En ésta entrega quiero enseñarte que es y cómo estamos inmersos en el tan
mencionado sistema político. Un tema interesante, complejo, diferente, pero,
sobre todo, difícil de entender por las mayorías. El conjunto de elementos que
interactúan y están interrelacionados recibe el nombre de sistema. Lo político,
por su parte, se asocia a la actividad política: que a su vez es aquello
vinculado a la administración de los temas públicos y a la gestión del Estado.
El sistema político, de este modo, es
la organización existente en un determinado territorio para el ejercicio de la
política. En este sistema intervienen diversos agentes, instituciones y
normativas que componen aquello que se entiende por poder político.
Cada sistema político determina la
forma de acceso al gobierno (es decir, a la administración del Estado) y
establece las bases sobre las cuales se desarrolla la actividad gubernamental.
Estos sistemas, por lo tanto, están directamente vinculados con el modo de
organización del Estado y con la Constitución.
El sistema político puede relacionarse
a la forma de Estado. Hay Estados unitarios (que carecen de divisiones
administrativas o que tienen divisiones pero sin ningún tipo de autonomía) y
Estados federales (con divisiones que cuentan con diversos grados de autonomía),
tal es el caso de nuestro país que está dividido en Entidades federativas y
municipios.
La forma de gobierno también está
determinada por el sistema político. Un territorio puede organizarse como
República (el jefe de Estado es elegido para ocupar un cargo público) o
Monarquía (el jefe de Estado es una persona que hereda el cargo y lo ejerce de
manera vitalicia).
Muchos de ustedes, amables lectores,
pensarán que no pertenecen al sistema político mexicano, que es el área de
análisis, pensamiento más erróneo porque todos estamos inmersos en él, en
cualquier lugar, espacio o área, hasta en el menos imaginado, interviene la
política. La historia nos enseña que Aristóteles (el gran pensador, filósofo y maestro griego) consideraba al
ser humano un animal político (zoon politikón), esto es, un animal ciudadano,
un animal cívico, un animal social. Lo que significaba para él que la virtud,
la justicia y la felicidad sólo pueden alcanzarse socialmente, en relación con
los demás, en la ciudad, en la polis, o sea, políticamente. Ahora te explico
por qué.
El gobierno, o para ser más preciso, los que se mueven
en las principales esferas políticas, tienen el control de todo, nada sucede
sin que estén enterados (¿has oído hablar de que el poder está concentrado en
determinado número de familias? Es correcto), en política no hay coincidencias,
ni enemigos, hay adversarios, también has escuchado que en política no hay
amistades, hay intereses y un sinnúmero de frases que encierran lo que intento
explicar. Y es verdad, los políticos, desde el más encumbrado, hasta el
dirigente más pequeño, oscuro e insignificante, son movidos a su conveniencia y
en el extremo político que se les indique (derecha, centro, izquierda), y sólo
mientras al sistema le funcionan; cuando ya no hay más necesidad de estarlos
manteniendo (y muy bien), los desaparecen de los reflectores y la escena
política de distinta manera, algunos tienen fortuna y se van al ostracismo, sin
mayor problema, otros son sometidos al escarnio público, acusados de cualquier
conducta ilícita, los más desafortunados, terminan en prisión e incluso, en el
panteón.
De la noche a la mañana, surgen figuras que nos venden
como importantes en el ámbito político, educativo, cultural, deportivo,
empresarial, social, de negocios, artístico, farándula, con cualidades inventadas
que nadie nos imaginamos y que definitivamente no tienen. Algunos figuran en
las ligas mayores de su arte, oficio, profesión o disciplina, un buen tiempo;
caso contrario, la mayoría solo aparecen de manera fugaz (tienen un cargo de
elección popular, graban un disco, hacen una telenovela, teatro o película,
obtienen un campeonato o una presea en determinado deporte, ganan un premio
literario, empresarial, etcétera) y desaparecen. Ejemplos, hay muchos y en
cualquier actividad.
Los que mueven los hilos políticos de un país, crean,
cambian y acaban dirigentes, opositores, partidos políticos, empresas,
asociaciones sociales, culturales, deportivas, hasta religiosas, a diestra y
siniestra pero siempre a conveniencia y para enajenar (convencer) a los
habitantes de un país, los medios de comunicación e información (Televisión,
radio, prensa, internet) juegan un papel muy importante, porque son los
encargados de saturar la mente de los ciudadanos con lo que el gobierno quiere
convencernos, a veces, de forma directa y la mayoría de veces, de manera
inversa. Los ambientalistas, defensores de grupos marginados, de los derechos
humanos, de tribus urbanas, etnias indígenas, instituciones educativas, religiosas,
y todo lo que venga a tu mente amable lector, son creación del gobierno, tienen
un salario, una jugosa remuneración, por prestarse a la persuasión y
manipulación colectiva, actuando como si les importara tal o cual causa perdida
y atacando al gobierno en turno, federal, estatal o municipal, porque el
mexicano está acostumbrado a eso, a ver y participar en el ataque a los
poderosos, se trae en la sangre lo belicoso, ser o hacerse las víctimas de todo
y defender lo indefendible, levantar la voz cuando y donde nadie los escucha,
olvidando que lo que deberían hacer es pensar, analizar, reflexionar, cambiar y
ser más cuidadosos en su diario actuar, porque gritar y patalear no sirve para
mejorar nuestra forma y estilo de vida, simplemente sirve para beneficio
personal y del grupo selecto de los más cercanos al Sistema. El gobierno no te
va a cambiar o remediar la vida, lo único real, cierto y efectivo es lo que
hagas tu por ser un mejor ser humano y sobretodo, por ser y vivir realmente
feliz con tu familia. Esto lo logras entre más alejado estés y menos
dependencia tengas del sistema. Aunque la mayoría prefiere estar inmerso en él,
con una base (trabajo de planta, dirían los clásicos), con un salario bajo,
acorde con las actividades, pocas o nulas que desempeñan, (pero pocas veces, de
provecho y en beneficio de los demás) pero eso sí, seguro cada quincena, y
vivir todo el tiempo, hablando mal del gobierno y gobernante en turno,
quejándose de su suerte, cuando esa suerte es la que su antipatía y mediocridad
les brinda.
¿Crees que esto sólo sucede en México? Funciona a nivel mundial.
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