lunes, 12 de febrero de 2018

Sexo oral.

Los trucos de una experta

No tenemos nada en contra de que le hagas una felación a tu chico (siempre y cuando, él también baje y lo haga como te mereces), pero algunas veces se hace tan eterno ese momento, ¿verdad? “Después de un par de minutos, tu mandíbula puede empezar a resentirse”, explica Sasha Kaplan, fundadora de Blow by Blow, un centro con sede en San Diego (Los Ángeles) que ofrece talleres (con fiesta) sobre sexo oral.

Por suerte para nosotras, Kaplan ha compartido su sabiduría y sus trucos sexuales que no solo harán lo hagas con más ganastambién hará que reduzcas a la mitad de tiempo tus sesiones por ahí abajo.

Los preliminares

Antes de bajar, tomate tu tiempo para excitarle. Asegúrate de que está a 100, de que está con ganas. “Si su miembro está flácido, tendrás que hacer que pase de 0 a 100 con tu boca, lo cual te llevará mucho trabajo”, explica Kaplan. Bésale, acaríciale, frótate contra su pene… Lo que sea por tal de que se ponga bien dura.

La cosa va de testículos

¿Cuántas veces te paras a jugar con sus bolas?  “Sus testículos son muy sensibles, pero no reciben los suficientes mimos”, señala Kaplan. “Muchas mujeres no son conscientes de que centrarse en ellos hace que aumente su excitación, y tan solo requiere de un par de minutos”. Un extra: son más manejables y fáciles de meter en la boca que el pene.

Acaricia sus testículos con las manos mientras te vas poniendo en posición y después empieza a lamérselos. Después, métete uno de ellos en la boca, chúpaselo y juega con tu lengua. “Empieza con una presión media y observa su lenguaje corporal para ver si quiere que aumentes la intensidad o si quiere que sea algo más suave”, propone Kaplan.

Pero si lo de serpentear por sus testículos no es lo tuyo, prueba asaltándolo justo cuando salga de la ducha o ayúdate de las manos mientras le haces sexo oral. Presionarlos contra su cuerpo hará que todo vaya más rápido, asegura la experta.

Con mucha saliva

Si buscas una sensación más fluida, no escatimes en saliva, amiga. “Así podrás emular la suave humedad de las relaciones sexuales”, propone Kaplan. Prueba bebiendo un buen vaso de agua antes de empezar.

Ayuda extra

Utiliza tu dedo índice, el dedo corazón y el pulgar y empieza a deslizarlos por su pene mientras te ayudas de tus labios. “Una combinación de mano-boca te ayudará a cubrir una mayor superficie”, sostiene la experta. Además, tus manos te ayudarán a incrementar la excitación de tu chico. Para que te hagas una idea, gira los dedos como si quisieras arrancar una motocicleta.

Ayudarte de las manos también tiene otras ventajas: si necesitas coger aire, tus manos siguen trabajando mientras tu boca se toma un respiro. “Ese momento es muy importante”, asegura Kaplan. “Si interrumpes el ritmo por un segundo, podrías estar perdiendo el orgasmo que estabas buscando”, sentencia. Y entonces sí que te tendrías que emplearte a fondo.

Con (muchas) ganas

Imagina que (milagrosamente) has conseguido entradas para un espectáculo del que estaba todo vendido, o sueña por un momento que tu jefa decide subirte el sueldo. ¿Por qué no canalizas todas esa excitación en una acción oral? Él estará más emocionado si tú también lo estás”, dice Kaplan.

También puedes probar tirándolo a la cama boca abajo y esperar a que te pregunta qué estás haciendo. Si quieres empezar una sesión de sexo oral, envíale mensajes que le dejen claro cuales son tus intenciones. Por ejemplo, con un lenguaje obsceno (“parece tan grande en mi boca”), puede ayudar a caldear el ambiente.

Otra forma es centrándote en tu poder sexual. El hecho de saber que tus habilidades lujuriosas hacen que le tiemblen las rodillas funciona bastante bien. Y si no hay nada que te emocione y que haga que aumente tu entusiasmo, pues omite este paso. Sin más.

El punto G masculino

Acércate a su perineo y dale un suave masaje mientras tu andas por la frontera sur. “Es la pared exterior del glande, o el punto G masculino, y prestarle atención puede hacer que llegue al orgasmo mucho antes”, nos explica Kaplan.

Como la sensación puede ser intensa, coloca tu mano alrededor de su juguete antes de colocarla en ese punto caliente. Otra opción: acerca tu mejilla mientras le estés haciendo una felación. Si estuviera compitiendo en unas Olimpiadas, se llevaría la medalla de oro por llegar el primero.

Lengua juguetona

La cabeza de su pene es una terminación nerviosa de sus partes más calientes, así que si te centras en ella, harás que llegue más rápido al orgasmo. “Debajo de la punta hay una especie de costura que se conoce como frenillo, que es donde se encuentran los nervios”, puntualiza Kaplan. Juega con tu lengua dibujando círculos alrededor o muévela hacia un lado y otro como si fuera un limpiaparabrisas. Después le esperará una eyaculación como pocas veces habrá tenido.

 

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