Juventud, tecnología y diversión.
Esta
oportunidad quiero aprovecharla con un tema actual, pero que afectará las
próximas generaciones. Sin duda alguna, estamos en una etapa de descomposición
social, donde todos somos responsables y corresponsables de esta situación que
vivimos.
Los
padres de hoy, viven alejados de sus hijos, les permiten hacer y decir de todo,
pero lo principal, no se les brinda amor, cariño, atenciones y mucho menos
respeto. Lo cual está creando una generación sin valores, desobligada, viciosa,
sin ambiciones sanas, malas para el estudio y pésima para el trabajo.
Todos
más de alguna ocasión hemos oído o, incluso, dicho la palabra nini, vocablo que
se refiere a la gente, principalmente jóvenes que ni estudian, ni trabajan y
que cada día, las estadísticas muestran que dicha minoría está aumentando.
Lo
he dicho en otras oportunidades y lo repito hoy, la tecnología en manos de
gente sin fortaleza mental, sin la capacidad mínima de razonamiento, análisis,
argumentos y reflexión, en lugar de ser un beneficio, deriva en un mayor
retroceso, dentro de una sociedad no preparada para tales avances. Los jóvenes
de hoy, se enajenan con los celulares, tabletas, computadoras, videojuegos, algunos
lo hacen con la música, raro es ver en cualquier calle, de cualquier lugar, a
un joven sin los audífonos, lo que nos lleva a la pregunta de qué ¿salió de
prisa y los olvidó? O ¿de verdad es un ser pensante y racional?, otros más con
las redes sociales, Facebook, WhatsApp, twitter, Instagram y otras más, que ahora
los proveedores de teléfonos celulares, los hacen creer que son gratis, por un
determinado tiempo, dependiendo de la cantidad que se recargue y las utilizan
todo el tiempo; unos más, lo hacen con los juegos y aplicaciones que pueden
descargar en sus teléfonos inteligentes, pero pocos, lo hacen con las llamadas
y mensajes tradicionales y menos aun ideando algo que los beneficie de forma
personal o colectiva.
Las
redes sociales, principalmente el Facebook, son las más dañinas y en donde se
sube de todo y sobretodo, se sabe todo de todos, ahí se pierde la dignidad de
tanta gente acostumbrada a grabar todo y tomarse fotografías de todo y con
todo, aunque después se arrepientan de haberlo hecho.
Se
desvelan, casi no comen, no estudian, no trabajan (muchos pierden su trabajo),
por estar con el vicio del internet, es una adicción tan grave como si
consumieran algún estupefaciente, las radiaciones son dañinas, aunque los
fabricantes de móviles, a través de especialistas pagados por ellos, digan que
no afectan, dormir con el teléfono debajo de la almohada o en el buró, taburete
o cualquier mueble que esté junto a su cama, es malísimo, los que saben dicen
que un celular al dormir debe de estar retirado de la gente por lo menos un
metro y apagado, porque el descanso nocturno, es primordial para tener un
rendimiento escolar, laboral y humano, pero la mayoría de jóvenes, hacen lo
contrario.
Por
otro lado, actualmente, los jóvenes no están acostumbrados a tener
responsabilidades, a la primera orden que se les da o tarea que se les
encomienda, salen corriendo o si están trabajando, salen corridos por no
hacerla, o hacerla mal y a medias. Los que estudian, no rinden lo suficiente,
precisamente porque los profesores y directivos, les permiten llevar y usar los
móviles dentro de la escuela y el salón de clases, lo cual se ha vuelto una
pachanga.
Van
perdiendo poco a poco la capacidad de iniciativa, es decir, hacer más de lo que
les piden, no mueven un dedo más de lo que les piden, no dan un teclazo de más,
(como antaño se decía), no se esperan más tiempo después de su hora de salida,
pero eso sí, llegan tarde, no modifican algo, si ven que la instrucción está
mal, no levantan o acomodan nada, si no les dicen que lo hagan; andan con
sueño, hambre, cansancio, mal humor, etcétera.
Son
precoces y promiscuos en su vida sexual, no se protegen, no solo para no
procrear hijos, sino para no adquirir una infección de transmisión sexual; al
calor de la euforia, del alcohol, de los amigos o de alguna droga, agarran
suficiente valor para defender lo indefendible, para luchar por causas
perdidas, para arreglar viejas rencillas con su cuates o con algún rival y esto
desencadena que terminen en la cárcel, en el hospital o peor aún, en el
cementerio, algunos terminan completos, pero otros, pueden perder algún miembro
de su cuerpo, o algún órgano y es ahí cuando aparecen los padres irresponsables
que los dejan todo el tiempo solos, que no les hacen caso, que jamás platican
con ellos, que jamás los escucharon, jamás los orientaron, jamás les
preguntaron nada, pero una vez que sucede una desgracia, culpan a todos, menos
a ellos que son los únicos y verdaderos responsables de lo que sucedió.
Amigos
que me leen y tienen hijos adolescentes, nunca es tarde para empezar a aplicar
correctivos, quítenles el celular, no se los dejen todo el tiempo, mucho menos
en las noches, recuerden que nosotros nunca lo necesitamos (claro que no los
había, pero, por lo mismo, somos una generación responsable, trabajadora y en
muchos casos, triunfadora), así ellos también pueden sobrevivir sin él.
Encárguenles tareas donde usen el razonamiento, que piensen, que les cueste
trabajo hacerlas para que cuando sean adultos y tengan hijos, no sean una
generación NINI. Porque la vida cuando hay cimientos sólidos, es complicada,
imagínate cuando no los hay. Recuerda que son tus hijos y aunque de momento,
les moleste, en el futuro te lo agradecerán.
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