Valores entendidos.
El
tema que voy a analizar, se desprende de las recientes declaraciones de algún
gobernador de oposición al partido en el poder federal, esto en cuanto a que
descubrió quien ordena los abucheos a los opositores del presidente de la República,
cuando visita estados que no son morenos, y que en total son 28, porque aunque
Morelos lo ganó la coalición “Juntos haremos historia”, el gobernador
Cuauhtémoc Blanco, se deslindó de ellos, en cuanto tomó posesión, porque no
permitió que le impusieran a gente en su gabinete.
Estos
abucheos, comenzaron, curiosamente, desde que tomó posesión Andrés Manuel López
Obrador, ya que en los sexenios anteriores, incluidos los dos de la llamada
alternancia, era raro que esto ocurriera, pero no en cuanto a los titulares de
los gobiernos estatales. Por lo que, cualquiera con dos centímetros de frente,
puede darse cuenta, cual es el trasfondo de los mismos, y sobretodo, cuál es su
origen y finalidad.
Quiérase
o no, acéptese o no, estamos ante la presencia de un dictadorzuelo para el que
todo lo existente y que él no hizo, creó o instauró, está mal, todo está teñido
de corrupción, pero hace cosas peores, elimina presupuesto en algunas áreas y
lo amplía en otras que no es necesario, sus funcionarios, colocados en los tres
niveles de gobierno, donde su partido es gobierno, son elegidos por él, y están
superando a los que él llamaba la mafia del poder, porque el nepotismo, el
amiguismo, el compadrazgo, pero sobretodo, la ignorancia y los analfabetas
funcionales abundan. Esto claro, porque al desconocer lo más elemental de
cualquier cargo, empleo o comisión, los puede convencer fácilmente de lo que él
quiere y nadie lo va a contradecir, porque la gente tiene necesidad, interés, y
sobretodo, les gusta la comodidad de tener un salario, aunque contribuyan en
detrimento de los habitantes de un país, total, exclaman, la frase de los
mediocres y pobres de mentalidad, mientras yo esté bien, o me vaya bien, lo
demás no me interesa.
Pero,
no solo en el gobierno de la esperanza de algunos, se dan estos actos de
hipocresía y deshonestidad, esto ocurre en cualquier ámbito, área y nivel de
vida. Pero, como en otras ocasiones, la falta de observación, análisis y/o
reflexión, provoca tantos traspiés en la vida de los mexicanos.
En
cualquier empleo, sea público o de la iniciativa privada, los que tienen más
tiempo, ponen en mal a los de nuevo ingreso, esto para ganar puntos con su jefe
inmediato, ya que muchos, sueñan con alcanzar el cargo o empleo, de quien está,
jerárquicamente, encima de ellos, y en lugar de dedicarse a trabajar como
corresponde, su principal actividad, es la de estar intrigando a diario,
trayendo y llevando chismes a quien presta oídos a esta detestable acción. Y
desafortunadamente, no son pocos. Incluso hay mandos medios o superiores que
hasta destinan personal a su cargo, para que les esté informando, o
desinformando de lo que sucede a su alrededor. Así de mal está la alta
burocracia azteca, aunque lo dudes amable lector.
En
cualquier espectáculo público, gratuito o no, podemos encontrar a los llamados,
paleros, gente que es seleccionada, previamente, para que una vez iniciado el
show, sean escogidos, al azar, como patiños, bufones o simples payasos de los
actores.
En
la calle, los estafadores que venden pócimas mágicas, perfumes, o juegos
ilegales, tienen sus ayudantes que nadie cree lo sean, y contribuyen a que te
saquen el dinero de manera legal, solo mediante el engaño.
Pues
bien, estimado lector, este tipo de conductas y acciones, son denominadas como
valores entendidos, porque previamente, ambos participantes, se ponen de
acuerdo para engañar a una persona o incluso a una multitud, sin que los
incautos se den cuenta y se retiran a sus empleos o casas, con la idea de que
sus demandas serán resueltas positivamente y muchas veces bendiciendo al jefe o
gobernante que dio una esperanza a su vida, y haciendo lo contrario contra el
empleado que intentó aplicar la ley o reglamento de forma correcta, sin darse
cuenta que al final de cuentas, solo fueron engañados a medias o en su
totalidad y los traerán dando vueltas hasta que se choquen. Pero eso sí, el
líder, jefe o gobernante, no tendrá la culpa de su infortunio, sino los demás.
Otras
ocasiones, cuando la resolución corresponde a otra área, le piden a algún
subalterno que llame al interesado y le diga que aunque van de su parte, él
haga lo que tiene que hacer, pero no les resuelva su demanda o petición. Y ante
esto ¿Quién queda como villano? Y ¿Quién como héroe?
Los
valores entendidos, son un sinónimo del tan mencionado chivo expiatorio, solo
que la diferencia, es de que estos subalternos, sufren otro tipo de
consecuencias, que van desde el descrédito, los despidos laborales, incluso
hasta la reclusión en algún centro penitenciario, obviamente, a cambio de
dinero o bienes muebles e inmuebles, por el favor que le están haciendo a su
jefe, a su líder, a su guía, a su gurú. Al cargar con toda la culpa, dejando
limpio al verdadero culpable de cualquier situación, delito o accidente.
Así
es la vida en México, donde imperan la mentira y el engaño, donde aquellos que
dicen la verdad, son perseguidos, atacados y menospreciados, porque son
minoría, donde todos los trámites se los vuelven más difíciles, por tener la
ingenuidad de creer que todo se resuelve conforme a derecho.
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