martes, 25 de agosto de 2020

Cclases virtuales, ¿funcionan?


El impacto del coronavirus ha trastocado los planes de todos y ha cambiado la vida de la mayoría de los ciudadanos del globo, que se han visto confinados de la noche a la mañana en sus casas en el peor de los casos, o bien con los movimientos restringidos. El mundo se para, y todo con el objeto de hacer frente a la sangría de contagios que está colapsando las urgencias de medio planeta.

Estas medidas han afectado de lleno al sistema educativo ya que los niños y jóvenes se han visto obligados a permanecer en sus casas y los profesores a sustituir las clases presencias por la formación online. Ahora bien ¿es realmente efectiva la formación remota o es simplemente un remedio adoptado en una situación excepcional? Hemos querido indagar más sobre el asunto contactando con uno de los primeros centros en adoptar el conocido como ‘home schooling’ y esto es lo que hemos descubierto.

Nos trasladamos, virtualmente, claro, a Madrid, y en concreto al Brains International Schools, uno de los primeros centros en aplicar esta metodología de formación a distancia apoyándose en medios digitales. La capital hispana ha cobrado especial protagonismo en la crisis del coronavirus ya que su gobierno regional, en previsión de los contagios que se avecinaban, se adelantó al gobierno central de España a la hora de cerrar los centros educativos en Madrid y su región. 

“Desde el primer momento en el que la Comunidad de Madrid decretó el cierre de los centros educativos en Brains International Schools nos pusimos a trabajar y diseñar nuestro proyecto Home Schooling. Básicamente, lo que hemos hecho es trasladar nuestra metodología a un entorno virtual”, explican a Digital Trends en español desde el centro, “gran parte del trabajo ya lo teníamos hecho pues nuestros alumnos trabajan con iPad desde quinto de Primaria”. Pero asistir a una educación virtual no solo supone superar las barreras del contacto físico: es un cambio de paradigma radical al que hay que acostumbrarse.

Si nos estás leyendo y tienes algún hijo asistiendo a este tipo de formación, habrás descubierto que las clases ya no consisten en un orador y los alumnos tomando notas desde casa; ese formato ya no sirve puesto que el estudiante está rodeado de estímulos que lo hacen despistarse. En este sentido, el centro madrileño busca “alumnos activos que se cuestionan y son creadores de su propio conocimiento. En este proceso, el profesor ejerce de guía y es el que, mediante el diseño de actividades y experiencias de aprendizaje potencia, no solo el conocimiento de sus alumnos sino una serie de habilidades y competencias que de otra forma serían impensables”.

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