Amigos que me leen, quiero hacerles unos comentarios sobre la manera de comportarnos mejor y no se víctimas de señalamientos y burlas por la espalda, ojalá les sirvan.
1) Con los demás. Nada hay que revele más claramente la educación de una persona, que su conversación; el tono y las inflexiones voz, la manera de pronunciar, la elección de los términos, el juego de la fisonomía, los movimientos del cuerpo, y todas las demás circunstancias físicas y morales que acompañan la enunciación de las ideas, dan a conocer desde luego el grado de cultura y delicadeza de cada cual, desde la persona más vulgar hasta aquella que posee las más finas y elegantes maneras.
2) En la calle. Los movimientos del cuerpo deben ser naturales y propios de la edad, del sexo y de las demás circunstancias de cada persona. Gravedad en el anciano, en el sacerdote, en el magistrado; suavidad y decoro en la señora; modestia y gentileza en la señorita; moderación y gallardía en el joven; afectación en nadie.
3) Por ti. Jamás emplees los dedos para limpiarte los ojos, los oídos, los dientes, ni mucho menos la nariz. La persona que hace eso, excita un asco invencible en los demás, ¡y cuánta no será la mortificación de aquellos que se ven después en el caso de darte la mano!
4) Con los vecinos. Los que moran en edificios cercanos entre sí, deben considerarse, bajo muchos respectos sociales, como si formasen una misma familia, y guardase recíprocamente todos los miramientos que están fundados en la benevolencia y tienen por objeto principal el no ofender ni desagradar a aquellos con quienes se vive.
5) En tu hogar. El que por un accidente cualquiera de la vida doméstica se encuentra alguna vez desagradado, y es sorprendido en estos momentos por una visita, puede fácilmente sobreponerse a la alteración de su ánimo y presentarse con semblante sereno y afable pero si la discordia interior devora constantemente su corazón y le ha hecho habituales sus crueles impresiones, imposible le será componer repentinamente su rostro y suavizar toda su exterioridad para aparecer con aquel aire de tranquilidad y contento que es la primera señal de buena acogida que ha de darse a los extraños.
¿Te servirán?
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