Estimados míos:
Si tienen la suerte de encontrar as alguien que disfrute haciendo su trabajo, bendíganlo, no lo envidien. No le pongan trabas, ¿Acaso tu serías más feliz si tu mecánico maldijera el día en que le llevaste tu auto para reparar? ¿Te consolaría abonarle una cantidad indecente de dinero (incluso valdría el adjetivo dantesco en algunas ocasiones) para que eso aliviara su carga? Sé que resulta inverosímil que haya personas a las que les guste hacer --y bien-- su trabajo, e incluso llegan a decir que les fascina que les paguen por ello. Bien. Yo nunca he oído decir a un corrector que no disfruta con su trabajo, pero tampoco conozco a ninguno que haya dicho que le sorprende que le paguen. En todo caso, le puede sorprender que le paguen pronto. A los correctores les sorprende que les paguen con adjetivos positivos: bien, adecuadamente, puntualmente, regularmente.
Sé que a algunos les ofrecen pago en especie: Si te lees este libro, te regalo cinco ejemplares; ahí está el primer error, en el uso del término leer, ya que quieren decir corregir, pero prefieren evitar ese término indeseable con connotaciones mercantilistas y profesionales. Es un trato estupendo, pruebe a hacerlo con su carnicero: deme ese lomo y yo le regalaré cinco filetes. Hay personas con un sentido comercial suicida. Pero, a diferencia de los carniceros, lo único afilado que tenemos los correctores es el lápiz y, como ya corregimos mayoritariamente en pantalla, lo único que nos queda afilado es la lengua, que de poco sirve frente a propuestas semejantes.
Ante una oferta tan poco estimulante, podemos recurrir a nuestra dignidad y, guitarra en mano, recordarle los versos de Raimon: No, [jo dic no] diguem no] Nosaltres no som d¨eixe món. Nosotros somos del mundo donde corregir no es leer. Según el diccionario académico, leer es:
Leer (conjugar)
(del lat. legére).
Conjug. modelo.
1. tr. Pasar a la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados.
2. tr. Comprender el sentido de cualquier tipo de representación gráfica. Leer la hora, una partitura, un plano.
3. tr. Entender o interpretar un texto de determinado modo.
4. tr. En las oposiciones y otros ejercicios literarios, decir en público el discurso llamado lección.
5. tr. Descubrir por indicios los sentimientos o pensamientos de alguien, o algo oculto que ha hecho o le ha sucedido. Puede leerse la tristeza en su rostro. Me has leído el pensamiento. Leo en tus ojos que mientes.
6. tr. Adivinar algo oculto mediante prácticas esotéricas. Leer el futuro en las cartas, en las líneas e las mano, en una bola de cristal.
7. tr. Descifrar un código de signos supersticiosos para adivinar algo oculto. Leer las líneas de la mano, las cartas, el tarot.
8. tr. p. us. Dicho de un profesor: Enseñar o explicar a sus oyentes alguna materia sobre un texto.
Diccionario de la lengua española, RAE (23a. edición), Espasa, Madrid 2014.
Así que, en ningún caso leer equivale a corregir. Eso sí, los ejemplos de la acepción 5 describen con asombrosa nitidez esa escena de negociación.
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