Aprende a enamorar parte 2.
Esta entrega tiene
como propósito ayudarte a ti mujer, a enamorar al sexo opuesto, tomando en
cuenta los sexos tradicionales, hombre y mujer, unas semanas atrás, inicié con
algunos consejos para el hombre. Para ser equitativos. Las siguientes: son
algunas cosas, que no se deben hacer con un hombre:
No le pongas castigos
ni des amor en cuentagotas por la misma razón, o puedes abrir una herida que
nunca cicatrice.
No le obligues a
gastar demasiado dinero en ti, pues te dejará en cuanto halle otra mujer más
económica.
No lo controles
demasiado con mensajes ni llamadas sorpresivas a su trabajo o lugares donde
suela estar, y de inmediato identifícate.
Siempre que lo veas
mantente bien arreglada. Nunca te muestres sucia o a medias. Vístete como
quieras, pero siempre limpia.
Si le mientes, él no
deberá saberlo, o podrá pensar que todo en tu amor tiene la misma validez.
Jamás le levantes la
voz. Para decir algo no es necesario gritar.
No lo dejes nunca en
ridículo ante los demás. Si cometió un error, aun así defiéndelo, pero cuando
estén solos dile la verdad tan cruda como sea, pero solos.
No lo trates como a
un esclavo. Cuando te pida algo hazlo con cariño.
No te conviertas por
nada del mundo en una apática que sólo busca en él levantarse el ánimo.
Cuando te pida
caricias, besos u otros similares veladamente, no se los niegues, pues
cometerás un gran error si lo haces.
No te pongas a
discutir tonterías con alguien delante de él. Demuestra que eres la mujer más
centrado del mundo y que no le das ninguna importancia a las cosas pequeñas.
Jamás le hables de
tus experiencias amorosas o sexuales. No tienes pasado. El pasado para ti no
existe. Evita el recordar. Dile que el presente tiene todo.
No pierdas su atención
cuando te esté hablando. Escucha lo más posible, y en ocasiones cuéntale cosas
tuyas como si lo estuvieras incluyendo en tu vida y tus asuntos.
Cuidado con las
bromas y las palabras que emplees con él. Puedes dañarlo y es el comienzo de la
ruptura.
Trata de no abusar
usando pronombres posesivos que lo hacen de tu pertenencia, pues aunque al
hombre no le preocupa tanto, sí recapacita cuando son repetitivos.
Jamás olvides ciertos
detalles sobre él, como sus colores favoritos, sus gustos, sus deseos, sus
metas, etc. Que vea que te interesas en conocerlo.
No fabriques chismes
con él ni lo metas en ellos. Tampoco demuestres que te gustan. Aunque los
hombres son igual o más chismosos que las mujeres, resulta que no los aguantan
cuando se trata de juzgar.
No fumes ni bebas delante
de él. Si lo haces normalmente, que sea poco. Los hombres decimos que cuando se
besa a una mujer fumadora parece que se está besando un hombre por el sabor a
tabaco.
No te conviertas en la
clásica celosa que no le deja ni levantar la vista para ver a las demás.
Tampoco demuestres despreocupación. Él lo es todo para ti, pero dándole
libertad. A los hombres nos gusta que la mujer sea un poco celosa y lo
demuestre, pero que no nos cierre demasiado.
Nunca digas palabras
soeces ni faltes a nadie el respeto con groserías delante de él. No es
necesario usarlas para conseguir cualquier cosa que te propongas. Si no las
usas, él te tendrá como algo especial, pero en cuanto emplees tan solo una
pasarás a ser como todas.
Jamás le amenaces con
abandonarlo, pues es m uy probable que sea el principio de la ruptura a largo
plazo.
No trates de atraerlo
provocándole celos. No es recomendable habiendo otras maneras más seguras para
ti.
No trates de cambiar
su manera de ser.
No le digas ni en
broma que es impotente, aunque lo sea. Mejor que vea que lo ayudas.
Antes de entrar o
llegar a algún sitio donde él no pueda besarte o tocarte, díselo pero no lo
rechaces jamás cuando intente hacerlo o quedará muy dañado.
No le preguntes
constantemente si te ama. Espera que él te lo diga para comprobar cuántas veces
necesita expresar sus sentimientos. Si deseas oírlo, mejor díselo tú.
No le arrulles todo
el tiempo como si fuera un bebé, y mucho menos si él salió del campo magnético
de su mamá con gran trabajo.
Los hombres no
tenemos muy en cuenta las fechas de celebración. No te enojes cuando a él se le
pase alguna, ni tampoco le recuerdes todos los días la próxima para que te
regale algo.
Jamás descuides tu
apariencia personal una vez que lo hayas conquistado, o puedes perderlo
inmediatamente.
Si te pide relaciones
sexuales y no haya impedimento (periodo menstrual) para hacerlo, no se las
niegues, porque esto es primordial para iniciar una infidelidad.
Como verás, amable lector,
para enamorar a un hombre, es necesario recurrir a las mentiras, a la lisonja y
la hipocresía, de ahí que ambos, no solo los hombres, son mentirosos, falsos y
demás adjetivos, es algo inherente a la naturaleza humana general, no se limita
a un solo género. Espero que te sean de utilidad los consejos citados y
recuerda, el hombre es conquistador por naturaleza, pero la mujer es la que
acepta o no, ser conquistada. No te dejes comer el mandado por las demás.
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