Cápsulas de todo…
Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
3 oct. 2025.-Aprovecho el espacio para hablar de detalles negativos que tiene la mayoría de
mexicanos, en cualquier lugar, sea el hogar, la escuela, los empleos, la calle, en
espacios cerrados o abiertos, y no son todos, lamentablemente, sino los que de
momento vienen a mi mente o que en los recientes días he visto o escuchado.
Para empezar, el mexicano es miedoso, hasta saludar y/o hablar les provoca
pánico, llegan a cualquier lugar con gente y nueve de cada diez se meten como
burros, dijera mi abuela, no hablan, no saludan, no hacen ni un simple gesto o
ademán, quisieran que nadie los viera entrar. Si es un negocio y se les acerca la
empleada, dependienta o dueña, y les pregunta que desean, muchos prefieren
salirse antes de responder. A otros apenas y se les escucha responder.
En lugares, donde hay alguien en la entrada y es quien saluda cuando alguien
llega, la misma cantidad no responde el saludo (9 de 10). Ya no se diga si en la
calle, alguien desconocido los llega a saludar, menos responden, porque no lo
conocen. Para ser educado, correcto, no se requiere conocer a los demás. Pero
en México, no estamos preparados para eso. Sobretodo en los pueblos y
ciudades, porque en el campo, hay zonas en que la gente es amable y saluda a
cualquiera que ande por esos lugares, pero los que se creen más urbanizados,
son los que menos educación y valentía tienen.
En el caso contrario, los que son empleados, si acaso saludan al llegar un
potencial cliente, lo hacen obligados por el patrón, pero una vez hecho lo anterior,
se desentienden de él, se esconden de igual forma, como lo hacen los demás. Y
cuando hay clientes que, si quieren comprar, tienen que andarlos buscando para
ser atendidos. Así las cosas y el miedo.
También, respecto a las tradiciones de antaño, ya no las cumplen, por el miedo,
por ejemplo, cuando alguien estornuda, es frecuente y común decirle salud o
Jesús, dependiendo de la región, ahora ya no responden, les vale, unos dicen que
porque en cierta asociación religiosa (secta) les prohíben eso, pero no todos
pertenecen a ella. Es el terror de hablar, de llamar la atención, quieren pasar
desapercibidos el mayor tiempo posible.
Ahora imagínate, inteligente lector, cuando sucede algo en la calle, nadie se mete,
y que es lo primero que dicen cuando ya todo pasó, es que no sabíamos si venía
el sujeto solo, o siempre andan varios, pero eso pocas veces es real, porque
cuando van varios de inmediato se delatan, es el MIEDO, ya se perdió toda
solidaridad, y crece cada vez más la cobardía. Así vayan varios “buenos” le sacan.
Por miedo a las represalias. Vaya estupidez.
Hacer lo correcto nunca es malo, al contrario, muchas veces hasta se recibe una
recompensa, no necesariamente económica.
Cada vez hay más gente con educación trunca, de cualquier nivel, sobretodo de
primaria y secundaria, ya no quieren estudiar las nuevas generaciones, y como los
padres están iguales no hay quien los conmine a seguir estudiando, creen que se
van a ganar la lotería o que alguien, sobretodo en el caso de las mujeres, las va a
sacar de pobres, eso solo en las taras novelas mexicanas existe, y hay que ver
como es la protagonista. Eso es ficción.
Al carecer de los mínimos conocimientos, comienzan a trabajar una vez cumplida
la mayoría de edad, y por lo mismo, cometen innumerables errores de distintas
consecuencias; en algunos empleos, si les descuentan lo perdido o echado a
perder, en otros pocos, no, pero, aun así, una vez que dejan de trabajar, se van
vociferando lo contrario a lo que en realidad sucedió. El mexicano es
malagradecido, lo trae en su naturaleza, principalmente los pobres, porque se
sienten desplazados, cuando en realidad ellos lo propician. Porque no las mejores,
pero si todos tenemos las mismas oportunidades para estudiar, para trabajar, para
generar riqueza, lo demás es simple mentira.
Estudios sobre la pobreza, y por experiencia propia, se dice que cuando un pobre
pide ayuda, es porque en la mayoría de los casos, de verdad va ha utilizar la
ayuda, en efectivo o especie, en lo que está diciendo, pero cuando sin pedirlo se
les apoya, la ayuda, sea monetaria o de otro medio, solo va a servir para
malgastar y utilizarla en basura, como fiestas, alcohol, recientemente en cualquier
droga o sustancia que apendeja más a las mentes débiles, y después van a querer
más y más, no tienen llenadera y acertaste, amable lector, jamás dejarán la
pobreza. Las probabilidades son mínimas.
Como dije, la ignorancia y la pobreza atraen los vicios, por supuesto acorde a sus
posibilidades económicas, por lo que ingieren bebidas etílicas económicas que
muchas veces son alteradas, lo que además de enviciarlos, los va afectando más
rápidamente en su salud, y después se pasan a cosas más fuertes, pero de similar
dudosa procedencia, fabricadas con lo que ni se imaginan, pero que ayuda para
hacerlos cada vez más adictos a ellas. Todo eso son negocios jugosos que
beneficia al gobierno en turno. Creo que ya lo estás comprobando, o ¿Aún no?
Por la misma discapacidad cultural o educativa, desconocen la mayoría de
palabras y términos, confunden la gimnasia con la magnesia, lo ancho con lo
grueso, la mayoría no sabe ni lo más básico de la gramática española, no saben
preguntar, no saben responder, no saben leer, no saben hilar varias frases de
forma correcta, hablan con errores, le anteponen la A, a las palabras (acompleto,
ametralleta, etc.), terminan las palabras con la S (vistes, fuistes, etc.), dicen ahiga,
ansina, veí, somos tan surrealistas que inventamos mexicanismos que se vuelven
ley, nel, neta, simón, etcétera. Por eso es tan difícil que los extranjeros nos
entiendan. Pero nos sentimos chingones.
El mexicano promedio reúne las cinco I, generalmente es Infeliz, Inseguro,
Ignorante, Influenciable, Identidad (falto de), si lo dudas, pregúntale a quien
quieras, solo que pregunta bien, ¿eres feliz?, ¿te sientes seguro?, ¿conoces X tema?, ¿Probarías cierta sustancia?, etcétera, porque si le llegas diciendo eres
infeliz, jamás lo aceptarán, pero sabiendo preguntar y llevando en orden la
conversación, se puede obtener demasiada información de cualquier persona, y
no necesitas estudiar para terapeuta. Incluso, llegan a caer en las contradicciones,
con otra pregunta similar, solo que con diferentes palabras o distinto contexto. Así
somos los mexicanos. Solo se necesita observación y lógica. ¡Ánimo!
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