domingo, 8 de noviembre de 2015

Presidenciables 2018.

El Instituto Nacional Electoral apenas ha terminado de calificar la elección de junio pasado, pero los aspirantes a la Presidencia de la República para los comicios de 2018 comenzaron a colocarse en el arrancadero. Así, sin la discreción del pasado, en apenas más de dos años y medio del Gobierno de Enrique Peña Nieto, los competidores, uno a uno, se fueron formando. Hoy que estamos a tres semanas que EPN cumpla tres años en la Presidencia, son 12 los que han decidido iniciar a galope lento para, poco a poco, acelerar el paso. Pero no son los únicos. (Mancera, Margarita Zavala, Clouthier, Velasco, Nuño, Moreno, Osorio, Videgaray, Meade, El Bronco, El Peje, Manlio Fabio)
Apenas consumadas las elecciones del 7 de junio pasado, la carrera de los aspirantes hacia la Presidencia de la República se inició sin ambages ni ocultamientos. Cual caballos de carreras, en el arranque están apuntados por lo menos 12 políticos que desde ahora, muestran que su energía está puesta en llegar a la meta en 2018. Ninguno niega que desea que su última zancada sea para alcanzar Los Pinos.
Respecto a las sucesiones del pasado, ahora no es temprano. Vicente Fox Quesada empezó a contender por la Presidencia al día siguiente que terminó su gestión como Gobernador de Guanajuato, el 6 de julio de 1997, cuando faltaban tres años para las elecciones presidenciales. Apoyado por Amigos de Fox que reunieron fondos monetarios inició una campaña que fue de menos a más. Mientras, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, aunque inauguraba la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal (después de una reforma política) no negaba que también trabajaba rumbo a la misma elección. Roberto Madrazo era la figura más visible del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en aquel momento. Incluso en los años en que gobernaba el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como partido hegemónico, los nombres de los suspirantes empezaban a barajarse desde el segundo o tercer año de Gobierno del Presidente de la República. ¿A quién beneficiaría el dedo del Presidente que tenía toda la injerencia dentro del partido? Era la pregunta de los analistas. Y aunque con disciplina, la contienda se daba dentro del partido, sin grandes aspavientos, pero igual de reñida.
La diferencia es que ahora, los competidores son más. Y ya no sólo importa conocer las posibles postulaciones del PRI, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) o el Partido Acción Nacional (PAN). Hoy, de igual manera, son importantes los candidatos independientes. Este medio digital identifica a poco más de 12 corredores porque así lo han manifestado de viva voz (como Margarita Zavala o Miguel Ángel Mancera) o porque sus acciones políticas han resultado un mensaje contundente de sus aspiraciones (como la de Miguel Ángel Osorio Chong, subido en un templete, ante la Convención Nacional Politécnica). Pero ve, entre la caballada, que todo puede cambiar en cuestión de segundos y de repente, tener otros nombres.
En la caballeriza, como nombres emergentes están Rosario Robles Berlanga, Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU). Se trata de una mujer que ha permanecido (controvertida, con adversidades, pero en pie) en la escena política en los últimos veinte años. Patricia Mercado es también la dueña de una carrera que ha tocado posiciones estratégicas del poder como ahora que es Secretaria de Gobierno del Distrito Federal. En 2006, fue candidata a la Presidencia por el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina y consiguió ser la mujer con más votos en la Historia del país (poco más de un millón, hasta que Josefina Vázquez Mota la superó en el 2012). En la misma circunstancia está Salomón Chertorivsky, ahora Secretario de Desarrollo Económico del DF y Graco Ramírez Garrido, Gobernador de Morelos. Estos dos últimos podrían irrumpir pronto en la carrera pues sus historiales son ascendentes en la jerarquía que marca la política mexicana.
Y están los independientes. Esta figura, aprobada en la reforma política promulgada en 2015, cobró importancia en los comicios intermedios. Sólo cinco de 125 personajes lograron triunfar en sus respectivas contiendas. Jaime Rodríguez “El Bronco” se convirtió en Gobernador de Nuevo León; Alfonso Martínez Alcázar ganó la presidencia de Morelia, Michoacán; José Alberto Méndez Pérez se convirtió en alcalde de Comonfort, Guanajuato; Manuel Clouthier Carrillo es hoy diputado federal por Sinaloa y Pedro Kumamoto Aguilar lo logró en una legislatura por el distrito 10 de Zapopan, Jalisco.
De ellos, el más mediático fue “El Bronco” quien ha sostenido: “Si la gente se enterca, me lanzaré”.
Aunque mínima en número, estos cinco triunfos abrieron la puerta para que otros ciudadanos puedan competir por un puesto de elección popular sin apoyo de los partidos políticos que enfrentan una crisis de confianza histórica. Las encuestas no les dan más de 20 por ciento de credibilidad después de la tragedia de Ayotzinapa en la que desaparecieron 43 estudiantes normalistas de la Escuela rural Raúl Isidro Burgos. Ninguno hizo ningún compromiso ante el fatídico evento que descarriló a las instituciones y a la misma figura presidencial.
Para algunos investigadores, hay un escenario prioritario en las elecciones de 2018. Los independientes apoyarían una candidatura única. Los políticos más sagaces que es un equipo asociado con Jorge G. Castañeda (primer candidato independiente a la Presidencia, en 2006) intentan lograr conformar una unidad. El que logre conseguir esa postulación pasará a la Historia y es posible que consiga una votación sobresaliente.
Por ahora, con pedigrí o sin él, como caballos negros o aventajados, la contienda ya empezó. Y es posible ver que antes y durante las campañas de 2018, muchos de los competidores serán objetos de calumnias o imputaciones fundadas. El número se achicará conforme pase el tiempo y se den zancadas hacia el futuro. O quizá llegue el cansancio y habrá quien se quede a la mitad. Al final, los electores se verán obligados a elegir a uno solo.
El 2018 no se distingue por guardar un proceso electoral en el que reine la transparencia. Ahora mismo se desconoce si ya hay flujos de dinero por parte de empresarios o grupos de interés que deseen impulsar a algún personaje en particular. Es probable que ya estén buscando dinero fuera de lo que indica la Ley General Electoral. Es una búsqueda de patrocinios que ocurre en las democracias contemporáneas, pero que en México aún no es transparente. Son mecanismos ilegales, señalan.

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