jueves, 15 de diciembre de 2016

Ten una mente millonaria.

La riqueza empieza con una idea y su cantidad está limitada sólo por la persona en cuya mente esa idea se pone en movimiento.

Mis padres no son profesionales, son gente común, normal, pero me enviaron a la universidad para que tuviera un título universitario y así ganara dinero. No pudieron estar más equivocados.

Cuando estaba con ellos, trabajé en sus negocios, aprendí que ganar dinero por nuestra cuentas es la mejor opción, pero no debíamos buscar el dinero, sino él debería de encontrarnos, en ese momento no sabía cómo hacerlo, pero lo aprendería más tarde.

]Ellos conocían las ventajas de ser independientes, pero me instaban para ser empleado, se alegraron cuando me contrataron en una empresa y se enojaron cuando renuncié. 

Aunque deseaba tener un negocio propio, el miedo me invadía y regresaba a ser empleado, cuando por fin me animé a fundar mi propia empresa, lo hice en grande. Era 1995, el año de una fuerte crisis económica en México. Confiado por haber tenido un par de emprendimientos exitosos, solicité un préstamo para montar mi primera empresa. Estaba en un lugar privilegiado, con diez empleados y con mucha publicidad, pero fracasó rotundamente. Me empeñé en salvarla pero se fue a pique (antes me gustaba echarle la culpa a las situación económica de México, pero hace algunos años descubrí que fue mi error). 

Durante algunos meses mi vida fue un infierno. No tenía el dinero suficiente para comer, abandoné la universidad y busqué trabajar para otros, en esa época, tenía una pequeña hija y una esposa que mantener. Fueron días de incertidumbre, con mucha r4abia contenida, la que volcaba contra mí. 

Hasta que llegó un día en el que toqué fondo. Mi arrendador de la casa me dijo que me tenía que ir por no pagar la renta a tiempo, a partir de ahí me prometí que nunca más pasaría por eso, iba a encontr4ar la fórmula exacta para ganar dinero. Con mi única moneda en el bolsillo, fui a hablarle por teléfono a quien sería mi mentor por muchos años, un millonario que conocía por mi familia, la que me había dicho que nunca me acercara, puesto que era una persona sin escrúpulos.

Le solicité que me enseñara cómo había logrado hacer su fortuna, él me dio mucha de la información que me hizo tener éxito en mi siguiente empresa.

A partir de ese día de reflexión e ira comencé a buscar más millonarios para preguntarles qué hacían, para repetir su éxito. Han sido años de aprendizaje, de grandes avances y pequeños retrocesos, los que he compartido con mis lectores y asistentes a los cursos.

Pero no siempre fue así. Hace años tuve éxito creando empresas educativas y de distribución de productos naturistas. Fue en un evento donde me invitaron a hablar de mi éxito donde comencé a enumerar los pasos para crear riqueza y abundancia, los escuchas quedaron tan contentos que pidieron repetir la conferencia unas horas después frente a sus familias y amigos.

Hasta ese momento estaba cuidando todos los secretos que compartieron los millonarios, suponía que no debía filtrarlos, ¡porque me había costado mucho obtenerlos! Pero después de esas dos conferencias se supo que muchos estaban como yo, es decir, a ciegas en cuanto a la atracción de dinero. Aunque también fue decisivo lo que ocurrió después. 

Cuando el avión aterrizó de regreso, llamó a la casa de sus padres ya que siempre acostumbra avisarles cuando sale y regresa, ellos le tenían una mala noticia: una de sus mejores amigas le habían diagnosticado cáncer y tenía los días contados. De inmediato fue a verla.

Platicaron de todo, vieron fotos, escucharon música y rieron. Cuando se despidieron ella tomó su mano y preguntó: ¿sabes de qué me arrepiento?, contestó que no lo sabía. y con lágrimas en sus ojos dijo: haber tenido miedo para hacer muchas cosas... ¡si tan solo me hubiera arriesgado!. Ella murió a los pocos días.

Las semanas que siguieron me ayudaron a decidirme a  compartir lo aprendido, para que millones se arriesguen y pierdan el miedo hacia la riqueza.

¿Y tu tienes miedo de ganar dinero y ser millonario?

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