Una
historia feliz.
Mucha gente, quiere, para ellos o para sus hijos,
resultados positivos, grandes éxitos y no los alcanzan. Esto provoca que haya
insatisfacción, mediocridad y frustración.
Sin embargo, no toda la culpa es de ellos, es
resultado de un proceso a largo plazo, te preguntarás en que consiste. Aquí
trataré de explicarlo.
La procreación de un hijo, requiere de madurez de
ambos padres, es decir, no se trata de ver que tan temprano se pierde la
virginidad para presumir con los amigos, si no de tener la edad suficiente para
darle a un hijo, lo que necesita para triunfar como persona. Si son dedicados
en el estudio, deben esperar a terminar una carrera universitaria, empezar a
trabajar, tener un salario seguro, estabilidad laboral, y después de eso,
comenzar a pensar en formar una familia. Eso es la base de la pirámide
denominada familia.
Haciendo un acotamiento, en lo relativo al
despertar sexual del adolescente, al principio lo hacen sin saber, sin conocer,
sin sentir ellos, ni hacer sentir a su pareja lo que la edad y la experiencia
si pueden, además, entre más temprano se inicien en la sexualidad, más pronto
dejan de seguirlo haciendo. Caso contrario, entre más grande se empiece, mayor
longevidad hay en este arte que a todos nos apasiona. Pero eso sí, con mayor
calidad. Así que tampoco es algo importante que estar presumiendo.
Retomando el tema, que me ocupa, entre más edad se
tenga, para procrear un hijo, cuando este nace, hay más amor para él, una mayor
atención durante todo su crecimiento y por lo mismo, ese hijo y los que
lleguen, tendrán más seguridad en lo que hagan, se convertirán en unos seres
exitosos, triunfadores, simple y sencillamente, mejores que la mayoría de niños
y jóvenes que los rodean.
Esto lo podemos apreciar en nuestro entorno, con
nosotros, con nuestros hijos, nietos, familiares y amigos, no todos los niños,
adolescentes, jóvenes y adultos, son iguales, pocos, muy pocos, se destacan por
su madurez, su capacidad, pero sobretodo, por su inteligencia emocional. Muy
poca gente, incluso los estudiosos de la mente humana, saben que esta división
de la inteligencia es la más importante en la vida de todo ser humano.
Contrario a lo que aprendimos, la inteligencia no
es una sola, se compone de varias etapas, pero sin duda la emocional es la más
importante. Porque quien no sabe controlar sus emociones, no controla su vida.
Se puede ser el más preparado académicamente, Pero si se frustran por una baja
calificación, porque les niegan cualquier cosa, etc., eso no tiene ninguna
valía. Un ser humano emocionalmente fuerte sabe reconocer cuando se tiene o no
la razón, cuando se merece los triunfos
y fracasos.
Y claro que esto es algo que trae cada quien, pero
el saber despertarlo es mérito de unos verdaderos padres, maduros, conscientes,
inteligentes emocionales, conocedores de los límites que pueden llegar a
alcanzar cada uno de sus hijos, que saben que no todos tenemos las mismas
capacidades y alcances, que no forzan a sus hijos a estudiar lo que no les
gusta, que saben distinguir lo que más
saben hacer, muchas veces no significa terminar una carrera universitaria, en
ocasiones, basta con aprender un oficio o iniciar un negocio, por eso en el
mundo y la vida, hay innumerables opciones para todos. Pero pocos, saben darse
cuenta a tiempo de ello.
Así que amable lector, si aún tienes tiempo de
enderezar el camino de un hijo, un nieto, no dudes ni un instante en hacerlo,
porque esto tiene que ver con el futuro de todos, muchos repiten esta frase
trillada, pensando en lo que se hace contra el planeta: que mundo les vamos a
dejar a nuestros hijos, pero lo que debemos tener en cuenta es: que hijos les
vamos a heredar al planeta. Ánimo, no cuesta nada hacer las cosas lo mejor
posible.
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