lunes, 6 de junio de 2016

Educa a tus hijos. 1

A partir de hoy quiero compartir con ustedes, unos consejos para educar mejor a nuestros hijos, porque recientemente, se observan hijos y padres sin rumbo, espero les agrade y sobretodo, les sirvan.

La elección de ser padres.

Sin duda alguna cada etapa del ser nos va marcando y definiendo como individuos, el elegir por ejemplo a tu pareja, que carrera estudiar, el casarte o vivir en unión libre, etc... pero ¿Qué pasa cuando nos enfrentamos ante el mayor reto de un ser humano? ¡ser padres!

Vinculado a su estructura síquica, este significado que cada mujer vive en su maternidad, y cada hombre en su paternidad, se relaciona también con su propia experiencia: lo vivido como hijo o hija, la vinculación con sus padres, su posicionamiento frente a la falta, las normas y anhelos familiares, los límites, la autoridad, los ideales, las expectativas de los demás y las propias.

Recordemos que el ser humano a diferencia de los animales no cuenta con un saber instintivo, nace indefenso y desvalido por lo que requiere los cuidados de alguien más, no solamente para sobrevivir, sino también para ser orientado con respecto a su ser e identidad.

Dependemos totalmente de alguien más para sobrevivir, para que nos introduzca a la vida y al lenguaje, que nos enseñe quienes somos, que tome nuestra mano y literalmente nos enseñe a caminar por el mundo, ese ser nos proveerá de experiencias, momentos y lecciones que irán dejando huella.

Normalmente quien se encarga de los cuidados primarios, el hijo les permite vivirse necesitadas y amadas, la vulnerabilidad e indefensión del bebé les posiciona como todo su mundo y ello satisface su anhelo de amor y poder. ¿Te das cuenta ya, de la importancia e influencia que tienes en la vida de tus hijos?

¿Ser padres? Vaya decisión y paquete, será que lo hacemos por ¿Instinto o por elección? por ¿presión de la sociedad o por una firme convicción? y a pesar de todo, estamos parados ahí frente al dilema más difícil, darle a un ser humano una vida digna, hacer de él una persona auténtica, amorosa, respetable pero sin olvidarnos de hacerlo también un ser que sirva a la sociedad y que se encargue de dejar un mundo mejor de cómo lo encontró.

Continuará...

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