1. No lo personalices
Trata de no percibir el comportamiento de los demás como una afrenta personal, dice Bayer. Piense en todas las razones por las cuales alguien podría estar actuando de cierta manera, y cuántas de esas razones no tienen nada que ver contigo. Tal vez tu compañera enfrenta una fecha cercana o está pasando por una situación difícil en el hogar. No supongas que el choque que estás experimentando está relacionado con un conflicto de género o personalidad. "Es un cambio de mentalidad", dice Bayer. "Tu primera reacción debería ser: '¿Qué más está sucediendo que podría estar fomentando este comportamiento?'"
2. Reconoce el papel que podrías estar jugando
Recuerda que eres la mitad de cada interacción uno-a-uno de la que formas parte. Tal vez tu colega está actuando fría porque olvidaste saludar o hacer contacto visual cuando se acercó, y ella esperaba que lo hicieras, explica Bayer. Piensa ¿esa persona estará reaccionando a algo que hice? Bayer aconseja.
O tal vez sea el tema opuesto: ella no te ve como una amenaza, te ve como alguien que ha indicado que no quiere tomar control la situación. Tal vez hablaste suavemente, sin contacto visual, cuando entraste a la junta. Mientras tanto, ella hizo una gran entrada y captó la atención de todos, y ahora te sientes invisible o como si no pudieras hablar en la reunión. Las personas con grandes personalidades a menudo ni siquiera se dan cuenta de cómo su presencia afecta a los demás.
"Está bien corregir a las personas de una manera positiva y educada cuando involuntariamente se comportan de una manera que es demasiado agresiva", dice ella. Cuando pienses en tu comentario, redáctalo con un enfoque en el resultado o sin usar pronombres en primera persona ("Yo” y "Tú"). “Podrías decir: ‘Arreglemos las sillas un poco para que todos tengan algo de espacio y puedan hablar'", sugiere Bayer.
3. Descubre lo que puedes aprender de ella
Cuando experimentas una falta de civismo de una mujer que tiene más poder o condición que tú en el trabajo o en tu industria. "Trata de no interpretar sus puntos fuertes como una amenaza personal para ti, sino como algo que podrías imitar”.
"En un momento en que necesitamos más mujeres dominantes que se elevan en las filas de las organizaciones, deberíamos defendernos entre nosotras", dice Gabriel. "Deberíamos decir: 'Si ella lo hace bien, yo puedo hacerlo bien’”.
4. Piensa en todos de la misma manera
Las etiquetas que colocamos en los demás y las connotaciones que asociamos con las identidades de otras personas pueden dar forma a la manera en que percibimos sus acciones. La próxima vez que una mujer sea grosera contigo, desafíate a considerar: "Si un hombre se hubiera comportado de esa manera, ¿yo habría reaccionado de esta manera?", dice Bayer. "¿Estoy más ofendida porque es una joven de 21 años que me habla de esa manera? ¿Me enojaría igual si alguna otra persona lo hubiera hecho?"
Bayer sugiere la "Regla del Respeto Universal Personal": "Todo el mundo, en cada situación, obtiene exactamente el mismo respeto y consideración de mi parte". Incluso escribir este mantra en un postit y pegarlo en algún lugar para verlo con frecuencia puede hacer una diferencia.
Dicho esto, Bayer señala, "la cortesía es su propia recompensa". El hecho de que trates a alguien de cierta manera no garantiza que te corresponderán. "La cortesía no debe ser condicional. No deberías mantener una tabla de puntuación. Extiende tu buena educación porque es parte de tu carácter ", dice ella.
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