Políticos acusados.
Aprovecho
el espacio para analizar un tema de actualidad que está en los medios de
comunicación nacionales; que acapara la atención de la mayoría de mexicanos,
deseosos de verlo en la cárcel, humillado y devolviendo todo lo que
presumiblemente se llevó. Ingenuos.
Efectivamente,
me refiero a Javier Duarte de Ochoa, el gobernador con licencia de Veracruz de
Ignacio de la Llave (hasta las 12 de la noche del 30 de noviembre, que termina
su periodo constitucional)
Desde
antes y durante la campaña electoral, donde se eligió al nuevo gobernador
veracruzano, por un periodo de dos años, se rumoraba e incluso en algunos
medios locales, se publicaba que JaviDu, estaba a horas y/o días de solicitar
una licencia para dejar el cargo, esto mantuvo la zozobra entre la población
con derecho para sufragar y casi no se notó que dicha elección estaba
negociada, para que la coalición PAN-PRD obtuviera el triunfo, como
efectivamente sucedió.
Una
vez otorgado el triunfo al candidato ganador, después de haber sido resueltas
las impugnaciones respectivas, esos rumores y secreto a voces creció, hasta que
por fin a mediados de octubre, fue convencido por su partido, algunos políticos
cercanos y por el inquilino de Los Pinos, para que lo hiciera. A partir de ahí,
se presentó en noticieros televisivos nacionales, donde juraba y perjuraba que
limpiaría su nombre y no se escaparía de la justicia mexicana. Y esa justicia
pronta y expedita que tenemos, no hizo nada de manera inmediata, sino que se
esperó casi una semana para obsequiar la supuesta orden de aprehensión en
contra del malogrado político.
Previo
a la solicitud de licencia; en su partido (PRI) se le abrió un expediente, que
una vez huido, concluyó con la expulsión, al instituto político al que siempre
perteneció, en el que le bastó un sexenio para encumbrarse como la mejor carta
para contender por la gubernatura en el año 2010, pese a no figurar en nada, ni
tener capacidad para nada, como se ha demostrado con lo que está sucediendo.
Ahora
bien, como lo he subrayado en otras ocasiones, vivimos en un SISTEMA político,
donde todos forman parte del mismo equipo, donde no hay enemigos, es más, ni
siquiera se consideran adversarios ideológicos, porque a cada cual, lo colocan
en el lado que a los cabecillas del SISTEMA, le convienen, esto es, en la
derecha, en el centro, en la izquierda; para esto se crean nuevos partidos
políticos, desaparecen otros, pero todos giran bajo los mismos personajes y
bajo las mismas reglas de juego.
A
este nivel de gobernador, el PRI perdió su primera gubernatura apenas hace 27
años (1989), antes de ese año, jamás terminó en la cárcel ninguno de los ex
mandatarios estatales. El primero y único que obtuvo el triunfo en las urnas
que permanece tras las rejas es Mario Villanueva, ex gobernador de Quintana
Roo, pero presumiblemente por causas de narcotráfico, en varias modalidades.
Alguno de ustedes amables lectores, dirán que también está detenido Jesús Reyna,
de Michoacán, pero él no ganó la elección y los motivos son distintos.
Hay
otro ex gobernador en la situación actual, el panista Guillermo Padrés, de
Sonora, cuyo guion histriónico era presentarse por propia voluntad, como lo
hizo, y quedar detenido; ahí sus correligionarios fueron los que le lanzaron
fuego amigo, desde que estaba gobernando, esto, porque aspiraba a ser candidato
azul a la presidencia de la República en el 2018 y lucía como fuerte aspirante
interno y a los demás no les convenía.
Sin
embargo, la actuación estelar es para Javier Duarte de Ochoa, su papel consiste
en ser repudiado, atacado por los veracruzanos y en general por los mexicanos
opositores al PRI, lo convirtieron en moneda de cambio, porque mientras, no lo
dudes amable lector, que está disfrutando de unas merecidas vacaciones en el
lugar que él desee, porque sus hijos están pequeños y tienen que estudiar, ahí
guardando bajo perfil, está esperando instrucciones para ser detenido, cuando
al presidente de la República se le antoje, para desviar la atención de alguna
situación que quiera que la población no se entere, o incluso hasta previas las
elecciones federales del 2018, es decir, es un plan perfectamente armado, casi
me atrevería a decir que hay un contrato firmado sobre su carrera política; lo
que sin duda existe, son valores entendidos y una férrea disciplina y
obediencia política. Todo esto, claro está, a cambio de poder efímero y
riquezas para vivir cómodamente el resto de su vida. El SISTEMA sabe
perfectamente donde está cada una de sus fichas del tablero político mexicano.
Inocentes los que crean lo contrario.
No
creo que JaviDu sea históricamente, el mandatario estatal más corrupto, todos
lo son, por eso forman parte del SISTEMA, sólo que le tocó bailar con la más
fea y su apariencia física le ayuda para ello. Aunque al final, no será
procesado, será absuelto de todos los cargos atribuidos, y terminará viviendo
tranquilamente como sus compañeros de partido que han sido envueltos en
similares acciones de corrupción, lavado de dinero, tráfico de influencias,
peculado y cohecho (Yarrington, Moreira, Medina, Montiel, Beltrones, etc. sin
ser investigados ni perseguidos judicialmente)
Vivimos
en un mundo de mentiras, donde muchas veces decir la verdad es
contraproducente, es motivo de ser relegados y alejados de los cargos públicos,
porque el SISTEMA necesita gente afín, que respeten la línea política que les
toca jugar en la falsa democracia mexicana.
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