martes, 30 de septiembre de 2025

Realidad interna...

 

¿Cómo son tus pensamientos? 

Quizás sea repetitivo, pero si queremos ser o tener, lo que imaginamos, lo que anhelamos, lo que soñamos, debemos cambiar nuestros hábitos diarios, de lo contrario, seguiremos sumidos en la opacidad, la mediocridad y la pobreza. 

La mayoría de nosotros, amable lector, hemos sido empleados o conocemos a gente que lo es, y fuimos testigos de que la mayoría de esas personas, tienen ideas, pensamientos y acciones mediocres, de pobreza, que para nada influyen en ser exitosos, fuertes, importantes. Que es a lo que muchos aspiran. ¿Cuáles, dirás? 

Es muy común escuchar a las personas decir que un problema llama a otro y que cuando tienen una dificultad caen todas juntas y que por lo tanto cómo van a mantener una actitud optimista ante la vida si parece que esta los mantuviera sumidos en una vorágine de malas noticias. Muchas otras personas se cuestionan cómo progresar, como tener una buena actitud, si su vida los agobia con una tristeza tras otra. Yo más bien pregunto: ¿y es que una mala actitud, una baja energía, un marcado pesimismo, va a ayudarles a salir de la difícil situación en la que se encuentran? Obviamente no. 

La mayoría de las personas se mueren sin saber para qué eran buenos: vegetan en un trabajo, se acomodan a él, incluso, empiezan a tener los comportamientos que anteriormente deploraban. ¿Cuáles? La sonrisa que se repite cada 15 y cada 30/31 del mes, cuando llega el sueldo: odiar los lunes, amar los viernes, concentrarse en cuánto va a ser el incremento del salario para el año entrante, empezar a hablar de temas como la pensión, jubilación, preocuparse por la prima o bonificación periódica, por el FONAC, y otras conductas lamentables. No estoy en contra de los empleados, sino en contra de trabajar en algo que no disfrutes ni concuerde con aquello para lo que viniste a este mundo; con algo con lo que no vibres. No hay reencarnación garantizada, es vital encontrar el para qué vine a este mundo, no solamente por satisfacción personal, sino también como propósito para obtener más ingresos y no depender del gobierno o de algún pariente millonario que no existe. 

Hay otras personas que culpan a la economía del país, si la economía está bien, dicen estar bien, si la economías está mal, por consiguiente, ellos están mal. Eso es falso. Una persona con educación financiera y con un para que claro progresa en épocas de dificultades económicas o de bonanza. Claro que influye, pero no de forma determinante. 

El mayor riesgo es vivir una vida mediocre, por debajo de tus posibilidades y en la que el miedo es protagonista, no tus sueños. 

Hay un dicho extranjero que se aplica perfectamente: la misma agua que endurece un huevo, ablanda una papa. No son las circunstancias las que importan, de lo que se trata es de la actitud con la cual se afrontan y de cómo esta facilita la consecución de las cosas, no solamente materiales, sino espirituales. 

Es un acto verdaderamente irresponsable morir pobres teniéndolo todo para ser ricos y dejando en medio de ríos de lágrimas, sangre y deudas a aquellos que dependen de cada uno de nosotros, poniéndolos a sufrir cuando en vida se les puede haber dado mejores resultados. 

Mientras tú crees que el mundo, la economía o tu país están en crisis, muchos se hacen millonarios con tu pesimismo. 

En ocasiones, y esto es algo muy arraigado en nuestra cultura mexicana, se tiende a creer que las dificultades y las crisis aparecen en nuestras vidas porque Dios lo quiso así y que saldremos de ellas si Dios quiere que así sea. Y como estas frases hay otras que usan muchos cotidianamente que refuerzan esa creencia de que las cosas ocurren por una voluntad que es divina y totalmente ajena a nuestro control. 

Lo que pienso al respecto es que Dios quiere de nosotros ante todo determinación. Dios quiere actitud. Dios quiere que con todo lo que te ha dado, progreses y hagas progresar a muchos más. Él no quiere tanto lamento, ni tanta resignación amañada. Hay una frase que me gusta mucho: reza como si todo dependiera de Dios, pero trabaja como si todo dependiera de ti. Pienso que la actitud ahí también es determinante. No dejárselo todo a Dios o no decir que esto no funcionó porque Dios no lo quiso, no, no, no, ¿dónde está tu perseverancia, dónde está tu actitud, dónde están tu determinación y tenacidad? Recuerda: el universo te toma fotos, si te ve muy determinado, te manda lo que te mereces, califica con más merecimientos. Pero si simplemente estás resignado y mandas mensajes de derrota todo el tiempo, ¿Qué te va a mandar el universo? Lo que estás recibiendo. 

Se trata entonces de no dejar todo a la deriva y esperar a ver qué sucede. Es libre quien toma las riendas de su vida. No el que reza y espera que las cosas cambien por sí mismas y como un milagro. Hay que ayudarse uno mismo y cambiar la mentalidad perezosa y conformista de quien se sienta a ver cómo pasa el tiempo. 

Cuando eres capaz de vencer esa vocecita interior que te limita, que te paraliza, te conviertes en el capitán de tu vida y amo de tu destino. Adelante.

lunes, 29 de septiembre de 2025

¿Lo sabías?

                                     EL PAPEL DEL HOMBRE FRENTE A LA MUJER. 

Desde siempre se ha mencionado que vivimos en una sociedad de machos, machista, sobretodo, a nivel mundial así se cataloga al mexicano, por las películas del siglo pasado donde aparecían los charros, los hombres rudos, con pistola, machete, un grueso bigote y a su lado mujeres sumisas, incluso, que sufrían maltrato sicológico y físico por parte de su hombre, su pareja, su marido. 

Pero la realidad cotidiana, en lo corto, es completamente diferente. No quiero generalizar al hombre como un ente único, sino que voy a referirme al nacional, al mexicano, al que convive día con día con cada uno de nosotros. 

No quiero hablar de lo que la historia oficial menciona, porque es tan falso como verdadero, quiero, como siempre hago en mis análisis, referirme a los hechos reales vividos, observados, porque para mí eso es más importante que comentar o vivir  de un pasado que no conocí. 

Hay contradicciones fuertes, porque se señala que vivimos en una sociedad machista, donde el hombre es el que manda, que las mujeres no valen (en razón de género) igual, que son agredidas física, sicológica, social y laboralmente, que son vistas como un objeto, que no tienen las mismas oportunidades, etcétera. 

Asimismo, recuerdo que desde niño, se nos decía que a la mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa, que no se nos olvide que venimos de una mujer, etcétera. 

Pero siendo realistas, sinceros, honestos, reflexivos y sobretodo, aplicando nuestro razonamiento, las mujeres han manejado al hombre a su antojo, lo hacen como a ellas mejor les conviene. En casa, cuando hay peleas de pareja, el hombre, generalmente, prefiere guardar silencio, lo que enciende más a las mujeres, porque a ellas, les gusta discutir, hablar y hablar, aunque repitan lo mismo de las discusiones anteriores, es sabido que la mujer en el día habla cuatro veces más que el hombre, por lo que sienten esa ansiedad, esa necesidad de sacarlas de su cuerpo, y mas en las peleas con la pareja; si hay hijos, se ponen a contraponerlos con su padre, metiendo en sus cabezas ideas falsas y negativas, que a corto o largo plazo generan alteraciones sicológicas en los adultos del futuro. 

Hay hombres que cuando se ven rebasados en su tolerancia, llegan a agredirlas físicamente, pero no es porque así lo quieren, si no porque llega un momento en que son agredidos ellos primero y llegan al clímax de su aguante, pero raro es aquel que golpea a una mujer al primer insulto, la mayoría lo hace después de minutos, incluso horas de aguantar, retahílas de tonterías, insultos a diestra y siniestra e incluso hasta de esquivar o recibir cachetadas o lanzamiento de objetos (platos, vasos, cuchillos, hasta la plancha, etcétera) 

La trillada equidad de género, solo la esgrimen cuando les conviene, y los hombres que aún no conocen el carácter o temperamento real de la mujer, son los que aparecen como portavoces en los medios informativos, asociaciones, fundaciones, pero no debería ser así. Equidad o igualdad de oportunidades las hay, yo no conozco de ningún trabajo, público o privado, que les pague más a los hombres que a las mujeres y esta frase la utilizan mucho para denostar a los hombres, en las escuelas hay igual número de oportunidades para uno y otra, que ellas no las aprovechen porque salen embarazadas, porque no les da su capacidad intelectual para terminar una carrera universitaria, esa es otra historia, (la nana Goya dixit), la falta de recursos económicos es igual tanto para unos como para otras, no es exclusivo de ellas.    

Y sin embargo en la realidad laboral, económica, profesional, hay muchas mujeres con título académico, incluso con posgrados, hay muchas mujeres laborando en puestos clave dentro de la administración pública o privada y con jugosas remuneraciones, pero aquí se da otro fenómeno, la mayoría de las mujeres que trabajan, se olvidan de la equidad que tanto pregonan, que tanto anhelan, de la que tanta alharaca hacen cada ocasión que pueden, y en su hogar, cuando hay pareja, pretenden que el hombre solvente todos los gastos de la casa, de los hijos, incluso de ella y no utilizan ningún peso de lo que ellas ganan para apoyar en el hogar, señalan que es obligación del hombre y que lo que ellas ganan es solo y exclusivo para ellas, lo mismo sucede con las que no tienen pareja, pero que si tienen hijos, explotan al máximo al padre de estos y muchas veces los hijos están mal alimentados, andan mal vestidos, están mal atendidos, pero ellas, todo lo contrario. Y cualquier dinero externo se les hace poco, porque ellas se sienten hechas a mano, unas bellezas que nadie las merece, cuando realmente no es así. Nadie es más que el otro, ni el hombre vale más, ni la mujer vale más, somos iguales, los que piensan así, son unos débiles mentales que se dejan influenciar por las apariencias, por las emociones, y no por la razón. La grandeza no está en la ropa de marca, en las joyas más valiosas, en el maquillaje caro, en los autos, residencias, en lo material, la grandeza y la riqueza están en la mente, una mente fuerte, rica, es aquella que se acomoda y vive con lo que tiene, que es feliz con lo que tiene, pero sobretodo que hace feliz a su familia y por consiguiente, ella es feliz y no infeliz, aunque así lo crea y lo niegue,  porque pasa como lo indica la sabiduría popular: Es tan pobre que lo único que tiene es dinero. La vida es única, nadie sabe cuánto tiempo va a vivir, por ello lo mejor y más importante es ser feliz, cada día serlo y hacerlo con nuestra pareja, con nuestros hijos, agradecer que tenemos un tesoro valioso que ningún dinero o bien material, puede cambiar, para qué vivir desdichados por tratar de estar apegados a lo material. Eso es solo inseguridad y debilidad emocional. ¿No lo crees?

domingo, 28 de septiembre de 2025

Así es...

Las 3 causas de la estupidez humana:
Ignorancia o exceso de confianza. Sería el grado de estupidez más elevado y aparece en las personas que asumen riesgos de cualquier tipo, aunque carecen de las habilidades o conocimientos necesarios para afrontarlos.
Falta de control. Es un grado medio de estupidez que corresponde con las personas impulsivas, que carecen de autocontrol y actúan dejándose llevar por el primer impulso.
Distracción. Sería el grado más leve de estupidez, que se manifiesta en quienes no logran realizar algo debido a que no ponen atención o no destinan los recursos suficientes, esforzándose inútilmente.

sábado, 27 de septiembre de 2025

Publicación...

 

Pobreza mental nacional…

Lic. Alfredo Castañeda Flores     ANALISTA

26 sept. 2025.-Internamente, somos un país maravilloso, cuna de innumerables mentiras y fantasías que solo los mediocres e ignorantes (que son la mayoría) lo creen. Pero como en todo, lo que cuenta es la opinión que se tiene de nosotros en el extranjero, cómo nos ven, como nos catalogan, y créeme, inteligente lector, que dejamos mucho que desear.
Para empezar, tenemos a nuestro vecino del norte, así como nos observa Donald Trump, es como los estadounidenses puros o mezclados con cualquier extranjero que no sea americano, nos ven. Y ten por seguro que los canadienses, por igual. Lo que sirve de consuelo a los ignaros mayoritarios, es que no somos los únicos, así están marcados los restantes países del continente, desde México hasta Argentina. Una runfla de delincuentes, ignorantes, conformistas, pobres económica y mentalmente, atrasados, incultos, cobardes, miedosos, etcétera, etcétera.

No es el único país que así nos identifica, los países ricos, europeos, árabes, asiáticos del medio oriente, africanos, australianos y neo zelandeses, opinan lo mismo o quizás hasta peor.
Esa percepción, bien ganada, va desde la diferencia entre hombres y mujeres, pocos individuos de esos países, se casarían con una latina, con una mexicana, para ser, como siempre, más precisos, eso porque las mujeres están criadas y acostumbradas a sentirse las mandamases en los hogares, en los empleos, en todos lados, y creen que eso es correcto en el resto del mundo. Por supuesto que eso es parte de la idiosincrasia, de la carencia de suficiente cultura para darse cuenta de que están equivocadas y por supuesto, los gobernantes que son los que han creado leyes, reglamentos y decretos que las empoderan sin sentido, que las elevan a lo más alto de la cúspide, sin darse cuenta de que eso es en perjuicio de los hombres y de todo el país.

Ahora con una presidenta que es de origen judío, que por supuesto en su juventud fue una porra, como se les llama a los agitadores que hacen de todo, menos estudiar, que consume mariguana (ella lo acepta) y quizás otras sustancias peores, que solo habla idioteces,  como lo que ocurrió en la arenga del grito de inicio de la independencia, el 15 de septiembre, donde eliminó por sus gónadas, el apellido que todos aprendimos y conocemos de la Corregidora
de Querétaro, personaje clave para la Independencia nacional, o por lo menos, eso nos han dicho, Josefa Ortiz de Domínguez por Josefa Ortiz Téllez-Girón, eliminando el apellido del esposo, Domínguez, por considerarlo machista o sabrá la estupidez que pasó por su cabeza en ese momento o cuando se puso a escribir las arengas que vociferaría ese día tan importante. Por lo menos hubiera gritado
su nombre completo de soltera María Josefa Crescencia Ortiz Girón. Quiso quedar bien con las feministas, quedando mal con el país y a nivel mundial, dejándonos aún peor.

Por donde se le vea, va incluido un apellido de hombre, para que buscarle mangas al chaleco, para que brincar en un suelo parejo, pero así funcionan las mujeres.

Para empezar, si doña Josefa no se hubiera casado con el Corregidor en ese momento, Miguel Ramón Sebastián Domínguez Alemán, nadie  a hubiera tomado en cuenta, y los próceres con los que se reunía en secreto, mucho menos. Por supuesto que, para una mente con dos centímetros de frente, es obvio, que el apellido y la condición marital que había, fue parte fundamental para lo que ya es
historia, porque él participó con dinero para ese movimiento independentista, el dinero siempre ha sido y es importante para todo, además de que el falleció muchos años después de la consumación y continúo ocupando cargos importantes dentro del gobierno y naciente país. Ahí la importancia de leer, o de platicar con gente culta que conoce, en este caso, la historia nacional. Pero el estúpido se pone de pechito ante las balas de la inteligencia y solo habla
imbecilidades.

Con ese desliz presidencial femenino, el rechazo hacia las mujeres nacionales se incrementó porque fue dicho en la fecha más importante para el país, sin olvidar al embajador en Italia, que es homosexual, pero debe comportarse a la altura de su investidura y dio el grito vestido de charra. Vaya con el enfermo mental.

Si viajas a cualquier país extranjero, que no sea del continente americano, y platicas con la gente común, normal, la que hace y deshace lo mismo que cualquiera de nosotros, estudiar, trabajar, te darás cuenta del bajo concepto en general que se tiene de los mexicanos. Somos conocidos por el narcotráfico, las series de ese corte, por las “fugas” del “Chapo” Guzmán, por dejarse los hombres
nacionales que las mujeres manden, griten y nos insulten, que haya cada vez menos matrimonios, más divorcios y sobretodo, parejas viviendo juntas sin haberse casado, por tanta infidelidad, porque ya trascendió a nivel global, que cuando hay una separación legal o no, las mujeres de inmediato ya tienen al sustituto, lo cual resulta inverosímil desde el punto de vista que se le vea, eso significa que ya desde antes de romper con la pareja, andaban con ese otro
hombre, que solo estaban buscando un pretexto o seguridad para alejarse, al menos eso suponen los extranjeros, mentalmente más fuertes que cualquiera americano.

Por lo que difícilmente, un extranjero promedio, se casaría con una
nacional (ni americana). También la pobreza es mal vista en esos países; la suciedad, porque es tan común aquí, que aparte de pobres no se bañan, (crecimos con esa mentira hacia los extranjeros) no limpian su casa, no estudian, se quejan todo el tiempo, sin hacer nada para romper el circulo vicioso, el dejar cualquiera de los grados de estudio truncos, primaria, secundaria, bachillerato, licenciatura, aunque ahora los cuatro teros salen con maestrías y doctorados
patitos, pero sin ninguna capacidad, los empleados sin ganas, ni capacidad, ni experiencia, las casas sin revocar, sin pintar, malhechas, dan una mala imagen al país en general, las calles mal trazadas, mal pavimentadas y peor las que no lo están, porque en cualquier lugar, sea pequeño o grande, hay calles sin pavimento,
terrenos baldíos bardeados o no, pero llenos de maleza y basura, etcétera.
El mexicano es muy dado a romantizar, a la ingenuidad, o a la torpeza, pero el gran problema de eso es la pobreza económica y mental, porque a nivel mundial, se sabe que los pocos mexicanos que salen al extranjero, que no sean políticos, porque eso es otra historia, son los mejores del país, porque un viaje es cultura, aprendizaje, conocimiento, garantía de crecimiento moral, espiritual y mental, en
cambio, los extranjeros que vienen a nuestro país, son lo más bajo, generalmente forman parte de la minoría denominada hippie, llenos de rastas, tatuajes, con ropa sucia, viciosos, esos que podemos encontrar en cualquier rincón nacional. O ¿Acaso has visto un árabe deambulando por el país? ¿Un europeo, un oriental?
Por supuesto que no, hay niveles y ellos lo saben. Salvo honrosas excepciones.

También la infraestructura nacional es impedimento para ser visitado, en esos países poderosos y fascinantes, solo se denominan ciudad, a las que cumplen ciertas especificaciones, en cambio aquí a cualquier lugar se le da esa denominación, sin merecimiento. Somos dados a usar los adjetivos de forma indiscriminada y sobretodo, sin conocimiento real del significado, y eso en el extranjero lo saben.

Hasta los países latinos solo nos usan como trampolín para llegar a los EU, solo se quedan aquí por necesidad o porque, aunque no tengan talento, triunfan, somos malinchistas, se prefiere a los extranjeros altos, rubios, bien parecidos, para hacerlos cantantes, actores, actrices, a costa de los propios nacionales. ¿Lo dudas?, solo haz un recuento de los que aparecen frecuentemente en la TV
nacional, y la mayoría son centro y sudamericanos. Así es este México surrealista, hundido cada vez más en la mediocridad y la ignorancia. Desde su presidenta, hasta el más humilde mexicano del rincón más apartado.

viernes, 26 de septiembre de 2025

Gracias, gracias, gracias...

 

El árbol de los amigos

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar y hay otras que apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro amigo papa y nuestra amiga mama, que nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos
hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros y luego pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma y del corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuándo no estamos bien, saben lo que nos hace feliz y lo que necesitamos sin que se lo pidamos.
A veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces nos hemos enamorado y tenemos un amigo enamorado. Ese amigo da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos
a nuestros pies.
Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.
También hay amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra y aunque no los vemos seguido están siempre cerca en nuestro corazón.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestras vidas.
Cada persona que pasa en nuestra vida es única y siempre, siempre, deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.
Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor y salud, hoy y siempre.
Sin embargo, habrá también los que se llevarán mucho y, habrá de los que no nos dejaran casi nada. Esta es la situación en la que se comprueba que dos almas no se encuentran por casualidad.

GRACIAS A TODAS LAS HOJITAS QUE HAN HECHO FRONDOSO MI ÁRBOL.

Así las cosas...

 

EDUCACION A LA MEXICANA. 

Mucho se habla, antes, hoy y se seguirá haciendo, sobre la mala calidad de la educación mexicana, y como en cualquier tema de discusión, hay opiniones a favor y opiniones en contra, agravantes y atenuantes, defensores y atacantes, pero lo que observamos, no tiene mayor defensa. Somos un país con una educación deficiente, y aunque los que realizan esta actividad como su modo profesional de vida, se defienden como gatos boca arriba, los vicios personales, gremiales y pertenecer al sindicato más grande, por su membresía, han contribuido a esta debacle educativa. 

Es frecuente escuchar o saber, de la venta de plazas, de que son heredadas a hijos sin vocación y mucho menos preparación para tan delicada labor, de que van escalando por favores o preferencias sexuales, por afinidad con determinado grupo, etcétera. Y pocos, muy pocos casos, son por mérito académico. 

Todos, absolutamente todos, en menor o mayor medida, hemos tenido un profesor impartiéndonos clase y tal parece que la filosofía de estos es la de mirarlos como una autoridad omnipotente al que siempre se debe obedecer. No se enseña al estudiante a ser honrado, limpio, cortés o responsable por el valor que en sí mismo posee cada uno de estos atributos, sino porque la autoridad así lo ordena. Se trata de una tergiversación desafortunada. No se cuenta con una pedagogía preocupada porque los alumnos hagan suyo el valor de las normas. Es creencia generalizada entre los profesores que basta con asegurar el respeto hacia la figura de autoridad para que, en automático, el estudiante se comporte conforme a las reglas de la institución educativa. 

Sin embargo, colocar todo el esfuerzo pedagógico en robustecer la figura de la autoridad no lleva a la construcción de mejores subjetividades. Reproduce, en todo caso, la cultura del autoritarismo, pero no hace mejores individuos. Y esto es así porque –al dejar de lado la argumentación que hace consistentes dentro de la conciencia de la persona lo moralmente aceptable y su opuesto— el orden social pende exclusivamente del carácter de quien está al mando. 

Cuando no es la norma interiorizado lo que se coloca como la tabla de medición de los actos, sino la persona investida de autoridad, el alumno tiende a acomodar su comportamiento a partir de los afectos y voluntarismos del profesor. El estudiante se conforma con agradar y negociar con la figura que en el salón de clases representa a la jerarquía más alta. En la escuela mexicana es el docente quien conduce, expone e indica. La solidez o laxitud de las normas depende del profesor, él es la medida de la autoridad, no las reglas. Este hecho potencia, a su vez, un nivel importante de inconsistencia en el cumplimiento de las normas, y deja al descubierto que la presencia de las reglas no es estable ni previsible; a veces están pero en otras ocasiones parecen diluirse. Todo depende del estado de ánimo, del carácter o de las simpatías de la persona que se sienta detrás del escritorio. 

Tampoco se promueve en el alumno el arte de reflexionar por sí mismo. Para ser considerado un buen estudiante, el niño está obligado a callar, atender, seguir las indicaciones, hacer fila, creer ciegamente en lo que dice y hace el profesor, y no moverse demasiado. En cambio, la reflexión –prerrequisito indispensable para asumir la responsabilidad sobre los actos propios— ocupa un lugar menor. Las cosas están bien o mal dependiendo de lo que diga el maestro y no de su coincidencia con los valores enseñados. Con esta pedagogía no se construyen sujetos autónomos –con juicio independiente y capacidades propias de discernimiento— sino personalidades sumisas y obedientes. No se construyen ciudadanos, sino otra cosa. 

Aquel que se exprese de manera distinta –el que por su inteligencia o sus carencias no quepa en el molde educativo hegemónico— es tratado con distancia. Una de las más graves consecuencias de poseer un orden social sustentado en el poder de la autoridad, y no en los valores y las normas, es que el diferente queda marginado. Se convierte en alguien que no podrá ser atendido por el docente a partir de su especificidad. Por lo que la discriminación y la intolerancia subsistan también como antivalores en la educación pública mexicana. 

En clases, siempre introducen explicaciones que no son diferentes a su propio ejemplo de vida. En su explicación, el profesor además refuerza una visión irreflexiva, incluso machista, en ocasiones, que sólo puede sostenerse porque él es una figura indisputable de autoridad. Sin que ningún estudiante cometa la imprudencia de contradecirlo, aunque esté equivocado. No existe disenso del alumno que pueda ser tolerado, ni el derecho a la reflexión propia. Lo que vale en el medio escolar es ganarse –por medio de la obediencia— el aprecio del profesor. Asegurarse, a través de la sumisión, una buena calificación al final del curso, para que los padres se sientan orgullosos, grave error. Actuar de manera diferente podría implicar, en el caso extremo, un consejo hacia los padres de familia para que agarren a sus hijos a palos o a cintarazos (como en antaño), o enviarlos a tratamiento sicológico (en la actualidad), porque retar al docente, equivale a un desequilibrio mental. 

En el sistema educativo mexicano no se enseña a adquirir autonomía. No son autónomos los alumnos frente a su profesor, no lo son tampoco ellos frente a sus dirigentes sindicales o ante las autoridades educativas. Menos aún lo es el sindicato nacional del magisterio con respecto a las arbitrariedades del Estado. Ni tampoco es autónomo el Estado mexicano ante las arbitrariedades de esa fuerza gremial. La estructura corporativa en la cual se fundó el sistema de educación pública mexicana buscaba un objetivo contrario: se constituyó a partir de la dependencia asimétrica y jerárquica de cada uno de sus componentes, y no desde una relación respetuosa y recíproca entre actores reflexivos, responsables y autónomos. 

¿Cómo sería posible que los profesores enseñarán a sus alumnos el valor de la autonomía, si ellos mismos están atrapados en un sistema de mafiosas dependencias? Mientras sigan las cosas así, la educación mexicana seguirá estancada y el país continuará atrasado cultural, social, política y económicamente.        

jueves, 25 de septiembre de 2025

La realidad pambolera...

 

El negocio del futbol. 

Recién culminó el vigésimo primero campeonato mundial de futbol, cuya sede fue el país más grande del mundo: Rusia; el campeón fue por segunda ocasión, Francia. País de la élite triunfadora en este deporte, junto a Brasil, Alemania, Italia, Uruguay, Argentina, Inglaterra y España. Así es amable lector, en este nivel, solo 8 naciones han podido levantar la tan ansiada copa del balompié. 3 de América y 5 de Europa. 

Muchos sabemos el gran negocio que representa el deporte, pero sin duda, el soccer es el que más dividendos deja a sus dirigentes, dueños de equipos, marcas deportivas y a los jugadores. Y este año, no fue la excepción. 

En todo lo que ocurre a nuestro alrededor, influye el dinero, la política, los acuerdos, las negociaciones, y el futbol, como ningún deporte que se practique, está exento de ello. Ingenuos los que se apasionan con el deporte de los goles, por no usar un adjetivo más agresivo, hay que verlo como un espectáculo, por el cual pagamos un boleto para presenciarlo, en este caso, sirve para conocer en vivo a las grandes figuras mundiales de la actualidad, porque eso representa un mundial, una pasarela de futbolistas para alcanzar un mejor contrato salarial, que beneficia a muchos. Pero no un simple deporte, donde gana el mejor preparado, eso es la falacia más grande. 

Este año, desfilaron por la alfombra verde, por el color del pasto de las canchas, las viejas glorias que posiblemente vimos por última ocasión en un mundial, o por lo menos en aptitudes óptimas: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, las que están en edad promedio: el gran actor Neymar Jr., Marcelo, Robert Lewandowski, Manuel Neuer, Mezud Özil, Thomas Müller, Luca Modric, Sergio Ramos, etc. y las que han sobresalido, en el último año deportivo: Mohamed Salah, Courtois, Pogba, Edén Hazard, Harry Kane, etc. y la presentación de la nueva joya Kilian Mbappé, el francés de 19 años que asombró a muchos con su velocidad y técnica depurada, heredero de los que van de salida. 

Eso es un mundial de futbol, amable lector, en muchos países, sobre todo los de economías emergentes, sus aficionados se apasionan, creen que en verdad, sus equipos ganan o pierden porque son buenos o malos, pero no es así. Un equipo gana un partido por el número de aficionados que logra ingresar al partido X, muchos dirán que eso no se sabe, pues se equivocan, porque en un mundial se comienzan a vender los boletos desde antes de que estén los países clasificados, por lo tanto, esto también influye para que algunos equipos clasifiquen a la justa o no. Asimismo, los conflictos de riesgo que puedan ensombrecer el evento, impiden que X o Y nación participe mediante una eliminación en el campo de juego. En esta ocasión, no llegó Estados Unidos (porque resultaba pieza clave para un acto terrorista) y en su lugar asistió por primera ocasión Panamá, que terminó siendo el último lugar del certamen. 

Continuando con el tema del número de aficionados, en México, un país donde internamente se acostumbra inflar las cifras y resultados, se habló de que más de sesenta mil mexicanos harían presencia en Rusia, pero la realidad fue menor.

El mundial de futbol, es un negocio, el mayor negocio que te imagines, de ahí que los practicantes de este deporte ganen tan bien, además de que resulta así, porque compran el silencio de estos, ya que tienen que acatar el resultado que en la mesa sus dirigentes, dueños de equipo, presidentes de federaciones, director técnico, presidente de la República, patrocinadores, etc. lograron para ellos. De ahí que observemos en la televisión, fallas garrafales y jugadas inverosímiles. Precisamente este mundial, se hizo notorio que los equipos que dominaban la mayor parte del juego o tenían en posesión más tiempo el balón, terminaban perdiendo. Cuando se tiene la capacidad de asistir a un partido en vivo, se puede dar cuenta con mayor facilidad de lo que hacen los equipos en la cancha y con ello, fácilmente, se puede predecir, sin ser mago, brujo o chamán, el resultado de ese cotejo. Además de mirar a los asistentes y darse cuenta de que país hay más connacionales. 

Actualmente, un mundial de futbol, consta de cuatro etapas o vueltas, la primera que son tres partidos obligados de todos los asistentes, la llamada etapa de grupos, de ahí, sigue los octavos de final, en la que acceden la mitad, después los cuartos de final, y las semifinales, donde solo llegan cuatro equipos, quienes obligadamente juegan dos partidos cada uno. Pero ahí, solo llega una cenicienta, como en esta ocasión fue Croacia. ¿Casualidad, excelente desempeño deportivo? No. 

Muchos conocemos a grandes deportistas del llano, que no tienen oportunidad de llegar a jugar futbol de manera profesional, y nos hemos preguntado la causa. Si analizamos detenidamente, no es difícil de dar con ella, es como en todo, falta de recomendación, carecer de dinero o de una mente abierta (open mind), varios ex futbolistas, han escrito libros o participado en entrevistas, donde han externado parte de lo que ocurre en un vestidor, en una oficina, en una concentración, etc. como se arreglan los partidos de las ligas locales y un mundial, obviamente, no es la excepción, aunque ahí intervienen otros factores. 

El dinero, la recomendación y hasta un nombre comercial atractivo, intervienen para convertir a un mediocre en figura mundial del balompié, y a un país en campeón.       

Francia, actualmente, está desembolsando grandes cantidades de dólares por futbolistas profesionales, recordemos el año anterior que pagó la mayor cantidad, hasta el momento por Neymar Jr. tuvo que pagar la cláusula de rescisión porque aún tenía contrato vigente con el Barcelona, y eso también influye para llegar a la supremacía mundialista, además de contar con la nueva joya de este deporte. Difícil de creer, ¿verdad? Pero así vivimos, en un mundo, donde nada es fortuito, casualidad, ni mucho menos aislado, todo está perfectamente encuadrado, todo está perfectamente planeado y nada ni nadie se sale de control. Ese es el mundo que nos tocó vivir.   

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Publicación...

 

Mujeres…

Lic. Alfredo Castañeda Flores      ANALISTA

21 sept. 2025.-Aprovecho el espacio para hablar de las mujeres, esos seres desvalidos, ajá, esos seres inocentes, ingenuos y bondadosos que muchos hombres así catalogan. 

El cerebro femenino presenta una serie de características anatómicas y estructurales únicas que lo distinguen del cerebro masculino. Estas diferencias pueden influir en la forma en que las mujeres procesan la información y responden a su entorno. En primer lugar, el cerebro femenino tiende a tener una mayor proporción de materia blanca en relación con la materia gris en comparación con el cerebro masculino. La materia blanca está compuesta principalmente por axones, que son las fibras nerviosas que transmiten señales entre diferentes regiones del cerebro. Esta mayor conectividad puede facilitar una comunicación más eficiente entre distintas áreas cerebrales, lo que podría contribuir a las diferencias en el procesamiento de la información y la integración sensorial en las mujeres. Además, se ha observado que las áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje y la comunicación tienden a ser más grandes en el cerebro femenino en comparación con el masculino. Esto sugiere que las mujeres pueden tener una ventaja en tareas que requieren habilidades lingüísticas y de comunicación. 

Ahora que ya sabes que, si hay una diferencia cerebral entre los hombres y las mujeres, es más fácil que se entienda por qué ellas actúan así todo el tiempo. Las mujeres pocas veces van a aceptar cualquier cosa, la respuesta es con seguridad lo contrario a lo que en realidad desean, quieren o les gusta. Por eso es que existe la frase trillada, a las mujeres no hay que entenderlas, sino solo hay que quererlas, algo totalmente equivocado, porque eso ha traído lo que hemos y estamos viviendo en la vida en pareja. 

Y pese a que una mujer es la que nos crio, salvo casos excepcionales, defienden su femineidad y no nos dan a los hijos hombres las bases o herramientas para comprender su verdadera personalidad. Las mujeres se cuidan, no como los hombres que no guardamos lealtad entre pares. Es tan frecuente que haya grupos, chicos, medianos o grandes, que se voltean en contra de nosotros, protegiendo y/o defendiendo a las mujeres, sin tener la certeza de que es verdad lo que hacen, creen o piensan. Simplemente por el hecho de ser mujeres se les da un nivel superior aparte, y su voz y sentimiento, por ese solo hecho se considera superior al de los hombres. Eso por supuesto que no es bueno, porque nos demeritamos entre nosotros mismos, y las mujeres jamás lo hacen, así tengas las pruebas en la mano, se siguen protegiendo, aunque no se conozcan. Siempre justifican su proceder, su actuar. Pocas, poquísimas mujeres son congruentes y alguna ocasión le dan la razón al hombre. La mayoría, así sea la madre, la hermana, su amistad, etcétera, no lo hacen. 

Como señalé antes, la diferencia y ventaja que tienen las mujeres respecto a los hombres, en cuanto al cerebro, es en relación con el habla y la comunicación, eso lo sabemos que ellas hablan tres, cuatro o más veces al día que los hombres, se habla de ocho mil palabras de ellas, frente a dos mil del hombre. Pero no se dice de que, en cuanto a sentimientos y emociones sinceros, los hombres superan a las mujeres. Que los hombres en verdad las aman, así como a sus hijos, sus sentimientos son genuinos y no necesitan de elementos distintos para amarlos. En cambio, las mujeres, sueltan frases trilladas e hipócritas, a conveniencia, para ellas es tan fácil decir un TE AMO, sin sentirlo, para obtener algo a cambio. El hombre no, cuando lo dice es porque en realidad eso le inspira la persona a la que se lo dice. No es por recibir dinero, regalos o bienes, como lo acostumbran hacer ellas. 

Ahora en la actualidad que está de moda el famoso pago por evento sexual, es decir el intercambio de dinero por favores sexuales, sin importar la diferencia de edad entre los involucrados, hombre y mujer por supuesto, con una facilidad se olvidan del grande e inmenso amor que dicen tener por su pareja, a cambio de una cantidad atractiva de dinero, obsequios y demás. Total, es algo que no se gasta y con una lavada, aparentemente desaparece cualquier indicio. De por sí, es frecuente y común constatar que una mujer cae con facilidad en las garras sexuales de cualquier hombre, solo se necesita el lugar, el momento, los tocamientos y las palabras adecuadas para tomarlas. Por supuesto que eso se da mejor en lugares cerrados o solitarios, donde se puede hablar entre ambos dos sin que haya terceros que los inhiban. 

Aclaro que no estoy hablando de un abuso o violación, eso se da por la fuerza, lo que ellas hacen es con total libertad, en plenas facultades y en sus cinco sentidos. Ahora ya no se necesita el uso de la fuerza, sino de una billetera llena. Es tan fácil que una mujer caiga en las insinuaciones intimas de un hombre, si se encuentran solos, en un lugar apartado del bullicio de los demás, porque si el se va acercando cada vez más y ella lo permite, con seguridad, ese arroz ya se coció. En cambio, si las hay aquellas que notan las indirectas de los hombres y mejor se alejan. Pero un mayor número de ellas, es lo que están esperando, solo falta negociar, que van a recibir a cambio de sus caricias completas. 

Y si de plano el lugar es tan cerrado que nadie los interrumpa, en ese mismo lugar se dan cariño mutuo. Otras veces, cuando es en la calle, aunque no haya moros en la costa, pueden llegar hasta los besos y caricias, pero con la promesa de irse en el momento o verse después en un lugar más íntimo, pero ahí ya hicieron el intercambio posterior. Entre ellas van corriendo la voz de la esplendidez o no de los hombres. Así que para ellos con la práctica va siendo más fácil, pero no tiene que ver con la experiencia, sino con la solidez económica de la que gozan, de su fama para apoyar. 

Por supuesto que, en un lugar concurrido, como una calle, donde va y viene la gente, aunque no los conozca, pero donde no se pueden acercar tanto como para tocarla o besarla, van a rechazar cualquier insistencia, salvo que ya vayan avanzadas las negociaciones o ya hasta hay intimidad, en caso contrario, se hacen las indiferentes, pero es por el momento y lugar. Pero si lo están deseando. Pero como se dice, así son ellas. Por dentro lo desean, pero fingen no querer hacerlo, porque hay terceros dándose cuenta. 

En cuanto a los hijos, las mujeres los usan para sacar más dinero a los padres, no porque les interesen, hay historias urbanas de tantas madres que antes de tener un hijo eso intentaban, tener un hijo de un hombre poderoso económicamente y dejar de preocuparse el resto de sus vidas, otras no corren con la misma suerte, pero a quien encuentran, lo quieren exprimir monetariamente, usando a los hijos. Por supuesto, eso es de las mujeres solteras, sea porque se divorciaron o porque no se casaron. Las que continúan viviendo con su esposo, marido o pareja son un poco diferentes, aunque en el fondo sean iguales. 

Las mujeres son así, dicen o escuchan una cosa, pero terminan haciendo y diciendo otra totalmente distinta. Ya es tiempo de unirnos, cuidarnos y protegernos entre nosotros mismos, como lo hacen entre ellas, basta de seguirles el juego que eso nos daña más. SÍ hay que amarlas, entenderlas, comprenderlas, pero con medida y sobre todo viendo que haya reciprocidad, no solo permitiendo vejaciones y malos tratos hacia nosotros. Es hora de despertar. ¡Ánimo!

La ignorancia con estupidez...

 

Celulares en escuelas. 

La tecnología es importante (para algunos), porque sirve para avanzar en tus labores cotidianas, haciendo cada vez más fácil e interesante tu función, tareas o actividades. Sin embargo, en países tan pobres culturalmente, como México, es algo que afecta más que lo que puede beneficiar. 

Así es, amable lector, desde que comenzó, en el inicio de este siglo XXI, el auge de los teléfonos celulares en nuestro país, hemos retrocedido más, que sin su existencia. La de por sí, deplorable y paupérrima educación recibida, ha disminuido aun más, con el uso de estos aparatos, que como dicen algunos y es verdad, son más inteligentes que los dueños y/o usuarios. 

Los de generaciones del siglo pasado, vivimos y mejor que hoy, tranquilos, aprendimos más que nuestros hijos, sin la existencia de lo que actualmente existe. Pero sobre todo, sin los teléfonos celulares. No dependimos de un aparato para tratar de ser “felices” ni estar enterados de lo más reciente que ocurre en la zona, en el país, o en el mundo. Que sinceramente, eso también afecta nuestro crecimiento como seres humanos. No se necesita saber lo que los gobernantes en turno, del país y del mundo, quieren que conozcamos, porque no nos dicen lo que en realidad ocurre o que puede ser más importante saber, simple y sencillamente nos manipulan a su antojo y nos hacen saber lo que les conviene y lo que nos hace más estúpidos, pero que repetimos durante el día o los siguientes, hasta que surge otro distractor. ¿Lo dudas? Sólo obsérvate. 

Retomando el tema de hoy, ahora todos los niños en edad escolar básica (primaria y secundaria) ya tienen un teléfono celular, no tienen alimento en su cuerpo, pero un aparato de esos, sí. Y resulta, que es más indispensable para “vivir” que un lápiz o un cuaderno. Con mis hijos, aunque ya de salida, me tocó vivir las complicadas discusiones entre profesores y los padres de familia, que les importaba más que su hijo estuviera “comunicado” que el aprendizaje. Al inicio del crecimiento de esta herramienta poco necesaria, pocos eran los padres que podían comprar un aparato de estos para sus hijos, y también tenían menos funciones que los de la actualidad. Los mensajes eran de texto y llamadas, además de ser en blanco y negro. Como todo han evolucionado. Pero, para algunos de esos padres, debían tenerlo encendido durante el desarrollo de las clases, porque, según ellos, por alguna emergencia, porque estaban tomando medicamentos, porque tenían que salir y para darles indicaciones, en fin, pretextos jamás faltaron. Inteligente lector, la escuela está obligada a localizar a los padres respecto a alguna emergencia que pudiese ocurrir, durante el tiempo en que los niños estén dentro de ella. Antes lo hacían, que con trabajos había teléfonos fijos, hoy con las tecnologías tan avanzadas, con mayor razón. Pero no, los niños, deben tener un aparato en sus manos. 

Por supuesto que, aun cuando eran menos avanzados, los niños, si no están debidamente alimentados, se aburren de estar escuchando a los profesores y teniéndolo a la mano, es un distractor para estarlo revisando, jugando los pocos juegos que llegaban a tener en él, incluso para hablarle a algún familiar, en horario escolar. Y los compañeros de junto, al verlo, comienzan a hacer lo mismo, la imitación cuando no hay mentalidad fuerte, se vuelve algo muy fuerte y dañino. 

Al darse esto, obviamente, no aprenden. Además, como indiqué antes, la ausencia de alimento en el cuerpo, deriva en la falta de atención y aprendizaje. De por sí, resulta tedioso aguantar a tantos profesores hablar y hablar, con voces estridentes, chillonas, bajas, o como sea, que no tienen la preparación académica para enseñar, acertadamente, no tienen el conocimiento de ir observando al alumnado, cómo se están comportando durante el tiempo de estar dentro del aula escolar. No modulan la voz, no utilizan dinámicas para tener motivados a los chiquillos, etcétera, salvo honrosas excepciones. Lo anterior, además de los distractores normales y el teléfono celular, contribuyen al bajo aprendizaje de la niñez mexicana. 

Pero lo es más, el uso de los llamados teléfonos inteligentes, principalmente, ahora con tantas nuevas aplicaciones y funciones, no les alcanza una mañana o tarde, según el turno en el que estudien, para conocerlas todas. Y si se les permite tenerlo encendido durante el horario escolar, da como resultado una deplorable educación. Y por supuesto no es limitativo de la educación básica, la educación media y superior, sucede lo mismo y los resultados son peor, porque al ir avanzando en edad, resulta más difícil controlar las ideas, hábitos y manías del alumnado. Además ahora, desde el jardín de niños, ya muchos llevan un teléfono celular a las aulas. No saben ni leer, ni escribir, pero los padres se sienten orgullosos de que sus hijos, saben manipular estos aparatos. Hazme el refabrón cavor. 

Así es la mentalidad nacional, los más ignorantes, mediocres e imbéciles, son los que defienden el uso de estos aparatos, ellos vivieron, crecieron sin ellos, pero ahora ya resultan imprescindibles para sus hijos, por supuesto, eso denota falta de interés y amor hacia los pequeños, porque un padre que realmente quiere a sus hijos, busca lo mejor para ellos, y el aprendizaje, la preparación académica, es la principal que todo hijo debe tener, porque son las herramientas que le van a servir durante el resto de su vida, la educación es la mejor herencia que todos podemos dar y recibir, pero de la mejor calidad posible, no como la mexicana que desde antes ha resultado inapropiada, pero que en la actualidad está siendo cada día peor, no solo por los docentes, sino por la “ayuda” que muchos padres de familia les dan, al distraerlos con cosas innecesarias, durante la estancia en los salones de clase. Quítale el celular a un alumno y hacen un escándalo, hasta quieren correr al profesor, se amparan, denuncian mediáticamente, y la estupidez de la mayoría, les sigue el juego. Enséñales algo bueno y nadie se entera. Así es México, un país jodido pero contento. ¡Ánimo!      

lunes, 22 de septiembre de 2025

Así las cosas...

 

EL ORIGEN DE LA ADMINISTRACIÓN. 

Desde que el hombre apareció en la tierra ha trabajado para subsistir, tratando de lograr en sus actividades la mayor efectividad posible; para ello, ha utilizado en cierto momento a la administración. 

Para entender mejor su significado, es necesario efectuar una síntesis histórica de las relaciones de trabajo, porque es precisamente en ésta, donde se manifiesta de forma más representativa el fenómeno administrativo. 

Época primitiva. Los miembros de la tribu trabajaban en actividades de caza, pesca y recolección. Los jefes de familia ejercían la autoridad para tomar decisiones de mayor importancia. Existía la división primitiva del trabajo originada por la diferente capacidad de los sexos y las edades de los individuos integrantes de la sociedad. Al trabajar el hombre en grupo, surgió de manera incipiente la administración, como una asociación de esfuerzos para lograr un fin determinado que requiere de la participación de varias personas. 

Periodo agrícola. Se caracterizó por la aparición de la agricultura y de la vida sedentaria. Prevaleció la división del trabajo por edad y sexo. Se acentuó la organización social de tipo patriarcal. La caza, pesca y recolección pasaron a tener un lugar de importancia secundaria en la economía agrícola de subsistencia. El crecimiento demográfico obligó a los hombres a coordinar mejor sus esfuerzos en el grupo social y, en consecuencia, a mejorar la aplicación de la administración. 

Con la aparición del Estado, que señala el inicio de la civilización, surgieron la ciencia, la literatura, la religión, la organización política, la escritura y el urbanismo. En Mesopotamia y Egipto, estados representativos de esta época, se manifestó el surgimiento de clases sociales. El control del trabajo colectivo y el pago de tributos en especie eran las bases en que se apoyaban estas civilizaciones, lo que obviamente exigía una mayor complejidad en la administración. Los precursores de la administración moderna fueron los funcionarios encargados de aplicar las políticas tributarias del Estado y de manejar a numerosos grupos humanos en la construcción de grandes obras arquitectónicas. 

El Código de Hammurabi ilustra el alto grado de desarrollo del comercio en Babilonia y, consecuentemente, de algunos aspectos de la administración, tales como las operaciones crediticias, la contabilidad de los templos y el archivo de una gran casa de comercio. Los grandes avances de estas civilizaciones se lograron en gran parte a través de la utilización de la administración. 

Durante la época grecolatina apareció el esclavismo; la administración se caracterizó por su orientación hacia una estricta supervisión del trabajo y el castigo corporal como forma disciplinaria. El esclavo carecía de derechos y se le ocupaba en cualquier labor de producción. Existió un bajo rendimiento productivo ocasionado por el descontento y el trato inhumano que sufrieron los esclavos debido a estas medidas administrativas. Esta forma de organización fue en gran parte la causa de la caída del Imperio Romano. 

Durante el feudalismo, las relaciones sociales se caracterizaron por un régimen de servidumbre. La administración interior del feudo estaba sujeta al criterio del señor feudal, quien ejercía un control sobre la producción del siervo. 

Al finalizar esta época, un gran número de siervos se convirtieron en trabajadores independientes, organizándose así los talleres artesanales y el sistema de oficios con nuevas estructuras de autoridad en la administración. Los artesanos-patrones trabajaban al lado de los oficiales y aprendices en quienes delegada su autoridad. El desarrollo del comercio en gran escala originó que la economía familiar se convirtiera en economía de ciudad. Aparecieron las corporaciones o gremios que regulaban horarios, salarios y demás condiciones de trabajo; en dichos organismos se encuentra el origen de los actuales sindicatos. 

La Revolución Industrial se caracterizó por la aparición de diversos inventos y descubrimientos, mismos que propiciaron el desarrollo industrial y, consecuentemente, grandes cambios en la organización social. Desaparecieron los talleres artesanales y se centralizó la producción, lo que dio origen al sistema de fábricas en donde el empresario era dueño de los medios de producción y el trabajador vendía su fuerza de trabajo. Surgió la especialización y la producción en serie. La administración seguía careciendo de bases científicas; se caracterizaba por la explotación inhumana del trabajador y por ser una administración de tipo coercitivo, influida por el espíritu liberal de la época, que otorgaba al empresario gran libertad de acción. 

Por otra parte, la complejidad del trabajo hizo necesaria la aparición de especialistas, incipientes administradores, que manejaban directamente todos los problemas de la fábrica. Todos estos factores provocaron la aparición de diversas corrientes del pensamiento social en defensa de los intereses de los trabajadores y el inicio de investigaciones que posteriormente originarían la administración científica y la madurez de las disciplinas administrativas. 

El siglo XX se caracteriza por un gran desarrollo tecnológico e industrial y, consecuentemente, por la consolidación de la administración. A principios de este siglo surge la administración científica, siendo Frederick Winslow Taylor su iniciador; de ahí en adelante, multitud de autores se dedican al estudio de esta disciplina. La administración se torna indispensable en el manejo de cualquier tipo de empresa, ya que a través de aquélla se logra la obtención de eficiencia, la optimización de los recursos y la simplificación del trabajo. 

Actualmente, ésta se aplica en cualquier actividad organizada: desde la realización de un evento deportivo hasta el lanzamiento de un cohete interespacial, siendo imprescindible para el buen funcionamiento de cualquier organismo social. 

·       Analista.

sábado, 20 de septiembre de 2025

Así o más ridículos...

 

EL CINISMO EN LA POLÍTICA O LA POLITICA DEL CINISMO

Una de las consecuencias culturales, susceptibles de estudio por la sicología social, que engendró el prolongado predominio del partido de estado, fue el cinismo, la benevolencia antiética con que se definían y aceptaban los desarreglos generados en un gobierno sin crítica legislativa, sin posibilidad de escrutinio público real y profundo. El sistema de botín era admitido no sólo por sus beneficiarios, sino también descansaba en la aspiración de muchos de incorporarse a él, de que <la revolución les hiciera justicia>. La pretensión de formar parte de la mecánica de la corrupción se expresaba en fórmulas como la pretendidamente humilde o autosuficiente: <a mí no me den, sino que me pongan donde hay>, o en el asentamiento de admiración o gratitud que despertaba un ladrón que repartía parte de su botín: <ese se enloda, pero salpica>. Y los sometidos ensalzaban a los gastalones que los hacían partícipes de su boato: <es un señor, sabe para qué sirve el dinero>. En esa corrupción social que condonaba la corrupción administrativa sobresalía la fría descripción de los latrocinios dispensados en todo tiempo y más aun en el año postrero del gobierno. Se admitía sin rubor que los funcionarios a quienes había correspondido, la lotería sexenal, un cargo bien remunerado de suyo, o que permitía buscas y comisiones, se preparaban para el futuro, en que el azar podría depararles la maldición de César Garizurieta, el tlacuache, quien sintetizó la aspiración burocrática de no apartarse jamás de la ubérrima ubre del dinero público preconizado que <vivir fuera del presupuesto es vivir en el error>. En previsión de caer en el error, quienes podían consolidaban <un guardadito>. Por eso al lapso postrero de la administración sexenal se le llamaba <año de hidalgo>, porque con esa expresión rimaba, así fuera ripiosamente, el permiso y aún orden de saqueo: <<chingue a su madre el que deje algo>>. Es decir, había que limpiar las arcas, que no quedara en ellas remanente alguno. Tan valida era la descripción, tan ciertamente aplicada, que en los gobiernos estatales era frecuente que el relevo de gobernadores produjera verdaderas crisis presupuestales, porque se perdía la capacidad de pago debido a que las cajas quedaban exhaustas.

viernes, 19 de septiembre de 2025

Así la mediocridad nacional...

 

Desinterés mexicano. 

El mexicano es una especie rara entre los seres humanos, no lee, no escucha, no ve, no piensa, no aprende, no sabe nada. Esto, por supuesto ha influido, influye y seguirá influyendo en su pobreza económica, mental, social, espiritual, física, ideológica, y lo que quieras agregar, amable lector. 

La ciencia, señala que no se debe cerrar el cerebro a una sola idea, creencia o dogma, porque todo cambia, sin embargo, la idiosincrasia nacional, es de sentir orgullo porque sus pensamientos y sentires son extremosos y nada ni nadie los hará hacer cambiar de opinión. Algo totalmente alejado de la sabiduría. 

El ser humano de verdad pensante, tiene como finalidad, alcanzar la sabiduría con el paso del tiempo, de lo contrario, su vida terrenal será considerada un fracaso, caso contrario, el deseo del mexicano promedio, que ya he señalado que son la mayoría, se mueren sin haberla alcanzado. 

Muchos de nosotros hemos leído o escuchado que hay tres cosas que se tienen que hacer antes de morir: tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. Aunque no necesariamente tienen que ser esas tres, pueden cambiarse una, dos o todas, pero es necesario dejar un legado a la humanidad que seguirá viviendo, principalmente a nuestros descendientes. Porque es feo, que la mayoría no recuerden a sus antepasados por algo importante, y pocos lo hacen por cosas negativas. Contados son los que se sienten orgullosos de sus ascendientes. Lo ideal, es que sea al revés. 

Diariamente, escuchamos de forma directa y lo que es peor, indirectamente, lo que determinado servidor público del nivel de gobierno que sea, que va a hacer X o Y acción de gobierno, pero no seguimos el hilo conductor de la misma, es decir, no llegamos a averiguar, si efectivamente es factible de realizar, si la hizo, si trajo más consecuencias positivas o negativas a la mayoría de la población, si el gasto es mayor o menor, al fin que persigue, etc. porque recuerda inteligente lector, que las políticas públicas, se realizan para beneficiar a las mayorías, porque jamás, quedará satisfecha la totalidad de un núcleo, colonia, pueblo, región, municipio, estado, país. De lo contrario, se pierde todo equilibrio que debe existir. 

Pues bien, la principal causa del desconocimiento básico de los tres niveles de gobierno, es la de creer ciegamente, la mayoría de la población, que la administración municipal, estatal o federal anterior, se robó todo el presupuesto y que la nueva se encuentra atada de manos para poder cumplir con sus promesas de campaña, con todo lo que en campaña se vociferó a diestra y siniestra y sin ningún fundamento, solo con la finalidad de ganar la elección de que se trate. Y obviamente, ante la incapacidad intelectual y/o técnica, lo más común es acusar al anterior alcalde, gobernador o presidente. Lo que es inexacto y ellos mismos lo saben, pero como quien lo desconoce es la población, se ha vuelto una negativa costumbre barrer hacia adentro, escupir para arriba y acusar a su antecesor, total dice una máxima en política, miente que el pueblo todo lo cree.

Digo que es inexacto, porque cada año de gobierno, independiente del nivel que sea, hay un nuevo presupuesto, el cual se reparte entre las áreas y dependencias que conforman el mismo, por lo que nadie puede tomar el presupuesto que a futuro será asignado. Es una total, vil y cobarde mentira estar jugando con la población de un país que se dice preparada, pero que los hechos diarios demuestran totalmente lo contrario. 

Independientemente de que la anterior administración y sus servidores públicos hayan desviado los recursos públicos del presupuesto o los hayan utilizado mal, por la falta de previsión y capacidad de análisis de ellos, no deben esconder su ignorancia, incapacidad y estupidez, echando culpas, la ciencia de la administración pública, señala que se debe barrer hacia afuera, de arriba hacia abajo, y escupir al piso, pero desafortunadamente los aprendices de políticos carecen el mínimo conocimiento de esta materia y sobretodo, tienen una ausencia de valores, porque ocupar un cargo público sin la debida preparación que encierra contar con capacidad, probidad y experiencia, es también corrupción, y de corruptos inútiles, está llena la política mexicana. 

Si has seguido mis publicaciones anteriores, inteligente lector, habrás notado que mi principal interés es el de hacerte crear conciencia, que ocupes parte de tu tiempo en analizar, reflexionar, razonar, escuchar, mirar, que te interesen los temas que influyen en nuestro diario entorno, que no te quedes con las ideas equivocadas de los demás, recuerda que cada ser humano tiene sus filias y fobias (amor y rechazo) y lo más importante es lo que quieras, desees o anheles TU.    

Estamos en el siglo XXI, la vida es única y muy breve, ya es tiempo de que alejes el desinterés que tanto nos afecta como persona y como país y empieces a madurar, de lo contrario tu vida habrá sido solo una más. 

jueves, 18 de septiembre de 2025

¡Lo das o lo recibes!

 

EL PERDÓN… 

Aprovecho este espacio para abordar un tema arduo y complejo, me parece conveniente acercarme al tema, no sólo por la importancia que cobra el perdón en las condiciones de vida actuales, sino por las implicaciones terapéuticas del mismo en problemas en los que la ira, el rencor y el odio son determinantes, como por ejemplo: abuso sexual, maltrato sicológico, violencia intrafamiliar y sicopatía. 

Preguntas difíciles de responder: ¿Cómo es posible que algunas personas que han sido violentadas en su fuero íntimo de la manera más brutal e ignominiosa puedan dejar a un lado el yo maltratado y saltar por encima del más profundo resentimiento (podría ser justificado) para llegar al tranquilo valle del perdón y redimir val agresor y liberarse a sí mismos? ¿Es posible alcanzar esta conversión del afecto negativo que compromete tanto al ofendido como al ofensor? ¿Existe algún proceso mental de preparación para que el perdón haga su aparición o, en realidad se trata, tal como sostienen algunos filósofos, de un acto gratuito y espontáneo? ¿Se trata de un fenómeno determinado por el amor o por la cognición? ¿Puedo perdonar con sólo proponérmelo? 

Antes de explicar lo que es el perdón y cómo acceder a él, se hace importante señalar dos obstáculos que impiden muchas veces llevar a cabo el Acto de perdonar: la indiferencia y el odio intenso. Se los explico en detalle. 

Cuando se dice que matamos a alguien con la indiferencia, no es tan simbólica la afirmación. El asesinato afectivo es un hecho cotidiano. Ignorar la naturaleza humana del otro es rebajar su condición moral y jurídica, es desconocerlo como un interlocutor válido y como sujeto. Si te considero prescindible, te hago a un lado, dejo constancia de mi desinterés, de mi apatía sicológica, del rechazo a tu presencia. Lo que se opone al amor no es el odio, sino la pura y simple indiferencia. Si te digo que eres un idiota, al menos te estoy reconociendo como ser humano, así la motivación sea odiarte y desestimar tus logros y virtudes, pero si te dirijo la palabra, te aplico la ley del hielo o te ubico por debajo de mis umbrales perceptivos, te excluyo del universo. Desapareces para mí y punto. 

Pienso que el estilo indiferente puede tomar al menos tres formas, según cómo nos ubiquemos respecto de los demás. Aunque estas maneras de vincularse se entremezclan en la práctica, las separaré para fines de mejor entendimiento. 

Un primer modo consiste en menospreciar al otro. Es la política del narcisista, del ególatra, del que se considera especial y único, y ha hecho de su ego un santuario. La gente está para servirle, para alabarlo. Tiene un valor, pero es siempre menor que el propio. El menosprecio reconoce al prójimo como un súbdito o un admirador, un mal necesario para alimentar la vanidad. Su existencia se justifica en la medida en que aumenta la autoimagen de un yo cada vez más acaparador. Aceptar la superioridad del narciso hace que este te mantenga en sus huestes, pero si muestras cualquier esbozo de democracia, te echará rápidamente porque jamás compartirá el poder. Lo que piensan y sienten las demás personas carece de importancia, si no contribuye a la supuesta grandeza. 

El segundo modo profundiza y hace más agresiva la lejanía. Es el estilo del sujeto antisocial y violento, de los sociópatas, de los fríos de corazón, de los que creen que están por encima de la cadena evolutiva y pueden aplastar a los de abajo sin culpa para sobrevivir. Para ellos, el mundo les pertenece a los más fuertes, así que los débiles solamente cumplen una función alimentaria para los depredadores más grandes. Dicho de otra forma: el otro está cosificado. Si en el modo narcisista la dinámica era el menosprecio, aquí es el desprecio: eres un objeto del que hay que aprovecharse sin miramientos. No hay moral ni ética, porque el ser humano desaparece. Y no es necesario buscar los sicópatas en algún archivo policial o judicial de asesinos en serie, ellos también andan a nuestro alrededor funcionando soterradamente; basta observar detenidamente para descubrirlos. 

El tercer estilo se ubica en la indiferencia pura: ni menosprecio ni desprecio, simple y sencillamente, la no existencia ajena. Hay desvinculación total y de cuajo. No te veo ni te siento, estás en otra dimensión. Insisto: no se trata de desinterés, sino del destierro ontológico del otro. El ser se pierde, la humanidad se pulveriza. Los esquizoides y los ermitaños son expertos en hacer invisibles al prójimo. Se apertrechan en su territorio, llevan la autonomía al límite y declaran una autosuficiencia emocional radical. 

Las tres formas reseñadas de ruptura interpersonal no agotan el tema. En realidad la indiferencia es un monstruo de más cabezas. Se cuela en la vida cotidiana, en los gobiernos, en la ciencia, los negocios, los deportes y en todas las relaciones humanas, no importa la edad ni la clase social. Es una epidemia silenciosa que no parece tener cura. La indiferencia es lo que se opone a la ética y especialmente al altruismo y la solidaridad (perdón incluido), clave de la convivencia saludable. Por eso, los Derechos Humanos no solamente son un problema político, también son una cuestión sicológica. Vale la pena tenerlo en cuenta: indiferencia y vida, son incompatibles.