, informó Elsy Reyes, especialista en sexualidad y relaciones de pareja.
Indicó que en países como Alemania y España los hombres usan en promedio cuatro condones al mes, mientras que en México un barón usa cuatro preservativos al año y "no quiere decir que tengamos menos sexo, lo que pasa es que tenemos menos sexo protegido".
Durante la presentación de nuevos métodos de acceso a anticonceptivos para evitar embarazos no planeados en adolescentes, la especialista reveló que las zonas donde se tienen relaciones sexuales a más temprana edad, con menos información y más embarazos, son las rurales.
"Ningún estrato social está exento de esta situación, te puedes ir a la zona más pobre del sureste o a Santa Fe y vas a encontrar adolescentes embarazadas, y esto es porque no hay una vivencia de la sexualidad desde casa con la información puntual", expuso.
Precisó que los padres de familia tienen que aceptar su incapacidad de frenar el momento en que sus hijos desean tener relaciones sexuales, pues éstos van a decidir eso y para cuando llegue el momento los tienen que enviar con herramientas y seguridad de que tienen derecho a experimentar placer.
Reyes comentó que los hombres sólo utilizan condón cuando van con trabajadoras sexuales o con mujeres que ellos consideran que pudieran "pegarles algo, pero si se encuentran una “niña bien”, como ellos les llaman, no lo usan, cuando esa niña probablemente ya se acostó con 40 hombres”.
Consideró que el uso de preservativos es una responsabilidad mutua, pues es el condón por parte del hombre más el anticonceptivo por parte de la mujer.

Necios...

Resulta aberrante, que no puedes externar tu opinión sobre algún tema general, porque los "afectados" te comienzan a atacar, solo porque estás en desacuerdo con la generalidad.

Soy un convencido de que las mayorías no siempre tienen la razón, como tampoco lo puede tener una minoría, pero no estoy de acuerdo en que te quieran literalmente, "lavar" el cerebro, para que aceptes o apoye algo que a simple vista es incorrecto y que lo que están buscando los presuntos "afectados" es que no les toquen sus privilegios con los que han sido beneficiados.

Lo anterior, viene a mi mente, porque durante muchos años, he encontrado esa necedad de muchos conocidos, que incluso llegué a considerar "amigos" que al externar mi opinión sin parcialidad, se alejaron, lo que me hizo más fuerte y conocedor de los que ahora puedo considerar amigos.

Soy un convencido, también, de que la experiencia, de manera paralela con la edad, sirven para madurar física, mental y emocionalmente, y para que vayamos teniendo nuestro libre albedrío y no dejarse manipular por gente deshonesta e ignorante que trata en cualquier instante hacerlo. La madurez no es otra cosa, que poder decidir sin influencias (positivas o negativas) lo que TU consideres apropiado (si estás bien o estás mal), te va a servir para madurar.

Así que amigo, no te dejes influenciar por los demás, sólo porque son muchos los que opinan igual, aunque TU seas el único que opina diferente, mantén tu postura y te aseguro que al final, el que tendrá la razón serás TU.

He conocido a tantos individuos, que tienen alguna adicción, porque según ellos, los obligaron a hacerlo, eso es falso, yo también he pasado esas etapas en mi vida y nadie me obligó a hacer lo que yo no hubiera querido hacer, estoy de acuerdo que te invitan, incluso, te dicen hijo de mami, miedoso, o mandilón, pero hasta ahí, y si te lo dicen, ¿Qué?, ¿te afectan en algo las palabras?, claro que no, te afectas más haciendo lo que otros hacen para evadir sus responsabilidades y obligaciones, que haciendo lo conveniente y sobretodo vas madurando.

martes, 10 de septiembre de 2013

Las reformas en México.

Los mexicanos nos hemos acostumbrado a las reformas fiscales. Cada cierto tiempo el gobierno en turno anuncia una nueva en la que se prometen más o menos los mismos beneficios. La realidad es que los resultados de estas reformas no han variado en el tiempo y después de varias de ellas, México sigue tan rezagado en la recaudación tributaria como hace una década.
Así llegamos a una reforma más, en 2013, con el mismo círculo perverso de siempre: con ciudadanos desconfiados de que el gobierno mejorará su calidad de vida a través del pago de impuestos, y con un gobierno que atiza esta desconfianza negándose sistemáticamente a transparentar su gasto y a rendir cuentas claras de los recursos que los ciudadanos les entregan.
Ahora la reforma de Peña Nieto repite por lo menos seis "pecados" del pasado reciente.
PRIMER PECADO: La desigualdad ante la ley. Si bien la reforma se pregona como una que busca romper la tradicional desigualdad entre los contribuyentes, su intento es tímido; casi imperceptible. Un pequeño grupo de ricos -y no me refiero a quienes ganan 41 mil pesos al mes y que la reforma los califica de altos ingresos- seguirá gozando de los favores de un marco legal que les beneficia; mientras que otro grupo numeroso (60% de la economía) que se desempeña en la informalidad seguirá al margen del marco tributario, en calidad de ganadores frente a los cautivos, sin que nada o casi nada les ocurra.
SEGUNDO PECADO: La opacidad. Las medidas efectivas para transparentar a fondo el gasto en todo el sector público brillan por su ausencia y asfaltan el camino de la desconfianza ciudadana. Otra vez, hay promesas sin compromiso efectivo de los gobiernos para frenar la corrupción en el ejercicio del gasto en todos los niveles. La sonrisa de los gobernadores detrás del presidente Peña Nieto durante su discurso en Los Pinos fue la estampa que retrató a los artífices de la escasa rendición de cuentas.
TERCER PECADO: La complejidad. Con todo y la reducción de más de cien artículos en la Ley del ISR propuesta en la reforma, quedan casi 200 más que hacen casi imposible que un mexicano de a pie declare sus impuestos sin cometer costosos errores. El SAT seguirá siendo el lugar santísimo de los contadores donde sólo ellos pueden acceder; nada más alejado para un contribuyente mexicano.
CUARTO PECADO: La indolencia. El gasto público corriente sigue creciendo de manera imparable, más allá de los vaivenes de la economía y del bolsillo de los ciudadanos. En el Presupuesto 2014 se propone que el gasto corriente crezca 10.1% real anual -con un notable 15.5% en las pensiones- además de mantener salarios, prestaciones y apoyos descomunales para funcionarios de alto nivel del sector público, principalmente en los organismos autónomos, en el poder judicial y en el poder legislativo.
QUINTO PECADO: El cortoplacismo. En el planteamiento de la reforma se percibe un enfoque recaudatorio de corto plazo, quizá derivado de las presiones por la recesión económica que se engendró internamente. Una reforma enfocada a sustraer más recursos tributarios de los bolsillos de los contribuyentes cautivos para 2014 y que, además, incluye un fuerte endeudamiento del gobierno. En esta ocasión –como también ocurrió en el pasado- a esta reforma se le vistió de “reforma social” para su venta.
SEXTO PECADO: El despojo. El ciudadano no percibe los beneficios tangibles y directos de pagar impuestos. De hecho en México la tasa de pobreza no es muy distinta antes y después de los impuestos y transferencias, según muestra la OCDE. El pago de impuestos es percibido como un despojo sin retribución posterior, máxime cuando el Estado no cumple con los satisfactores mínimos de seguridad pública o de educación. Ahora la reforma pretende cobrarle impuestos a quienes inviertan en la educación privada de sus hijos, cuando el Estado no ha sido capaz de ofrecer un mínimo de calidad en la educación pública.

ADICTOS A LA TECNOLOGÍA.


(Más consumo, menos calidad de vida humana)

En verdad impresiona ver como en la última década se ha girado bastante la atención a aquello que produce felicidad al instante, o bien, a lo que satisface más rápida y efectivamente las necesidades primordiales. La tecnología ha sido protagonista en este proceso evolutivo, en ella se desenvuelve gran parte de las actividades diarias.

Desde el uso de aparatos domésticos de primera necesidad, hasta el complejo sistema de aparatos y flujos electrónicos, el hombre ha quedado bajo las faldas de dicha tecnología. Son embargo, es preciso establecer fronteras entre lo que es verdaderamente una necesidad y lo que materia de consumo.

La gente de las grandes ciudades, e incluso de las provincias aparentemente alejadas de toda civilización, cuentan ya con conexiones sofisticadas de Televisión por cable, internet, reproductores Blu ray, DVD, MP3 o MP4, cámaras digitales de gran alcance, celulares con su respectivo Bluetoth y hasta IPod (reproductores de música digital), una buena Laptop o Tablet con WI-FI (computadora portátil que accesa a internet de manera inalámbrica).

De los ingresos económicos se destinan grandes cantidades a la electrónica digital para diversión o para distracción. Las estadísticas afirman que se pueden llegar a gastar de $200.00 a $500.00 en promedio mensual en mantenimiento y renovación constante de equipo. En México se da prioridad a este tipo de gastos que a las necesidades primarias. Es irónico, pero en algunas partes de Michoacán y del país se ven casas habitación en condiciones precarias, algunas de ellas incluso de cartón o madera rústica y con un tejado poroso, pero, eso sí, con una antena de TV por cable a un lado. Tenemos así un grupo no pequeño de personas preocupadas por estar a la vanguardia en cuanto a la tecnología, pero poco esmeradas por cultivar virtudes auténticas en su vida y más aún, nada interesadas en lo que respecta a relaciones interpersonales.

No pretendo que nos volvamos tecno fóbicos porque hay que reconocerle a la tecnología su mérito, sin embargo, es preciso preguntarnos: ¿soy de los excesivamente dependientes de la tecnología?, y con ellos ¿soy completamente persona cuando cambio mis relaciones humanas por una serie  de destellos de luz y sonido?

Se enajena tanto la gente, porque al hacerse esclavos del chat, de las compras virtuales o de las horas de navegación, los tecno adictos se sienten ajenos a una sociedad, lo que les quita el sueño no es tanto una relación interpersonal, sino el medio a través del cual se pueda crear una relación cyberpersonal.

Incluso se despojan de si mismos. Dice el sicólogo David Green Field, quien es especialista en problemas derivados de la alta tecnología en Estados Unidos, que quien es tecno adicto constantemente está distraído, es insensible, no tiene un momento para la autorreflexión , para quedarse quieto, para estudiar, pues lo que realiza en los espacios virtuales es absolutamente agotador. Así que, ni siquiera se puede decir que la adicción a la tecnología produce bienestar.

No hay como hacer uso moderado de las cosas que tenemos como avances para agilizar el desarrollo social de nuestro entorno y sobre todo para tener más tiempo de estar con los nuestros. Que la tecnología no sea un obstáculo para llevar una vida total de personas humanas, sino la que facilite dicha posición que es la que nos constituye integralmente y nos lleva a elevar nuestra dignidad de ser humano.

La próxima vez que vayas a pulsar las teclas de tu computadora o a mandar mensajes sin fin piensa primero ¿ya exploté todo mi potencial para con mis semejantes de tal modo que no tengo deuda alguna con ellos? Y verás que falta mucho por hacer. Aparentemente la inversión de tu persona y del tiempo es la misma, pero jamás se comparará unas gracias de nuestro prójimo a un simple chispazo musical que te indica que la acción en tu mueble electrónico ha concluido. Piénsalo. Dedícate a lo que haces, si eres estudiante, estudia; si eres empleado o servidor, trabaja; porque si analizas tu futuro, te darás cuenta que no vas a comer tecnología si no te esmeras en cumplir tus objetivos.