martes, 3 de junio de 2014

Escort, la actual denominacón.

El término escort (del anglosajón acompañante), está de moda en la actualidad, con este término se les denomina a las otrora rameras, güilas, meretrices, suripantas, prostitutas o comúnmente putas, quieren hacer creer a la mayoría de los mexicanos, que su oficio es diferente.

La actividad sexual femenina, está acompañada y rodeada de un sinnúmero de factores, causas, motivos y circunstancias, y aunque, tienen varias parejas, nadie quiere ser denominada como antaño.

En los extremos sociales, -pobreza extrema y clase alta- es común observar y enterarse de los deslices sexuales de las jóvenes, principalmente, aunque no es privativo de una edad, la juventud ya no quiere compromisos o responsabilidad, por regla general, desde la secundaria empiezan su vida sexual activa, esto es desde los 12 años, la mayoría tiene suerte y no se embarazan, pero un porcentaje pequeño si tienen consecuencias familiares (un bebé), de estas, también un pequeño porcentaje de los responsables, valga la redundancia, responden casándose con ellas o por lo menos viviendo en unión libre, pero una cosa es pasar un rato sexual agradable y otra muy distinta convivir día y noche, dos personas que aunque para tener sexo, decían amarse, la realidad es que no saben ni que significa decir "TE AMO".

Peor situación, es una vez que nace el bebé, porque vienen los desvelos porque no agarran un ritmo para dormir, porque el pequeño se enferma, porque no les alcanza el dinero, porque ya no pueden hacer ambos, lo que acostumbraban, etcétera.

Ante la falta de recursos económicos, (hoy me dedico únicamente a las mujeres) pronto encuentran un nuevo amor, quien a veces les apoya $ y otras solo porque les hablan bonito al oído (debilidad de la mujer) en ocasiones la otra pareja se entera y se arma una pelea que termina en la ruptura y en la mayoría de los casos, solo es motivo de burlas, por el otro sujeto y sus amigos, porque pasa mucho tiempo en enterarse o jamás lo hace.

Y como lo  hacen una vez y les gusta, nunca dejan de hacerlo, pero esas chamacas, pierden todo el valor que alguien les pudo haber brindado, si se hubieran comportado de una manera decente. los jóvenes a este tipo de comportamientos las denominan zorras, y desafortunadamente, hay muchas en cualquier lugar que vayas, solo es necesario lanzar el anzuelo y ahí están las zorras sin valor.

el anterior es un análisis somero de la clase pobre.

En la clase alta sucede algo similar, pero ahí abundan las drogas y el alcohol de calidad, eso es lo que provoca que las chicas entreguen su cuerpo por la necesidad de algo que las "tranquilice". Y esas mujeres también son denominadas zorras, de pelambre fino, pero zorras al fin.

Ambos extremos en la mayoría de los casos, no lo hacen por dinero, por eso es que no pueden ser llamadas prostitutas, pero al final pueden tener más kilometraje recorrido que una profesional.

Comentario aparte merecen, aquellas mujeres que sin importar la clase o estrato social, hacen de su cuerpo su modo de obtener recursos, algunas lo hacen en lugares "finos", otras no tanto, pero ahora se hacen llamar escort, edecanes, masajistas, pero finalmente, y como lo hacen por dinero, son PUTAS.
 
                                                                                                                       

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