A
los seres humanos, concretamente a los mexicanos, nos han llenado la mente con
historias de triunfadores, de ganadores, de vencedores, pero solo nos muestran
el resultado, pero pocas o muy pocas veces, nos enseñan el procedimiento.
Eso
lo podemos leer, ver y escuchar, en literatura (libros, cuentos, revistas,
etcétera), periódicos, en la televisión (para muchos considerada la caja
idiota), en la radio, la internet, o cualquier medio de comunicación.
Es
en el procedimiento, donde se puede saber las reales aptitudes, actitudes,
habilidades, conocimientos y capacidades de cada quien, más no así el
resultado, donde nos engañan a placer, mostrándonos héroes o gente destacada,
que si no la analizamos o cuestionamos su veracidad, se tiende a creer
ciegamente en que cualquiera puede lograr determinada meta u objetivo, cuando
no es así, porque cuando son verdad, influyeron distintos factores, como el
dinero, las relaciones de amistad, compadrazgos, sexualidad, porte, belleza y
sobretodo preparación.
Aquí
es donde inicio el tema que hoy les comparto. Un liderazgo se puede notar desde
la niñez, quien no ha tenido (un familiar) o conocido a pequeños que no sólo
hablan o platican mucho, sino que lo hacen de una manera apropiada y sobretodo
coherente, que dejan volar su imaginación a tal grado que se observan en el
futuro, que ya saben que desean hacer de su vida, que van a estudiar, que van a
realizar, que van a tener cuando sean jóvenes y sobretodo adultos. Aunque esta
clase de seres humanos son escasos, por lo menos amable lector, todos hemos
tenido cerca a uno.
Claro
que, como indiqué antes, influyen muchos factores en pro o en contra de esta
generación de seres destacados, como por ejemplo haber nacido en una cuna
humilde, en un rancho o pequeña comunidad, donde las oportunidades de estudio
son casi nulas, donde los padres carecen de más recursos monetarios que los
absolutamente necesarios para mal comer, mal vestir y mal vivir, donde desde
muy jóvenes tienen que empezar a trabajar en lugar de continuar estudiando,
etcétera. Y claro que no es una condición de éste estrato social, también los
hay en la clase media y en la burguesía, donde los factores influyentes son
diferentes, pero el resultado es el mismo.
Un
grupo reducido, logra obtener un título universitario y su labor, ya sea en el
ámbito público o privado, sobresale, se nota. Otros más se van quedando en la
primaria, secundaria, preparatoria o licenciatura, pero su liderazgo se nota,
no necesariamente por dirigir a una organización, asociación, sociedad o turba
de gente bien o mal intencionada, eso es una mala interpretación de la palabra
líder, y en mi opinión no pueden ser llamados líderes, el liderazgo es hacer
las cosas lo más apegado a la legalidad, a la honestidad, mostrando
sensibilidad y sobretodo visión, no solo hacen lo que se les pide u ordena,
sino que miran más allá, son eficientes, eficaces y efectivos, sinceros,
nobles, tolerantes, con gran imaginación.
Estos
garbanzos de a libra, como decían nuestros antepasados, no forman familias
disfuncionales, no andan pensando en sexo, alcohol, sustancias o diversión,
buscan una pareja similar a ellos, con las mismas características, valores
éticos y morales, alguien que en verdad los complemente, su otra mitad, que los
satisfaga en todos los sentidos y aspectos, que lo apoye verdaderamente, que
juntos formen un patrimonio familiar que los proteja en el futuro, cuando ya no
puedan valerse por sí solos y no tengan la necesidad de depender de nadie,
solamente de ellos mismos y de lo que hicieron durante su etapa laboral, es
decir, su visión de líder, los hace mirar y pensar que no siempre van a estar
jóvenes, fuertes y sanos y deben prever.
O
estimado lector, ¿crees que una persona que embarazó o tuvo un hijo siendo adolescente
o de menor edad, que no estudió por que no quiso, que estudió cualquier cosa
solo por tener un título universitario, que para evadirse utiliza en exceso los
vicios más frecuentes (sexo, alcohol, sustancias), que no dura en los empleos,
que sólo hace exactamente lo que le piden, no da más de su tiempo ni esfuerzo,
que hace las cosas mal, que culpa a todos antes que aceptar sus errores, que lo
poco o mucho que gana se lo gasta, porque dice que la vida hay que disfrutarla,
que tiene más deudas que ingresos, que no ahorra, vaya que tiene auto o lujos
pero no casa propia, y vive con en casa de sus padres, suegros o renta, que
vive al día y no prevé el futuro? ¿Puede ser considerado un líder?
Un
liderazgo nace. Con el tiempo, la necesidad y las oportunidades, continuará
perfeccionándose, pero jamás va a formarse cuando se carece de las mínimas
destrezas y habilidades, cuando no dirige correctamente su vida y cuando su
futuro se vislumbra oscuro, gris o nebuloso. Bajo estas premisas, de una
persona así ¿Te dejarías manipular?
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