El libro es el resultado de una investigación realizada por el escritor estadounidense Robert Greene publicado en 1998 bajo el título The 48 Laws of Power. Fue un éxito comercial y ha sido traducido a 24 idiomas. Muy popular entre políticos, empresarios y otras celebridades, Greene concluye la 48 leyes después de analizar cómo se han dirigido reyes, políticos, estrategas, comerciantes o empresarios a lo largo de toda la historia universal sentando las bases de la dinámica del poder. La obra contiene temas de El príncipe de Nicolás Maquiavelo y ha sido comparado con el clásico de Sun Tzu, El arte de la guerra, pero repasa también figuras como las de Julio César, Napoleón, Leonardo da Vinci o Thomas Alva Edison, entre muchas otras.
Se ha convertido también en lectura obligatoria para muchos emprendedores que, más que tomarla como guía para cumplir sus dictámenes al pie de la letra, toman la lectura para estar avisados de ciertas estratagemas desarrolladas por el hombre a lo largo de más de 3.000 años se historia para ejercer el poder. “Las leyes se rigen todas por una premisa muy simple:- dice el autor- Determinadas acciones casi siempre incrementan el poder del individuo (la observancia de la ley), mientras que otras lo reducen e incluso conducen a su ruina (la transgresión de la ley). Es decir que, si respetar las leyes del poder pueden proporcionar el triunfo, ignorarlas o despreciarlas pueden traducirse en fracaso. “Estas transgresiones y observancias se ilustran por medio de ejemplos tomados de la historia. Las leyes son definitivas y atemporales”, advierte el autor.
1.- Nunca le haga sombra a su amo
La recomendación es esforzarse por conseguir que aquellos que están jerárquicamente por encima de ti en la empresa se sientan cómodos con su sensación de superioridad. “No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más brillantes de lo que en realidad son… y accederá a la cumbre del poder”.
2.- Desconfía más de los amigos que de los enemigos
“Desconfié de los amigos; suelen ser los primeros en traicionarlo, ya que caen fácilmente presa de la envidia. También suelen convertirse en irrespetuosos y tiranos. En cambio, emplee a quien haya sido su enemigo, y le será más leal que un amigo, ya que deberá hacer mayores esfuerzos por demostrar su adhesión. Lo cierto es que usted debe temer más a sus amigos que a sus enemigos…Si no tiene enemigos, busque la forma de creárselos”. El problema en su opinión es que no siempre conocemos tan bien a los amigos como creemos porque la tendencia es a disimular y halagar los errores.
3.- Disimula tus intenciones
“Desconcierte a la gente y manténgala en la mayor ignorancia posible, sin melar nunca el propósito de sus acciones. Si no tienen la menor idea de qué es lo que usted quiere logran les resultará imposible preparar una defensa. Condúzcalos por el camino de las falsas suposiciones, envuélvalos en una nube de humo y verá que, cuando al fin caigan en la cuenta de las verdaderas intenciones de usted, ya será tarde para ellos”. La clave para ello es, en lugar de mostrarse como un libro abierto, es “sofrenar la lengua” y medir las palabras. Desmiente también que la honestidad expansiva sea sinónimo del afecto ajeno.
4.- Decir siempre menos de lo necesario
“Cuando intente impresionar a la gente con palabras, tenga en cuenta que cuanto más diga tanto más vulnerable será y tanto menor control de la situación tendrá. Incluso cuando lo que diga sea sólo una banalidad…Las personas poderosas impresionan e intimidan por su parquedad”. Recuerda, no obstante, que hay momentos en los que no es inteligente guardar silencio porque puede levantar sospecha o inseguridad en los superiores.
5.- Defiende ‘a muerte’ tu prestigio
“Su renombre y su prestigio constituyen la piedra angular del poder. Basta el prestigio para intimidar y ganar”. En la misma línea, aconseja aprender a “destruir a sus enemigos abriendo brechas en la reputación de ellos. Luego dé un paso al costado y deje que la opinión pública los crucifique”. Afirma también el autor que esta ley no admite excepciones.
6.- Llama la atención a cualquier precio
“Todo es juzgado por su apariencia; lo que no se ve no cuenta. Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud o ser sepultado por el olvido. Ponga toda su fuerza en destacarse. Conviértase en un imán que concentre la atención de los demás, mostrándose más grande, más atractivo y más misterioso que la gran masa, tímida y anodina”. Sería el clásico de que “hablen de ti aunque sea para mal”, pero antes que ejercerlo desde el principio, interesa esperar un tiempo para ir ganando altura.
7.- Que otros trabajen por ti, pero recoge tú los laureles
“Utilice la inteligencia, los conocimientos y el trabajo físico de otros para promover su propia causa. Ese tipo de ayuda no sólo le permitirá ahorrar mucho tiempo y energía, sino que le conferirá un aura divina de rapidez y eficiencia. A la larga, sus colaboradores serán olvidados y todos lo recordarán a usted. Nunca haga lo que otros pueden hacer por usted”. Así de crudo lo dice el autor, aunque recuerda que “para ser un brillante explotador de talentos, su propia posición debe ser inamovible, ya que de lo contrario lo acusarán de fraudulento y engañador”.
8.- Haz que la gente vaya hacia ti
“Cuando obligue a otro a actuar, deberá ser usted quien en todo momento ejerza el control. Siempre es mejor lograr que su contrincante se acerque a usted y abandone, en este proceso, sus propios planes. Atráigalo con ganancias fabulosas… y después proceda a atacar. Usted tiene todos los ases en la mano”. Una invalidación de esta ley se produciría cuando los otros permanecen inamovibles en cuyo caso conviene asumir el mando con algún “ataque sorpresivo” que les lleve a reaccionar y mover ficha.
9.- Ganar por las acciones, no a través de argumentos
“Cualquier triunfo circunstancial que usted obtenga a través de argumentación verbal en realidad es sólo una victoria pírrica: el resentimiento y la mala voluntad que así genera son más intensos y duraderos que cualquier acuerdo momentáneo que haya logrado. Es mucho más eficaz lograr la coincidencia de otros con usted a través de sus acciones, sin decir palabra alguna. No explique; demuestre”. En su opinión, el poder de la argumentación verbal solo radica en el engaño en cuanto a “distraer y tapar sus huellas”.
10.- Evita a los perdedores y desdichados
“La desdicha de los demás puede conducirlo a la muerte: los estados de ánimo son tan contagiosos y tóxicos como una enfermedad infecciosa. Aunque sienta que debe tenderle una mano a alguien que se está hundiendo, lo único que logrará con ello será acelerar su propia caída”. Decir que, en ese punto, tampoco observa el autor invalidación alguna. “No se gana nada asociándose con quienes sólo contagian miseria y sus desgracias. En cambio, al acercarse a los afortunados sólo ganará poder y buena suerte”, sostiene.
11.- Haz que la gente dependa de ti
“Para mantener su independencia, es indispensable que los demás lo quieran y necesiten. Cuanto más confíen y dependan de usted, tanto más libertad usted tendrá. Haga que la gente dependa de usted para lograr su felicidad y prosperidad, y no tendrá nada que temer. Nunca enseñe a los demás lo suficiente como para que puedan arreglárselas sin su ayuda”.
Como punto débil de esta ley recuerda Robert Greene que, en cierta medida, “usted también depende de ellos. Pero superar esta situación implica deshacerse de sus superiores, lo cual significa arreglárselas solo, sin depender de nadie”.
12.- Utiliza, de vez en cuando, la franqueza y la generosidad
“Un gesto sincero y honesto compensará docenas de actitudes dictadas por la hipocresía y la falsedad. El gesto de franca y honesta generosidad hace bajar la guardia aun al individuo más desconfiado. Una vez que su sinceridad selectiva haya abierto una brecha en la armadura del otro, podrá manipularlo y embaucarlo a su antojo”. Claro que administrar esta ley requiere de cierta cautela dado que no podrá llevarse a cabo cuando ya cargas con un largo historial de fraudes y engaños.
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