Aprende a ser extraordinario en lo ordinario: lucha contra los grandes y los pequeños problemas, piensa siempre en la forma de solucionarlos.
Resiste con alegría aquellas molestias que no pueden evitarse: levantarte demasiado temprano para llegar a tiempo a la escuela o dormirte un poco tarde por estudiar.
Si tienes algún miedo que no puedas manejar (a los chicos mayores o a alguien que tea en la escuela), comunícalo a tu maestro o a tus padres. Diles que te expliquen qué hacer y que sólo intervengan cuando sea indispensable.
No corras riesgos o peligros innecesarios para demostrar tu fortaleza, manifiéstala en las circunstancias que te ofrece la vida.
Vive tu vida sin miedo, recuerda que tú atraes lo que no quieres, con sólo pensarlo.
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