domingo, 27 de diciembre de 2020

Las 48 leyes del poder II

13.- Pide ayuda apelando al egoísmo del otro

“Si necesita recurrir a la ayuda de un aliado, no se moleste en recordarle el apoyo que usted le dio en el pasado, o sus buena.; acciones. Lo pasado se ignora se olvida. Si, en cambio, al formular su pedido de colaboración usted muestra elementos que beneficiarán a la otra persona y hace gran hincapié en ellos, su contrincante responderá con entusiasmo a su solicitud, al detectar el beneficio que podría obtener”. Reconoce, no obstante, que hay quien retrocede ante este tipo de argumentos, por lo que interesa observar primero la forma de proceder habitual.

14.- Muéstrate como un amigo pero actúa como un espía

“Es de fundamental importancia saberlo todo sobre su rival. Utilice espías para reunir información valiosa que le permita mantener siempre una ventaja sobre él. Y mejor aún: haga usted mismo de espía. Aprenda a sondear con cuidado a la gente en corteses encuentros sociales. Formule preguntas indirectas para lograr que el otro revele sus intenciones y sus debilidades. Toda ocasión es buena para ejercer el arte del espionaje”. Recuerda, sin embargo, que igual que tu, el enemigo puede utilizar la misma estratagema de manera que, lo mejor, es proporcionar información falsa, algo que también puede estar haciendo tu enemigo.

15.- Aplasta por completo a tu enemigo

“Empezando por Moisés, todos los grandes líderes de la’ historia sabían que era necesario aplastar por completo al enemigo al que temían. (En algunas oportunidades aprendieron esta lección a fuerza de golpes.) Si se deja encendida una sola brasa, por muy débil que sea, siempre se corre el riesgo de que vuelva a desencadenarse un incendio. Se ha perdido más por una aniquilación a medias que por una exterminación total: el enemigo se recuperará y buscará venganza”. Este punto parece ya más aplicable el campo de batalla real, aunque también contempla la posibilidad de dejar que “el enemigo de autodestruya”.

16.- Utiliza la ausencia para incrementar el respeto y el honor

“Demasiada oferta reduce el precio: cuanto más lo vean y oigan, tanto menos necesario lo considerarán los demás. Si ya ha afirmado su posición dentro de un grupo determinado, un alejamiento temporal hará que hablen más de usted, e incluso que lo admiren. Deberá aprender cuándo alejarse”. La ley, precisa, solo es aplicable al gozar de cierto nivel de poder porque, al principio, es casi mejor ser omnipresente.

17.- Mantén el suspenso

“El ser humano es hijo del hábito y tiene una necesidad insaciable de sentirse familiarizado con las actitudes de quienes lo rodean. Si usted se muestra predecible, confiere a los demás la sensación de tener cierto control sobre usted. Invierta los papeles: muéstrese deliberadamente impredecible. Las actitudes que en apariencia carecen de coherencia o propósito desconcertarán a los demás, que se agotarán tratando de explicarse sus movimientos y acciones”. Sin embargo, en terminados casos ser predecible puede ser aconsejable porque produce el relajamiento y adormecimiento de quienes le rodean y sorprenderlos cuando menos se lo esperan.

18.- Evita el aislamiento

“El mundo es un sitio peligroso y los enemigos acechan por doquier; todos necesitan protegerse. Una fortaleza se presenta como la alternativa más segura. Pero el aislamiento lo expone más de lo que lo protege de los peligros que lo rodean, ya que lo aísla de información valiosa y lo destaca como un blanco fácil para los demás. Es mucho más seguro circular, mezclarse entre la gente y buscar aliados”, dice Robert Greene. Claro que ninguna de las reglas enunciadas hasta ahora parecen facilitar el paso a la amistad.

19.- No ofendas a la persona equivocada

“En el mundo hay muchas clases de personas diferentes y usted no puede suponer que todos reaccionarán de la misma manera frente a sus estrategias. Hay ciertas personas que, si usted las manipula o engaña, pasarán el resto de su vida procurando vengarse…Elija con cuidado a sus víctimas y a sus contrincantes, y nunca ofenda o engañe a la persona equivocada”.

20.- No te comprometas con nadie

“Sólo los tontos se apresuran siempre a tomar partido. No se comprometa con ninguna posición o causa, salvo con la suya propia. El hecho de mantener su independencia lo convierte en el amo de los demás. Obtenga beneficios oponiendo a las personas entre sí”. El juego, no obstante, es delicado porque cuando enfrentas a demasiados corres el riesgo de ser descubierto y que se vuelvan en tu contra. La clave reside, según el autor, en mantener la independencia interior y tratar de no involucrarse emocionalmente.

21.- Muéstrate más tonto que tu víctima

“A nadie le gusta sentirse más estúpido que los demás. Por lo tanto, el truco consiste en hacer sentir sagaces e inteligentes a sus víctimas y, sobre todo, más sagaces e inteligentes que usted”. No obstante, el principio del ascenso al poder, tampoco interesa parecer demasiado tonto sino algo más inteligente que quienes compiten contigo.

22.- Utiliza la táctica de la capitulación

“Cuando usted sea el más débil, nunca luche simplemente por salvar su honor opte, en cambio, por la capitulación. Rendirse le dará tiempo para recuperarse, tiempo para atormentar e irritar al vencedor, tiempo para esperar a que el poder de éste se diluya. No le dé la satisfacción de luchar y ser vencido por él. Capitule antes de ser derrotado”.

23.- Concentra tus fuerzas

“Conserve sus fuerzas y su energía manteniéndolas concentradas en su punto más fuerte. Ganará más descubriendo un rico yacimiento y explotándolo en profundidad, que pasando de un yacimiento pobre a otro: la intensidad siempre triunfa sobre la dispersión”. Como invalidación, observa los riesgos de concentrarse demasiado en un solo objetivo.

24.- Desempeña el papel de cortesano perfecto

“El cortesano perfecto, adulador e intrigante, prospera y alcanza su plenitud en un mundo en el cual todo gira en torno al poder y de la habilidad política. Domina a la perfección el arte de la oblicuidad. Adula, se somete a sus superiores y reafirma su poder sobre los demás de la forma más encantadora y graciosamente indirecta y falsa. Aprenda a aplicar las leyes del cortesano, y su ascenso dentro de la corte no conocerá límites”.

25.- Procura recrearte permanentemente

“No acepte los papeles que la sociedad le ha endilgado. Fórjese una nueva identidad que atraiga la atención y nunca aburra al público. Sea el dueño de su propia imagen, en lugar de permitir que otros la definan por usted”. Más o menos lo que ahora se entiende por marca personal.

26.- Mantén limpias las manos

“Es necesario que, en todo momento, usted aparezca como paradigma de la corrección y la eficiencia. Sus manos nunca se ensuciarán por ilícitos o descuidos. Mantenga esa apariencia impecable, utilizando a otros como testaferros o pantallas para ocultar cuando sea necesario, su participación personal en hechos de esta índole”. Aunque recomienda utilizar la estrategia con cautela, esta ley es una de las que más chirrían.

27.- Juega con la necesidad de la gente de creer en algo

“La gente tiene una necesidad irrefrenable de creer en algo. Conviértase en el centro focalizador de esa necesidad, ofreciéndoles una causa o una nueva convicción a la que adherir: Formúlela en términos vagos pero pletóricos de promesas. Enfatice el entusiasmo sobre el pensamiento claro y racional. Dé a sus nuevos discípulos, rituales que realizar y exíjales sacrificios. Ante la ausencia de una religión organizada y grandes causas en las que puedan creer, su nuevo sistema de convicciones le conferirá un poder inaudito”. El riesgo, recuerda, es que se persuade más a la gente en grupo que a título individual de manera que, en caso de hacerlo mal, también crece la posibilidad de sumar más adversarios de golpe.

28.- Sé audaz al entrar en acción

“Si se siente inseguro frente a determinado curso de acción, no lo intente. Sus dudas y titubeos se transmitirán a la ejecución del plan. La timidez es sumamente peligrosa; lo mejor es encarar toda acción con audacia. Cualquier error que usted corneta por ser audaz se corregirá con facilidad mediante más audacia. Todo el mundo admira al audaz; nadie honra al timorato”. En la invalidación, subraya que, sin embargo, la audacia nunca debe convertirse “en la estrategia en que usted base todas sus acciones” bajo el riesgo de ofender a demasiada gente.

29.- Planifica tus acciones de principio a fin

“Un final brillante constituye el corolario que da énfasis a todo su accionar. Planifique su camino teniendo en cuenta todas las consecuencias posibles, todos los obstáculos y todos los giros del azar que puedan incidir de manera negativa sobre su trabajosa elaboración y otorgar la gloria a otros. Planificar todo un proceso, de principio a fin, evitará que lo abrumen los factores negativos y le permitirá saber con exactitud cuándo detenerse. Maneje la fortuna con cuidado y determine el futuro planificando a largo plazo”. Al final recuerda, sin embargo, la necesidad de mantener cierto grado de flexibilidad antes el advenimiento de cambios repentinos.

30.- Simula que tus logros no requieren esfuerzo

“Su accionar deberá parecer natural y de fácil ejecución. Toda la práctica y el esfuerzo que usted invierta en él, así como todas las habilidosas artimañas a las que recurra, deberán permanecer ocultos. Cuando actúe, hágalo como si la tarea que tiene entre manos fuese algo de lo más sencillo, como si pudiese hacer todavía mucho más. Evite la tentación de revelar lo mucho que usted trabaja, pues con ello sólo generará cuestionamientos. No le enseñe a nadie sus trucos especiales, o los usarán contra usted”. Se puede permitir cierta licencia para revelar los mecanismos internos siempre que sea una revelación parcial.

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